lunes, 29 de noviembre de 2010

Royal Crown Revue. Kafe Antzokia 27-11-10

La noche del sábado prometía. Reencuentro en concierto con unos cuantos buenos amigos, Frank Sinatra sonando en el Antzoki a la espera de que saliese la Royal Crown Revue y el aliciente de ver en acción al nuevo fichaje de la banda de Los Angeles: la cantante Jennifer Keith. El bolo comenzó perfecto. No encuentro pegas en los primeros cuarenta minutos. Y nos la prometíamos muy felices. La intro fue el tema Misirlou de Dick Dale & His Del - Tones incluido en la banda sonora de Pulp Fiction. Perfecto para meterse en el viaje que proponen estos excelentes músicos.

No recuerdo exactamente con qué tema salió a escena Jennifer Keith pero la chica nos cautivó con su voz y sus movimientos. Lástima que no se le sacase más partido durante el resto del concierto. Y es que a partir de unos cuantos solos instrumentales el bolo perdió la intensidad del comienzo. Seguía sonando muy bien pero los parones lastraron el resultado final. Mis momentos favoritos fueron Watts Local, Walkin´ like Brando, Back to Sorrento ( a pesar de algún hereje que tenía a mi lado) y todas las intervenciones de Jennifer Keith.

El concierto duró apenas hora y media y se nos quedó escaso. Comentaba con Grushecky y Il Cavaliere que es una pena que la banda apenas toqué repertorio propio cuando tienen un legado de canciones tremendo y en muchos casos a la altura de esos standars que tanto se empeñan en versionear. No me quejo de escuchar Mack the Knife, de hecho fue uno de los momentos de la noche para mi, pero teniendo temas del calibre de The Contender, Watcha doin´ tonight o Hey Sonny (Where´d you go), qué leches pudiendo tocar enteros The Contender o Walk on fire no acabo de entender ese ostracismo de su propio repertorio.

El post-concierto podría dar para una entrada por sí solo. Un par de sujetos persiguiendo allá por donde fuesen a Eddie Nichols, Mando Dorame, Jennifer Keith y Daniel Glass, sacándose fotos, pidiendo autógrafos y uno de ellos sometiendo al tercer grado a cada interrogado. Pero esa es otra historia que no puedo desvelar, ja,ja.




jueves, 25 de noviembre de 2010

L.A Confidential

Muchos expertos literarios y cinematográficos no se ponen de acuerdo en definir de forma concisa y precisa la novela y el cine negro. Acotar el género es el primer punto de desacuerdo. Hay elementos comunes en todas las propuestas pero también controvertidas discrepancias. Así que no voy yo a ser el que lo intente. Tan sólo puedo señalar que muchas de mis películas y novelas favoritas encajan en esa etiqueta. Hay unos cuantos títulos míticos conocidos y reconocidos por todos.


Desconozco si L.A Confidential es considera a estas alturas un clásico. Desde luego en mi casa si. Basada en una novela del mismo título de James Ellroy (sujeto que ya por si solo merece unos cuantos post) en L.A Confidential el director Curtis Hanson logró rodearse de un equipo competente para llevar a la pantalla grande la esencia de la novela. El resultado es atronador. Recuerdo salir excitadísimo tras verla en una sesión de medianoche en los cines de Santurce.


Años después la alquilé en un videoclub para verla en version original y el segundo visionado no hizo sino confirmarme su nivel. Incluso hoy en día si la pillo en un zapping televisivo es fácil que me enganché a verla de nuevo. Es como Cadena perpetua y tantas otras grandes películas. Te sabes la historia, el desenlace pero los atractivos son tantos que siempre encuentras nuevos matices que la realzan todavía más.


Uno de los múltiples aciertos del film es el casting. El despunte de Rusell Crowe. Kevin Spacey en su mejor momento haciendo gala de un cinismo matador. Guy Pearce bordando su papel de ambiciosillo. James Cromwell haciendo de un autentico hijo de puta tras esa cara de anciano buena persona. Kim Bassinger bellísima, de cortar el puto aliento.


Pero hay más. Cuando la historia es buena (y esta lo es) hace falta un director con las ideas claras para conseguir que todo funcione como un reloj suizo. Alguien que haga que las piezas encajen sin estridencias. Y Curtis Hanson lo consigue. La voz off del personaje interpretado por Danny De Vito nos guía a la corrupción de la ciudad. Los Angeles. Sin duda la elección perfecta para contar esta historia. Hanson penetra con suavidad en LA y la conquista con su cámara. Y nosotros nos dejamos llevar gustosos.


A pesar de tener un guion con múltiples subtramas y personajes está tan bien contada que no te pierdes en ningún momento. El director consigue penetrar en el meollo con elegancia sirviéndose de unos diálogos de antología que los actores contribuyen a hacer creíbles. Un clásico a la altura de lo mejor del género.