sábado, 23 de septiembre de 2017

Chris Robinson & Brotherhood. Barefoot in the head

Las buenas vibraciones y paz que desprende la música de Chris Robinson es inversamente proporcional a su modus operandi con sus compañeros y hermano en Black Crowes. Rich Robinson se despacha a gusto en Popular 1 de este mes contra Chris. Entre otras cosas comenta que es un amargado al que le fastidia que las canciones de los Cuervos sean también de él, que si Magpie Salute es una banda tributo a Black Crowes la de su hermano Chris es un vulgar copia de Grateful Dead.... En fin que no parece que vayan a celebrar la Navidad ni comer el pavo de Acción de Gracias juntos. 

Lo cierto es que no recuerdo demasiados períodos de armonía entre estos dos sujetos. Cara al público siempre parecía que Chris era el dicharachero, juerguista y hippie y Rich el serio, amargado y en guardia permanente. Pero parece que bajo la alfombra hippie de Chris se esconde una ambición desmedida. Proponer a su hermano que es el que compone toda la música de la banda, y al batería original (Steve Gorman) que sean sus asalariados es echarle mucho morro. No le critico. Yo hubiese intentado lo mismo. Si cuela... 

Dejando todas estas zarandajas a un lado lo cierto es que el último disco de Chris Robinson, Barefoot in the head le muestra en un excelente estado de forma. La música fluye y Chris pone su maravillosa voz a una ristra de canciones que siguen la línea estílistica de sus dos anteriores discos pero con variantes más jugosas, de hecho mejora ostensiblemente las anteriores propuestas sencillamente porque las canciones son mejores, van más al grano, están mejor construidas. 

Toda esta nueva etapa de Chris Robinson Brotherhood está marcada por la obsesión de Chris con Grateful Dead. Incluso algunos señalan que esto no es más que una copia de los de Jerry García y cía... Sinceramente no tengo ni idea. Apenas piloto un par de discos de Grateful Dead y desconozco si las canciones de Chris son originales, copias o sinceros homenajes. Como la ignorancia es atrevida me limito a disfrutar con estas diez canciones y lo hago de lo lindo además.


El disco llegó a la tienda en mi periodo vacacional y nadie lo había hecho sonar. A los dos o tres días de mi reincorporación le di cancha y poco a poco me fue cautivando y también a bastantes clientes porque esa semana varios me preguntaron qué era lo que sonaba y las ventas fueron buenas. Good vibrations con Chris. Una diferencia sustancial respecto a sus anteriores trabajos es la duración de las canciones. Ninguna sobrepasa los seis minutos, le veo potencial comercial incluso, algunas enganchan que no veas, las tarareas una y otra vez...

Así de primeras se me quedaron Hark, The Herald Hermit Speaks y Blonde Light Of Morning. No me las podía quitar de la cabeza. La primera más movidita la segunda con unos coros ultra cool, dos muestras perfectas de los derroteros por los que se mueve Chris en la actualidad. Y en ambas hay espacio para que brillen los escuderos de Chris. Tanto Neal Casal a la guitarra como Adam McDougall están excelsos. Eso si me imagino que les pagara poco.


Una de mis favoritas es Blue Star Woman, una pieza que podría haber encajado perfectamente en Amorica. Aquí la guitarra de Neal Casal echa chispas y le secunda de forma maravillosa el piano llegando a un minuto final psicodelico que mola mucho. High is Not The Top es otra destacada, más campestre un tema que me recuerda a Neil Young. En If You Had a Heart To Break los coros juegan un papel fundamental. Es la canción más larga del disco y no aburre en ningún momento. Impagable escuchar a Chris cantando Love come to me en Glow con instrumentación hippiosa a más no poder... Tal vez canta Love pero esta pensando en Money. En cualquier caso maravilloso disco tan luminoso como su debut, al mismo nivel que This Magnificed distance y superior a Big Moon Ritual. Una carrera en solitario muy interesante la de este encantador cabroncete.