domingo, 26 de febrero de 2017

15 aniversario de la grabación de Don´t Give Up On Me

Nadie en su sano juicio podía dudar de que desde este cochambroso blog iba a dejar pasar la celebración del 15 aniversario de la grabación de Don´t Give Up On Me. En cuatro días, entre el 25 y 28 de febrero de 2002 Solomon Burke grabó bajo los mandos de Joe Henry un disco que siempre tengo presente. Una devoción atómica desde que mi hermana me lo regalase hace ya 15 años. De modo que otra vez recomiendo hacerse con una copia de esta obra de arte. No hace falta estar años para grabar un buen álbum en cuatro días con los ingredientes adecuados se puede cocinar un disco estratosférico. Voy a por mi dosis de nuevo. Y no será la última entrada. Eso fijo.


martes, 21 de febrero de 2017

Miles Ahead

Miles Davis es probablemente el músico de jazz más popular de la historia. Es el artífice del disco del género más vendedor de todos los tiempos y su figura es venerada por la crítica y por los músicos. Hasta ahora el cine no había indagado en su figura y el primer acercamiento se lo debemos a Don Cheadle que ha optado por una historia original que se aleja de los planos biopics tan habituales en Hollywood. 

Miles Ahead es una película arriesgada provista de un montaje por momentos loco, una especie de caótico collage, que va del presente al pasado continuamente sumergiendo al espectador en un ritmo trepidante a la par que confuso. A mi me ha cautivado. No he podido despegar los ojos de la pantalla a pesar de todo ese caos, o tal vez por eso mismo. No había leído nada sobre la película y me esperaba algo más convencional pero Cheadle se ha saltado todo para construir un film muy personal con más aciertos que errores.

Don Cheadle firma el guión y la dirección además de interpretar a Miles Davis. De las tres facetas la mejor es su actuación: portentosa en todos sus recovecos ya sea cuando sale con los pelos disparados en los setenta, como impecablemente trajeado en los flashbacks así como en la interacción con los personajes interpretados por Ewan McGregor y Emayatzi Corinealdi. Contenido cuando la escena lo requiere, explosivo en los momentos adecuados, siempre sutil, Cheadle es un actor espectacular lo viene demostrando durante muchos años y en Miles Ahead vuelve a estar fenomenal.

Cheadle sitúa la trama a mediados de los setenta cuando Miles Davis estuvo sin grabar nada durante cinco años. En el film se le muestra recluido en cada, luchando con sus terribles dolores por la cadera y la mayoría del tiempo colocado. Davis está fuera de onda, va con una pistola por la vida y la irrupción del personaje interpretado por Ewan McGregor le acciona de alguna forma. A partir de ahí se inicia una rocambolesca y sencilla trama no exenta de humor en la que Davis tiene que recuperar unas cintas del que será su próximo trabajo, el que rompa el silencio discográfico de cinco años. 



lunes, 20 de febrero de 2017

Ray Collins Hot-Club. Kafe Antzokia 17/02/2017

Siempre he sido un tipo fácil. Si una Big Band actúa un viernes a la noche en mi ciudad allí estaré. Es un cóctel que llama mi atención. Potente sección de viento, piano saltarin, guitarras nítidas y concisas y un cantante a medio camino entre el crooner y el rockero de los cincuenta que me recordaba cuando sonreía al gran Kevin Spacey. Todas esas premisas se cumplieron en viernes a la noche en el Antzoki en el estupendo show de Ray Collins Hot Club. Que cuenten conmigo para la siguiente. Me quedé con pena de no pillar algún cd pero no pusieron merchandising. 

El show duró más de hora y media y no bajó de intensidad en ningún momento con muchos temas para perder la chaveta y bailar a lo loco en plan txoko libre. Música desinhibida que bebe de las fuentes originales, no se puede negar, pero lo que suma en el caso de Ray Collins Hot Club es que tiene una ristra de temas propios perfectos, al igual que sucede con Royal Crown Revue o Squirrel Nut Zippers. Se puede hacer música anclada en una época en concreto si se tiene material propio a la altura de los clásicos y estos tíos tienen canciones a borbotones. 




lunes, 13 de febrero de 2017

Y ganaron Bell, Porter y Simpson

Finalmente William Bell, Gregory Porter y Sturgill Simpson ganaron los grammys al mejor disco de americana, jazz vocal y country respectivamente. Las categorías me las paso por ya sabéis donde. Tres grandes discos de los que disfrutar. Supongo que la incidencia de este premio en sus carreras será entre escasa o nula. Lo que espero es que se pasen por estos lares para presentarlos en directo. 






domingo, 12 de febrero de 2017

William, Gregory y Sturgill en los Grammy

Hoy se entregan los premios Grammy. Jamás he prestado atención a este sarao. Supongo que a los galardonados les vendrá bien ganarlo para vender más discos dentro del paupérrimo panorama actual. Este año voy a estar bien atento porque están nominados tres artistas a los que tengo mucho aprecio porque me han regalado algunos discos fabulosos. William Bell, Gregory Porter y Sturgill Simpson. Tanto Bell como Simpson están nominados a dos categorías. En el caso de William Bell con su entrañable This is Where I live en las de mejor disco country y en la de interpretación de R&B, Gregory Porter mejor disco de jazz vocal y Sturgill Simpson por partida doble, mejor disco del año y mejor disco country. Esto de los grammy es un lío, hay tropecientas categorías....



Sería todo un sorpresón que A Sailor´s Guide To Earth ganase el premio gordo pero un colega me recuerda que sucedió algo parecido con Beck hace un par de años cuando su Morning Phase se impusó al disco de ese año de Beyoncé que en la edición actual también compite con Sturgill, Adele, Justin Bieber y Drake, una mezcolanza curiosa cuanto menos ja, ja. Tras el triunfo de Beck en 2015 el streaming en spotify de sus canciones aumentó un 388% y supongo que las ventas físicas algo se notarían, aunque eso igual es ser demasiado optimista. A mi me encantaría que ganase Sturgill, ese álbum que se ha sacado de la manga me tiene fascinado y no ha perdido un ápice de fuerza en mi casa. No me canso de recomendarlo a los amigos y a los clientes en la tienda donde suena a todo trapo desde el viernes.

En cuanto a Take Me To The Alley de Gregory Porter opta al mejor álbum de jazz vocal y puede ser que lo gane aunque tengo la sensación de que Porter ya juega en la liga de los grandes comercialmente hablando y tiene a la crítica en el bolsillo. Aún así molaría que lo ganase. Todo lo que sea que discos tan chulos como este tengan más repercusión mejor. Y para terminar una mención también para This Is Where I Live de William Bell nominado a mejor disco de americana y la canción Three of Me a la mejor interpretación de R&B. Sería todo un puntazo que este veterano ganase en ambas categorías. Nunca es tarde.




jueves, 2 de febrero de 2017

Soundgarden. Superunknown

Esta mañana ha llegado a la tienda una edición especial que celebra el 20º aniversario de Superunknown el disco con el que Soundgarden pasaron a jugar en la liga de los grandes comercialmente hablando. Propulsado por los irresistibles singles Black Hole Sun y Spoonman este disco vendió la friolera de cinco millones de copias en el mercado americano. Un paso más que interesantes respecto al anterior y también fenomenal Badmotorfinger

En este disco Soundgarden abrieron su paleta sonora sin perder un ápice de credibilidad sembrando el camino con temas aplastantes mucho más allá de los singles mencionados. Recuerdo que mi amigo Rober me grabó este álbum en una cinta tdk de cromo y no se alejaba de la pletina de mi equipo de música. Era vuelta y vuelta. Absoluta devoción y fanatismo por esos más de setenta minutos de música. Lo cierto es que era un disco sin fisuras. Hacía tiempo que no lo ponía y cuando lo he escuchado esta tarde he tenido ese subidón propio de cuando escuchas un álbum que te marcó y sigues percibiendo la misma magia. 

Los cuatro componentes de Soundgarden eran unos tipos peculiares. Recuerdo que en las entrevistas que concedían en la época se solían mostrar esquivos, condescendientes e impertinentes a partes iguales pero cuando se metían en el estudio a grabar música afloraba todo su talento. Y tenían para exportar. Sería injusto no resaltar el papel fundamental de Chris Cornell. Muchos años antes de hacer el panoli con aquel espantoso Scream, Cornell era y sigue siendo un cantante extraordinario a la sazón que un compositor espectacular. La mayoría de los temas de este disco llevan su firma. Canciones variadas de todos los estilos. Portentos como Fell on Black Days, The Day I Tried To Live, Spoonman o Like A Suicide.

Kim Thayil es menos prolífico que Cornell en tareas compositivas pero da en el clavo con la punkarra Kickstand, en las antípodas de Limo Wreck y Superunkown sabbathianas a tope y colabora también en My wave un tema perfecto, de los primeros a los que me enganche irremediablemente.  Además su toque a la guitarra es fundamental. De la escuela del menos es más, sus riffs se acoplan igual de bien sea cual sea el tema en cuestión. Puede sonar denso, cortante, clásicote. Una puta delicia.




Una de las bazas definitivas de Superunknown es su eclecticismo. Nada forzado por cierto. Algunos apuntes ya estaban en Badmotorfinger pero aquí se extiende a más canciones con resultados atrevidos y despampanantes. Ahí están los dos temas que firma Ben Shepherd. Dos canciones con ramalazos psicodélicos, que te van atrapando poco a poco Head Down y Half. Ambas hipnóticas. Todo un acierto meter esos dos temas. 

Y para finalizar voy con mi componente favorito de esta formación: Matt Cameron. No exagero si escribo que este es uno de los primeros discos en los que me fijé obsesivamente por la batería, de hecho quedé prendado de la forma de tocar de Cameron a raíz de este disco. Siempre me pareció que su aportación es fundamental en el sonido del álbum, que iba un paso más allá y el asunto lo coronó cofirmando en tareas compositivas con Thayil y Cornell Limo Wreck y a medias con Cornell Mailman y Fresh Tendrils, mi tema favorito del disco. Canción que ponía en bucle y con la que despedido esta chapa. Ahí va.