domingo, 28 de abril de 2013

Sarunas Marciulionis, un pionero en la sombra

Hoy en día en la NBA juegan un buen número de jugadores europeos. Muchos con un rol de relevancia en sus equipos. Grandes estrellas que han jugado All Stars y que han sido decisivos en los triunfos de sus conjuntos. Pero hace veinticinco años la cosa era muy diferente. Los primeros europeos en tener una presencia destacable en aquella liga fueron Vlade Divac y Sarunas Marciulionis. En la temporada 1989-90 cinco jugadores del Viejo Continente desembarcaron en la mejor liga del mundo: los mencionados Divac (Los Angeles Lakers) y Marciulionis (Golden State Warriors) junto a Zelko Paspalj (San Antonio Spurs), Alexander Volkov (Atlanta Hawks) y el malogrado Dratzen Petrovic (Portland Trail Blazers).

Los primeros jugadores europeos no formados en universidades norteamericanas que cruzaron el charcho fueron el búlgaro Glouchkov y Fernando Martín. Ambos tuvieron una presencia testimonial. Y su aportación se limitaba a ayudar en los entrenamientos y completar el rooster. Eran otros tiempos en todos los sentidos y los jugadores europeos se enfrentaban a la reticencia yanqui. Los dos primeros jugadores que tuvieron abundantes minutos y un rol más que interesante fueron Divac y Marciulionis. Ambos harían carrera en la NBA y hoy voy a escribir sobre uno de mis favoritos de todos los tiempos: el gran Sarunas Marciulionis, un pionero en la sombra.

Marciulonis desembarcó en la NBA gracias al esfuerzo del hijo de Don Nelson por llevarlo. En el año 87 los Atlanta Hawks jugaron contra la selección rusa en suelo americano una serie de encuentros amistosos. Allí los técnicos yanquis se dieron cuenta de que los atléticos jugadores negros tenían algo más que dificultades para frenar el potentísimo primer paso de Sarunas. Nelson tomó buena nota. Más cuando los rusos eliminaron en las semifinales de los JJOO de Seúl al combinado norteamericano de entre otros David Robinson y Mitch Richmond y ganando la final contra el potente conjunto yugoslavo.  De modo que la temporada siguiente Marciulonis fue fichado por los Warriors en una trama digna de espionaje. Eran los tiempos de la Guerra Fría y que un jugador soviético jugase en USA era todo un acontecimiento.




Sarunas Marciulonis  encajó perfectamente en los Golden State Warriors donde permanecería cinco temporadas convirtiéndose en uno de los favoritos de la grada de Oakland. Con los Warriors disfrutó de la ciudad y del juego de un equipo diferente que lo basaba todo en la velocidad en el famoso Run&Gun de Don Nelson. Fue nombrado segundo mejor sexto hombre dos años consecutivos y estaba entre los mejores jugadores de la competición hasta que su progresión se cortó de raíz cuando padeció la temible lesión de la triada. Una vez recuperado continúo su carrera en otros tres equipos más (Seatle Supersonics, Sacramento Kings y Denver Nuggets). Los tres equipos disfrutarían de fogonazos del talento del lituano bastante mermado por problemas físicos.

Y para finalizar la conexión rockera. Muchos aficionados al basket puede que se acuerden del podio de basket de los JJOO de Barcelona. Ahí estaban el Dream Team, la Croacia de Petrovic, Kukoc, Radja y cía y los lituanos luciendo unas camisetas que llamaron mucho la atención. Marciulonis era amigo de los Grateful Dead y la banda de California contribuyó a la causa lituana con dinero y diseñando esas camisetas inolvidables. Incluso hay un documental titulado The Other Dream Team donde se cuenta parte de esa historia y como lucharon los lituanos para tener su propia selección. Pero eso da para dar la brasa en otro post.