Siempre
había ligado el nombre de Billy Preston
a los Rolling Stones con los que
colaboró en varios discos: Sticky fingers, Exile on Main Street o en
el Black
and blue donde en el tema Melody
en los créditos se señala Inpiratibon by Billy Preston. Unos cachondos Jagger y Richards. Además participo en varias gloriosas giras de Richards y
cia. Desconocía que fue conocido como el quinto beatle y menos aún su carrera
como músico de sesión con tipos como Sam
Cooke, Ray Charles o Little Richard. Además de todo eso el
hombre tiene una larga carrera en solitario y mi primera toma de contacto no ha
podido ser más impactante: Encouraging
words, un álbum de 1970 en el que colaboran muchos nombres míticos: George Harrison o Keith Richards entre otros. Toda una All Star Band. Pero
sinceramente eso carece de importancia o al menos no es lo significativo. Lo
tremendo de Encouraging words es el talento de Billy Preston para componer canciones memorables y para pasearse
por caminos souleros con el desparpajo de los grandes del género. Y no, no
estoy exagerando.
A esas
alturas de la película en 1970 Preston ya tenía el culo pelado como músico de
sesión y una asentada carrera en solitario. Encouraging words hacía su octavo
disco. Aquí todo esta de su parte. Los músicos, las musas y la interpretación. En
el apartado vocal su ejecución es sorprendente. Como tantos otros Preston
proviene del gospel y la mezcla de ese estilo con otros géneros esta ensamblada
perfectamente. No hay música más poderosa en este mundo. Si no caes rendido
ante un temazo como Right now es que
algo no funciona bien en tu sangre. Empezar tan bien tiene sus riesgos pero es
que la sensación no hace más que intensificarse con la mágica Little girl el segundo tema. Vaya tema.
Coros increíbles, el órgano de Billy luciéndose y el acompañamiento de una
orquesta que le da un plus a una canción tremenda. No me la puedo quitar de la
cabeza.
No
exagero si escribo que un disco con dos temas del calibre de los mencionados ya
tiene mucho terreno ganado. Pero es que Billy no afloja lo más mínimo y Use What You Got es el primer momento
bailable que se salda con un rotundo éxito. Pegajoso tema que va increscendo
para terminar de una forma que encajaría perfectamente en el Exile on Main Street de los Rolling Stones. La siguiente es la
versión del archiconocido tema de George
Harrison My Sweet Lord en mi
opinión mejor que la original y eso que siempre me pareció que el tema de
Harrison era un poco repetitivo. También se casca una aplastante versión del I´ve got a feelin de los Beatles que me vuelve loco. Este tema también
lo hicieron con mucha soltura Tesla
en su Real to Reel y aquí Preston
se las apaña para igualar a Lennon y cía.
Otra de
las cumbres del álbum es The Same Thing
Again un pedazo de balada interpretada con fuerza por Billy con su
correspondiente sección de viento añadiendo al tema el toque definitivo. La
verdad es que según he escrito eso de las cumbres del álbum me he arrepentido
porque el disco no tiene desperdicio. Es una gozada perderse en la música de
Billy con su inimitable toque en los teclados siguiendo la tradición
góspel,soul y rhythm´n´blues. Un poderío tremendo el de Billy Preston.