viernes, 18 de septiembre de 2015

Cracker. Berkeley to Bakersfield

Llevan más de veinte años en el negocio y jamás han dado un paso falso. Su discografía es impoluta. Hasta el raruno Greenland tiene su punto. Tienen la marca de los supervivientes y la mejor noticia del mundo es que siguen entre nosotros en buena forma, excelente apunto. Berkeley to Bakersfield es una gozada en la que apreciar todos los matices de los que hace gala esta banda. Su paleta sonora es amplia. Aquí se aprecia su inequívoco poderío rockero, el toque country siempre presente, ciertas melodías pop y por supuesto sigue la mala hostia y chulería de David Lowery, uno de esos cantantes que tal vez sin tener una gran voz saben llevar a su terreno cualquier tema.

Semanas antes de que este disco se fuese a publicar un amigo me comentó que había escuchado sólo una canción (Waited My Whole Life) que lamentablemente le recordaba a otra de The Wallflowers. Pero que confiaba plenamente en estos tipos. Que eso sería un pequeño desliz. Unas cuantas notas seguidas sin importancia y así es. Berkeley to Bakersfield es un álbum doble, a la vieja usanza y no se hace largo para nada, es más cuando acaba lo vuelvo a poner. Una y otra vez. Así es desde que me lo grabó mi colega hace unas semanas.

Y reconozco que las escuchas iniciales me descolocaron bastante. El primer volumen titulado Berkeley reúne a David Lowery y Johnny Hickman con Davey Faragher y Michael Urbano, componente originales de Cracker con los que no grababan desde hacía 20 años. Berkeley según cuenta Lowery en la mini-entrevista que publica Popular 1 este mes está formado por temas de protesta con letras de temática social y politica... La primera canción Torches and Pitchforks me descolocó por completo. Y la segunda March of the Billionaires acentúo esa primeriza sensación que pronto se dilapidó. Beautiful completa un buen trío inicial pero para mi lo mejor está por llegar.




Mis favoritas son las dos siguientes, El Comandante y El Cerrito. Dos canciones soberbias y peculiares. Me vuelve el loco el inicio de El Comandante y los coros del tema que no se quién los hará pero lo clava. El Cerrito tiene un bajo vacilón que se te queda pegado todo el día y unos pletóricos punteos cortesía de Johnny Hickman Qué decir del trabajo de este hombre a la guitarra. Alguna vez he escrito que es uno de mis favoritas de la historia mundial. Lo repito. Pasan los años y cada día es mejor. Y aquí tiene suerte de lucirse con su sonido perfecto en temazos como You Got yourself Into This o Life In The Big City.

El segundo volumen, Bakersfield se abre con Hickman a la voz aportando su inequívoco toque country en la deliciosa California Country Boy. Uno de esos temas de manual que esta banda borda con una sencilla y efectiva letra. Pero mi reino por temazos como el siguiente, Almond Grave, uno de esas canciones en la que los pequeños detalles cuentan mucho. Claro que King Of Bakersfield es otra maravilla. Se me caen las lagrimas de la emoción. Es que ya no escribo más. Cracker han sacado un pedazo de disco y por mi lo podían tocar enterito en directo, de la primera a la última. Espero poder verles en su próxima gira por estos lares. Y si es por partida doble, mejor. Vitoria y Bilbao, eso son los objetivos. Hay que luchar por la causa. ¡Viva Cracker!