viernes, 1 de febrero de 2013

Bo Diddley + Go Bo Diddley


Durante muchos he leído que Bo Diddley es uno de los arquitectos del rock´n roll. De vital importancia en su desarrollo. Al lado de tipos como Chuck Berry o Fats Domino. Ahora lo estoy comprobando. Y está siendo un viaje divertido, sorprendente y recomendable para todo aquel al que le guste el rock´n roll. Cualquier tiempo es bueno para profundizar en las carreras de estos colosos. En el caso de Bo Diddley recuerdo que una de las primeras veces que leí su nombre fue en la crítica del Ratlle and Hum hace más de veinte años cuando se indicaba que Desire tenía un ritmo deudor de este hombre. Conociendo ahora sus dos primeros discos compruebo que el rastro de Diddley está por centenares de canciones de rock´n roll de diferentes grupos. Me vienen a la mente Magic bus de los Who, Korean Bodega de Fun Lovin´Criminals o muchas del repertorio stoniano. Keith Richards es un confeso admirador de la música de este hombre. En el libreto de este cd que incluye los dos primeros discos aparece lo que opina Richards al respecto: Muddy Waters and Chuck Berry were close to the straight electric blues. But Bo was fascinatingly on the edge. There was something african going on in there. His style was outrageous, suggesting that the kind of music we love didn´t just come from Mississippi it was coming from somewhere else.

La característica principal en Bo Diddley era su estilo machacón, muchas veces de un solo acorde donde el ritmo era lo esencial. Esa es una de sus particularidades pero hay mucho más. Bo tenía talento para componer. A menudo, como tantos otros, se inspiraba en temas tradicionales y blues a los que daba la vuelta por completo. Su música latía con fuerza, bullía en ocasiones atropellada por unas percusiones rompedoras formando un conjunto irresistible captando toda tu atención. Tenía dos aliados para dar forma a esta locura. Jerome Green se antoja vital con la ayuda en las voces y las maracas. Frank Kirkland también es un eje fundamental con su imaginativa batería.

El primero disco se titula Bo Diddley y el segundo Go Bo Diddley. Pocas comeduras de coco al respecto. Y es que el cachondo de Diddley está en el Libro Guinness de los Records por ser uno de los compositores que más canciones ha escrito sobre sí mismo. Esta anécdota como alguna otra más jugosa la leí en la biografía de Ron Wood, Memorias de un Rolling Stone. En su debut Diddley ya tiene unos cuantos temas con su nombre artístico (en realidad se llamaba Ellas Otha Bates, tomando luego el apellido McDaniel y finalmente adoptando el de Bo Diddley para dar guerra en el mundo del rock). El álbum se abre con, Oh sorpresa, un tema titulado precisamente Bo Diddley. La presentación en sociedad de las constantes vitales de su música. Le sigue un clásico que escuché por primera vez en versión de Tom Petty & Heartbreakers. I´m a man es una de esas canciones inspiradora de cientos que vinieron después. De las que no te cansas de escuchar nunca.



Bring it to Jerome es otra guasona tonada que se queda a la primera y Before you accuse me la conocía ejecutada por la Creedence por lo que escucho ahora de forma muy fiel. En la onda del tema juguetón y rápido Bo Diddley está su primo hermano Hey! Bo Diddley. En esta línea directa y sin muchas variaciones están Who do you love?, Dearest Darling y Pretty Thing. Otro momento cumbre de este primer álbum es Say Boss Man con unos coros guapísimos y la participación de Willie Dixon al bajo. En Diddley Daddy canción firmada a medias con Harvey Fuqua de los Moonglows éstos le secundan a las voces como en sus mejores momentos cantando eso de Diddley diddley dum, dum dum diddley.


El primer álbum me ha gustado. Ha sido una buena piedra de toque para adentrarse en el universo de este peculiar tipo pero el segundo me parece mucho mejor porque a las características del primero se le añade otras vertientes interesantes. Para empezar está Crackin´ up que conocía de la versión de los Stones en el Love you live. Aunque nunca fue un tema que volviese loco, la siguiente I´m sorry es una de mis favoritas de los dos cds. El tema esta co-escrito de nuevo con Fuqua y los coros vuelven a ser maravillosos. A la instrumental Bo´s Guitar me la imagino perfectamente en una secuencia de esas locas en una peli de Tarantino. La canción tiene una percusión muy loca que la hace especial. La que rompe moldes es Say Man un desternillante diálogo entre Bo Diddley y Jerome Green con piano y percusión con toque latino de fondo. Qué me aspen si Tom Waits no ha escuchado hasta la saciedad un tema como The great grandfather en una línea muy diferente a las anteriores.

A la música hay que añadir la propia personalidad excéntrica, cachonda y el superego de este hombre al que no le bastaba con titular la mitad de su repertorio con su nombre. Salía a escena con su peculiar Gretsch rectangular tuneada según sus especificaciones, luciendo un sombrero de sheriff y con chaquetas coloridas. Un negrazo de casi uno noventa que quería dejar claro quién mandaba en el escenario. Y no se cortaba un pelo con nadie. Cuenta Ronnie Wood en su biografía que en los ochenta participó en San Francisco en una jam con Bo Diddley y John Lee Hooker y cada uno en el escenario iba a su bola. La bajista intentaba que la siguiesen pero ni Diddley ni Hooker le hacían caso. Era a ver quién la tenía más grande. Ron comenta que el estaba perdido pero intentaba disfrutar del momento. Al día siguiente en la crónica de un periódico se escribía que la jam había sido bestial. Como dijo Tom Petty: Elvis is King. But Diddley is Daddy.