sábado, 16 de enero de 2021

Steve Gorman & Steven Hyden. Difíciles de manejar. Vida y muerte de The Black Crowes

Es posible que Chris Robinson tras leer el libro que sobre su estancia en los Black Crowes ha escrito Steve Gorman maldiga todos los antepasados del batería. Aunque lo más seguro es que sin necesidad de leerlo espete en cualquier entrevista con su habitual lengua viperina que Gorman tan sólo era el puto batería, que jamás compuso nada de nada. Ja ja. En fin, da igual la reacción de Chris o de Rich, el libro de Steve Gorman se lee de un tirón, es adictivo y recorre sin tapujos y con mucha mala hostia la historia de los Cuervos siempre bajo el prisma de Steve por supuesto. Hay mucha frustración, dosis ingentes de carroña y derivados y también una indestructible pasión por la música. Y aunque ninguno de los hermanos Robinson sale bien parado en este volumen, Steve es capaz de valorar lo más importante: la música. Y la de los Cuervos fue sublime durante más de veinte años con sus diferentes formaciones. 

Gorman cuenta con un estilo extraordinariamente ágil en el que supongo tiene mucho que ver la aportación del periodista Steven Hyden los turbulentos años que paso junto a la parejita Chris y Rich, dos hermanos disfuncionales a más no poder que hacían que todo a su alrededor estuviese en constante tensión. Nadie se libraba de los malos rollos que llevaban a cuestas estas dos criaturas que parecían el día y la noche, Chris el hippy risueño bailando descalzo en las alfombras que decoraban los escenarios de los Cuervos y Rich con su cara de acelga, permanentemente enfadado, dispuesto a soltar un exabrupto en cualquier momento. Eran una parejita peculiar. Pero todo eso no importaba en absoluto porque cuando la música sonaba aquello era la puta bomba mundial. 

Se me hace complicado resumir este libro sin caer en algunos spoilers que serán anecdóticos porque querido lector soy muy de caca culo pedo pis y me suelen hacer mucha gracia los detalles más nimios. Así que si alguien sigue ahí puede seguir leyendo. Nada de enjundia será revelado a continuación. Al igual que hice con Todo el Mundo adora nuestra ciudad de Mark Arm voy a ordenar este tinglado refiriéndome uno por uno a los principales protagonistas de esta apasionante historia.

Chris Robinson

Bueno el amigo Chris da para mucho. En el libro Steve se muestra brutalmente sincero y no esconde que es con el mayor de los hermanos Robinson con el que tuvo una conexión inmediata. Se emborrachaban juntos, se reían de las mismas cosas (incluso de Grateful Dead aunque luego Chris perdiese la cabeza por ellos ja ja) y vivieron juntos mucho tiempo, el suficiente para hartarse el uno del otro. Las idas de olla de Chris inundan el libro y no sabría por donde empezar. Me hace mucha gracia como relata Steve la relación que tiene Chris con la pasta. De cara a la galería es el artista puro, el bohemio pero amigos entre bambalinas su ojo se impregna con el signo del dólar. Eso no ha hecho nada más que aumentar mis simpatías hacia el. Ja, ja ,ja. Una de mis anécdotas favoritas es cuando el mánager de la banda Pete Angelus les propone como algo guay tocar en la fiesta de cumpleaños del locutor Howard Stern y ahí salta el primero Chris diciendo que nanai de la China que la pasta por delante, que no le deben nada a Howard... Iuuuuuujuuuuuuu!!!!!

Rich Robinson

Con el pequeño de los Robinson la mayor conexión que estableció siempre Steve fue la musical. Explica el perfecto entendimiento que tenían con sólo mirarse. Y que el sonido de los Cuervos en buena parte es cortesía de la sinergia entre Rich y Steve. En lo personal... Está explicado perfectamente en una de las fotos que aparece en la parte central del libro. En ella se ve en primer plano a Chris y Steve divirtiéndose, haciendo el gamba y detrás acechando en la sombra el malcarado rostro de Rich... Me parto la caja. De todas formas Rich tuvo una conversación que no revelaré aquí crucial con Jimmy Page y sólo puedo decir que estoy de acuerdo con Rich. Pero para entender esto hay que saber lo que Rich le dijo a Jimmy. Léete el libro ja ja.

Marc Ford

Otro músico crucial en la historia de los Cuervos es sin duda Marc Ford. Con el llevaron su música más allá y encajó perfectamente en el sonido de los de Atlanta aportando un plus vital hasta que las drogas le nublaron el cerebro. Hay un episodio en los camerinos en los que un Marc Ford en horas bajísimas es fustigado sin piedad por Chris Robinson que ese día se olvido de las florecillas hippys, por escribirlo suavemente.

Eddie Harsch

Igual de importante que Marc Ford fue la labor de Eddie al piano y los teclados. En cuanto absorción de alcohol y drogas también empataban porque el bueno de Harsch era una auténtica esponja. A diferencia de Marc, a Eddie no le humillaron jamás, tal vez porque le veían mayor, quizá porque simplemente no se atrevían.  Su anécdota con Keith Richards cuando los Stones invitaron a los Cuervos es apoteósica. Digna de ser reproducida: Oye, puede que tú no seas consciente de ello, hijoputa, pero... !eres el puto Keith Richards! ¿Y vienes a pedirles cocaína a los teloneros? ¿Pero qué coño te pasa? Keef respondió con una sonora carcajada tras unos segundos de tenso silencio. Ja, ja, ja. Menudo era Eddie protagonista de otra descacharrante historia entre Bélgica y Alemania donde casi la espicha. En aquellos parajes agonizando entre ambos países clamó porque le llevasen a Alemania porque tenía el mejor sistema sanitario del mundo y en Bélgica la palmaba fijo.

Johnny Colt

El más listo de la clase es Johnny. Un tipo con indudable carisma y que supo largarse cuando todo estaba a punto de explotar. O mejor escrito que no quiso aguantar ni un minuto más las chorradas ni de uno ni de otro. A este también le humilló en este caso Rich grabando todas las partes de su bajo en un disco, si no recuerdo mal en Three Snakes And One Charm. Rich adujó que es que Keith Richards le había hecho lo mismo a Bill Wyman. Rich, otra encantadora criatura, todo paz y amor. 

Peter Angelus

El flamante mánager de la banda es uno de los personajes que mejor parados sale en el libro. Un tipo con las cosas claras y que siempre intentaba llevar a la banda en la buena dirección consiguiéndolo casi siempre pero que continuamente tenía que pelear con Chris a veces por los aspectos más delirantes. Pete Angelus trabajo como director de escenario de Van Halen y sabía de luces y de todo ese tinglado más que nadie. Pero claro, Chris no opinaba así y hay una descacharrante anécdota al respecto. Las luces de un escenario diseñadas por un Chris en pleno viaje hippioso. Para mear y no echar gota.


George Drakoulias

Encantador tipo que supo canalizar el potencial de la banda. Pieza clave para comenzar a moldearles en Shake Your Money Maker  y encontrar el punto perfecto en el descomunal The Southern Harmony And Musical Companion. Drakoulias se lleva todos los elogios y más de Steve Gorman. Claro pero estando por medio Chris... Lío asegurado ja ja. Como cuenta Steve en el segundo de los discos debió de figurar como productor sólo George Drakoulias y no como apareció compartiendo créditos con la banda. 

Jimmy Page

Las apariciones de Jimmy Page son estelares y dan mucho juego. Steve cuenta que tuvo una conexión muy especial con el y se relatan varias anécdotas muy cachondas. Una es cuando una noche se fueron de juerga con Jimmy y tras unas cuantas copas éste comenzó a imitar a Homer Simpson en el episodio en que Homer canta Born Under A Bad Sign de Albert King. Y eso les llevó a charlar sobre la serie creada por Matt Groening de la que al parecer Page estaba colgado. Mejor que le de por eso que no por tontear con Aleister Crowley o por hurtar temas de blues. Uy, no que eso no lo hizo. Ja ja. Pero lo que se lleva la palma fue el aquel día en el que Steve entró en el camerino de Jimmy Page invitado por éste para echarse una siestecita. Cuando salieron del habitáculo y se cruzaron con los hermanos Robinson, Steve se limitó a informar que venían de calzarse un sueñecito...

Sven Pipien 

El bueno de Sven Pipien, un bajista de mucho talento y que también aportaba en los coros es como Fredo Corleone en El Padrino, ese ser débil que es fagocitado por todo quisqui sin piedad. Hay varios episodios relatados con detalle en los que queda claro que al pobre Sven le hicieron varias jugarretas muy sucias.

Kate Hudson

Señalada por la plebe como la Yoko Ono de esta historia nada más lejos de la realidad según Steve. Al parecer esta chica no sólo no jodió la banda sino que la mayoría de las veces intercedió para apaciguar los ánimos y aporto buenas vibraciones siempre es más en un momento dado Steve escribe que la aparición de esta chica fue una bendición. Ahí queda eso. Me gusta mucho más su historia  y estoy convencido de que se acerca mucho más a la verdad que la mil veces repetida y cacareada de que fue la que destrozó la banda. 

Luther Dickinson

Voy a dejar para el final a uno de mis guitarristas favoritos de la historia que afortunadamente estuvo unos cuantos años en otra de mis bandas predilectas  que se saldaron con tres exquisitos discos en estudio, Warpaint, Before The Frost y Croweology... Steve admite que Luther era un músico estilísticamente muy diferente de cualquiera que hubiese estado en la banda antes y que su presencia les dio a todos un empujón. Se deshace en elogios. Ahí va uno de mis párrafos favoritos de este volumen: Para cuando Luther terminó la gira de 2010 con nosotros, The Black Crowes eran innegablemente un grupo especial otra vez, pero hubo noches ese año en las que llegamos mucho más alto que nunca. Amén.