Hasta ahora he visto todos los documentales filmados por Moore y hay que reconocer que el tipo sabe ser efectivo. No importa que en ocasiones recurra a la manipulación pura y dura o que en algún que otro momento le pueda el lado sensiblero. Para mi son más importantes otras cualidades, las buenas, que las tiene y sobre todo los temas que elige. En este caso se trata de un amplio muestrario de las "bondades" del sistema sanitario made in USA.
Así, vemos gente hipotecada de por vida al tener que hacer frente al seguro médico o enfermos crónicos de más de 70 años que tienen que seguir trabajando para pagar sus medicinas. Y estos son los afortunados. Otros, millones se quedan en el camino. Una niña muere porque una sala de emergencia hospitalaria se niega a atenderla al no cubrir el seguro de su madre los gastos médicos. A otro chico el seguro le pone mil y una pegas para no proporcionarle un tratamiento para el cáncer alegando que es experimental... Y también fallece.
El catalogo de atrocidades que se cometen en un sistema sanitario que deja a cerca de 50 millones de personas fuera de juego podría dar para rodar una serie sobre el tema. Lo curioso del caso es que en todas las películas y series que nos llegan del otro lado del charco rara vez vemos al protagonista sufrir desgracias de este tipo o ni siquiera pagar por la factura del hospital. Ese es un dato que siempre nos escatiman.
La parte que más polémica ha generado es la comparación de la sanidad en EE.UU con la de Canadá, el Reino Unido o Francia. Y el sarpullido ha salido con Cuba. Y aqui precisamente es donde tal vez el amigo Moore patina. Siempre se le va la mano vanagloriando algunas cosas que no creo que sean como el las presenta. Y después de ver todo esto, me cuesta creer que en un país como EE.UU, tan atractivo para mi en muchos aspectos, puedan suceder cosas como las que salen en el documental. Pero lamentablemente suceden. Espero ver pronto el que ha rodado Spike Lee sobre el Katrina en New Orleans. Otra bochornosa historia made in Usa. Qué pena.