martes, 28 de abril de 2015

The Rolling Stones. Time Waits For No One

Estoy atravesando mi habitual periodo stoniano. Algo que no falla todos los años. Porque como decía Keith los Stones son como el aire que respiramos. Mi fascinación por la banda se inició de forma consciente en 1990 cuando hicieron su primera gira en muchos años. Antes había escuchado sus temas más populares pero mi primer disco fue Steel Wheels que mi primo Oscar me regaló en Pucela. Ha llovido y los Stones todavía la quieren seguir liando. En aquella época, con 16 años fantaseaba con verles en esa gira pero eso no sucedió hasta muchos años después y lamentablemente no los disfruté como la ocasión lo merecía.

Con los años fui haciéndome con todo el material que pude de la banda y volando alto con su material de los setenta. De Beggars Banquet a Tattoo You los Stones engancharon una ristra de discos en los que perderse una y otra vez. Se avecina una descarga stoniana de dimensiones biblícas y antes de dormir me apetece despedir el día con esta fascinante canción que me sigue impactando tanto como la primera vez que la escuché.


domingo, 26 de abril de 2015

David Lee Roth. Stay While The Night Is Young


Don't you worry 'bout the morning

Because the day might never come

Don't worry 'bout the future

Just stay while the night is young

Don't pretend that its your first time

Don't pretend that its no fun

Don't tell me 'bout your mother

Just stay while the night is young


It's so easy to relax if you try (relax if you try)
Please don't think about the time going by (ooh ah ooh)
You can tell me 'bout the things on your mind (things on your mind)
Just lie back and unwind

It's so easy to relax if you try (relax if you try)
Please don't think about the time going by (ooh ah ooh)
You can tell me 'bout the things on your mind (things on your mind)
Just lie back and unwind

Don't say, don't say, don't say, don't say
Don't say, don't say
Don't say, don't say, don't say

It's so easy to relax if you try (relax if you try)
Please don't think about the time going by (ooh ah ooh)
You can tell me 'bout the things on your mind (things on your mind)
Just lie back

It's so easy to relax if you try (relax if you try)
Please don't think about the time going by (ooh ah ooh)
You can tell me 'bout the things on your mind (things on your mind)
Just lie back and unwind

domingo, 12 de abril de 2015

Clockers

Señalada por algunos críticos como un claro precedente de The Wire, Clockers es una excelente película dirigida por Spike Lee basada en el guión del propio director junto a Richard Price y basada en una novela de éste último. Con Spike Lee no suele haber termino medio. Su cine y su persona aglutinan filias y fobias. A mi me parece un director más que estimable con una filmografía repleta de películas que me han gustado mucho como Haz lo que debas, Malcom X, La última noche, Plan oculto o Summer Of Sam. Como todos los cineastas con una larga carrera también tiene sonoros patinazos y elecciones más que discutibles pero para mi prevalece lo positivo.

Clockers es una de las que más me gusta. La trama se centra en el personaje de Strike (Mekhi Phifer) un vendedor de droga que trabaja para Rodney Little (Delroy Lindo) que le sugiere que se cargue a otro traficante Darryk Adams (Steve White) para ganar puestos en la escala. Adams acabará muerto y los detectives encargados de investigar su asesinato, Larry Mazilli (John Turturro) y Rocco Klein (Harvey Keitel), tendrán diferentes formas de acercarse al caso.

La película es una excelente radiografía de cómo funciona el tráfico de drogas en los barrios marginales de Nueva York y Spike Lee se deja de maniqueísmos y juicios morales para entrar a saco en las vidas de un barrio en el que cada cual se tiene que buscar la vida. Algunos caen en la vida fácil, convertirse en camello, ganar dinero rápido y subsistir y otros toman el camino honrado. No se impone el determinismo social como única explicación a lo que acontece. Y la película va creciendo a pasos agigantados. 

Una de las bazas fundamentales del film, además de la historia en sí, con una intriga desarrollada de forma ágil, es la elección del reparto. Harvey Keitel hace uno de los mejores papeles de su carrera, Turturro es el contrapunto perfecto para el personaje de Keitel, Delroy Lindo está pletórico como siempre y el protagonista Mekhi Phifer sabe meterse en la piel de un joven traficante con ciertas esperanzas y con visión para salirse del agujero donde esta metido. Porque al final hay esperanza siempre por muy jodida que esta la cosa. 

jueves, 2 de abril de 2015

Nic Pizzolatto. Galveston

Hace un par de años la HBO estreno True Detective. Como cada vez que la mencionada cadena presenta un nuevo producto las expectativas eran muy altas por parte de crítica y público. El crédito se lo tenían más que ganado después de ser los artífices de algunas de las mejores series de la historia de la televisión: A dos metros bajo tierra, The Wire o Los Soprano. Pero es curioso, de un tiempo a esta parte tengo la sensación de que todo lo que lleve el sello HBO tiene que ser bueno por narices, incluso me aventuro a que ya había críticas laudatorias ya escritas sobre True Detective sin prácticamente estrenarse. Sobre la serie no puedo opinar, no la he visto y entre mis conocidos ninguno me ha comentado que sea tan buena como las anteriormente mencionadas.

El responsable de True Detective es Nic Pizzolatto que es el autor a su vez de Galveston, su primera novela publicada en España el pasado año. Y si True Detective es la mitad de buena que este libro ya merecerá la pena verla. Galveston ha sido bastante publicitada por su editorial, Salamandra, que por supuesto ha jugado el reclamo de.... " por el autor de True Detective". Bendita la hora que la tele nos da a conocer a novelistas de tanta enjundia como Dennis Lehane, George Pelecanos o Nic Pizzolatto.

He devorado en apenas tres días Galveston y he comprobado que los elogios que suelen venir en la contraportada de los libros en este caso están más que justificados. A Pizzolatto se le compara con Chandler o Hammet, referentes del género. A mi me ha recordado más a Jim Thompson. La novela tiene varios de los ingredientes habituales del género negro y eso para mí no es ningún problema sino todo lo contrario. No es un libro transgresor ni quiere derrumbar las estructuras ni nada parecido simplemente es una novela muy bien escrita que una vez has empezado te lleva en volandas en sus 285 páginas.

El personaje principal de la novela es Roy Cody un matón a sueldo al que le diagnostican un cáncer terminal. Pero a Roy antes que esa enfermedad le quieren dar puerta algunos indeseables con los que trabaja. De forma muy afortunada escapa de la situación y su vida da un vuelco inesperado al conocer a una joven prostituta que le hace replantearse cuestiones vitales. Ambos transitan por carreteras perdidas, moteles de esos tan chuscos que se ven en las películas norteamericanas, ciénagas y pantanos de un calor insoportable... Recursos habituales del género en los que Galveston se mueve como pez en el agua.

Supongo que el pequeño revuelo que se ha formado con esta novela no es tan abrumador como el de la serie True Detective. Y puede que los elogios para ambas sean desmedidos o su eco sea excesivo pero dejando esos aspectos al margen, Galveston, la novela es muy entretenida, disfrutable y entretiene de lo lindo. Esperemos que Pizzolatto continúe la senda abierta con este primer trabajo.