Casi todos los críticos y aficionados a la música de Frank Sinatra señalan los años Capitol como el punto culminante de su discografía. Entre 1954 y 1962 permaneció en el sello angelino hasta que decidió volar libre y hacer las cosas a su manera creando el sello Reprise Records. La discografía de Sinatra en Reprise es más irregular que su época Capitol pero está igualmente plagada de momentos inolvidables. En esta nueva etapa Sinatra arriesgó, hizo lo que quiso y cumplió algunos de sus deseos. Uno de ellos era grabar con Count Basie. Y la unión funcionó. A las mil maravillas además. Como reza el subtitulo del disco Sinatra-Basie, an historical músic first. Y tanto que histórico. En la portada se les ve sonrientes, Sinatra agarra de forma afable a Count que sabe que también para él esa era una oportunidad única. Parece una foto espontánea y esa misma sensación transmiten las diez canciones que escuchamos a estos colosos.
Como siempre desde que terminó su relación con Ava Gardner, Frank Sinatra alternó discos de baladas calmadas y tristes con otros con mucho swing. Siempre me decantó por estos últimos sin hacer ascos a los otros. Aquí es una gozada dejarte llevar por la orquesta de Basie y la voz de Sinatra. Por separado increíbles, juntos invencibles. Tus pies no pueden dejar de moverse al ritmo de esta imponente colección de canciones. Sinatra siempre cuidó mucho los arreglos orquestales y el jazz está presente en toda su obra. Aquí con Basie lo está en el máximo esplendor sin poco o nada que envidiar a sus grandes discos de la época Capitol. Este disco rezuma buenas vibraciones en cada uno de sus diez temas. Son 33 minutos para recordar en la historia de la música. Todo un acierto tanto de Sinatra como de Basie. La selección de temas es intachable y como sucedió a menudo en la época Reprise Sinatra regrabó algunos temas de sus años Capitol con el riesgo que ello conlleva porque esa es una etapa gloriosa en su carrera.
Así que no le hago ascos a Pennies from Heaven que me gusta tanto o más que su anterior versión o a la impresionante y eterna I only have eyes for you. A destacar que el protagonismo se reparte de forma equitativa entre la voz de Sinatra y la orquesta de Basie. Tres de las canciones más significativas en ese sentido son son Looking at the world thru Rose colored glasses con un solo de saxo muy chulo tanto como el clásico e inimitable fraseo de Sinatra, Learning the blues con espectaculares momentos para todos: la voz de Sinatra, los saxos soplados con estilo por Marshall Royal, Frank Foster, Eric Dixon, Fran Wess y Charlie Fowlkes , el piano y una batería antológica a cargo de Sonny Payne y I´m gonna sit right down and write myself a letter un punzante tema que te noquea. Otra canción perfecta es My Kind of girl, un tema tal vez no tan conocido en el repertorio de este hombre pero que a mí me parece que no debería faltar en cualquier antología que se precie de este hombre. Un tema excelente. Please be kind y Nice work if you can get it son otros dos momentos sublimes repletos de clase, como todo el disco.