viernes, 31 de marzo de 2023

The Harlem Gospel Travelers. Look Up

No se me ocurre un plan mejor para un viernes a la noche que acudir a HellDorado a ver el show de The Harlem Gospel Travelers. Pero va a ser que no. No tengo coche. Bueno, no tengo ni carnet de conducir. Ni amigos que me lleven como tantas otras veces ja ja. En fin me estoy viendo bailando vistiendo mis mejores galas cual locaza de la vida bajo una buena bola de luces de esas de discoteca. Absténganse adoradores del Metal y sector hard rockero cerradito ja ja. Escribo lo de siempre jamás de los jamases te fíes de alguien al que no le guste bailar o al menos lo intenta y lo da todo en la pista de baile. Sex, Love And Rock´n Soul. 

Look up
Look up

When the world starts to get you down
And you can't seem to raise your head
Find yourself on the wrong side of town
Find out what somebody said
When you're falling down, stroll on
That you can't fall no more
Oh, you're lost in a mess of loneliness
Wondering which way you should go

You've got to raise your gears above the haze
And find yourself to better days
And if you set your heart, you'll find your star
And be on your way-ayy-ayy

Look up
Look up (Oh, oh-oh)

When I was a sinful man
I sinned both night and day
I didn't listen when they told me
"Son, you shouldn't be livin' this way"
I became a stranger to the ones I love the most
And I played around from town to town
Wandering from pillar to post

And I heard a voice, and I made a choice
That told me to lighten my load
And then I opened my eyes, and I realized
To get to heaven you take the high ro-o-oad

Look up (When you can't see a way)
Look up (To a brighter day)
Look up (When the odds are against you)
Look up (Remember that heaven sent you)
Look up (When there's no one around), ooh, ooh
Look up (You deserve love)
Look up (When you're living in fear)
Look up (He will wipe all your tears)
Look up (I will look to the hills)
Look up (For what's coming ahead)
Look up (I said hold up my head)
Look up (Said it comes from the Lord)
Look up

lunes, 27 de marzo de 2023

Neal Casal. Day In The Sun

Un día resplandeciente de primavera como el de hoy merece una banda sonora a la altura. Y no se me ocurre mejor tema que Day In The Sun la canción que abre el increíble debut en solitario de Neal Casal publicado en 1995. Llevo todo el fin de semana con  el disco (Fade Away Diamond Time) en bucle. Y se lo debo a un amigo que está rascando en la discografía de Neal encontrando joyas imperecederas. Suelo seguir sus recomendaciones. Mi colega me pasó material de Joe Henry, Donny Hathaway o Bill Withers. Descubrimientos colosales para el menda. Música para el alma. Y al mismo nivel sitúo al bueno de Casal desgraciadamente fallecido hace ya casi cuatro años. 

Como tantos otros conocía a Neal Casal como excelso guitarrista de Ryan Adams y sobre todo de Chris Robinson. Con el cuervo participó en unos cuantos discos magníficos que se sumergían sin remilgos en el legado de Grateful Dead. Tal vez mi favorito sea Barefoot in the head pero no le va a la zaga el debut, Big Moon Ritual. Tuve la inmensa fortuna de ver en directo a la Chris Robinson Brotherhood en el Kafe Antzoki y gozar del inmenso talento como guitarrista de Neal, uno de esos músicos que siempre ponía su arte al servicio de la canción. Pero excepto algunas canciones sueltas de su carrera en solitario y Blackout Love segundo disco que publicó con su proyecto paralelo Hazy Malaze nunca había buceado en su legado en solitario. Craso error.

Además de Fade Away Diamond Time que he escuchado seis veces el fin de semana (me dieron las 4 de la madrugada el sábado) le he dado cancha a Anytime Tomorrow y un recopilatorio titulado Maybe California: An Introduction To Neal Casal. Me tengo que hacer con una copia física de su debut como sea. Lo reeditaron en vinilo hace un par de años con motivo del 25 aniversario. Un disco más que especial con un Neal Casal pletórico acompañado entre otros de Don Heffington (batería), Bob Glaub (bajo) o Greig Leisz (pedal steel) y con la puntual colaboración de George Drakoulias y producido por Jim Scott ingeniero de sonido de joyas como Wildflowers de Tom Petty

sábado, 25 de marzo de 2023

Jesse Malin. Downliner

De entre todos los superpoderes uno de mis favoritos sin lugar a dudas es la teletransportación. Me vendría de perlas un día como hoy para presenciar la celebración del veinte aniversario del debut en solitario de Jesse Malin. Aunque The Fine Art Of Self Destruction no sea mi disco favorito del músico neoyorquino ya me gustaría asistir a su show que tendrá lugar hoy en el Webster Hall de la Gran Manzana. En ese local Jesse Malin estará acompañado de unos cuantos ilustres invitados: Lucinda WilliamsTomy Stinson o Butch Walker. Y supongo que le secundará su estupenda banda encabezada por Derek Cruz. Seguro que es una noche muy especial para todos los que tengan la suerte de asistir al show. A mi ya me gustaría.

Y es que lo mío con la música de Jesse Malin en los dos últimos años alcanza cotas muy altas. Le tengo en un pedestal y sus tres últimos discos de estudio me gustan a cada cual más. Prácticamente no hay semana que no escuche su última obra Sad And Beautiful World, en su bolo del pasado año en Bilbao me pille Sunsent Kids que me encantó y en estas navidades New York Before The War que forma para mi la trilogía esencial de este inquieto músico que hace ya mucho tiempo que se salió del guetto punk para sumergirse en más estilos sin abandonar para nada ese ramalazo ramoniano. Desde luego en mi casa Malin juega en la liga de bandas como JayhawksCracker, The HangmenNorth Mississippi Allstars o músicos como Michael Monroe, es casi seguro que jamás alcancen o ni siquiera rocen el éxito masivo, pero en mi hogar tienen un hueco entre los más grandes.

lunes, 13 de marzo de 2023

Mark Lanegan. Sing Backwards and Weep (Cantar hacia atrás y llorar)

Hace veinte días se cumplió una año de la muerte de Mark Lanegan. Tras leer Sing Backwards and Weep lo que me parece raro es que este tipo estuviese tanto tiempo en este mundo con la cantidad de drogas de todo tipo y alcohol a mansalva que introdujo en su cuerpo. Y lo extraordinario, casi milagroso es que durante todo ese tiempo (buena parte de su vida) fuese capaz de grabar música tan maravillosa. Sing Backwards and Weep es la crónica de un yonqui capaz de hacer cualquier cosa ( y ahí entra el cóctel habitual de traiciones, barrabasadas varias y mirar para otro lado) por el siguiente pico. Un tour de forcé terrible donde lo domina todo la heroína y sus múltiples aderezos (crack, speedball, fármacos de toda clase). Hubo un momento de la lectura en que era demasiado incluso para mi, un sujeto ávido de carroña.

Si alguien busca conexiones musicales, discos comentados o algo similar tal vez este no sea su libro. No quiere decir que Mark no nos muestre su pasión por la música y por ciertos artistas (Jeffrey Lee Pierce, Johnny Cash o Nirvana) ni que no haya interacción y muy potente con otros músicos, desde sus compañeros de grupo, pasando por Kurt CobainLayne Staley pero lo cierto es que la adicción de Lanegan lo tiñe todo de negro. Parece que durante mucho tiempo no hubo un momento de paz en su vida. Todo se reducía a conseguir pasta para el siguiente pico. Y es desolador. Es gracioso ponerte ahora la actuación de Screaming Trees en el programa de Jools Holland y saber que hasta cuatro horas antes de la actuación Mark se había arrastrado por cualquier barrio chungo en busca de mandanga. 

Lanegan no trata de vendernos la típica historia de sujeto proveniente de familia desestructurada caído en desgracia. No pone esa excusa y bien que podría hacerlo porque tuvo que lidiar con mucha mierda desde pequeño pero lejos de presentarse como víctima es como si nos dijese: Hola soy Mark Lanegan y soy escoria, no hago nada bien y ni te acerques a mi. El sentimiento de autodestrucción recorre buena parte de las páginas de este libro. Y a pesar de todo ello uno no puede evitar sentir más simpatía si cabe por este tarambana incapaz de darse cuenta del inmenso talento que tenía. 

Es curiosa su historia con los Screaming Trees. Si esta banda significa algo para ti tal vez sientas ganas de haberle arreado un buen ostión al bueno de Mark porque el cabrón despotrica de la música que hizo con sus compañeros como si no hubiese un mañana. Aunque cuando conoce a Gary Lee la primera impresión es positiva en el sentido de que sabe apreciar el torrente creativo del guitarrista pronto se convierten en enemigos irreconciliables y por la boca de Mark sale de todo menos bonito. Congenia más con Van pero no tanto como para establecer una relación potable y si parece más cercano a Mack Pickerel, Barrett Martin o incluso a Josh Homme cuando el pelirrojo acompaño a la banda en la gira de Dust.

En cualquier caso el libro tiene valor literario. Si, si ,no se me está yendo la pinza amigos, Mark escribe realmente bien y es capaz de contar su autodestrucción de forma asombrosa. He leído alguna crítica literaria que compara algunos capítulos del libro con la prosa de Bukowski y desde luego juega en esa liga, en ese nivel, no tengo ninguna duda. Una vez que empiezas a leerlo no puedes dejarlo y te dejas llevar por el lado salvaje, muy salvaje y totalmente autodestructivo de Mark Lanegan