martes, 23 de agosto de 2016

Sturgill Simpson. A Sailor´s Guide to Earth

Hace un par de meses un amigo me indicó por whatsapp que me había grabado dos discos que creía me iban a volar la cabeza. Dado el historial con este colega se me pusieron los dientes largos. El día que me los pasó (Traveller de Chris Stapleton y A Sailor´s Guide To Earth de Sturgill Simpson) del primero me dijo que le parecía uno de los mejores cantantes que había escuchado en los últimos años y que estaba muy enganchado al disco. Y de Simpson me comentó que había grabado una de las rodajas más frescas y arriesgadas de los últimos tiempos. 

Mi primera impresión era que le gustaba más el de Stapleton, así lo percibí yo o tal vez pensaba que el de Chris Stapleton era más accesible a la primera que el de Sturgill Simpson. Tras el intercambio de rigor quedamos en que nos comentaríamos lo que nos había parecido el material. Eso fue un jueves y el sábado se dio la extraña casualidad que estuve sólo en casa con tiempo suficiente para paladear al volumen que quisiera ambos discos. Comencé con el de Stapleton y me gustó. Tal vez se me hizo un poco largo. Con el tiempo lo aprecio cada día más. Un álbum excelente. 

Me costó algo más entrar en el de Sturgill pero una vez lo hice no salí. Y sigo en un nube con este álbum. Tras el paréntesis vacacional lo he recuperado con más ganas si cabe. Sturgill Simpson ha grabado un disco sorprendente, repleto de jugosos matices y sin un tema de relleno. 39 minutos de música extraordinaria. Canciones que se hacen cada vez más grandes con cada escucha. La clase de álbum en el que la manida frase "gana con las escuchas" se queda corta, pero que muy corta. Cada vez que he puesto el disco le he reservado todo el tiempo, sin hacer otra cosa, siguiendo las letras y apreciando diferentes sonidos, gozando de la experiencia. 

Aquel sábado en el que dí al play por primera vez me quedé descolocado tras escuchar la voz de Sturgill los primeros segundos. Y confieso que la primerísima impresión no fue buena. Un inicio raruno que no presagia el volcán que se desató poco después. Welcome to earth (Pollywog) abre el disco de forma extraña. Esa toma de contacto en seguida se desvanece y salta por los aires cuando poco antes de llegar al minutos tres la canción da un giro con la entrada de la sección de viento. La irrupción de los metales sigue los cánones habituales y se va haciendo inmensa, incrustándose de forma original y elevando la canción hasta lo más alto. Los coros son los más chulos que he escuchado en mucho tiempo, el toque con el wurlitzer es definitivo....Noqueado. 

En contraste Breakers Roar es de las más suaves del disco y tampoco me engancho nada más sonar pero con el tiempo se ha hecho encantadora. Los arreglos de cuerda me tienen atrapado, vuelvo a ellos una y otra vez. El inicio es de una sutileza aplastante. La entrada de la steel guitar sobrenatural. Una pieza delicada perfectamente situada para que el impacto con el siguiente tema sea mayor. Keep It Between The Lines es pura dinamita. Nuevamente la sección de viento adquiere un protagonismo total con un candente solo de saxo que se hace irresistible. Los encargados de los metales son los Dap-Kings, certera elección. Sospecho que ambas partes habrán quedado más que satisfechas con tan estimulante colaboración. La voz de Sturgill se mueve con naturalidad con diferentes tonos y registros, sin que nada suene impostado. En este tercer tema me recuerda al mejor Van Morrison, que me perdone el colega que me grabó este artefacto que odia al puto huraño irlandés, ja,ja. Atención también a la guitarra que cruje de lo lindo en este tercer tema. Bravo por Laur Joamets que ni idea de quién es pero al que hay que felicitar por su excelso trabajo en todo el álbum.




Sea Stories ahonda en el parecido con el registro vocal de Morrison. Otra canción por la que el huraño vendería su alma al diablo. Aquí de nuevo la guitarra de Joamets se cruza a la perfección con la steel guitar de Dan Dugmore. Mención también para los coros a cargo del propio Sturgill y Miles Miller. En cuanto finaliza este tema se engancha con una más que sorprendente versión de In Bloom de Nirvana que va de menos a mucho más. Al infinito y más allá con una sección de cuerda perfecta y unos arreglos exquisitos. Esto es llevarse una canción a otro lugar tan estimulante como el original. Mucho grande style.

Brace For Impact (Live a Little) acaba por certificar que estamos ante un disco que salta por encima de la etiqueta country. No tiene ningún sentido catalogarlo así. El espíritu de los mejores Pink Floyd se apodera la canción de forma sublime. Imposible no mencionar otra vez al tal Laur Joamets. A sus putos pies, copón. Ay, ese final de tema... Qué locura. Para All Around You Sturgill se reserva la combinación más cool sobre la faz de la tierra entre sección de viento y cuerda. Una canción poderosa con una interpretación vocal exquisita que da paso a otra de las más calmadas, Oh Sarah que al igual que Breakers Roar gana con las escuchas. 

Para finalizar una pieza de esas que en mi mente es un rompe pistas. No se puede acabar un disco de forma más pletórica que como lo hace Sturgill con Call to Arms. Una invitación a desmelenarse a gusto. A mi la música de este sujeto me ha ganado por completo. Recuerdo una entrevista que leí en el Ruta 66 de enero en el que el tipo se mostraba en algún momento un poco mosqueado con la continua comparación que le hacían con Waylon Jennings porque al parecer los discos anteriores de este tipo son country. De momento ya está aquí también Metamodern Sounds in Country Music. No me he podido resistir. Y como se indica en la contraportada del álbum: TO BE PLAYED AT MAXIMUM VOLUME.