Joe Henry es uno de los productores más destacados de las últimas décadas. Su excepcional trabajo se puede paladear en obras de arte como Don´t Give Up On Me de Solomon Burke, I´ve Got My Own Hell to Raise de Bettey Lavette, The Bright Mississippi de Allen Toussaint o Hopes & Desires de Susan Tedeschi. Es evidente que cuando este hombre acude al estudio en cuestión tiene más que claro lo que se trae entre manos y el resultado suele ser apoteósico cuando no directamente celestial como en Don´t Give Up On Me. A los mandos es un hacha. Desconozco cuál es su secreto. Por las redes circularán diferentes teorías pero ojalá siga cultivando esa faceta hasta el fin de los tiempos. Se me ocurren unos cuantos músicos a los que les vendría de perlas ponerse en las sabias manos de este tipo.
Además de productor, Joe Henry tiene una larga (e inabarcable todavía para mi) carrera en solitario. Más de una docena de discos. De los que piloto, Scar es uno de esos discos ideales para dietas nocturnas, Tiny voices lo redescubrí el pasado verano al atardecer en la playa proporcionándome momentos especiales me lo pille original y lo flipo con él y Civilians que directamente es uno de los mejores discos de la pasada década, así, sin medias tintas. Tan sublime como Don´t Give Up On Me, tan bello como Written in Chalk tan especial como Grace, una jodida maravilla, de principio a fin.
Me cuenta un acérrimo seguidor de Joe Henry que el músico favorito de éste es Bob Dylan. Al parecer siente verdadera devoción por el trabajo del judío de Minnesotta y reconozco que la primera vez que escuché Civilians pensé en Time Out Of Mind para mi gusto el último gran disco de Dylan. Pero la asociación es más en cuanto a atmósfera, en ciertos aspectos de la producción que porque tengan similitudes concretas. Tal vez la forma de entonar de Joe Henry, su fraseo remita algo a Dylan, pero canta infinitamente mejor. Ahí se acaba el parecido si es que lo tiene.
Como casi siempre que entra en el estudio Joe Henry se rodea de músicos excepcionales que le proporcionan un inmejorable colchón sobre el que armar su composiciones. En este disco todas brillantes, sin excepción. Me chiflan los coros en muchos temas, me vuelven loco en Civilians, Scare Me To Death o Time is a Lion una canción que puedo escuchar quinientas veces seguidas. Madre mía, que composición!! Y la forma de cantarla de Joe Henry es sublime, poderosa a más no poder. Hace que dejes lo que estás haciendo en ese momento, pilles el libreto y acudas a la la letra a ver qué es eso tan importante sobre lo que canta el bueno de Henry.
Es una gozada escuchar este disco a todo volumen y apreciar lo que sale por el bafle izquierdo y por el derecho, o hacerlo con cascos para darse cuenta de que en el resultado final juega un papel fundamental la mezcla. Y eso es mérito del responsable de dicha tarea, Ryan Freeland en esta ocasión. Pero ni músicos, ni productores ni ingenieros de sonido pueden hacer milagros si las canciones no son buenas y aquí todas lo son. Sin excepción. Y si, puede que un día esté con Time is a lion que lo flipe a todas horas, pero al siguiente es Our Song la que me tiene prendado para después obsesionarme con Civil War... Y es imposible cerrar un disco con más clase que con God Only Knows.
Henry suele grabar los discos en pocos días en su estudio casero. Éste se lo ventiló entre el 9 y 12 de febrero de 2007. Y no me puedo imaginar un sitio con más talento por metro cuadrado que esa bendita casa. Desconozco cuántas veces habrán tocado juntos Bill Frisell y Greg Leisz pero aquí su entendimiento es sublime. Guitarras eléctricas y acústicas en plena armonía. Es que no se puede tocar ese instrumento con más elegancia a como lo hacen estos dos sujetos en el disco. La labor de Patrick Warren al piano y los diferentes teclados es sutil a más no poder. El piano es fundamental en este disco. No se concibe sin el. Además del piano los pequeños arreglos de cuerda son obra de Warren y ahí se luce a más no poder. La forma en que los introduce en Scare Me To Death... Post aparte merece el trabajo de Jay Bellerose a la batería y la percusión. El puto amo.
A Joe Herny algunas veces se le ha comparado con Tom Waits. Compartieron sello (Anti) hace unos años y puede que haya alguna similitud pero en mi opinión son más las diferencias que lo que les une. En cualquier caso se me ocurren pocos tipos más adecuados para producir un disco al zumbado de Pomona que Joe Henry aunque dudo mucho que esa tarea se le sea asignada jamás. Mientras a disfrutar y perderse una vez más en su discografía, Civilians, Scar y Tiny Voices está en un jodido altar en mi casa.
Me cuenta un acérrimo seguidor de Joe Henry que el músico favorito de éste es Bob Dylan. Al parecer siente verdadera devoción por el trabajo del judío de Minnesotta y reconozco que la primera vez que escuché Civilians pensé en Time Out Of Mind para mi gusto el último gran disco de Dylan. Pero la asociación es más en cuanto a atmósfera, en ciertos aspectos de la producción que porque tengan similitudes concretas. Tal vez la forma de entonar de Joe Henry, su fraseo remita algo a Dylan, pero canta infinitamente mejor. Ahí se acaba el parecido si es que lo tiene.
Como casi siempre que entra en el estudio Joe Henry se rodea de músicos excepcionales que le proporcionan un inmejorable colchón sobre el que armar su composiciones. En este disco todas brillantes, sin excepción. Me chiflan los coros en muchos temas, me vuelven loco en Civilians, Scare Me To Death o Time is a Lion una canción que puedo escuchar quinientas veces seguidas. Madre mía, que composición!! Y la forma de cantarla de Joe Henry es sublime, poderosa a más no poder. Hace que dejes lo que estás haciendo en ese momento, pilles el libreto y acudas a la la letra a ver qué es eso tan importante sobre lo que canta el bueno de Henry.
Es una gozada escuchar este disco a todo volumen y apreciar lo que sale por el bafle izquierdo y por el derecho, o hacerlo con cascos para darse cuenta de que en el resultado final juega un papel fundamental la mezcla. Y eso es mérito del responsable de dicha tarea, Ryan Freeland en esta ocasión. Pero ni músicos, ni productores ni ingenieros de sonido pueden hacer milagros si las canciones no son buenas y aquí todas lo son. Sin excepción. Y si, puede que un día esté con Time is a lion que lo flipe a todas horas, pero al siguiente es Our Song la que me tiene prendado para después obsesionarme con Civil War... Y es imposible cerrar un disco con más clase que con God Only Knows.
Henry suele grabar los discos en pocos días en su estudio casero. Éste se lo ventiló entre el 9 y 12 de febrero de 2007. Y no me puedo imaginar un sitio con más talento por metro cuadrado que esa bendita casa. Desconozco cuántas veces habrán tocado juntos Bill Frisell y Greg Leisz pero aquí su entendimiento es sublime. Guitarras eléctricas y acústicas en plena armonía. Es que no se puede tocar ese instrumento con más elegancia a como lo hacen estos dos sujetos en el disco. La labor de Patrick Warren al piano y los diferentes teclados es sutil a más no poder. El piano es fundamental en este disco. No se concibe sin el. Además del piano los pequeños arreglos de cuerda son obra de Warren y ahí se luce a más no poder. La forma en que los introduce en Scare Me To Death... Post aparte merece el trabajo de Jay Bellerose a la batería y la percusión. El puto amo.
A Joe Herny algunas veces se le ha comparado con Tom Waits. Compartieron sello (Anti) hace unos años y puede que haya alguna similitud pero en mi opinión son más las diferencias que lo que les une. En cualquier caso se me ocurren pocos tipos más adecuados para producir un disco al zumbado de Pomona que Joe Henry aunque dudo mucho que esa tarea se le sea asignada jamás. Mientras a disfrutar y perderse una vez más en su discografía, Civilians, Scar y Tiny Voices está en un jodido altar en mi casa.
2 comentarios:
Pásate por aquí, http://pleasemrhenry.blogspot.com/. Para seguir a Mr. Henry. Saludos
Rubén Darío: Muchas gracias. Tiene pintaza. Esto me lo empaparé desde el principio mientras escucho la música de este sujeto. Reitero las gracias.
Sex, love and rock´n soul
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