Una de las frases que más
he leído asociadas a The Bottle Rockets
es que son la mejor banda de bar de América. Algo que se repite cuando se
menciona a estos tipos y que se ha convertido una marca de la casa. Curiosamente
la primera vez que les vi en directo fue en el Azkena Rock Festival de
hace unos años y no se si porque el escenario les quedaba grande o porque yo no
tenía el día pero no me convencieron. Años después en las distancias cortas del
Kafe Antzoki la cosa fue mucho
mejor.
El primer álbum que cayó en
mis manos fue Brand New Year, un acertado pelotazo que fue disco en un mes de
1999 en Popular 1. Un colega me lo
grabó y lo rayé mucho durante una buena temporada. Sigue sonando tremendo. Me
costó mucho más conseguir sus discos antiguos que siempre los mencionaban como
obras maestras: 24 hour for a day y The Brooklyn Side. Y lo he
comprobado. Si Brand New Year fue un muy buen inicio para mí, The
Brooklyn
Side es uno de esos discos que se te quedan grabados a fuego. Se editó en
1995 y dieciocho años después sigue sonando muy bien.
Como siempre escribo los
fundamental son las canciones. Todas buenas y muchas de esas que se quedan a la
primera escucha. Pero quiero resaltar el sonido de este álbum. Cortante,
poderoso como en esa adictiva Radar Gun.
Lo produce Eric Roscoe Ambel uno de esos tipos alejados de los grandes focos
pero que siempre sabe lo que se hace. Aquel fue uno de sus primeros trabajos y
casi veinte años después el bueno de Eric no ha trascendido a circuitos de
mucha popularidad pero ha contribuido con unas cuantas jugosas producciones a
que este mundo suene mejor. Su trabajo más reciente es la producción de White Buffalo último
álbum de Jimbo Mathus.
El álbum se abre de forma
tranquila con una preciosa canción. Welfare
music es uno de los mejores temas lentos en la carrera de estos tipos. Y
eso para el que esto escribe es para tener muy en cuenta. Pero son las
canciones de corte más duro tipo Sunday
Sports, en la que Brian Henneman
canta con una inusitada rabia, las que primero llamaron mi atención. Otra que
me voló la cabeza desde el principio fue Thousand
Dollar Car, un tema que siempre me pareció que encajaría perfectamente en
el repertorio de Neil Young.
Entre las cualidades de
esta banda está que saben aportarle a cada canción que abordan su toque
personal sea cual sea el estilo del tema en cuestión. Son una banda de rock y
son del sur. Bien, es una combinación mil veces escuchada pero estos tíos
tienen su toque, sin duda. La voz de Henneman
es peculiar. Como hablaba con Diego esta misma tarde hay tipos que tal vez no
tengan una gran voz pero que saben cantar de perlas. Ese es el caso de
Henneman. Y las guitarras suena que cortan el hielo. Ahí está esa tremenda Stuck In A Rut para comprobarlo. Larga
vida a The Brooklyn Side!
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