miércoles, 20 de agosto de 2025

Ty Segall. Possession

Ty Segall es junto a Jim Lauderdale y Daniel Romano uno de esos músicos extremadamente prolíficos a los que trato de seguir la pista en vano porque es imposible adecuarse a su alto ritmo de publicación. Pero, a menudo, cuando me sumerjo en su nueva obra en cuestión, el resultado es mas que satisfactorio. Una gozada de hecho. Possesion editado el pasado mes de mayo juega en la liga de Freedom´s Globin, mi disco favorito de su extensa discografía. Ambos trabajos tienen puntos en común, pero también jugosas y variadas diferencias.

Possession me ha entrado a la primera escucha. Me ha resultado irresistible desde la primera canción, Shoplifter, que no es que empiece a toda marcha precisamente, de hecho se va construyendo de una forma super elegante, con arreglos de cuerda, violines aportando interesantes matices y con la fundamental y arrebatadora aparición del saxo de Mikal Cronin en el minuto 2.43 que lleva la canción a los altares. Curiosa forma en la que termina con un fragmento a capella y unos coros la mar de curiosos. Sin respiro el tema que da título al álbum es directamente uno de los singles más arrebatadores de la carrera de Ty Segall y mira que el tipo tiene temas resultones a cholón. Cool es la palabra que la define. De esas canciones que tiene un punto vacilón que la hace irresistible. 

En la reseña de la prestigiosa revista Mojo el titular no puede ser mas significativo, algo así como el garajero encuentra a su Beatle interior, una sensación que tuve de forma precisa sobre todo al escuchar el tema que cierra el álbum Another California Song donde la influencia de Lennon es evidente. Me hizo gracia leer esa misma impresión en Mojo. Pero antes de esa final tan chulo quiero señalar unos cuantos temas que no me quito de la cabeza. Como esa poderosa Shining con la puntillosa guitarra de Ty Segall y que según avanza me la imagino en la voz de Kurt Cobain...Una sección de viento perfectamente insertada y arreglada por su inseparable Mikal Cronin da un toque perfecto al tema.

Skirts Of Heaven tiene un comienzo que podría ser un perfecto homenaje a Ozzy Osbourne y evoluciona de una forma curiosa y atractiva con arreglos de cuerda y trombones. Fantastic Tomb arranca con un chulísimo riff de Segall y cuando se le añade la sección de viento piensas que, efectivamente, eso encaja ahí a la perfección. Y lo mejor para el final con efectivo y abrasador solo de guitarra con Ty luciéndose con un sonido. Es imposible no pensar en Bowie en el inicio de The Big Day. Fantástica la aparición vocal en falsete a cargo de Ty para que de inmediato de nuevo una juguetona sección de viento se mezcle a la perfección con los coros. Otro temazo de traca que termina de una forma hipnótica con el piano. Tanto Hotel como Alive no bajan el nivel y el cierre con Another California Song es inmejorable. Ahora a ver si viene a presentarlo por estos lares. 

viernes, 8 de agosto de 2025

Sigourney

En realidad se llamaba Susan Alexandra Weaver pero se lo cambió por Sigourney nombre de un personaje que aparece en el Gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald. Se cuenta que le gustó su sonoridad y que era muy llamativo. Ya había demasiadas Susan en el teatro. Desde luego es un nombre poderoso, sonoro, pizpireto y le va perfecto. Por si fuera poco Sigourney nació en Manhattan y su primer papel en el celuloide fue en Annie Hall de otro ilustre neoyorquino, Woody Allen. Es seguro que uno de sus personajes más icónicos sea el de la Teniente Ripley en la saga de Alien. Mentiría si escribiese que está entre mis películas favoritas. 

Puede que me cautivase por primera vez en Los Cazafantasmas, donde luce espectacular, pero yo ahí todavía era un terrible infante. Algunos años después ya me enamoró por completo en Armas de mujer... Pero no sería hasta mediados de los noventa cuando caí rendido antes sus interpretaciones en El año que vivimos peligrosamente (recuerdo verla en el programa de televisión Que grande es el cine de Jose Luis Garcí), Dave presidente por un día, La muerte y la doncella, Copycat y sobre todo La tormenta de Hielo de Ang Lee donde comparte protagonismo con Kevin Kline. Algunas de de mis escenas favoritas de su filmografía están en ese film. 

He seguido su carrera desde esa época y todavía hoy en día disfruto con su presencia e interpretaciones. Sin ir más lejos el año pasado estuvo espléndida cuando le dieron el Goya Internacional. Conservaba todo su carisma y esplendor y esta semana he visto una película (Una buena casa) en la que de nuevo comparte protagonismo con Kevin Kline. El film no es una obra maestra, ni mucho menos pero tiene su encanto y su papel es una golosina que Sigourney borda como tantas otras veces. 

martes, 5 de agosto de 2025

Mark Ribowsky. La extraordinaria vida de Little Richard

En apenas cuatro días me he ventilado La extraordinaria vida de Little Richard escrito por Mark Ribowsky, autor también de otros libros desgraciadamente no traducidos al castellano como The Supremes: A saga of Motown Dreams, Success and Betrayal o Signed, Sealed, Delivered: The Soulful Journey of Stevie Wonder a los que ya me gustaría hincar el diente. En cualquier caso el de Little Richard se lee de un tirón, de forma frenética, tal y como era su música a mediados de los cincuenta; un torbellino imparable de dimensiones bíblicas, algo catártico y rompedor que perdurará por los siglos de los siglos. El autor con habilidad literaria y pasión por la música de este hombre, nos cuenta todo sobre Richard Wayne Penniman y desde luego el título no exagera lo más mínimo.

Es curioso comprobar como  a pesar del impacto que supuso la música de este hombre y sus compinches (lo puso todo patas arriba y sin duda abrió el camino para otros) su discografía es un what if de manual... Porque más allá de los dos primeros discos, que en realidad eran recopilatorios de los singles más populares de sus comienzos, Little Richard ya sea porque no elegía bien el productor, los músicos, el estudio o simplemente porque era un tarambana de mucho cuidado jamás logro tener un discografía sólida, contundente... Vivió y así se relata de forma estupenda en el libro de su apabullante directo. Y es que sobre las tablas tenía pocos rivales y de sus modus operandi tomaron buena nota James Brown o The Beatles.

Ribowsky se detiene profusamente en casi todas las grabaciones acometidas por Little Richard y también en sus abundantes y delirantes devaneos sexuales, aspecto con el que parecía estar en una lucha constante el bueno de Ricardito. La lucha constante entre la religión y el rock como camino pecaminoso me ha recordado a Fuego eterno. La historia de Jerry Lee Lewis de Nick Tosches aunque el de Tosches es muy superior, con mucha más enjundia. Como también le sucedió a Jerry Lee Lewis, Little Richard encontró en Inglaterra una aliada fantástica para las giras que eran lo que le daban de comer. Hay unas cuantas anécdotas cachondas sobre el poderío de Ricardito sobre las tablas. Y es que el muy cabrón sabía a ciencia cierta que el que saliese después de el a tocar lo tenía más que crudo. ¿Se acordará Yoko Ono de lo que les pasó a ella y a su célebre marido en un festival en Toronto? Seguro que si. Ja, ja. 

Otra conexión suprema es la que existió entre Jimi Hendrix y Little Richard. El célebre guitarrista de Seattle estuvo durante un tiempo en la banda de Ricardito y su resumen es el siguiente: Mal pagado, mala vida y quemado. Ja, ja. En fin que trabajar con Little Richard no parecía fácil en absoluto. Hay muchos ejemplos de su actitud desafiante, cambiante y peligrosa no sólo sobre el escenario sino cuando se bajaba de el. Otras veces le daba por el Señor ja ja. Lo cierto es que me he echado buenas risas con muchos pasajes a cual más rocambolesco y loco. La mayoría tienen que ver con el enorme ego de este sujeto. La lectura ha culminado poniendo toda pastilla Here´s Little Richard y eso amigos sigue siendo un artefacto colosal cuyo impacto perdura en nuestros días.

miércoles, 23 de julio de 2025

Ozzy Osbourne Forever!

Ayer murió a la edad de setenta y seis años Ozzy Osbourne. Se me ocurren pocos cantantes tan carismáticos, excesivos y arrolladores como el frontman de Black Sabbath. Su legado en el combo de Birmingham es aplastante y su carrera en solitario, especialmente a comienzos de los ochenta, es una rica y jugosa muestra de lo bien y diferente que puede volar un cantante por su cuenta. Su deceso ha conmocionado el mundo del rock´n roll ya que su influencia es eterna y se extiende por múltiples solistas y bandas. Durante muchos años su vida fue un exceso constante pero eso no le impidió tener una producción amplia y muy variada. Tuvo el tino de elegir siempre a grandes músicos. Se rodeó a menudo de los mejores.

La primera vez que escuche a este sujeto fue cuando mi colega Rober me dejo una box set titulada Black Sabbath: The Ozzy Osbourne Years Complicado explicar con un par de frases el impacto que tuvo en mi el tema The Wizard, el segundo corte de su debut.... Esa armónica que sopla Ozzy secundada por una de las mejores secciones rítmicas de la historia con Geezer Butler al bajo y Bill Ward a la batería con el poderoso riff de Tony Iommi... Buaaaaahhhhhhhh. Sigue siendo uno de mis temas favoritos de su amplia discografía. Me sorprendió por todo, quizá, sobre todo porque me esperaba otra cosa al haber escuchado siempre o leído que estos tipos eran los precursores del heavy metal y sin duda lo eran pero esos primeros seis discos con Ozzy son mucho más que eso. 

De modo que una vez que mi amigo Rober me dejo esa espectacular caja que piratee (ha prescrito) haciendo hasta una imitación de la original con cartulina y demás, después cuando comencé a manejar algo de panoja me pillé las reediciones de Paranoid y de Master Of Reality que junto al debut son mis favoritos aunque realmente como dijo Henry Rollins; Sólo lo puedes confiar en ti mismo y en los seis primeros álbumes de Sabbath. Conocí tan mítica sentencia como no en Popular 1. Escuchar la música de este peculiar combo sigue siendo tan excitante como cuando les descubrí. Siempre encuentro matices nuevos, recovecos inesperados. Una experiencia sonora enriquecedora. 

Su carrera en solitario comenzó de forma inmejorable con esos dos primeros discos acompañado del añorado Randy Rhoads, Blizzard of Ozz y Diary of a Madman que exploran vías diferentes a su sonido en Sabbath con brillantes resultados. Una forma de volar por su cuenta increíblemente elegante y resultona. Guardo como oro en paño la caja Prince Of Darkness que me regaló hace veinte años mi amigo Rober. Esa box set es una forma fantástica de descubrir el legado en solitario de Ozzy más allá de su icónica presencia metalera. No olvidemos que Ozzy era un furibundo seguidor de los Beatles, banda por la que siempre dice que se animó a dedicarse a la música. Descanse en paz.

martes, 22 de julio de 2025

Rockland Art Fest 20/07/2025: Marcus King + Fantastic Negrito + The Black Keys

Confieso que mientras me llevan a Santo Domingo de la Calzada escuchando una selección musical envidiable y espectacular perpetrada por el menda (Al Green, Tom Petty & Heartbreakers, Fun Lovin´Criminals, Solomon Burke, Allman Brothers Band, etc...) pienso que al llegar el recinto va a salir un presentador tipo Popotxo el de la Orquesta Mondragón y va a anunciar que no han podido traer el cartel que anunciaban pero que en su lugar van a salir al escenario sus homólogos mexicanos no sindicados: Marquitos el rey, Negrito el fantástico y Las Teclas Negras... Pero, ¡qué va! ¡Son los auténticos! Espectacular cartel que llamó mi atención desde el mismo día que se anunció.

Llegamos al recinto de Rockland Art Fest a eso de las 18 horas con un interesante calor pero enseguida aposentamos nuestros culos a la sombra mientras escuchamos a lo lejos primero la música seleccionada y después Girlband que sinceramente suenan bien, pero hemos venido con un objetivo claro y hay que guardar fuerzas para nuestros objetivos.  De modo que tras salir un momento al coche para comernos el bocata volvemos y nos ponemos en las primeras filas o casi para ver al primer objetivo de la noche.

The Marcus King Band

Con algo de retraso respecto al horario previsto a eso de las 19 horas salen al escenario Marcus y su banda. Y desde el principio me cautivan. Buen sonido, ejecución perfecta y la voz de Marcus maravillosa. En principio, puede que el personal vaya a deleitarse con su pericia a la guitarra, de la que da buena muestra todo el concierto, pero lo mejor es escuchar su voz preñada de soul en temas lentos como Goodbye Carolina, Beautiful Stranger o Wildflowers wine. La apertura con The Well se me antoja perfecta y las interacciones guitarreras con Drew Smithers marcan los momentos álgidos del concierto que culmina de forma inmejorable rindiendo pleitesía a The Allman Brothers Band con la eterna Ramblin´Man. La sensación de haber visto a una artista en plena forma y al que le queda mucho recorrido dada su insultante juventud. La hora que está sobre el escenario se nos hace corta pero ya sabíamos que iba a ser así. De esos que si vuelve a una sala vamos como un cohete. 

Fantastic Negrito

Una vez que termina Marcus King salimos disparados a situarnos en las primeras filas con Fantastic Negrito. Y llegamos justo a tiempo. Como cuando le vi en el Festival de Blues de Bilbao hace unos años la aparición de Fantastic Negrito es explosiva y me pone a cien desde el primer minuto. Que carisma se gasta el muchacho. Se mueve por el escenario con desparpajo y derrocha entusiasmo en

cada nota. Su música es una sugerente mezcla de soul, funky y rock que atrapa por vista y oídos. Sus letras son un aviso para navegantes y tengo la fortuna de escuchar en directo Living with the strangers y I Hope Somebody´s Loving You de su último disco, Son Of a Broken Man, mi favorito de su interesante discografía. La pega es que como los conciertos arrastraban un retraso el concierto apenas dura cincuenta minutos que nos saben a poco. Ganas de pillarle en una sala. 

The Black Keys

Confieso que antes de acudir al Festival hago algo que nunca suelo hacer, chequear el setlist. Compruebo que los amigos Auerbach y Carney pasan por completo de su último álbum, Ohio Players por el que el menda se pirra. Que se va a hacer. En cualquier caso tienen temas para hacer un show más que atractivo. De hecho siempre he pensado que son una máquina de componer canciones bailongas y super efectivas que me ponen de buen humor. Y con los años les he ido prestando más atención, apreciando mucho su música.  La gozo desde el inicio con los dos fundadores de la banda atacando Thickfreakness, The Breaks y I´ll Be Your Man pero el asunto mejora cuando se incorporan los músicos que los acompañan que ofrecen una cobertura más que jugosa en cuanto a coros e instrumentación. De hecho tanto los hermanos Gabbard como Chris St.Hilaire son fundamentales.

El personal estuvo entregado durante la hora y media que dura el show. Me hizo mucha gracia en los bis cuando a escasos metros la chavalería empezó a entonar el celebérrimo tema de White Stripes para solicitar que volviese la banda. Pero acaso no saben que Jack White y Dan Auerbach se llevan a matar. En fin, juventud divino tesoro te vas para no volver... Era la primera vez que veía a la banda en directo y me gustaron mucho. Mis momentos favoritos llegaron con las canciones más bailongas que estos tíos bordan: Fever, Everlasting Light, Tighten Up o la traca final con Little Black Submarine y la mega exitosa Lonely Boy. Auerbach se mostro juguetón en el escenario y se le veía disfrutar mientras que Carney puede competir perfectamente con Rich Robinson en simpatía. Vaya elemento, se piró disparado.  Y mi sensación con el baterista es que es el menos dotado con su instrumento de los músicos que hay sobre el escenario, aún así muy buen concierto.




viernes, 11 de julio de 2025

Matt Cameron ´s Top Seventeen songs in Pearl Jam

Hace unos días Matt Cameron anunció que deja Pearl Jam. Han sido 27 años desde que llegó a la banda para sustituir a Jack Irons en la gira de presentación de Yield. Lo que parecía algo puntual, un favor entre amigos, hay que recordar que Matt grabó las maquetas de Ten junto al resto de la banda, se convirtió en una estancia duradera, el batera que más tiempo ha estado en el grupo. Sin embargo para muchos seguidores su presencia no ha aportado nada reseñable. Con él no han grabado ningún disco realmente potente y una sensación muy extendida entre sus die hard fans es que no han sabido sacarle jugo a su indudable pegada. Es evidente que no ha grabado ningún disco tan bueno como Ten, Vs, Vitalogy o No Code pero en su trabajo en estudio con la banda hay hallazgos interesantes. 

Lo cierto es que el debut en estudio de Matt no fue la mejor carta de presentación. Dudo mucho que Binaural editado en mayo de 2000 sea el álbum favorito de ningún seguidor de la banda. Me gustan mucho algunas canciones de ese disco (Light Years, Thin Air, Off The Girl o Grievance) pero el conjunto era muy irregular y escuchando años después Lost Dogs comprobé que habían descartado temas mejores de los que acabaron incluyendo como Sad, Hitchhiker, In The Moonlight, Fatal o Education. De haberlas incluido podría haber sido un disco mucho mejor. Esas cinco canciones podrían se mis favoritas de Binaural de haberse incluido. Ahí lo dejo. En directo Matt cumplía con creces, se fue adaptando poco a poco y siempre que le vi en directo mi sensación era no sólo que encajaba sino que es un batera tremendo.

Comercialmente las cosas no mejoraron con su siguiente álbum; Riot Act. Tampoco creo que sea el favorito de nadie pero sabiendo que estoy en minoría absoluta, que nadie va a compartir mi punto de vista, creo que es un muy buen disco, mejor que cualquiera de los últimos a excepción de su sorprendente recuperación el año pasado con Dark Matter. No cabe duda de que fue el momento más bajo en cuanto popularidad en la carrera de la banda. Pero el menda pocas pegas le puede poner a canciones como Can´t Keep, Save You, Thumbing My Way, You Are, 1/2 Full o All Or None o las caras be Other Side y Down. Casi todo el mundo estaba de bajón con la banda pero yo disfruté mucho con esa oscura etapa que se documenta muy bien en el Live At The Garden.  

Pasaron cuatro años entre la edición de Riot Act y el disco del Aguacate. El regreso fue muy sonado y celebrado. La gira de ese año les trajo al Azkena y ciertamente fue un excelente concierto. Me gustaron mucho y me volví a deleitar con Matt Cameron a las baquetas porque, por si no se ha notado me chifla como toca este tipo desde que le descubrí con Soundgarden. Sus aportaciones compositivas en Pearl Jam han sido escasas pero bastante peculiares y distintivas como Unemployable uno de mis temas favoritos del Aguacate.

A partir de ahí los siguientes discos de Pearl Jam en los que participó Matt Cameron fueron Backspacer donde contribuyó con el single The Fixer que ciertamente me sigue pareciendo un tema la mar de resultón, y después no rescato nada ni de Lightning Bolt (el peor disco de la banda) ni de Gigaton ambos carentes de inspiración por los cuatro costados. El año pasado me sorprendieron muy gratamente con Dark Matter por eso me choca que justo ahora lo deje Cameron. Percibía una clara recuperación de la mano del productor Andrew Watt pero el bueno de Matt parece que opta por dejarlo. Respect. A ver si se anima a grabar otro disco en solitario, muy apreciable aquel Cavedweller o se junta  con sus compinches de Soungarden, Kim y Ben, en fin, que haga lo que le de le la gana. Faltaría más. Ahí van mis interpretaciones favoritas de este hombre con Pearl Jam. Sale un Top Seventeen muy chulo.


















lunes, 30 de junio de 2025

Recomendaciones musicales

Este fin de semana he acudido a la celebración de los diez lustros de un colega. Incontables recuerdos musicales jalonan nuestra trayectoria. Una pasión común a la que en el pasado sacamos chispas a tutiplén. En el álbum de fotos había instantáneas de cuando fuimos a ver a AC/DC a Las Ventas en el 96, a Corrosion of Conformity, Soundgarden y Metallica en La Peineta ese mismo año, a Mark Lanegan en Vitoria en 2001 o a Fun Lovin Criminals tb ese mismo año en la sala Jam de Bergara. Eran tiempos en que quedábamos a menudo y nos intercambiábamos material a saco. Hacíamos a todo y estábamos pendiente de las novedades. Mi colega sigue siendo un apasionado del rock´n roll pero se ha quedado en el pasado al igual que otros amigos. Es respetable. Cada uno tiene que hacer lo que le apetezca. Seguir su camino sin interferencias. 

Me chocó la confesión de otro colega que me dijo que no compraba el Popu desde hace más de veinte años. Ja, ja. Insisto cada cual tiene que seguir su camino y a veces se rompe ese cosquilleo de escuchar nuevos discos, de descubrir nueva música. Lo cierto es que como escribí en un post anterior es tal la cantidad de música de la que disfrutar que podrías perfectamente marcar una línea y quedarte sólo con lo que se editó de 1996 para atrás por ejemplo. Y no te daría la vida. Ja. Pero no se trata de eso y sobre todo al menos en mi caso hay un asunto fundamental: seguir disfrutando de la música en directo. Mi grado de excitación ante la posibilidad de escuchar en vivo a bandas que publican material en la actualidad permanece intacto. Es más fantaseo con la posibilidad de que pasen por aquí artistas y bandas que me están proporcionando grandes momentos hoy en día. 


Estamos en la mitad del año y ya tengo más de una veintena de discos echando fuego en la plataforma esa que no citaré aquí ni por un millón de dólares. Y les estoy sacando un jugo que no veas. Con estas temperaturas escandalosas en la Euskal Herria tropical dos discos se han hecho un hueco fundamental y son la banda sonora perfecta para una locaza como el menda: Return To Zero de Neal Francis y Pleasure de Young Gun Silver Fox, tengo un par de discos de lo que algunos etiquetan como americana que me están flipando; Life is Strange de Garrett T. Capps y American Man, American Music de Ron Pope; me ha sorprendido lo nuevo de The Dirty Guv Nahs, Promises, mis mañanas suelen comenzar con la energía hard rockera de The Damn Truth, sigo recurriendo a las noches al personal blues de Early James en Medium Raw; y el mejor soul está presente con el tremendo Heal Me Good de Yufu. Bebo los vientos por Living between the lines, el excitante debut de Frank Meyer. Mucha mandanga rica y sabrosa.











jueves, 26 de junio de 2025

Bruce Springsteen & E Street Band. Reale Arena 21/24-06-25

Mi historia con Bruce Springsteen & E Street Band en directo llega a su fin. Le he podido ver en ocho ocasiones y se me antojan pocas, muy pocas. Y desde luego tenía que haber empezado antes, mucho antes pero que me quiten lo cantado y bailado. He disfrutado de lo lindo con la energía y la forma de interpretar de este hombre y su banda. Apoteósico el show que vi el 26 de julio de 2009 en San Mamés con un setlist apabullante, difícilmente superable. Tal fue la voladura de cabeza, que unos días después fui a Valladolid y la volví a gozar de lo lindo con once cambios en el repertorio. Tuvieron que pasar muchos años para las siguientes ocasiones pero han sido muy especiales porque las he disfrutado con Unax al que la música de Springsteen le flipa más de lo que pueda escribir con palabras. Las tres veces en Barcelona acompañados por Amaia, Elena y Grushecky fueron muy chulas, especialmente la del 22 de junio de 2024. Escuchar ese día en directo Atlantic City, Reason to Believe, Spirit in the NightBackstreets o una descomunal Racing in The Street me dejo un regusto exultante. Y ahora voy con lo sucedido en Donosti, con luces y sombras... Pero muchas más luces, más bien rayos y centellas.

21/06/2025

El sábado Unax y el menda nos plantamos en las primeras filas para disfrutar de nuevo. Hacía una temperatura ideal para estar ahí apretaditos. Unas finas gotas de lluvia nos vinieron de perlas para cuando vinieron las apreturas. El concierto comenzó puntual a las 21:00 y Springsteen empezó con No Surrender. No le escuché bien de voz ni en la primera ni en las dos siguientes My Love Will Not Let You Down, Land Of Hope and Dreams... Es algo que a veces sucede hasta que se calienta la voz pero cuando se tienen 75 tacos surgen las dudas. Afortunadamente Springsteen tomó cierto respiro con las siguientes Death To My Hometown y Lonesome Day y Rainmaker que se prestan a apoyarse más en los coros. 

A partir de ahí el asunto mejoró sensiblemente y el sexteto siguiente fue lo que más me gustó de la noche, especialmente las chispeantes y desgarradoras Youngstown, Murder Incorporated y las eternas The Promise Land y Hungry Heart donde se da un buen baño de masas por las primeras filas. Sin olvidar que tanto Darkness of The Edge of Town como The River fueron también muy entrañables. Long Walk Home mantuvo buen nivel pero a partir de ahí el concierto dio un bajonazo con las cinco siguientes. De todas las veces que le he visto es algo que no me había sucedido antes. 


Afortunadamente Badlands vino al rescate y me enganché otra vez para ya si disfrutar con el encore final porque no importa las veces que haya escuchado  Born To Run Tenth Avenue Freeze-Out, se que cuando llega Born in the USA es buen momento para ir a orinar y hasta alturas de la vida disfruto y mucho con Bobby Jean, Dancing In The Dark (y mira que despotriqué en su día, ja ja) y Twist & Shout. De hecho esta última me hubies parecido un final perfecto pero dado el leit motiv político que tiene esta mini gira pues ahora termina con la cover de Dylan Chimes Of Freedom.

En definitiva otro buen concierto de Springsteen y su banda, con momentos de flaqueza (que te puedes esperar), otros muy brillantes y un conjunto en general bueno. Creo que de las que le había visto hasta ese momento fue la que menos me gustó. Aún así tenía esperanzas, aunque no muchas para ser sincero, de que el asunto mejorase el martes. Mi relación con la música de este tipo y su banda es tan especial que quería un broche oro, algo más grandioso, mejor que lo del sábado y de forma inesperada lo obtuve el martes.

24/06/2025

Ayer fue una jornada de esas inolvidables. Por muchos motivos. Era la primera vez y seguro que la última que íbamos toda la familia a ver a Springsteen ya que finalmente Unax convenció a Maialen y Su ya venía dispuesta a pasárselo pipa. Nos pusimos en la parte de atrás de la pista delantera, buena visibilidad y sorteamos lo mejor que  pudimos el calor. Pena que causaba baja Little Steven. El concierto empezó con diez minutos sobre la hora prevista y en esta ocasión Springsteen atacó Lonesome Day. Mejor elección para empezar que No Surrender, no porque me guste más, que ni de coña pero creo que le viene mejor. Y desde el principio me pareció que estaba más cómodo. Prove It all Night no hizo sino corroborar mi impresión y encima este tema debutaba en este tramo de gira. Le volví ver sufrir con la voz en Land and Hope and Dreams que creo que de las que más le cuesta junto a No Surrender

Mi tramo favorito encabezado por Atlantic City que no había sonado el sábado y que jamás me canso de escuchar. Además creo que le va perfecta a su voz y me emociona mucho esa parte final con todas las coros secundando a Bruce. La otra novedad fue My Hometown que también me chifla y que le va perfecta a su estado vocal. Como siempre Promise Land y Hungry Heart son más que bien recibidas, para mi deberían ser fijas siempre. Tanto en Youngstown como en Murder Incorporated la guitarra de Nils Logfren, excelso las dos noches, echa chispas. Estaba tan flipado en esos temas que tarde un rato en darme cuenta de que el cielo se estaba poniendo muy chungo con rayos y relámpagos triunfando ya con Long Walk Home. Nada más empezar House of a Thousand Guitars Unax recomendó sabiamente a Su y Maialen que era el momento de ir al baño. Se salvaron por poco de la que cayó a continuación ya que al poco de empezar Springsteen anunciaba que lo iban a dejar un rato...



Salimos despavoridos hacia los baños y allí permanecimos refugiados. Con la que caía di por hecho que se suspendería. Al de media hora paró de llover y en el pasillo de acceso a la grada oigo los primeros acordes de Growin´Up. Escopetado a pista otra vez. Una interpretación sentida, curiosa y totalmente inesperada. Le siguió My Love Will Not Let You Down. Perfecto. Mucho más todavía cuando al amigo le dio por deleitarnos con Darlington County Working on the Highway en unas interpretaciones deliciosamente rabiosas, imperfectas y caóticas. Rock´n roll. Y cuando nos tuvo a sus pies se descolgó con una seductora y maravillosa I´m on Fire... Y sinceramente creo todo este setlist diferente dudo mucho que estuviese previsto... Fue un plus acertado a más no poder. Hoy en día a Springsteen no le pido que aborde temas mucho más complicados y que adoro como Incident on 57th Street, Rosalita o Jungeland. Se que no las va a tocar y me parece muy inteligente estando en un estadio darle cancha a su disco más popular repleto de grandes canciones: Born in The USA.

Mi grado de excitación desde que se reanudo el concierto fue en aumento y terminé dándolo todo. El estado de ánimo es fundamental y justo cuando era mi cumpleaños sonó Born To Run y de ahí al final, al igual que el sábado, lo pase pipa (con la inclusión de Glory Days), disfrutando más que nunca de la presentación y desarrollo de Tenth Avenue Freeze-Out y bailando de lo lindo con Twist & Shout especialmente con el intervalo de percusiones latinas que me chifla. Incluso el final con la versión de Chimes Of Freedom de Dylan me supo diferente. Si este va a ser el último concierto por estos lares de este tipo y su banda, perfecto. 

miércoles, 25 de junio de 2025

Screaming Trees. Reflections

Antes de juntar unas líneas sobre lo vivido en Donosti en las últimas fechas me veo en la obligación de recordar un año más que tal día como hoy hace veintinueve años se publicó Dust de Screaming Trees un disco colosal que ya estás tardando en escuchar si es que no lo has hecho ya. Cuatro años después el mismo día la banda ofreció su último concierto en el Memorial Stadium de Seatle. Veinte mil personas abarrotaron el recinto. Lanegan, los hermanos Conner y Barrett Martin tenían grabada la continuación a Dust pero como no encontraron sello para distribuirlo lo guardaron en un cajón y años después gracias a Martin se editó Last Words: The Final Recordings excelso final para la trayectoria de una banda muy infravalorada. No en mi casa donde son adorados y reverenciados. El año que viene espero seguir con esta matraca. Hasta el fin de los tiempos. 


domingo, 22 de junio de 2025

Música: Todos los días, en cualquier lugar y a todas horas

Ayer se celebró el Día de la Música. En mi hogar a diario. Viene de todas las habitaciones. En ocasiones como fuego cruzado. Otras nos ponemos de acuerdo y todos en la sala elegimos por riguroso orden material que escuchar en comunión y armonía. Y es que, millones de lectores de este cochambroso blog, como dice Bill Murray detrás de la música siempre hay buenas historias y ésta suele hacer mejor a las personas. Es un refugio al que acudir siempre cualesquiera que sean las circunstancias. Cada día tiene su propia banda sonora y ésta se engarza con la del día posterior y así hasta el infinitum. Como cantaban los Black Crowes en My Morning Song: If Music got to free your mind, Just let it go cause you never know, you never know, If your rhythm ever falls out of time, You can bring it to me and I will Make it alright...

Vivimos tiempos confusos en muchos aspectos y la música puede ayudar como siempre lo ha hecho. Se siguen publicando excelentes discos que caen a menudo en el olvido en estos tiempos de consumo rápido y voraz. Pero aquí hay uno que le presta toda su atención. Tengo esa plataforma cuyo nombre no voy a mencionar ni por un millón de dólares repleta de jugosas novedades discográficas. Ya tengo más de una quincena de discos a los que he sacado partido en estos seis primeros meses del año. Sólo hay que buscar y prestar atención. Y encuentras, ya te digo que encuentras. A cholón. 







jueves, 19 de junio de 2025

Frank Meyer. Living between the lines

Desde que a finales de marzo estuvo disponible Living between the lines el debut en solitario de Frank Meyer en esa plataforma que ni por un millón de dólares voy a nombrar aquí, habré escuchado el disco más de una decena de veces. Y la impresión es excelente. Meyer ha perpetrado un disco sorprendente y valiente. Un álbum muy variado en el que caben en perfecta y excitante armonía el pop, rock, blues e incluso una maravillosa y cautivadora veta soul. El álbum se beneficia además de jugosas colaboraciones que aportan un extra muy atractivo. 

Mi objetivo era ir a la presentación del disco en la sesión vermú dentro del AldeaRock Festival el 31 de mayo en Aldea de San Miguel pero un evento familiar me impidió acudir a la cita. Afortunadamente tenía un agente infiltrado en tierras castellanas al que le dije que me pillase por favor el vinilo. Y que mejor regalo de cumpleaños. Hoy he vuelto a pinchar el álbum en este bendito formato y el subidón continúa ahí. Meyer ha debutado de la mejor forma posible. Un disco sin relleno, todas las canciones buenas y una forma de entender la música con la que conecto a las mil maravillas: saltando de un estilo a otro de forma juguetona y contagiosa. La misma sensación eufórica a cuando escuché The Innermost Journey To Your Outermost Mind el debut de Sami Yaffa.

Al parecer Meyer ha grabado mucho de este material durante la pandemia y se ha decidido a volar en solitario gracias a Eddie Spaguetti que le animó a dar ese paso. La carrera de Meyer hasta ahora se dividía en múltiples proyectos, el más conocido tal vez The Streetwalkin Cheetahs, dando caña también en Trading Aces o siendo el guitarrista de los míticos Fear y acompañando en la última gira por estos lares a Handsome Dick Manitoba. Un tipo muy ocupado. Pero me alegro que haya sacado tiempo para dar rienda suelta a su pasión por la música en un debut tan especial como Living between the lines.

La primera canción que escuché del disco fue Baby Dinamite, un tema super molón, de esos que se quedan fácilmente y en el que Meyer da rienda suelta a su gusto por el power pop. Fantástico el riff ejecutado por Frank Meyer que guía la siguiente canción: Family Tree comienza muy rockera y no abandona ese tono enriquecido por unos coros perfectamente empastados a cargo de Rusell Loeffler. Curioso inicio de Blue Radio con el ukelele de Matt Lake. Otra canción pegadiza a más no poder y de nuevo unos coros maravillosos a cargo de Elaine Brackin. Estos tres temas podrían abrir perfectamente un bolo de este hombre y su banda y llevar en volandas al personal. 


La primera gran sorpresa llega con Piece Of Me un tema espectacular que comienza con la voz de Cherie Currie. Supongo que Frank Meyer habrá quedado más que satisfecho con la contribución de Cherie porque su interpretación es fabulosa, realmente auténtica y casa a la perfección con la voz de Meyer. Es un medio tiempo repleto de soul. No hace falta sección de vientos. Es la forma de interpretar de ambos lo que la hace muy especial igualito que lo que sucede con la siguiente Dreaming In Stero que va por otros derroteros musicales pero que es igual de espectacular. Me encanta la línea de bajo que abre el tema y ese desarrollo pausado, sugerente hasta que llega el saxo de Geoff Yeaton... Sin olvidar la forma en que termina el tema. A eso le llamo yo clase. 

Tras estos dos increíbles y peculiares temas volvemos a la high energy con Goodbye Arkansas con las guitarras rítmicas de Chip Wilson y Andy Medway echando chispas y de nuevo los coros vitales, fundamentales de Rusell Loeffler que además se ocupa del bajo. La interpretación vocal de Meyer es contagiosa a más no poder con esos gritos al final que captan tu atención. Buena y trepidante batería de Mike Knutson. Se termina la primera caro dejando el nivel en lo más alto.

Claro que sabiamente Meyer se guarda la baza de abrir la segunda cara en compañía de nada más y nada menos que Eddie Spaguetti. De nuevo un espectacular riff y la chulesca voz de Spaguetti llevándose toto por delante. Otra vez Meyer se hace cargo del bajo y la batería de Mike Sessa (gran trabajo en todos los cortes en los que aparece) da la cobertura perfecta para que Meyer y Spaguetti urdan una divertida historia al margen de la ley. Repleta de sonidos curiosos con el piano, el órgano o el mellotron This Dirty Town se inicia con la voz de Meyer cantando de una forma muy distinta a cuando aborda un tema high energy y el resultado es abrasador especialmente según va avanzando la canción que acaba fusionándose con un sentido homenaje a Cab Calloway.


Todo adjetivo superlativo que quiera poner sobre Living Between the lines, la canción en la que colabora Lisa Kekaula se va a quedar pequeño. Me chifla el comienzo del tema y la primera aparición de la guitarra de Matt Lake, fina y estilosa. Al igual que en Piece Of Me con Cherie Curie, la aportación de Kekaula aquí es un regalo. Es evidente que Frank Meyer ha acertado de pleno con ambas. Es imposible hacerlo mejor. No me olvido del saxo de Geoff Yeaton que tiene su momento para lucirse y para sostener el tema de forma elegante ni tampoco de las decisivas contribuciones de Rusell Loeffler y Carina Vitollo a los coros. Y si, esta canción es puro soul. 

Who Stole the Soul? es otro tema cañero que hubiese encajado perfectamente en el último disco de The Streetwalkin Cheetahs, One More drink. De nuevo el saxo de Geoff Yeaton se luce en otro tema que no tiene nada que ver con el anterior demostrando que este músico sabe darle a cada canción el toque que necesita. Todo un acierto terminar con Dead Winter, otra de mis favoritas, inclasificable en su estilo y precisamente por ello perfecta para cerrar un debut algo más que prometedor. Una auténtica joya. Espero que Frank Meyer siga sacando tiempo para su carrera en solitario y esto solo sea el comienzo de un viaje muy prometedor. 

martes, 10 de junio de 2025

Sly Stone Forever!

Me enteré ayer a la noche en redes sociales de la muerte de Sly Stone a los 82 años. Su legado musical es inmenso. Brillante a más no poder. Rompedor. En todos los sentidos; musical, social, visual... La aparición de un combo como Sly & Family Stone a finales de los sesenta lo cambió todo en Estados Unidos. Eran una banda interracial cuando casi nadie o tal vez nadie lo era. Pero por encima de todo tenían talento musical a paladas. Grandes canciones repletas de groove que invitaban a una de las principales razones por las que estamos en este cochino mundo: bailar. Su música era contagiosa y vital. Siempre que la pincho me lleva en volandas. El artífice de ese sonido poderoso, de esa embriagadora concepción de la música no es otro que Sly Stone. Descanse en paz. El que no conozca su música que se sumerja en en su discografía de cabeza. Será un viaje inigualable y mágico. Soul Power!



sábado, 31 de mayo de 2025

Frank Meyer. Baby Dynamite

Toda la Gala ocupada por los reguetoneros.... ¿Toda? ¡No! Una aldea poblada por irreductibles rockeros resiste, todavía y como siempre al invasor... ¡Yeah! No me podía resistir a utilizar ese chusco símil de Asterix y Obelix para recordaros rockeros de pro que hoy en sesión vermú, a eso de las 13:30 tenéis una cita ineludible con Frank Meyer que en el marco del AldeaFestivalRock presentará en directo su flamante debut en solitario Living Between the lines. Se me agotan los calificativos para expresar aquí en cuatro líneas lo bueno que es el disco perpetrado por Meyer y su banda. Tengo un agente infiltrado en ese pequeño pueblo de Castilla y espero que cumpla su misión. Necesito una copia en vinilo de semejante trallazo que llevo escuchando desde que se editó a finales de marzo en esa plataforma que ni por un millón de dólares voy a nombrar aquí... Rock´n Roll! Por lo menos el bueno de Frank Meyer e Ivan Tambac se librarán de mi acoso que ya hay precedentes. Ja, ja. Me hubiese encantado estar ahí y gozar de las canciones de Meyer y su banda en compañía de mi primo Oscar estiloso bajista de Gruff.


lunes, 26 de mayo de 2025

Huey Morgan, The Fun Lovin´Criminal

Os juro que tengo esa plataforma que ni por un millón dólares voy a nombrar aquí y que me subvenciona mi hermana, repleta de frescas y jugosas novedades. Discos más que interesantes sobre los que me apetece juntar unas líneas... Todos los días me digo, ponte a ello mangarrán. Pero estoy de un vago inusual. Miento, usual. No tengo remedio. La cabra tira al monte. Puedo afirmar y afirmo que estoy en modo FLC. Ya sabéis, Mimosa y Another Mimosa. Mi entusiasmo por este combo neoyorquino lejos de disminuir aumenta todos los años hasta límites insospechados. No lo puedo remediar. Raro es el mes en el que no suena uno de sus discos en mi equipo de música.

Ya sabéis que ahora andan peleados. El tema parece irreconciliable. Fast y Frank Benbini se han ido por un lado llevándose el nombre FLC y el inimitable Huey Morgan anda cabreadísimo pero me alegra de que al menos que todo ese mosqueo que arrastra lo esté dejando a un lado y esté volcando sus fuerzas en un disco en solitario mientras pasea su Mucho Grande Style en una gira británica que dudo mucho pase por estos lares. Además tiene listo un libro de memorias que por supuesto me tengo que agenciar. Dudo mucho que se traduzca al castellano así que toca leerlo en inglés. 

Hubo un momento que concebí la posibilidad de ir a ver a FLC sin Huey Morgan pero finalmente deseché esa idea de mi cabeza. Aprecio mucho a Fast y Frank, de hecho creo que mi formación favorita de FLC es la última pero no concibo FLC sin Huey Morgan. Y reconozco que me gusta el EP The Roosevelt Sessions. No descarto escuchar el nuevo álbum de FLC sin Huey pero seguro que el de Morgan lo voy a catar en cuanto se publique. Y si viniese de gira no me lo pensaba. Aunque bien mirado tal vez de esta chusca situación salgan dos grandes discos. En cualquier caso una pena que no sigan juntos. Una de mis actuaciones favoritas de su carrera está en YouTube, Live At Down The Rabbit Hole de 2016. No me canso de verla. La complicidad entre los tres era fantástica. La vida es demasiado corta para andar peleados pero vete a saber. 

Ya he contado por aquí que les he visto en directo cuatro veces, a cual mejor. La primera vez mágica, un domingo de marzo de 1999 presentando 100% Colombian en la Sala Elefante Blanco de Vitoria, la segunda en la Sala Jam de Bergara en 2001 con Loco a cuestas y las dos restantes el Azkena Rock Festival en 2004 y 2009. Guardo un recuerdo imborrable de todas. Eran una banda hecha a mi medida. No me canso de su música jamás y me la tengo que enchufar cada poco tiempo. Su trayectoria va mucho más allá de esos dos imbatibles primeros discos. Desde que me compré su primer disco en una feria del disco allá por 1996 su música me acompaña siempre. En fin. I never take myself too seriously cause everybody know fat birds don´t fly....


jueves, 1 de mayo de 2025

The Lumineers + Michael Marcagi. Bilbao Arena 30/04/2025

Hace un mes escaso de chiripa nos enteramos de que por nuestra ciudad pasarían The Lumineers. Este grupo de Denver consiguió un éxito masivo hace más de una década con su tema  Ho Hey radiado hasta la saciedad y parte de la banda sonora de la película El lado bueno de las cosas. Afortunadamente son mucho más que un hit wonder y ayer demostraron sobre las tablas de Miribilla que tienen un repertorio jugoso al que sacan partido de forma entusiasta y contagiosa. Así sucedió durante un par de horas en las que como sucede en las grandes noches  te dejas llevar por la música. La banda presentaba su álbum Automatic, editado en febrero y del que cayeron no menos de media docena de temas (Same Old Song, Asshole, Strings, Plasticine, Keys on the Table, So Long...)

Antes de que a eso de las 21:15 saliesen a escena The Lumineers, Michael Marcagi ejerció el difícil papel de telonero con todavía el recinto medio lleno. El sonido fue espectacular y eso ya desde el principio atrajo toda mi atención. No conocía ni una canción y me gusto lo que escuché incluida una atrevida versión de Deja Vu de Olivia Rodrigo. Excelente canción por cierto. Cuando no conoces nada del músico en cuestión corres la tentación de estar a otras cosas, el móvil por ejemplo si no te engancha nada pero no fue el caso, sino todo lo contrario. Muy bien Marcagi y su banda. 

Antes de que comenzase el concierto sonó una variada y atractiva selección de canciones (Billie Eilish, Radiohead, Israel Nash o Bob Seger). Con una escenografía cuidada al detalle y atractiva visualmente a más no poder a eso de las 21:15 Same Old Song (gran título) abrió de forma poderosa el concierto. El sonidazo seguía ahí y fue una constante y la excelente voz de Wesley Schultz estaba secunda excelentemente por la batería del cofundador Jeremiah Fraites que también tocó la guitarra y el piano en algunos temas. Todos los músicos que pisaron el escenario dejaron su impronta como la elegante violinista que también toco teclados e hizo coros Lauren Jacobsen, Brandon Miller, percusión guitarras, coros, Byron Isaacs, bajo, pianos, coros y un espectacular Stelth Ulvang, guitarras, pianos, percusión y acrobáticas piruetas escénicas. Todo un torbellino que se mezclo con el publico subiendo a las gradas y bajando a la pista con su guitarra. Tener a alguien así en la banda suma tanto en lo musical como en lo escénico. Fundamental. 

El concierto no tuvo altibajos. Presentaron con confianza absoluta su último trabajo, Automatic y eligieron muy bien el repertorio de sus trabajos anteriores. Me encantaron Brightside, A.M. Radio y Reprise de Brightside, volamos alto con Gloria de su disco III y en It Wasn´t Easy To Be Happy For You les acompaño a las voces Michael Marcagi. Perfecta elección. Unos de mis muchos momentos favoritos llegaron cuando abordaron temas de Cleopatra como la que da titulo al álbum Sleep On The Floor, Ophelia o Gale Song. Mi momento favorito llegó cuando Fraites acompaño al piano a la voz de Schultz en la emotiva Donna. Y por supuesto ese subidón final con Stubborn Love

domingo, 20 de abril de 2025

Old 97´s. American Primitive

Todavía me sucede a menudo que descubro nuevos o viejos artistas tras la lectura de un artículo sobre su trayectoria. Nunca es tarde. A veces te llevas sorpresas mayúsculas. Una de las más aplastantes y gozosas ha sido empaparme a gusto con American Primitive, el último disco de Old 97´s, banda sobre la que apenas conocía algún tema y que me ha cautivado por completo tras leer el fenomenal artículo que Rafa Suñen, cantante de Los Chicos, firmó en el Ruta 66 de octubre de 2024. Me llamó mucho la atención la historia de esta banda, especialmente lo concerniente a su cantante Rhett Miller, un excelente músico y compositor que sufrió mucho en su adolescencia, intento de suicidio incluido. Dio la casualidad que me regalaron el cd de American Primitive el pasado mes me marzo en el día del Padre, justo cuando acababa de terminar de ver Adolescence la fenomenal serie de Netflix de la que todo quisqui habla y que de alguna forma conectaba con lo que leí en ese artículo. 

Old 97´s es una veterana banda originaria de Dallas con más de treinta años de trayectoria. American Primitive es su decimotercer disco, el primero que escucho y el inicio no ha podido ser más excitante. Lo puse una y otra vez el último trimestre del pasado año y una de las veces que sonó por casa recibió uno de los mejores elogios que puede recibir cualquier banda en mi hogar cuando Su me dijo, de alguna forma me recuerdan a Cracker... ¡Yeah! Y así lo percibí también yo ya que en American Primitive abundan los temas excelentes saltando de un estilo a otro en perfecta sintonía. También me recordaron de alguna forma a R.E.M, cuyo guitarrista Peter Buck colabora en Where The Road Goes maravilloso tema con una fantástica letra en la que Rhett Miller canta Look at all the beautiful things you found, oh you could have died that day, back when you thought none of this was worth it, when you thought everything was broken...

Por muchas veces que haya escuchado el álbum (y os garantizo que han sido decenas) soy incapaz de encajar a esta banda en ningún estilo concreto. Me dejo llevar por las canciones, todas excelentes, desde la inicial Fallin Down provista de esos locos y surferos riffs que te llevan en volandas y firmo con sangre esa letra que te invita a bailar aunque el mundo se derrumbe a tu alrededor. Son muchas las canciones que tienen cierta impronta punk y eso me vuelve loco, ahí esta sin ir más lejos la segunda del tracklist: Somebody es adictiva y me encanta como le zumba a los parches Philip Peeples y la rabiosa interpretación vocal de Rhett Miller. La que da titulo al álbum parece una hermana gemela de Fallin Down y posee unos cuantos solos superpegajosos de Ken Bethea. Me chifla la parte final, acelerada, contagiosa a más no poder. A menudo la crítica les señala como un combo punkabilly. ¡Me gusta el término!

También hay momentos para canciones sencillamente poderosas y brillantes en su vertiente mas acústica como la antes mencionada Where The Road Goes o Honeypie, maravillosamente melódica, de esas que se te queda a la primera y tarareas continuamente. Aquí se lucen las acústicas de Miller y Bethea y la mandolina de Peter Buck le da un toque distintivo a la canción. También suena un piano cortesía de Scott McCaughey. Imposible no dejarse llevar por el silbido que inaugura By The End Of The Night cantada con guasa por Murry Hammond y que de nuevo cuenta con unos originales y certeros punteos de Ken Bethea. Masterpiece es la canción en la que Su me soltó eso de que le recordaban a Cracker. Sobran los comentarios. Temazo cantando con chulería por Miller y con esos coros tan cool a cargo del resto de la banda: Murry Miller, Ken Bethea y  Philip Peeples.

Incantation invoca el espíritu de los mejores R.E.M. No es casual que por ahí esté de nuevo a la guitarra Peter Buck. Vuelve la energía punk con Magic y las exquisitas reminiscencias a Cracker con la espectacular Western Stars una canción que no me quito de la cabeza, sin duda mi favorita del disco y mira que me chiflan todas. Chased The Setting Sun es la más puramente country rock de todo el tracklist y no puede ser más pegadiza. Estridente, resultona y perfecta para el directo me resulta This World pero no es la que cierra el álbum ese honor es para Estuviera cayendo una curiosa incursión en la guitarra flamenca a cargo de Jeff Trapp. Por supuesto tengo que indagar en la discografía de estos tipos porque mi inicio con American Primitive no puede ser mejor.