Hoy es el día de la salud. La conversación suele ser así, qué, ¿te ha tocado la lotería? Nada ni un duro. Bueno, pues nada, Salud, que es lo que importa. Y es una verdad aplastante. Nada hay más importante que la Salud. Lo demás es secundario. Todos jugamos por pura ambición. Pero virgencita que me quede como estoy, sano y dicharachero. Esta chusca entrada me sirve para introducir este pequeño post sobre Salud!, que así se titula el undécimo disco en estudio de Los Deltonos.
El año que viene Los Deltonos cumplirán treinta años dando guerra. De su formación inicial tan sólo queda Hendrik Röver alguien poco o nada proclive a celebrar tales aniversarios. Como siempre se encarga de remarcar lo importante es lo que esta por llegar. Los mejores temas están por componer y los conciertos más pletóricos por dar. De modo que se entrega a su presente con inusitado ímpetu y cargado siempre con grandes canciones. Salud! es una excelente muestra. Un disco que desde que me compré hace un par de semanas escucho con devoción. Y lo disfruto en cada escucha.
Si entras en la página de Los Deltonos leerás en la cabecera un lema en el que Hendrik insiste una y otra vez : El rock americano es posible en castellano. Y el hombre se afana de lo lindo para currarse unas letras perfectamente ensambladas lo cual tiene mucho mérito porque siempre he pensado que es mucho más complicado hacerlo en el idioma de Cervantes que en el de Shakespeare. Cito a ambos escritores en un vano intento de subir un poco el nivel del post.
Salud! consta de doce canciones que entran como un tiro en algo más de cuarenta minutos y que me lleva acompañando en mi trayecto matutino al trabajo desde que compré el cd en la página web del grupo. Los dos primeros temas, Merecido y Miedo son incisivos y haciendo honor al título del álbum rebosan salud. De esos que a lo largo del día tarares varias veces. Guitarras punzantes y ritmo trotón, dos temas blues rock perfectos y pegadizos a más no poder.
El nivel sube enteros con el siguiente trío: Segunda vez, Perdedor y Salud. Música y letra coordinada a las mil maravillas. En Perdedor se cuelan unas acústicas en perfecta sintonía con las eléctricas, otra característica fundamental en el sonido de la banda. Salud!, además de una de las mejores letras que he escuchado en los últimos años posee un riff inicial apoteósico. Tanto Hendrik como Fernando Macaya hacen un trabajo fantástico a las guitarras en todo el álbum.
Ese otro café da un respiro. Es un tema lento al que me ha costado coger el punto pero que esconde matices interesantes y que se beneficia de una sugerente sección de viento ejecutada por Miguel Herrero (trompeta y fiscorno) y Dani Herrero (saxo barítono y tenor) y con el hammond de Iñigo Bregel. Ambos repiten en Milagritos, un tema molón a más no poder con un toque funky y unos punteos de guitarra maravillosos. Además Hendrik como es habitual en él canta con ese deje chulesco e irresistible. También se desenvuelve muy bien en temas con un toque más meláncolico como Perdedor o Piérdete un perfecto final para un álbum que les muestra saludables y con ganas de dar guerra otros treinta años.
El nivel sube enteros con el siguiente trío: Segunda vez, Perdedor y Salud. Música y letra coordinada a las mil maravillas. En Perdedor se cuelan unas acústicas en perfecta sintonía con las eléctricas, otra característica fundamental en el sonido de la banda. Salud!, además de una de las mejores letras que he escuchado en los últimos años posee un riff inicial apoteósico. Tanto Hendrik como Fernando Macaya hacen un trabajo fantástico a las guitarras en todo el álbum.
Ese otro café da un respiro. Es un tema lento al que me ha costado coger el punto pero que esconde matices interesantes y que se beneficia de una sugerente sección de viento ejecutada por Miguel Herrero (trompeta y fiscorno) y Dani Herrero (saxo barítono y tenor) y con el hammond de Iñigo Bregel. Ambos repiten en Milagritos, un tema molón a más no poder con un toque funky y unos punteos de guitarra maravillosos. Además Hendrik como es habitual en él canta con ese deje chulesco e irresistible. También se desenvuelve muy bien en temas con un toque más meláncolico como Perdedor o Piérdete un perfecto final para un álbum que les muestra saludables y con ganas de dar guerra otros treinta años.
1 comentario:
Pues Si. Es un discaco redondo. Que estan a un nivel superior y solo dos o tres grupos les llegan a su altura,es innegable.
Y como suelo decir:y lo que nos queda con ellos
Oscar
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