lunes, 21 de diciembre de 2015

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Ayer fue la tercera vez que votaba en mi vida. No es algo de lo que este especialmente orgulloso, tampoco de lo contrario. Durante muchos años no participé en la fiesta de la democracia y lo escribo con todo el rintintín del mundo. Soy consciente de lo afortunados que somos por aquí. Es mucho mejor tener la posibilidad de votar cada cuatro años que no tener esa opción. Mejor vivir aquí que en Siria, cualquier lugar de África o Los Balcanes. Si, todo esto es evidente pero me resisto a glorificar eso de votar cada cuatro años como si fuese la panacea. Durante muchos años las raras ocasiones en las que discutía de política y sobre la cuestión de votar o no, muchos me decían que si no votas no tienes derecho a quejarte, que para cambiar las cosas hay que votar y bla bla bla... Yo les respondía que conocía a muchas personas que jamás han votado y que han sido más activas políticamente que esos que se llenan la boca cada cuatro años... Personas que han luchado por mejorar la Comunidad, con actos no con papeletas...
 
Las tres veces que he votado le he dado muchas vueltas, a la cuestión de votar en sí y a quién hacerlo.  Por naturaleza soy más de preguntas que de respuestas. Más de dudas que de certezas. En el fondo me gustaría ser como uno de la cuadrilla que dice bien alto que si naciese volvería a hacer exactamente lo mismo... Esas personas que lo tienen todo tan claro. Mi voto ha ido a parar a esos que han quedado terceros y que parecen distintos. Pero no me fío. No es una carta en blanco. Voy a estar vigilante. Mis certezas van por otros derroteros. Por ejemplo me resulta complicado imaginar a nadie cantar mejor que Frank Sinatra, Aretha Franklin o Sam Cooke. Es improbable que nadie supere en un escenario a lo que en su día hizo James Brown aunque los medios escriban sobre el nuevo James Brown cada quince días... Es harto difícil que un músico mayor de 60 años grabe maravillas como las que editó Solomon Burke de 2001 a 2010. Me cuesta imaginar a compositores mas competentes que Jim Lauderdale y Buddy Miller. No hay duda de que Johnny Hickman es uno de los guitarristas más cool de la historia... La lista de certezas en este ámbito es amplia, ja, ja.

 
 Reconozco que me he alegrado de algunas cosas que sucedieron ayer. Me produce especial satisfacción que tanto los que han quedado primero como los segundos vayan perdiendo fuelle, lenta pero inexorablemente. Espero que sea un proceso imparable. Seria genial que ambos se uniesen, en el fondo es más lo que les une que lo que les separa. Los dos partidos más votados juntos. No lo descarto. Vendría fenomenal para que su declive fuese fulminante. También me he regocijado con el hostión que se han dado los que en Euskadi antes habían quedado primeros y ahora son los cuartos. Me alegro. No me fío mucho de a los que he votado pero no me fio nada de todos los demás. Hoy por supuesto todos habrán ganado. Dirán: vamos a hacer autocrítica pero mentirán. Echarán las culpas a los demás. Ya lo he escuchado antes.
 
Este post se lo dedico a mi editor. Un tío grande tanto en altura como en todo lo demás....

 

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