viernes, 28 de febrero de 2025

JJ Grey & Mofro. Olustee

Es una auténtica pena que la gira que JJ Grey & Mofro están llevando a cabo por Europa no tenga ninguna parada cerca de estos lares porque la banda esta en un momento espectacular presentado u disco soberbio como Olustee, sin duda una de mis favoritos del año pasado. Recuerdo que hace unos años mi amigo Ander me grabó uno de sus anteriores discos. Lo escuché bastante pero les perdí la pista. Ahora la estoy gozando con Olustee desde que lo descubrí hará unos cuatro meses. El disco se publicó el 23 de febrero de 2024 así que ya tiene un año. Muchas reseñas lo ponen como el mejor de su discografía. No puedo opinar al respecto porque no conozco lo anterior pero este me ha encantado, de la primera a la última canción. 

Y el inicio con To The Sea puede despistar. Es una pista muy tranquila con guitarras acústicas y piano reinando y con JJ Grey cantando con todo el sentimiento del mundo una evocadora letra que capta toda tu atención. A destacar los arreglos orquestales, espléndidos para darle un toque envolvente y singular a la canción. Me chifla ese final tan sugerente, tan relajado que salta por los aires con el siguiente tema repleto de groove y buen rollo, una extraordinaria Top Of The World que camina a lomos de la sección rítmica, fabulosos Tod Smallie (bajo) y Craig Garret (batería), colchón perfecto para que se sumen a la fiesta Kenny Hamilton (saxo) y las trompetas de Dennis Marion y Marcus Parsley. Toda canción que supure funk y buen soul tiene que tener esos coros tan imprescindibles como los que aquí se curran Katie Dutton, Niki Dawson, Laiken Love y Sage Grey. On A Breeze vuelve a una senda tranquila, hipnótica con esas guitarras acústicas que suenan a gloria y otra interpretación vocal fantástica de JJ Grey. Nuevos arreglos orquestales añaden el punto perfecto para elevar un poco más el tema si cabe. Me chifla todo el tema y bebo los vientos por lo que va del minuto 3:30 al final. Escuchar esto en directo tiene que ser una gozada.


Olustee te sacude con fuerza con armónicas marcando cierto territorio blues. El tema parece una loca mezcla de Screamin Jay Hawkins y Sly & Family Stone. La gloria bendita para mi. El piano que inicia Seminole Wind es una gozada total, lo adoro. Menuda forma de captar mi atención. Aquí JJ Grey canta en un tono más grave al comienzo. Pronto le envuelven los fantásticos coros que van dotando al tema de ese inequívoco toque soul. Locura con los vientos que vienen para marcar territorio de forma elegante. Wonderland puede ser el tema rompepistas por el que mi amigo Grushecky venda su alma al Diablo. Irresistible. Dance To The Music!

Después de sudar en la pista de baile puedes agarrarte bien a tu pareja con Starry Night, todo sensualidad con las guitarras eléctricas sonando maravillosas, esenciales. Hay que alabar el trabajo de Pete Winders. Aquí los arreglos orquestales vienen cuando menos te lo esperas y encajan a la perfección en perfecta combinación con el piano. Que mejor titulo que Free High para volver a la pista de baile con una tonada repleta de funky con falsetes de muchos kilates. Otro tema que en directo puede ser una fiesta total. Tanto Waiting como Rooster y la final Deeper Than Belief requieren más escuchas pero la recompensa es tan buena como con todo lo anterior. Podrían haberlos traído al Festival de Blues de Bilbao. Cachis. 








lunes, 24 de febrero de 2025

The Red Clay Strays. Made By These Moments

Leí en el Popu de Enero consagrado al Rock Sureño que The Red Clay Strays han multiplicado su caché en Estados Unidos en apenas unos meses llenado tres noches consecutivas el Ryman Auditorium de Nashville. Me alegro por ellos pero mucho me temo que eso les aleja de Europa y mucho más de Spain. Se pueden convertir en la típica banda que por aquellos lares goza de un status muy grande y que se sienten cómodos sin salir de su territorio. Espero equivocarme de veras porque adoro su álbum Made By These Moments producido por Dave Cobb y que por supuesto incluí en mi Top Seventeen. Una gozada de principio a fin. Regalazo de Su. 

Antes de continuar un pequeño paréntesis. Tras el concierto el otro día de DeWolff en la Sala Santana me decían un par de amigos que seguían disfrutando de la música pero que de alguna manera no había discos que les marcasen como cuando eran más jóvenes. Discrepo. Made By These Moments es uno de esos ejemplos perfectos. Me he metido de lleno desde hace tiempo en este álbum gozando no sólo de la música, que es lo primero que me ha llamado la atención sino también y mucho de las letras, sencillas, evocadoras que tratan de temas universales: salud, amor, depresión, espiritualidad. 

La banda la forman Brandon Coleman (voz y guitarra), Drew Nix (guitarra), Zach Rishel (guitarra), Andrew Bishop (bajo) y John Hall (batería). Sus referentes son claros y no lo esconden: Lynyrd Skynyrd, The Allman Brothers, Sturgill Simpson o Johnny Cash. Son igual de efectivos en los temas más rockeros como en los pausados donde rebosan soul por los cuatro costados y donde la voz de Coleman más se me asemeja a uno de mis héroes actuales: Chris Stapleton. Drowing podría perfectamente cantarla Chris pero es una canción de estos chicos y Coleman lo borda con una interpretación maravillosa que va calando poco a poco según avanza la canción de tal forma que no quieres que termine. Me la pongo en bucle. 

Claro que todo en este mundo es mucho más fácil si tienes una canción tan endiabladamente buena para abrir el álbum como Disaster que capta tu atención de forma aplastante. El espíritu Allman está más presente que nunca. La primera vez que la escuché pensé; ¡Viva el Rock Sureño, copón! Perfecta melodía sazonada por unas guitarras explosivas todo ello servido de forma lenta, misteriosa, con una magnífica letra que te atrapa desde el comienzo. Me chifla como se van sumando instrumentos, con esa atmósfera tan sureña y ese final de canción a toda mecha con las guitarras echando chispas. Podría ser un clásico de cualquier época que te pase por la cabeza.

I´m a giant slayer, 

I´m a music player, 

I´m young king walkin´, 

Now the prophet´s talkin´, 

I don´t wanna say I got carried away when I really just killed a man, 

Oh God, disaster struck again

Cuando te tienen bien agarrado no te sueltan con la siguiente Wastin´Time que tiene una efusividad a prueba de bombas. Esto en directo puede ser tremendo. Cómo me gustaría comprobarlo y que chungo va a estar... Un giro maravilloso, repleto de estilo viene con las dos siguientes Wanna Be Loved y No One Else Like Me. Esta última me tiene absolutamente obsesionado. Es otra de las que puedo poner en bucle. Me chifla como se abren paso las guitarras en medio de un bajo que marca el territorio a la perfección y caigo rendido ante Coleman al escucharle cantar: How many mistakes can I make before I start to see? Me vuelve loco como se van cruzando las guitarras, unas más fieras, otras más finas, todas perfectamente empastadas. Que puta locura. 

Ramblin´es un cañonazo que me saca de mi ensimismamiento. Te zarandea de lleno este tema que es una oda al espíritu viajero de los músicos. Esas canciones donde se nombran muchas ciudades por las que estos tipos han dejado su impronta. Ojalá que pronto haya nombres europeos, que coño, ¡vascos! Antes ya he mencionado Drowing y tras ella viene otra pieza descomunal Devil In My Ear con una letra descollante acerca de la depresión y cualquiera que haya vivido algo así se podrá sentir identificado. Musicalmente es un medio tiempo evocador, con mucha garra donde reina por momentos la slide. 

Como he escrito cuando se ponen trotones y le dan caña al asunto son muy buenos pero alcanzan el éxtasis en las canciones más tranquilas. Extraordinarios ejemplos de ello son I´m Still Fine y Moments a cual más emotiva con todos los instrumentos remando en perfecta armonía. On My Knees puede ser otro de esos momentos que sacudan nuestros cuerpos en directo. Supongo que a alguno le puede tirar para atrás tantas menciones a Dios y el Señor pero lo cierto es que eso cada uno se lo puede tomar de forma distinta e interpretarlo a su manera. El menda desde luego está bien agarrado a este artefacto y me siento identificado a más no poder con líneas como I’ve been holding onto something / This all can’t be for nothing / We’re all made by these moments. Por cierto otro disco descubierto gracias a La Hora Chinaski.

miércoles, 19 de febrero de 2025

La muerte de Robert Johnson. Dolphin Riot & Raúl Gonzalez Rago

Seguro que la mayoría de los millones de lectores de este cochambroso blog si piensan en Robert Johnson lo harán citando los lugares comunes; prodigioso compositor del blues primigenio, superlativo guitarrista que vendió su alma al Diablo, mujeriego empedernido y pendenciero sin parangón en el Delta del Mississippi durante los años 20 y 30 del pasado siglo. Ese pack completo fue muy bien vendido por Columbia Records allá por los años sesenta cuando se editó King Of The Delta Blues Singers. Otra cosa es que la realidad fuera esa o se acercase siquiera a lo que fue Robert Johnson

El autor de este libro indaga en la vida y muerte de Robert Johnson de forma curiosa, didáctica y sumamente entretenida. Primero en cinco capítulos de ficción, con pulso narrativo y chispa. Se lee de un tirón. Y después en un último capítulo en el que se abordan las cuestiones relevantes de su biografía; quién fue el mentor, el que enseño a Robert Johnson a tocar la guitarra; cómo se originó la leyenda en torno a su figura e interesantes y jugosas disquisiciones sobre derechos de autor. Todo ello acompañado por las exquisitas ilustraciones, molonas a más no poder de Raúl González Rago

Como ha me había leído anteriormente La historia de Elmore James y Robert Johnson lo relativo al capítulo sexto de este libro aparece en el mencionado desarrollado y ampliado. Recomiendo por tanto, leer primero La muerte de Robert Johnson y luego ir a por el otro de cabeza. Me quedo con una reflexión que cito textual y que me parece un gancho definitivo, por lo menos para mi, para leer este libro; qué es más fácil de vender al gran público a través de un documental, libro o disco; ¿Un afroamericano con oído absoluto al que le enseñaron a tocar la guitarra en casa o un negro pendenciero y mujeriego que vendió su alma al Diablo para convertirse en el mejor guitarrista y cantante de su tiempo?

El libro me lo he ventilado en una ociosa jornada nocturna de trabajo entre timbre y timbre (afortunadamente no han sido muchos ja ja). Me ha enganchado de tal manera que lo he releído en la siguiente noche ya en casa mientras sonaba King Of The Delta Blues. Entre los muchos aciertos del libro están unas más que interesantes reflexiones en el último capítulo bajo el título de Recursos y Derechos, de autor. Me he descojonado vivo leyendo las opiniones que se recogen de Bob Dylan sobre el impacto que tuvo el descubrimiento de la música de Robert Johnson en él. El análisis que hace el autor sobre sus palabras es certero a más no poder. Lean, lean. 

miércoles, 12 de febrero de 2025

Becoming Led Zeppelin

No cabe duda de que Led Zeppelin fue una de las bandas mas exitosas, arrolladoras y excesivas de los setenta. Su legado permanece intacto, su discos se siguen vendiendo y su influencia sigue extendiéndose a innumerables músicos. Los rumores sobre una posible reunión salen de vez en cuando aplastados inmisericordes por la rotunda negativa de Robert Plant. Está bien así y dudo mucho que la cosa cambie. Mientras podemos disfrutar en cines de Becoming Led Zeppelin el documental dirigido por Bernard MarMahon que trata precisamente de eso, de como aquellos cuatro músicos llamados Jimmy Page, Robert Plant, John Paul Jones y John Bonham formaron Led Zeppelin

El film se abre con Good Times, Bad Times en una actuación de la banda mientras se van viendo imágenes de archivo con sucesos de la Inglaterra de mediados de los cincuenta y también a nivel mundial. El contexto es importante, vital y nunca me canso de ver asuntos relacionados con esa época de crecimiento y expansión que siguió a la Segunda Guerra Mundial. Son pequeñas pinceladas que vienen muy bien para situar la historia de estos cuatro tipos que cuando se juntaron fueron capaces de llevar su música a cotas espectaculares. 

Hay que aclarar que el documental está autorizado por lo tanto que nadie espere carroña, asuntos de derechos de autor, sexo desenfrenado, drogas a tutiplén y demás mandanga. Es un film meramente musical que pone el foco en como se forjo la banda explicando de dónde procedía cada uno de sus componentes. Y eso es lo que más me ha gustado de la película. Ver a Robert Plant emocionado indicando que fue Little Richard el que le voló la cabeza, comprobar lo mucho que apreciaba Jimmy Page el carácter pionero y rompedor de Lonnie Donegan en la aburrida escena británica, como flipaba John Bonham con los bateristas de James Brown o el entusiasmo de John Paul Jones por el vodevil. Son testimonios genuinos y entusiastas sobre otros músicos. 

Algo que ya sabía y que el documental se encarga de reforzar es lo excelentes músicos que eran Jimmy Page y John Paul Jones. Dos tipos obsesionados por la música que desde muy jovencitos se afanaron en practicar y practicar y que sin llegar a los veinte años ya tenían una reputación excelente como músicos de sesión. Sabía que habían participado en multitud de sesiones antes de formar Led Zeppelin pero desconocía que lo habían hecho por ejemplo en el Goldfinger de Shirley Bassey. Ese es otro de mis momentos favoritos del documental, sobre todo por como es explicado por sus propios protagonistas.

Ya que es un documental oficial se agradece que se haya centrado en los primeros años de Led Zeppelin, en realidad en el primer año. Y que todo gire en torno a la música. Lo contrario hubiese sido un error porque nos iban a escatimar toda la carroña que circuló siempre sobre la banda. Otra baza fundamental del film es que cuenta con declaraciones inéditas y exclusivas de John Bonham, que dio muy pocas entrevistas en su vida. Mi sensación tras ver las dos horas de metraje es que el director y los protagonistas han sabido transmitir muy bien su pasión por la música, poner a ésta en el centro y alabar el trabajo de los creadores y las misteriosas y apasionantes sinergias creativas entre músicos. El film tiene varias actuaciones casi completas que son una gozada.

Por lo tanto, lo escrito que nadie vaya a ver el documental pensando que va a encontrar sexo, drogas y rock´n roll, ni mucho menos posibles plagios (danger, danger). Tengo claro que casi todos las películas de este tipo autorizadas por los interesados rehúyen lo escabroso, los claroscuros y no plantean ni la más mínima duda sobre la genialidad de los protagonistas. Así que si eres de los que piensan que Led Zeppelin eran los putos amos y que prácticamente inventaron un género la vas a gozar, si eres como el menda, de los que se deleitan con todo lo que rodea a la música y la gozan observando como los protagonistas rinden tributo a sus héroes también la gozarás. Si antes de ver el documental ya tenía en un pedestal a John Paul Jones mi sensación tras ver el film es que este tipo merece su propia película aunque sea única y exclusivamente versando sobre música. 




domingo, 9 de febrero de 2025

Rod Stewart 80

El pasado 10 de enero Rod Stewart celebró su ochenta cumpleaños. Todavía sigue dando conciertos el tarambana en plan crooner apolillado como cachondamente apunta Oscar Avendaño en esta charla con JF León en su espacio Rock´n Roll Animal Live. Coincido con Avendaño en que Rod Stewart es mi cantante blanco favorito de la década de los setenta. Algunos se le acercan, nadie le supera. Pero eso ya son gustos y esto no es una jodida competición. Allá cada cual. Lo cierto es que el periodo que va desde sus inicios hasta que se convirtió una superestrella con innumerables hits de ambiente discotequero es apoteósico. Tanto su carrera en solitario como sus trabajos con los Faces. Me refiero al periodo 1965-75. Aquellos años fueron gloriosos y Stewart dio lo mejor de si mismo que era mucho. 

Poseedor de una peculiar e inimitable voz, con un timbre exquisito y muy personal, Rod Stewart compatibilizo durante unos cuantos años su trayectoria en solitario con los Faces. En los discos que firmaba en solitario colaboran sus compañeros de la banda; Ronnie Lane, Kenny Jones, Ian McLagan y Ronnie Wood y durante algo más de un lustro la armonía y el buen rollo reino por todo lo alto. Son unos años prolíficos, repletos de enormes canciones y discos muy especiales, a cada cual mejor. Tengo especial predilección por su trayectoria en los Faces una de mis bandas favoritas de la historia, de las que mas escucho y que siempre me ponen de buen humor. Era un combo hedonista, especial que tenía un feeling único, juntos era una bomba tanto en estudio como en directo. Uno de mis mayores tesoros es la caja Five Guys Walk Into a Bar


Merece mucho la pena indagar en la carrera en solitario de Rod Stewart en esos primeros años. Se zambulle sin problemas, con un estilazo total en géneros tan jugosos como el folk, blues y rock por supuesto todo ello regado con innumerables pinceladas soul. No en vano su cantante favorito era Sam Cooke al que dijo que escucharía todos los días de su vida. Secundo la moción. Antes de iniciar su carrera en solitario grabó con Jeff Beck un par de discos seminales, precursores de lo que luego hicieron bandas que se llevaron mucha más parte del pastel. Basta escuchar Truth y Beck-Ola para darse cuenta de por donde van los tiros. Sin olvidar que cada vez que hacía una versión de un tema de Bob Dylan lo elevaba a los altares.

Tras el descomunal éxito cosechado en solitario Rod voló en solitario se fue a vivir a Estados Unidos y su carrera a partir de ahí es muy diferente. Disfruto con algunos de sus hits e incluso alguno de sus discos pero la historia ya fue por otros derroteros. En cualquier caso que le quiten lo bailao... Todavía en los noventa se descolgó con un sorprendente Unplugged al lado de Ronnie Wood donde seguía intacta su voz y su enorme carisma. Que no te digo que si pasase cerca de mi casa iría a verle aún a sabiendas que lo hace hoy en día esta muy lejos de sus años gloriosos.