A eso de las ocho de la tarde después de una exquisita selección musical de fondo salieron Ariel Rot (guitarra y voz), Ricardo Marín (guitarra y coros), Tito Dávila (piano, teclados, coros), Jacob Reguilón (bajo) y Pablo Serrano (baterista). La noche se abrió stoniana con el Vals de los Recuerdos fantástica canción que no me canso de escuchar en bucle si hace falta y que me parece el mejor de los comienzos. Lo mismito que me sucede con Hasta perder la cuenta con esos coros tan molones que te dan la vida. Cuando suena Adiós Carnaval Su se gira y me dice que bueno es y vaya banda. Esa es la sensación que transmite en directo la música de Ariel. Rock´n roll ejecutado con pasión, sin reservas, de forma contagiosa.
De su mítica etapa en Tequila sonaron dos clásicos de esos que siempre te apetece escuchar, Quiero Besarte y Rock´n Roll en la plaza del pueblo en clave blues. Y mola mucho así. Pero mis momentos favoritos llegaron con su material en solitario; Bruma en la Castellana, Geishas en Madrid, Vicios Caros, Baile de ilusiones... No podían faltar tampoco Dulce Condena, Milonga del Marinero, El Capitan y Me estas atrapando otra vez incunable de Los Rodríguez que no me canso de escuchar. Pero lo cierto es que podría acudir a un concierto de Ariel Rot y que sólo sonaran canciones de sus discos en solitario y saldría igual de contento porque creo que mucho de su material es tan bueno como por lo que posiblemente sea más conocido. El desmelene final mitigo un poco esa sensación de que la próxima voz por favor que quiten las butacas y que lo pongan un viernes o sábado por la noche, ja ja.
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