Hoy a eso de las doce del
mediodía me he acordado de Glengarry Glenn Ross aquí titulada Éxito
a cualquier precio. Y como a veces la mente se dispara por derroteros
poco recomendables me he visto hundido como el personaje milimétricamente
interpretado por Jack Lemmon. Cuando
en realidad mi espejo tendría que haber sido el que encarna Alec Baldwin porque a mi lado tenía un
hombre con alma de ganador que me decía eso de que si quieres puedes venderle a la víctima del momento lo que
quieras, y luego más, y luego otro poco más, que sólo es cuestión de detectarle
sus necesidades, de ser un hábil feriante psicológico...Nunca hay suficiente.
Como lobos le han dicho a mi chica en el curro como hienas digo yo. La sangre
está fresca y yo tengo sed…..Ja,ja,ja…Habrá que tomárselo con humor.
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