martes, 5 de agosto de 2008

The Screamin´ Cheetah Wheelies. Magnolia

Algunas bandas pasan por esta vida gozando de un reducido número de seguidores que los veneran, que no entienden por qué no tiene más repercusión comercial. La historia acaba con el grupo disolviéndose amistosamente en el mejor de los casos ante la indiferencia generalizada. No importa lo que hayan significado para ese pequeño grupo de aficionados, ni los maravillosos discos que hayan grabado. Nada puede impedir lo inevitable. Se me ocurren innumerables grupos que encajan en esta triste tesitura.

The Screamin´Cheetah Wheelies son una de esas bandas que encajan a la perfección en esta descripción. Poseedores de un espíritu jam similiar a Allman Brothers aunque con su propia personalidad los Wheelies dejaron unos cuantos discos maravillosos y una pequeña legión de fanáticos. Gente capaz de cruzar el charco sólo para verles. Como hizo un chico de un lugar de la Península que se fue a USA a verles. Luego lo contó en una emotiva carta en Popular 1.

Pero por encima de todo Screamin´Cheetah Wheelies grabaron una joya absoluta, un disco atemporal que no importa cuantas veces hayas escuchado. Una banda perfectamente engrasada y un vocalista de otra galaxia registraron hace doce años Magnolia. Un disco que caló hondo en muchos seguidores de bandas como The Black Crowes pero que no los sitúo en una mejor posición en cuanto a ventas.

El inicio del álbum es un manjar sonoro. Backwoods travellin´, Gypsy Lullaby y Hello From Venus entran en tu vida y se quedan para siempre. La voz de Mike Farris es sencillamente inigualable. Rock y soul se hermanan de forma sublime. Pero la cosa no se queda en un inicio apabullante. Magnolia, Good time, Father speaks es otra de las cumbres y cierran con You are con cierto aire jazzy.

El disco publicado en 1996 cuenta con la colaboración de Warren Haynes y lo produce Michael Barbiero que había hecho lo propio con el también excelente Four de Blues Traveler, banda con la que tienen algunos puntos en común. Nada sobra y nada falta en este pedazo de disco que en su día pasó bastante desapercibido. Pero algunas veces en la vida se hace justicia y me cuentan mis amigos que cuando The Screamin´ Cheetah Wheelies tocaron en el Azkena hubo mucha gente que alucinó. Eso si que me jodió perdérmelo.

domingo, 3 de agosto de 2008

La gata sobre el tejado de zinc

Siempre me han gustado los melodramas hollywodienses. Desde pequeño he disfrutado con un género que tiene bastante mala fama en ciertos sectores. En mi caso películas como Lo que el viento se llevó, Dulce pájaro de juventud, La loba, Con él llegó el escándalo o La gata sobre el tejado de zinc forman parte de mi aprendizaje. Esta última en concreto la habré visto sin exagerar más de 10 veces. Y todavía si en un zapping la encuentro me engancho a ella sin remisión.

La gata sobre el tejado de zinc está basada en una obra de Tennesse Williams autor cuyo universo atrae tanto como repele. Algunas de sus obras fueron llevadas al cine con tino. Una de ellas es sin duda La gata sobre el tejado de zinc. Richard Brooks adaptó, tomándose sus licencias, algunas propias y otras obligadas por la censura, con brillantez un texto rico y sugerente que contó con el respaldo de uno de los mejores actores de la historia: Paul Newman y con una Liz Taylor, bellísima e igualmente espléndida en su interpretación de Maggie La Gata.

La película se desarrolla a lo largo de una tórrida noche de calor en una población sureña de Estados Unidos. Allí se junta una familia para celebrar el cumpleaños de un patriarca al que le han dado la noticia de que no tiene un tumor y si una larga vida por delante. El hombre envalentonado se dispone a ser agasajado por su familia. Pero pronto nos damos cuenta de que no es oro todo lo que reluce. Que las apariencias, las mentiras y la hipocresía campan a sus anchas.

La película es un prodigio de diálogos llevados al límite y que cuentan con el material necesario para que no sólo te resulten creíbles sino para que te agarren por tus partes y no te suelten en toda la cinta. Paul Newman, Liz Taylor, Burl Ives o Jack Carson lo bordan como se suele decir coloquialmente. Entre mis momentos favoritos sin duda están los cara a cara de Newman y Taylor al principio de la película y los más salvajes y emotivos entre Newman e Ives al final de la misma.

Una de esas películas por las que los años no pasan, una acertada reflexión sobre el amor, las relaciones paterno filiales, la codicia, la envidia, la mendacidad, sobre la vida en definitiva con una música excelente a cargo de Charles Wolcott. Siempre me encantó el tema con el que se inicia la película, un suave piano, batería y justo cuando sale el título Cat on a Hot Tin Roof un maravilloso saxo....

sábado, 2 de agosto de 2008

Mike Campbell

Como sucede en el cine, en el rock hay actores secundarios, músicos a la sombra que hacen su trabajo sin llamar demasiado la atención. Van poco a poco, con calma, sin hacer ruido. Pero ¡ay si desaparecen! Entonces la mayoría nos damos cuenta de lo grandes que son, de lo imprescindibles, tanto como el aire que respiramos. Ronnie Lane en The Faces, Izzy Stradlin en Guns and Roses o John Paul Jones en Led Zeppelin. O como el protagonista de esta entrada: Mr Mike Campbell.

Desde jovencito a la vera de Tom Petty, Mike lleva con el rubio de Florida más de treinta años y no necesitan ni decir una palabra para saber lo que quiere el otro. Y es que si repasas la trayectoria de Tom Petty te percatas de que Mike Campbell está siempre. Tocando como los ángeles la guitarra y componiendo y coproduciendo discos. Incluso cantando un gran tema ( I don´t wanna fight) en el álbum Echo.

Allá donde otros naufragan en devaneos por el mástil Campbell aporta sutileza, economía de medios, precisión. Parece que no esta ahí pero vaya si lo esta. Es junto a Benmont Tench la piedra angular de los Heartbreakers, el soporte. Y sospecho que para Petty es algo más, es su mano derecha, alguien imprescindible, auténtico. Puede que incluso un gran amigo. Los habrá más rápidos, también más glamourosos, mejor vestidos, seguro que más egocéntricos, pero pocos, muy pocos se pueden acercar al nivel de Mr Mike Campbell. A sus pies.

jueves, 31 de julio de 2008

La mendacidad

Mentiras. Nos acechan. Nos rodean. Están en nuestra vida. Las hay piadosas. De esas que supuestamente se dicen para no herir al prójimo y luego se convierten en peor que la verdad. Las hay divertidas depende de para quién. Nos las decimos a nosotros mismos, a los demás. Los otros también nos las dicen y nunca son suficientes. De algunas nacen grandes historias y otras se convierten en horribles pesadillas. Pero sólo hace falta observar atentamente y comprobarás que están por todas partes.

La mendacidad como decía el personaje que interpretaba Burt Ives en La gata sobre el tejado de zinc se huele. A algunos les asusta y otros se sienten cómodos, no pueden vivir sin ella. Un aterrador ejemplo de ella son los gobiernos. Están más a gusto que nadie con la medacidad. Invasiones, guerras, todo vale. Todo esto se me ocurre después de ver Cuando se rompen los diques: un drama en cuatro actos el documental de Spike Lee sobre el desastre del Katrina. ¿Cuántas mentiras se dijeron allí? Joder, qué miedo.

lunes, 28 de julio de 2008

Demolition 23

Últimamente estoy invirtiendo más dinero en fondo de catálogo que en novedades. He adquirido muchos cds que en su día grabé en cd con la carátula fotocopiada en color y todo. Luego he ido comprando esos compactos pero algunos están descatalogados o son muy difíciles de encontrar. He tardado largo tiempo en conseguir el I feel alright de Steve Earle o Magnolia de Screamin´ Cheetah Wheelies. Mi amigo Roberto me regaló el disco de Neurotic Outsiders un álbum por el que siento especial predilección y que era imposible de encontrar.

Sin embargo otros continúan en la lista de futuribles. Es el caso del disco homónimo de Demolition 23. Estos neoyorkinos grabaron una potente colección de canciones que me golpearon fuerte en su momento y a las que recurro a menudo. Fue un disco difícil de adquirir. Eran otros tiempos. Mi amigo Roberto lo consiguió finalmente y unos cuantos lo grabamos.

Demolition 23 eran Michael Monroe (guitarra y armónica), Sammi Yaffa (bajo), Jay Hening (guitarra) y Jimmy Clark (batería). Grabaron un álbum demoledor pero desgraciadamente su historia acabó pronto. Tan sólo un disco y una gira en la que Nasty Suicide sustituyó a Jay Hening que había sufrido un accidente de coche. Y un muy trágico final con el suicidio de Hening en el 97.

El disco está producido por el gran Little Steven, que además de ser el alma de la E Street Band y el peculiar Silvio en Los Soprano es un amante del rock´n roll que ejerce como tal. Produce bandas, organiza festivales y tiene un programa de radio. Está claro que este tío se merece un post aparte. Su labor en este disco es muy buena en los mandos y encima coescribe varios temas con Monroe y Jude Wilder. En su día Little Steven estaba entusiasmado con esta banda, este es uno de sus discos favoritos de todos los tiempos.

No se si en aquel momento eran mejor banda del momento pero este disco es pura dinamita. Desde el atronador inicio con Nothin´s alright hasta la más calmada Deadtime stories Demolition 23 es un gran disco, que te carga las pilas de inmediato. Para mi de lo mejor que ha hecho Michael Monroe.

domingo, 27 de julio de 2008

It´s over. Vuelta al ruedo.

Nada, que se han acabado. Que a pesar de que este domingo brilla el sol e invita a ir a la playa y disfrutar sin pensar en demasiadas cosas es inevitable no caer en la cuenta de que mañana a las 06:45 suena el despertador, señal inequivoca de que se impone una obligación horrorosa: Trabajar. Pero bueno, no dramatizemos a las 15:00 a casita y así hasta mediados de septiembre. Podría ser peor y aunque me cueste asimilarlo lo cierto es que hay que trabajar, no queda otra.

Hora de recoger y aprovechar las horas de luz del verano que ya vendrá la época de las cavernas. De momento voy a empezar con Van Halen II, espectacular documento de una banda que en aquella época ya era una de las más grandes y que siempre han sido uno de los grupos que mejores versiones hace. Venga You´re no good a toda pastilla. Que no cunda el desánimo.

Por cierto gracias a todos los que me habéis deseado buenas vacaciones, han sido buenas espero que como el resto, pero cortas siempre muy cortas. En agosto otra tanda.

sábado, 19 de julio de 2008

Hiatus vacacional

No hay duda de que lo único bueno del trabajo son las vacaciones. El tiempo no cuenta, o lo hace menos, transcurre diferente e incluso te tomas las cosas de otra forma. En mi caso hay desconexión total, de tal envergadura que me olvido incluso de que estoy trabajando. Por lo que la vuelta suele ser más jodida.

Esta breve paréntesis no afecta al rock´n roll para nada. Es más me llevo mi cargamento de revistas, mis cds y unas cuantas buenas pelis. A pasarlo bien. En el horizonte para finalizar el verano se presenta un Azkena bastante prometedor y quién sabe tal vez a lo que hay actualmente en cartel se añada un Fogerty, un Mellencamp o por qué no unos Allman Brothers. Soñar es gratis.