domingo, 27 de mayo de 2018

Ty Segall. Freedom´s Globin

Uno de los aspectos más interesantes de trabajar en una tienda de música es poder escuchar las novedades discográficas el día de su lanzamiento. Vamos a ver esto que acabo de escribir es una soberana gilipollez. Lo sé. En un mundo en el que casi todo quisqui tiene spotify, Youtube, Emule, Torrent... El personal ha escuchado el disco antes de que llegue a la tienda. Pero yo no soy todo el mundo, ja ja. A efectos musicales vivo como si estuviésemos en 1998. Que si, que ya sé que todas esas herramientas son la hostia. No lo niego. Todo lo contrario. Lo que sucede es que no tengo tiempo para tanto, no puedo abarcar esas ingentes cantidades de música prefiero sacarle jugo a las novedades según van llegando. Escucharlas a fondo. Es mi decisión desde hace mucho tiempo. Y la gozo.

Uno de los descubrimientos más aplastantes desde que llevo en la sección ha sido Ty Segall. Lo hice sonar por primera vez el año pasado cuando editó su disco homónimo. Lo puse sin tener ni puñetera idea de quién era. Esos días en los que hay que elegir una novedad pero no te acabas de decantar por ninguna. Y no sé por qué elegí Ty Segall. Y en buena hora. Si aquel disco fue todo un chispazo, Freedom´s Globin, lo has adivinado, me ha volado la puta cabeza. Vaya discazo se ha sacado este muchacho de la manga. Un tipo que sólo tiene 31 tacos. Freedom´s Globin es su décimo trabajo a los que hay que sumar los de sus múltiples proyectos paralelos. De todo eso me enteré poco después de pinchar el álbum cuando me compré un Ruta 66 en el que fue portada. Todo un acierto.

Freedom´s Globin es un álbum jugoso, largo y variado en el que me he perdido una y otra vez desde que lo encasqueté en el mp4 a principios de abril. Son mas de 70 minutos de música. Y no hay desperdicio. No hay un hilo conductor ni rollos conceptuales. Tan sólo un tipo dando rienda suelta a todas sus obsesiones, cargado con inmensas canciones y armado con una más que interesante ristra de instrumentos. Los temas se suceden a borbotones, sin patrón, en ocasiones sin que uno tenga que ven con el otro, de estilos diferentes pero con con mucho mojo y mucho groove. Y aunque parezca una locura conviven con inusitada fuerza pop, rock, trazos metálicos y garajeros, derramas funkys... Y funciona.



Abre el disco como un cañon Fanny Dog donde ya brillan los metales y ese acojonante ritmo de batería. Y donde las guitarras tiene su espacio justo, brillante. Hacia el minuto 2 toma las riendas una pletórica guitarra que ya no te suelta hasta el final de la canción. Le sigue Rain que se abre con un toque suave de piano y va avanzando poco a poco hasta tenerte bien agarrado con los metales de nuevo proporcionando ese sonido grueso. Explosivo es el tercer corte, Every 1´s a Winner, cover de Hot Chocolate. Una pieza de la que es imposible despegarse. A reinar en la pista con ella y su encantador falsete. Y sigue su estela de forma inmejorable Despoiler of Cadaver. Bajen la bola de discoteca por unos instantes y gocen con la propulsión funky del amigo Ty. 

Como es una constante a lo largo del disco Segall vuelve a virar de estilo y retorna al garaje más habitual con la desquiciante When Mommys Kill You a la que le sigue una de mis canciones favoritas de los últimos años: My Lady´s on Fire. Maravillosamente construida el tema comienza con Segall cantando bajo una secuencia irresistible de acústica y el asunto se va elevando hacia una coda final la mar de excitante conducida por el saxo sazonado a la perfección con guitarras acústicas, sugerentes punteos eléctricos, subrayados con el teclado. Irresistible. La misma eufórica sensación que me causó hace años Hear the Hills de North Mississippi Allstars. Es que me vuelve loco. Cuando termina no quiero que lo hago y la pongo otra vez, irremediablemente.




Claro que todavía falta mucho material sabroso, condenadamente bueno. A My Lady´s on Fire le sigue Alta y qué puedo contar, otro tema absorbente con un sonidazo abrasador, las guitarras te aplastan en una canción emotiva, que no es que sea muy cañera pero que se erige en otra de las cumbres del álbum. De Meaning me chifla ese minuto inicial en el que parece que los instrumentos se están peleando para tomar la carretera a todas hostia en plan L7, un trallazo punkarra y vacilón con el que el pogo puede ser de ordago.

Además de guitarras saturadas, saxos poderosos y una sección rítmica a todo trapo Segall se casca unos cuantos temas melódicos, pop-rock exquisito en los que también la clava como son Cry cry cry, You Say All The Nice Things o I´m Free. Ninguna desentona, todas de un nivel similar a los temas más tralleros. Es curioso como Segall se mueve con soltura en diferentes registros y estilos sin que nada parezca forzado. 

Dejo para el final otras dos favoritas: The Main Pretender con ese rompedor inicio con el saxo al que le siguen unos coros ensamblados de la forma más cool que uno se pueda imaginar. Otra que la tengo en la cabeza a a todas horas. El saxo lleva las riendas buena parte pero la guitarra no le pierde la pista en ningún momento. And, Goodnight es el cierre perfecto. Un abrasador tema cargado de guitarrazos, de partes más sutiles y con ese aura de canción que desde ya promete ser un clásico en su repertorio. La sitúo en la onda de esos temas largos e imperecederos de Neil Young, palabras mayores. And, Goodnight. Pues eso.



jueves, 24 de mayo de 2018

Mike Farris. Golden Wings

En mi casa no pasa mucho tiempo sin que suene la música de Mike Farris. Ayer mismo pusimos por millonésima vez Goodnight Sun, el debut en solitario de Farris por el que Su y yo tenemos devoción. Esta mañana un par de amigos mandan por whatsapp la noticia de que el bueno de Mike nos visitará de nuevo el 12 de octubre. La cita de nuevo en el Kafe Antzoki. Y esta vez presentará su nuevo disco Silver & Stone previsto para septiembre. Parece que se ha rodeado de buenas piezas como Reese Wymans o Doug Lancio aunque me da un poco de grima ver ahí al plasta de Joe Bonamassa. En cualquier caso atento siempre a lo que pueda ofrecer este tipo, un cantante singular, capaz de ofrecer shows muy divertidos con una banda potente detrás o de marcarse un concierto en acústico que alucinas.


domingo, 20 de mayo de 2018

Bruce Springsteen . Spirit in the night

26 de Julio de 2009. Asisto en San Mamés a uno de los mejores conciertos que he tenido la suerte de presenciar. Bruce Springsteen & E Street Band nos ofrecen un show vitamínico, esplendoroso con un repaso exhaustivo a una carrera que tiene mucho donde rascar. Salgo en volandas del show y toda la semana estoy mascullando ir la en cinco días a Pucela. Finalmente un amigo me lleva y presencio otro concierto mayúsculo con el amigo Springsteen cambiando hasta doce temas respecto al set list de Bilbao. Antes de que empiece el concierto comentó con unos colegas de mi amigo que me volaría cabeza que sonase Spirit in the Night, uno de ellos me dice que es casi imposible, que no la suele ejecutar nunca. Nunca digas eso en un concierto de Springsteen. Para mi chaladura suena. Lucky man.





martes, 15 de mayo de 2018

sábado, 12 de mayo de 2018

Monster Magnet. Sala Santana 11/05/2018

Wyndorff dirigiéndose a la chusma
Todavía me pitan los oídos tras la poderosa descarga que ayer ofrecieron Monster Magnet en la Sala Santana de Bilbao. Todas las semanas deberían terminar con un concierto así, a todo trapo, sin concesiones, directos a la yugular los encabezados por Wyndorff plasmaron un vitamínico show que se me hizo corto. Esa es la única pega que le puedo poner al concierto. Una banda como Monster Magnet con la cantidad de jugosos discos que atesora debería estar sobre el escenario por lo menos hora y media. Es un mínimo exigible. Desconozco si es cosa de la sala porque luego tienen que dar cabida a los Dj de turno o si es la banda la que ofrece estos conciertos de apenas 75 minutos. Aspecto a mejorar. 

En cualquier caso Monster Magnet sonaron arrolladores, como una apisonadora, dando cancha a unos cuantos temas de su último disco Mindfucker ( que me acuerde Soul, Ejection o When the hammer comes down)  y en consonancia con ese álbum decantándose más por la vertiente hard rockera que por la lisérgica aunque en ocasiones ambas se cruzaron de forma sublime como en ese espectacular inicio con Dopes to Infinity o en otras de las gemas de ese disco: Look To Your Orb For the Warning. Tampoco se olvidaron afortunadamente de la pegajosa Negasonic Teenage Warhead, la clase de canción que creo no puede faltar nunca en su show. Igual que Powertrip, un cierre perfecto.

Insistiendo con la plebe
El concierto no tuvo altibajos y toda la banda brilló a gran altura. Phil Caivano sigue siendo un tipo fiable a más no poder, otro de esos guitarristas con una importancia vital en el sonido del grupo, igual de brillante que cuando les vi Rock Star en 2008 o en el Festimad de 1999, en ambas citas todavía estaba Ed Mundel pero mentiría si escribiese el guitarrista de ayer lo hizo mal, Garret Sweeny la clavó desde un segundo plano al igual que la sección rítmica, bajo y batería condimentaron la grasa a la perfección. 

Como he mencionado el concierto podría haber durado media hora más tranquilamente y de esa forma habríamos escuchado más temas de cualquiera de sus discos porque la verdad la trayectoria de esta banda es prácticamente perfecta sin álbum chusco que haya que echarles en cara. En cualquier caso gocé cual cochinillo en el lodazal. Y repetiría mañana mismo. Por cierto, en el puesto de merchan entre otras golosinas vendían un set list plastificado, firmado y con cuatro púas. ¿Dónde ha quedado esa lucha por pillar el set list, púas, baquetas y demás?. Cagüen.


martes, 8 de mayo de 2018

Small Town Rock Fest. Centro Artis Portillo 05/05/2018

Este fin de semana he acudido invitado por mi primo al Small Town Rock Fest que se celebra en Portillo (Valladolid). La segunda edición de este evento ha tenido lugar en el Centro Artis, una ubicación perfecta para rockear sin parar durante unas cuantas horas seguidas. Lo que viene a continuación no es una crónica exhaustiva sobre los conciertos. Vaya por delante que a excepción de Los Deltonos, una de las bandas que más he escuchado en los últimos años, no conocía a los demás participantes pero dada mi afinidad con Alex G, uno de los organizadores del evento y sujeto con el que comparto mi pasión por la música, acudí convencido de que lo que iba a escuchar merecería la pena como así fue. 

La fiesta comenzó el sábado a la mañana en el patio de armas del castillo de Portillo. Me informa un parroquiano de que se han realizado conciertos de corte clásico o jazz. En en esta ocasión iba a sucumbir al encanto del rock´n roll. Rubia fueron los encargados de desplegar sus melodías entre las piedras del castillo. Su me recordó que a Sara Iñiguez cantante de Rubia la habíamos visto en el escenario con Diamond Dogs un par de veces. El sábado en el castillo se les vio sueltos y pasándoselo pipa en plena solana. 

En el centro Artis con el sol de Castilla reinando a las seis de la tarde más o menos comenzaron Empty Bottles. Tenía buenas referencias sobre ellos pero como he escrito antes no les había escuchado. Iban con muchas ganas y propulsados por la rotunda voz de Toni se marcaron una sugerente actuación plagada de rock blues y entre trago va, trago viene de un artefacto que compartieron con el público se vinieron arriba. Se les veía pletóricos, contentos, disfrutando del rock´n roll en las distancias cortas. Suenan así de bien.



A eso de las ocho el cantante de Uncle Sal nos hace saber que cree tiene una papeleta por eso de que les han puesto entre Empty Bottles y Los Deltonos y la solventan con mucha clase. De esta banda de Ibiza es que no tenía ni una referencia y me encantaron. Tal y como sonaban me dio la impresión de  que tienen que tener el culo pelado de dar conciertos. Desde luego el sábado sonaron rotundos. Comenzaron con un tema pausado que se va calentando de forma elegante y que captó toda mi atención, Hard Life. Temarral. Así es como me gusta que suenen las guitarras. Si antes he mencionado la voz de Toni de Empty Bottles, hostia con la de Sandro Soulman Sal. Me ganaron por completo con las versiones de Whipping Post de Allman Brothers y Cortez the Killer de Neil Young.


El plato fuerte por horario eran Los Deltonos. Cuando saltaron al escenario pasadas las diez de la noche hacía un frío del carajo y les costó un rato entrar en calor. En plena faena se fue la luz unos minutos pero a la vuelta dieron buena grasa. Un de esos conciertos que van de menos a mas y que cuando el percal se calienta del todo se acaba. Engancharon de forma muy chula Muy bien y Discoteque Breakdown y cayeron los clásicos de rigor (Repartiendo, No por nada, Elvis, Gasolina o la inevitable Soy un hombre enfermo para cerrar). También dieron cancha a los temas de su último disco. El mejor momento esa cruda San Martin. Disfruté mucho más de la última media hora. Me sitúe un poco más atrás donde la voz de Hendrik Rover se escuchaba mucho mejor que en la primera fila donde estuve al inicio de su actuación. 

La traca final la pusieron The Riff Truckers. El personal botaba de lo lindo con estos tipos de Gernika que tenían unas ganas de fiesta descomunales. El menda observaba la algarabía desde la barra a lo lejos, repostando un poco mientras compartía impresiones con colegas que hacía que no veía lustros. Un gran fin de semana. A repetir sin duda. Confianza total en Alex G, un puto crack. Animarle a que lo siga haciendo. Barrunto un futuro más que interesante. Y encantado de conocer por esta vía bandas de las que apenas tengo referencias. Salud!