domingo, 13 de enero de 2008

¡Vuelven Squirrel Nut Zippers!

A mediados de los noventa en Estados Unidos hubo un movimiento musical retro denominado neo swing que catapultó a unas cuantas bandas a lo más alto de los charts. Una generación de músicos elegantemente vestidos lideró a bandas como Royal Crown Revue, Big Bad Voodoo Daddy, The Cherry Poppin' Daddies o The Brian Setzer Orchesta. Pero había mucho más alla de la moda y el conyuntural triunfo en las listas de éxito. Sobre todo en el caso de los protagonistas de este post: Squirrel Nut Zipppers.

Liderados por Jimbo Mathus, un auténtico musicólogo enamorado del blues y Tom Maxwell, un multiinstrumentista y excelente compositor grabaron una serie de discos imprescindibles que mirando sin complejos al pasado lo revitalizaban con excelentes composiciones. Y es que basta escuchar los temas de los fantásticos Hot (1996) o Perennial favorites (1998) para darse cuenta de dónde venía toda esa inspiracion. La música de New Orleans, el calypso, el jazz, toques blues, nada se les escapaba a estos músicos que reivindicaban con orgullo a Louis Armstrong.

Hasta el 2000 grabaron unos cuantos discos divertidos y esenciales, más allá de la etiqueta neo swing que se les coloco. Uno de los alicientes en esta banda era y afortunadamente va a seguir siendo Katherine Whalen. Una chica con una voz exquisita que ha grabado un par de discos en solitario (el primero de ellos, Katherine Whalen´s Jazz Squad, merece un post aparte). Sus últimas actuaciones en directo datan de hace siete años hasta que en el pasado 2007 se reunieron girando por buena parte de USA. Ahora parece que van a grabar un disco y ya estoy deseando escucharlo. Y si girasen por aqui ya sería la bomba.

miércoles, 9 de enero de 2008

Johnny Cash, Unchained

El día que Johnny Cash y Rick Rubin decidieron trabajar juntos fue una excelente noticia para la música. La carrera de Cash estaba en una etapa muy gris y Rubin tuvo la habilidad de sacar lo mejor de este mítico outlaw. Se conocieron a la salida de un teatro. El productor, Rick Rubin, con su larga barba y aspecto desaliñado frente al elegante hombre de negro. Éste desconfiaba de lo que le proponía Rubin pero finalmente aceptó por la insistencia de entre otros Tom Petty.

El primer disco que Rubin produjo de Cash se titulo American Recordings en 1994. Un album austero, desnudo, tan sólo The Man In Black con su guitarra y su poderosa voz. Y para que más. ¿O si? Visto el increíble resultado del siguiente: Unchained del 96. Uno de los mejores discos de la década. Un sonido atronador. Cash acompañado de Tom Petty y los Heartbreakers al completo. ¿Qué más se puede pedir?

En Unchained escuchamos a un Cash en un envidiable estado de forma. El disco recoge unas cuantas canciones propias de Johnny como Country boy, Mean eyed cat o Meet me in heaven más unas versiones antológicas de temas como Rowboat (Beck), Memories are made of this, un tema que también había interpretado Dean Martin o The Kneeling Drunard´s plea de la Familia Carter.

Unas canciones que desde ese momento forman parte por derecho de propio del legado de Cash. Para mi son de Cash. Adoro Rusty Cage de Soundgarden, es una canción que roza el heavy metal. Pero para mi desde que la cantó Cash ya es de él. Puro country. La imbatible voz de barítono de Johnny la lleva a un terreno muy diferente de la original. Si a la voz le acompaña la guitarra de Campbell, los coros de Pettty.... Años después, se editó Unearthed y ahí se puede comprobar que el material perteneciente a Unchained es lo mejor que grabó Johnny Cash bajo la producción de Rick Rubin.

Sobrecogedor el espiritual con Cash clamando con su imponente voz:

Jesus I don't wanna die alone Jesus oh Jesus I don't wanna die alone My love wasn't true Now all I have is you Jesus oh Jesus I don't wanna die alone Jesus If you hear my last breath Don't leave me here Left to die a lonely death I know I have sinned but Lord I'm suffering Jesus Oh Jesus If you hear my last breath Jesus I don't wanna die alone Jesus oh Jesus I don't wanna die alone My love wasn't true Now all I have is you Jesus Oh Jesus I don't wanna die alone Jesus Jesus All my troubles All My pain Will leave me Once again All my troubles All my pain Will leave me once again All my troubles All my pain Will leave me once again Once again

sábado, 5 de enero de 2008

Detour, un pequeño clásico de la serie B

Un hombre con la mirada perdida camina de forma cansina en la oscuridad de la noche. Entra en un bar y se pone furioso con un parroquiano que ha seleccionado en el juke box una canción que le trae muy malos recuerdos. A partir de ahí, la voz en off de este personaje (Al Roberts) nos narra mediante un flashback su particular descenso al infierno del alma humana.

En algo más de una hora y con algunos de los ingredientes básicos del cine negro, a saber, un tipo con muy mala suerte, una mujer fatal, unas diálogos hirientes, la voz en off y el imprescindible flashback, el director de esta pequeña joya Edgar G. Ulmer nos transporta a un universo turbio e imprevisibe. Detour es un pequeño clásico de la serie B que demuestra que con cuatro duros y mucha pericia tras las cámaras se puede hacer muy buen cine.

Como tantas otras películas descubrí este film en el programa Qué grande es el cine! de Jose Luis Garci. Creo recordar que lo echaban los lunes y mi padre solía grabar muchas de esas películas. Generalmente días después las veía sin anuncios pero esta era tan corta que la vi con la publicidad y todo. No me canso de verla, es una de las mejores películas que he visto sobre la fatalidad, un clásico del cine negro poco conocido y que merece la pena redescubrir.

En uno de los magnifícos diálogos de la película el personaje principal dice:

El dinero, ¿sabes lo que es? Eso de lo que nunca tienes suficiente. Pequeños papeles verdes con la cara de George Washington. Esclaviza a los hombres, los hace cometer crímenes, y mueren por ellos. Causa más problemas en el mundo que cualquier otra cosa.

miércoles, 2 de enero de 2008

Marah, 20000 streets under the sky

El Ruta 66 nos saluda el año con Marah en la portada. Un gran inicio de 2008. Una foto y el nombre del grupo bajo el título de todavía la gran esperanza blanca. Roger Estrada firma un excelente artículo sobre la apasionante historia de esta banda de Filadelfia que tanto ha dado que hablar en los últimos años por estas latitudes. Y es que los hermanos Bielanko se han labrado una justa fama cimentada en apoteosicos conciertos, una auténtica celebración de amor por la música que no deja indiferente a nadie.

Descubrí a Marah cuando trabajaba en Gong Discos hace tres años. Me llamó la atención la portada de 20000 streets under the sky. Una solitaria estación de autobuses, un cartel del banco Chase Manhattan, ese color, en definitiva una invitación a viajar con ellos por su ciudad natal Filadelfia. Apenas había leído nada sobre ellos en aquella época y lo puse en la tienda de discos sin que a las primeras escuchas me causara una gran impresión. Pero como me sucede muchas veces poco a poco me fue atrapando hasta convertirse en un indispensable de ese año y un disco al que recurro a menudo.

Marah debe ser uno de los grupos actuales que cuenta con unos fans más famosos. Los escritores Nick Hornby y Stephen King no se cansan de alabarles a todas horas, Steve Earle les contrato para su sello, Springsteen les invitó a cantar Raise your hand en uno de sus conciertos... La crítica pone por las nubes sus directos y corre como la polvora la máxima de que son mucho mejor en directo que en estudio. A mi me conquistaron en estudio con este disco y luego en directo pero no hago esa distinción.


20000 streets under the sky es como un collage sonoro en el que reinan las guitarras, las trompetas, los saxos, unos coros juguetones y unas composiciones que recogen un momento vital muy especial para los hermanos Bielanko. Y es que tras grabar su controvertido Float Away With The Friday Night Gods este 20000 streets under the sky supone el reencuentro de David y Serge con un sonido más acorde a su música y a sus pretensiones. Es una fiesta en la que los protagonistas son las calles de Filadelfia pobladas de peculiares personjes y de las propias historias de los Bielanko. Cerré el año con el clásico de Mellencamp The lonesome jubilee y no se me ocurría mejor forma de abrirlo que con este otro clásico de Marah.

sábado, 29 de diciembre de 2007

John Mellencamp, The lonesome jubilee

Como escribí en un post anterior soy lector habitual de Popular I y cuando comencé a comprarla a finales de los ochenta se mencionaba una y otra vez a John Cougar Mellencamp. Así que un día acudí a mi tienda de discos habitual para hacerme con un par de discos del tal Cougar. Los primeros que compré fueron American Fool y Uh-Uh y a partir de ahí me hice con todo lo que pude. Hubo una época en que estaba obsesionado con la música de este tío.

Entre 1982 y 1987 John Mellencamp gozó de su época de máxima popularidad en Estados Unidos. Posteriormente sus discos han seguido casi siempre en lo más alto de las listas pero los de esa época fueron multiplatino y como les sucedió a tantos otros pronto le colgaron la etiqueta de nuevo Springsteen. Etiqueta que también le colocaron a Springsteen con Dylan de referente cuando empezaba el de New Jersey. Ninguna de las dos tiene demasiado sentido.

En 1987 con The Lonesome Jubilee, Mellencamp cerró de manera inmejorable su trilogía clásica iniciada en el 82 con Uh-uh y seguida en el 85 con Scarecrow. The Lonesome Jubilee es un festín sonoro cargado de mala leche en plena era Reagan. Nunca antes violines, mandolinas y acordeones sonaron tan rockeros. Es curioso, me encanta poner este disco para empezar un día soleado, es pura adrenalina, desprende energía y sin embargo lees las letras y te das cuenta de que está cargado de crítica social, amargura y que habla de asuntos que conciernen y mucho al ciudadano medio americano.

Merece la pena recordar a los músicos que participaron en esta delicia, los habituales Larry Crane y Mike Wanchic a las guitarras, Toby Myers al bajo, John Cascella a los acordeones y teclados, el contundente Kenny Aronoff a la batería y los coros de ensueño de Pat Peterson y Crystal Taliefero junto con la fina violinista Lisa Germano. Mellencamp se rodeó de todos ellos para crear un disco atemporal que sólo se puede decir que pertenece a los ochenta por el contexto sociopolítico que lo rodea ya que a diferencia de muchos discos de esa década tiene una producción inigualable.

We are the people

If you´re feelin´ shut down, may my thoughts be with you, If you´re a black man bein´ beat down and shoved all around may my thoughts be with you
If your world´s gettin´ a little too tough you know our thoughts are with you
Hey, i know that it´s crazy out there and my thoughts are with you

We are the people ande we live forever, We are the people and our future´s written on the wind, on the wind

If you are one of the homeless may our thoughts be with you
If you are scared and alone, you know our thoughts are with you
If you are one of the fortunate ones, we all know it´s lonely up there
We understand that nobody´s got it made so our thoughts are with you

You see yourself as a leader may my thoughts be with you
If you try to divide and conquer we´ll rise up against you
We know only the strong will survive
But me meek will inherit
So if you´ve got a coat of arms, oh friend I suggest we wear it
We are the people ande we live forever, We are the people and our future´s written on the wind, on the wind

martes, 25 de diciembre de 2007

Mi Top Ten del 2007

Llega el final del año e inevitablemente abundan las listas de los mejores discos en todo blog que se precie. En un alarde de originalidad ahí va al mío. Antes unas reflexiones acerca de esta manía que tenemos todos de elegir lo mejor del año, de la década, de la historia... Llevo practicando este entretenimiento desde mi más tierna infancia. Recuerdo perfectamente que en clase de informática en mi época de EGB yo era el impulsor de unas listas al mejor grupo, mejor guitarrista, mejor canción... Ibamos pasando la hoja entre los que me hacían caso y al final ahí teníamos nuestra lista.

Este año he disfrutado como siempre de buena música y de grandes conciertos que son sin duda los momentos más especiales para un melomano. En la era de Internet, a un sólo click tienes innumerables discos a tu alcance, más de lo que cualquier miserable que tenga que trabajar y otros quehaceres pueda escuchar en su vida. Hace tiempo que pare el carro de las descargas y voy paladeando los discos poco a poco. Muchos se me habrán quedado en el tintero y los descubriré en los próximos meses o años, quién sabe.

Tesla - Real to reel. Para un servidor el disco del año. Despliegue de fuerza e intensidad. Siendo bastante fieles a las canciones originales los dos volumenes de Real to reel son un tesoro, una demostración de poderío en la que la banda brilla, con especial mención para su cantante, Jeff Keith. Lástima que finalmente no pasaran por Donosti, ha debido ser el concierto del año.

Mike Farris - Salvation in lights. Excelente combinación de sabor blues y gospel de un cantante en estado de gracia. Siete versiones y cinco temas propios a la altura de las circunstancias. Sueño con verlo en un pequeño teatro.

Bettye Lavette - Otro disco de versiones cantadas con maestría y todo su alma por esta mujer de 61 años que las ha pasado de todos los colores en el negocio. Acompañada por Drive by Truckers que se limitan a poner las notas justas para que brille la voz de Lavette.

John Mellencamp - Freedom´s road. Poco a poco se ha ido convirtiendo en uno de mis discos favoritos de este año. Una gran Mellencamp que parece que ha optado por seguir los esquemas sonoros de su anterior Trouble no more y ha facturado un excelente album.

Mother Superior - Three headed dog. Este power trío lleva años sin bajar la guardia y han grabado su obra más ambiciosa. Eclécticos y compenetrados como pocos han grabado un disco clásico que merecería mucha más repercusión.

The Hangmen - In the city. Es un Ep producido por Mike Ness, siete canciones de punk rock con espacio para las melodías. Lástima que sólo sean siete temas, pero qué siete!

Harry Connick Jr - Oh my Nola. Un sincero e inspirado homenaje a New Orleans. Un tipo que sabe mezclar con elegancia diferentes estilos de música y salir triunfante del asunto.

John Fogerty - Revival. Otro de los grandes que se ha rodeado de músicos de postín para crear un disco repleto de buenas guitarras, melodías que si hubiese sido grabado en los 70 como un disco más de la Creedence no desentonaría.

The Cult - Born into this. Parece que el regreso de The Cult ha dividido a sus seguidores. Hay quien cree que tiene un sonido demasiado moderno. Pero, ¿y las canciones? Excelentes. Grandes guitarras y la contundente voz de Ian Atsbury ponen el resto.

Monster Magnet - 4 Way Diablo. La alargada sombra del Powertrip planea sobre la carrera de estos tipos pero ellos continuan grabando buenos discos como el de este año. Contundencia, devaneos con la psicodelia y un puñado de temas para tararear puño en el alto con una buena birra.

Se me quedan fuera discos que ni siquiera me ha dado tiempo a escuchar casos de los últimos de Neil Young, Mavis Staples, Tori Amos... Con calma, esperemos que el 2008 sea tan rockero como este y todos a disfrutar. Saludos a todos los que habeis participado en este blog. Happy new year!

sábado, 22 de diciembre de 2007

Frank Sinatra, In the wee small hours

Si hubo una persona que pudo dominar y manejar a su antojo a Frank Sinatra esa no fue otra que Ava Gadner. La felina actriz norteamericana volvió loco al amigo Frank, le manipulo cuanto quiso y juntos pasaron unos cuantos años tormentosos, repletos de amor, pasión pero también de celos y dardos envenenados. Las portadas de las revistas de la época tuvieron carroña durante una buena temporada.

Mientras esto sucedía, Sinatra compaginaba su apreciable carrera cinematográfica con lo que mejor sabía hacer: grabar maravillosos discos, con sabor a jazz y con una de las mejores voces de la historia. Hasta el año 1955 casi todos los discos de Sinatra eran esplendidas colecciones de canciones sin una línea temátia. Pero en febrero de ese año Sinatra grabó un Lp para llorar a Ava: In the wee small hours. Un album teñido de tristeza. Con solo mirar la portada nos podemos percatar del estado de ánimo de Frank.

La melancolía de Sinatra te puede hundir en un domingo lluvioso. Hay que tener cuidado con este tipo de discos. Este en concreto es una desgarrora muestra del dolor de un tipo abatido. Imposible no emocionarse con temas como I get along without you very well, el clásico de Ellington Mood Indigo o la explicita When your lover has gone con Sinatra cantando: At break of dawn, there is no sunrise, when your lover has gone...

Al finalizar ese año Sinatra rodaría una de las cumbres en su filmografía, El hombre del brazo de oro, tal vez junto con De aqui a la eternidad la mejor muestra del gran talento de Frank Sinatra como actor. Después posiblemente siguiese llorando la pérdida de Ava pero pronto se refugio en el Rat Pack y en unos alegres discos con Count Basie... Y es que tanto los discos como las películas y por supuesto las míticas juergas de Sinatra merecen unos cuantos post al respecto.