There goes the last dj, who plays what he wants to play, and says what he wants to say...
lunes, 25 de mayo de 2020
domingo, 24 de mayo de 2020
Tu vecino puede ser de Vox
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¿Será reutilizable? |
En los últimos días se han producido por diversas capitales españolas unas cuantas manifestaciones que han causado un importante ruido mediático. Miles de personas ataviadas con banderas españolas (algunas inconstitucionales, jamás lo pude creer), mascarillas con la banderita y toda la parafernalia rojigualda. Enseguida han salido memes a tutiplén ridiculizando estos actos. Algunos de ellos muy buenos, para qué nos vamos a engañar. El humor no debe tener límites y me río tanto con estos como con los de signo contrario. Pero no es por ahí por donde quiero tirar. Me parece bien que haya memes y demás pero es un error mayúsculo creerse que esas caceroladas son cosa de Cayetanos y demás. Alguno igual no ha mirado cuántas personas han votado a Vox en las últimas elecciones: 3.640.063. No es un número a despreciar.
En general buena parte de la izquierda tanto la política como la mediática (si es que esta existe que lo dudo mucho) mira desde una atalaya de superioridad a toda esa gente. Y una cuestión es quejarse de que en las manifestaciones no se cumplan las medidas de seguridad, una queja racional y bien hecha y otra cuestionar que tengan el derecho a manifestarse aunque sus ideas y lo que piden estén en las antípodas de lo que piensas como es mi caso. Pero flaco favor se hace denigrando a todas esas personas. Las tenemos más cerca de lo que creemos, pueden ser tu vecino. En mi caso estoy casi seguro ja ja.
De todas formas me hace mucha gracia lo que ocurre en la piel de toro. Un país donde un dictador estuvo 40 años, no uno ni dos ni diez, cuarenta, que murió en la cama, nadie le derrocó, no voló por los aires, no, en la puta cama y que cuando la palmó de repente salió mogollón de peña demócrata por todas las esquinas. Y de todo ese lodazal tal vez se pueda explicar muchas cosas de las que suceden hoy en día. Pero, no qué va, tenemos un país de envidar con una transición democrática modélica ja ja ja. En fin, Hello, hello from Venus.
domingo, 17 de mayo de 2020
The White Buffalo. Come On Love, Come On In
Some say life and love is ever fleeting
Blood and tears will always spill
Days and nights are numbered
You only get one heart to fill
Another day is gone
Another day begins
Come on love
Come on in
The firing squad
It just keeps calling
Boy your time is up
You got no time to kill
Go on and leave me Mama
If that's what you're going to do
So I can get on with it without you
Another day is gone
Another day begins
Come on love
Won't you come on in
Another day is lost
Another day begins
Come on love…
Blood and tears will always spill
Days and nights are numbered
You only get one heart to fill
Another day is gone
Another day begins
Come on love
Come on in
The firing squad
It just keeps calling
Boy your time is up
You got no time to kill
Go on and leave me Mama
If that's what you're going to do
So I can get on with it without you
Another day is gone
Another day begins
Come on love
Won't you come on in
Another day is lost
Another day begins
Come on love…
sábado, 9 de mayo de 2020
Little Richard. Here´s Little Richard plus Little Richard
Más de sesenta años después de su publicación Here´s Little Richard sigue sonando rompedor. Nada le puede detener. Tanto tiempo después las bandas siguen rastreando la esencia del rock´n roll en esta rodaja. Y el listón no puede estar más alto. Debutar con un disco así es una bendición por un lado pero pone el nivel tan arriba que resulta complicado seguir su estela. En su segundo disco seguro. Después no lo sé. Tal vez Richard lo consiguió. No lo sé. Será un placer investigarlo. Lo que está claro es que aquí puso una de las primeras piedras del rock´n roll y bien arraigada además. 28 minutos que valen por carreras enteras.
La forma de cantar y comportarse del amigo Richard en escena resume perfectamente lo que es el rock´n roll. El peligro, la sensación de caos y el efecto liberador está ahí. Y por mucho tiempo que pase nada puede borrar ese subidón que proporciona esa música. Incluso hasta en los temas más calmados como Can´t Believe you wanna leave o Miss Ann su impronta tiene ese regustillo de lo salvaje, de lo inesperado. Cualesquiera que fueran las influencias de Richard las elevó a un lugar desconocido. Siempre se nombró a Esquerita como una de sus influencias. Le robó hasta el peinado el bueno de Ricardito.
Musicalmente este primera etapa de Richard se basaba en el piano y el saxo. Ambos llevan el peso de cada tema siendo la guitarra predominantemente rítmica y el despliegue vocal de Ricardito lo que sobresale por encima de todo. Little Richard no se volvía loco con las letras. Casi todas giraban en torno a un tema: lujuria a mansalva, sin mesura, expresada con abundantes falsetes y onomatopeyas imposibles pero que rimaban que no veas. Tenía que ser la leche ver a este sujeto en un escenario. Negro, abiertamente homosexual y alentando a las masas. Tremendo. En un documental que vi sobre la historia del rock Little Richard explicaba como su música hizo añicos la barrera de la segregación, que en muchos locales los negros y negras se mezclaban con los blancos. Danger, danger.
El título ya es toda una declaración de principios: Here´s Little Richard. Y ha venido para quedarse apunto. Prepárate amigo porque todo va a volar por los aires. Nadie ha cantado esas locuras de dos minutos y medio como lo hacía Richard mientras aporreaba su piano de la forma menos académica posible. Canciones como la mencionada Tutti Frutti, Ready Teddy, Long Tall Sally, Rit It Up son toda una declaración de principios, tonadas frescas a más no poder que invitan al baile, a pasar un rato divertido que a ser posible acabe en lujuria.
El segundo disco titulado simplemente Little Richard es otro compendio de rock salvaje primigenio con todos los ingredientes del primero tan frescos como el primer día. Nada se ha perdido en el camino. Ahí está la mítica Lucille, es inicio absolutamente rompedor con Keep A Knockin´, la brillante y eterna Good Golly Miss Molly...Nadie mejor que Richard para cantar eso de All around the world, rock and roll is on its way, all around the world, rock and roll its on its way, You can hear those jukebox jumpin´ all night and all through the day...
Musicalmente este primera etapa de Richard se basaba en el piano y el saxo. Ambos llevan el peso de cada tema siendo la guitarra predominantemente rítmica y el despliegue vocal de Ricardito lo que sobresale por encima de todo. Little Richard no se volvía loco con las letras. Casi todas giraban en torno a un tema: lujuria a mansalva, sin mesura, expresada con abundantes falsetes y onomatopeyas imposibles pero que rimaban que no veas. Tenía que ser la leche ver a este sujeto en un escenario. Negro, abiertamente homosexual y alentando a las masas. Tremendo. En un documental que vi sobre la historia del rock Little Richard explicaba como su música hizo añicos la barrera de la segregación, que en muchos locales los negros y negras se mezclaban con los blancos. Danger, danger.
El título ya es toda una declaración de principios: Here´s Little Richard. Y ha venido para quedarse apunto. Prepárate amigo porque todo va a volar por los aires. Nadie ha cantado esas locuras de dos minutos y medio como lo hacía Richard mientras aporreaba su piano de la forma menos académica posible. Canciones como la mencionada Tutti Frutti, Ready Teddy, Long Tall Sally, Rit It Up son toda una declaración de principios, tonadas frescas a más no poder que invitan al baile, a pasar un rato divertido que a ser posible acabe en lujuria.
El segundo disco titulado simplemente Little Richard es otro compendio de rock salvaje primigenio con todos los ingredientes del primero tan frescos como el primer día. Nada se ha perdido en el camino. Ahí está la mítica Lucille, es inicio absolutamente rompedor con Keep A Knockin´, la brillante y eterna Good Golly Miss Molly...Nadie mejor que Richard para cantar eso de All around the world, rock and roll is on its way, all around the world, rock and roll its on its way, You can hear those jukebox jumpin´ all night and all through the day...
miércoles, 6 de mayo de 2020
Cierra Rockdelux
Vaya por delante que jamás fui ni lector ni comprador de RDL. No vaya a ser que me quiten el carné de rockero que mi reputación ya esta bajo mínimos. No conectaba con su línea editorial, ni con ese estilo pedante y remilgado ni con esas ínfulas de superioridad y lo más importante con muchas de las bandas a las que elevaban a los altares. Uno de los los grupos a los que ensalzaban una y otra vez eran Los Planetas y por ahí si que no.
Se acabó la dosis de mala uva. O casi. Voy con lo positivo. La compré media docena de veces (dos con portada de Tom Waits, otra Nick Cave un par de especiales y la última vez cuando murió Aretha Franklin. Fue el único medio español que la puso en primera plana. Bien por ellos.) En esas ocasiones disfruté de su lectura, eso si haciendo un esfuerzo supremo por comprender su vasta literatura dado que el menda estaba más acostumbrado al rudo estilo de estibador de Popular 1 repleto de frases como rockeará tu mundo, florecilla silvestre o me vuela la puta cabeza. Pero esos son mis problemas y mis limitaciones.
Además de esas ocasionales compras en los noventa la traían a la Biblioteca Pública de mi pueblo y uno que es curioso e inquieto por naturaleza la echaba una ojeada de vez en cuando. A veces me sorprendía gratamente otras me cagaba en sus muelas ante tanta pretenciosidad. Me sucedía un poco lo que relata con mucho tino y gracejo Jordi Meya en este artículo. Pero no negaré que alguna banda descubrí y algún libro capte en su interesante sección de críticas.
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Malamente para que yo la compre |
Vamos con asuntos más serios. RDL explica las razones del cese. La revista catalana tenía un modelo de negocio en el que primaba la calidad en la distribución, papel e impresión y en la que se pagaba a los colaboradores. Pero, ¿es que acaso el Ruta 66 y Popular 1 no pagan a sus redactores? Será posible... En el caso de RDL si esto es así les honra. Y en cualquier caso independientemente de filias y fobias su cierre es una noticia malísima para la prensa musical. Y me temo que el proceso es imparable para todas. Aquello de cuando las barbas de tu vecino veas cortar....
Es cuestión de tiempo. Asunto generacional. Los hábitos de consumo cultural han variado tanto desde la irrupción y posterior expansión de Internet que todos los negocios tradicionales están condenados de una u otra forma. Es un proceso imparable. He trabajado en una tienda de discos seis años y ni uno las ventas mejoraban respecto al anterior. Siempre para abajo. Una tendencia demoledora.
Ahora toca despedir este inmundo tocho con un tema. Tranquilos no va a ser de Los Planetas. Mis elegidos son Spiritualized una banda muy del RDL y cuyo último disco And Nothing Hurts me moló mucho. Pero eso queda entre el RDL, los escasos lectores de este cochambroso blog y yo. Salud!!!
viernes, 1 de mayo de 2020
The Hangmen. Metallic I.O.U.
La de The Hangmen es una de esas historias que me fascinan. Hicieron su debut en 1989 en el sello Capitol con un álbum de título homónimo y tuvieron cierta repercusión. Era la época donde las hair bands triunfaban en cada esquina de Hollywood y la apariencia de estos tipos no se alejaba demasiado de ellas. Pero las intenciones de Bryan Small no tenían nada que ver con el brillo de aquellas bandas repletas de laca. A Small le atraía mucho más el lado oscuro de Hollywood y tenía más que ver con X, Gun Club o The Stooges que con Poison o Ratt a los que directamente detestaba. Tras ese prometedor debut ficharon por Geffen e incluso grabaron un segundo disco que quedó sepultado por la discográfica. Y Bryan la jodió, reconocido por el mismo.
A partir de ahí un inmenso agujero negro. Nada más y nada menos que una década luchando contra las adicciones. Empeñando sus guitarras para droga. Me pregunto como sobrevivió Bryan Small todo ese tiempo en un país sin sanidad universal, sin ingresos, a qué dedicaría su tiempo este buen tipo además de a meterse de todo. Lo sorprendente es que su retorno en 2000 no pudo ser más aplastante, Metallic IOU es una auténtica bomba, uno de esos discos seminales que todo amante del punk rock con apertura a cierto sonido roots debería tener. Lo escucho y me produce el mismo sentimiento exultante que Demolition 23, Neurotic Outsiders o cualquier disco clásico de Social Distortion o Iggy Pop. Juega en esa liga pero desgraciadamente no ha tenido ni un décima parte de repercusión que los mencionados. Si que gozó de cierto prestigio entre la crítica.
Para este disco Bryan Small recupero un par de temas de su segundo álbum (Downtown y Shoot) jamás editado y el resto son composiciones nuevas y no se me ocurre una forma mas contundente de volver al rock´n roll que con tonadas tan irresistibles como Broke, Drunk & Stoned, Bliss o Loners, Junkies & Liquor Stories donde llevan a lo más alto las enseñanzas de Iggy Pop. En mi casa son clásicos instantáneos de un poderío arrebatador con guitarras contundentes, estribillos marcados a fuego, ocasionales juegos con panderetas y una interpretación vocal de Bryan Small cargada de rabia. Este tipo sabe de qué va el paño, amigos. No hay impostura aquí. Todo suena auténtico a rabiar. Cuando suena esa armónica de I luv U ya estoy más que perdido con estos tíos. Esos estribillos increíblemente bien construidos y unas guitarras colocadas en su punto justo. Son la hostia.
La apertura con Downtown ya nos señala por dónde van a ir los tiros. Es imposible no caer rendido ante las prominentes guitarras de Bryan Small y Jimmy James que hacen un trabajo espectacular. Seguro que ninguno de los dos saldría en una hipotética lista de mejores hachas ni de lejos pero dame cien mil tíos como estos que saben lo que necesita cada canción. El jolgorio con el que abordan Broke, Drunk & Stoned es digno de mención. La parte de la slide de Jimmy James es prodigiosa. El estribillo a pleno pulmón liberador. La misma sensación que con Shoot otra canción adictiva con unos gritos finales que me recuerdan al Alice Cooper de los setenta.
Si no consiguieron el éxito con un tema tan redondo y a priori con potencial comercial como Bent que incluso tiene un vídeo la mar de molón no creo que lo consigan nunca. I Luv U como he señalado antes me tiene loco. Esa armónica inicial soplada por Jimmy James deja paso a un bajo contundente ejecutado por Laura Lucky Bennet que comanda la canción con una clase de no te menees. En Is That All There is? se hacen imprescindibles los coros de Laura Lucky Bennet y de nuevo la guitarra de James se curra unos solos precisos metidos con precisión quirúrgica. No me extraña que Mike Ness cayese rendido ante este grupo. Se guardan la baza ganadora de Russian Roulette la versión de Lords Of The New Church pero es que los temas propios son incluso mejores. Que no voy de farol.
Iggy Pop tendría que estar orgulloso de que le hayan salido unos discípulos tan hábiles pero a diferencia de otros combos encajados en el punk rock siento que esa etiqueta se le queda pequeña a los angelinos o al menos no hace justicia a su esfuerzo por no sonar predecibles. Todo un acierto la producción de Jimmy Sloan que se ajusta a la perfección a la peculiar mezcla de la banda y encima los cabrones son capaces de emocionar y mucho cuando abordan temas lentos como ese maravilloso Blue Light que cierra el álbum y que va creciendo hasta hacerse inmenso. Va a tener razón Bryan Small y como dice en el Ruta 66 del pasado mes Las mejores baladas las cantan los punk-rockers...
Para este disco Bryan Small recupero un par de temas de su segundo álbum (Downtown y Shoot) jamás editado y el resto son composiciones nuevas y no se me ocurre una forma mas contundente de volver al rock´n roll que con tonadas tan irresistibles como Broke, Drunk & Stoned, Bliss o Loners, Junkies & Liquor Stories donde llevan a lo más alto las enseñanzas de Iggy Pop. En mi casa son clásicos instantáneos de un poderío arrebatador con guitarras contundentes, estribillos marcados a fuego, ocasionales juegos con panderetas y una interpretación vocal de Bryan Small cargada de rabia. Este tipo sabe de qué va el paño, amigos. No hay impostura aquí. Todo suena auténtico a rabiar. Cuando suena esa armónica de I luv U ya estoy más que perdido con estos tíos. Esos estribillos increíblemente bien construidos y unas guitarras colocadas en su punto justo. Son la hostia.
La apertura con Downtown ya nos señala por dónde van a ir los tiros. Es imposible no caer rendido ante las prominentes guitarras de Bryan Small y Jimmy James que hacen un trabajo espectacular. Seguro que ninguno de los dos saldría en una hipotética lista de mejores hachas ni de lejos pero dame cien mil tíos como estos que saben lo que necesita cada canción. El jolgorio con el que abordan Broke, Drunk & Stoned es digno de mención. La parte de la slide de Jimmy James es prodigiosa. El estribillo a pleno pulmón liberador. La misma sensación que con Shoot otra canción adictiva con unos gritos finales que me recuerdan al Alice Cooper de los setenta.
Si no consiguieron el éxito con un tema tan redondo y a priori con potencial comercial como Bent que incluso tiene un vídeo la mar de molón no creo que lo consigan nunca. I Luv U como he señalado antes me tiene loco. Esa armónica inicial soplada por Jimmy James deja paso a un bajo contundente ejecutado por Laura Lucky Bennet que comanda la canción con una clase de no te menees. En Is That All There is? se hacen imprescindibles los coros de Laura Lucky Bennet y de nuevo la guitarra de James se curra unos solos precisos metidos con precisión quirúrgica. No me extraña que Mike Ness cayese rendido ante este grupo. Se guardan la baza ganadora de Russian Roulette la versión de Lords Of The New Church pero es que los temas propios son incluso mejores. Que no voy de farol.
Iggy Pop tendría que estar orgulloso de que le hayan salido unos discípulos tan hábiles pero a diferencia de otros combos encajados en el punk rock siento que esa etiqueta se le queda pequeña a los angelinos o al menos no hace justicia a su esfuerzo por no sonar predecibles. Todo un acierto la producción de Jimmy Sloan que se ajusta a la perfección a la peculiar mezcla de la banda y encima los cabrones son capaces de emocionar y mucho cuando abordan temas lentos como ese maravilloso Blue Light que cierra el álbum y que va creciendo hasta hacerse inmenso. Va a tener razón Bryan Small y como dice en el Ruta 66 del pasado mes Las mejores baladas las cantan los punk-rockers...
domingo, 19 de abril de 2020
Alma Vagabunda. La vida de Curtis Mayfield. Todd Mayfield y Travis Atria
Hace un par de lustros Mavis Staples publicó You´re Not Alone bajo la producción de Jeff Tweedy. Para la promoción de dicho álbum hizo varias entrevistas donde además de vender su último disco hacía un repaso a su trayectoria. En las dos que leí, tanto en Popular 1 como en Ruta 66, Mavis se deshacía en elogios a Curtis Mayfield. Resaltaba sus dotes musicales, señalaba que era un tipo implicado en el Movimiento de los Derechos Civiles y no se cansaba de indicar que era una persona muy dulce, su favorita de los grandes clásicos del soul. Esa faceta está descrita en Alma Vagabunda. La vida de Curtis Mayfield (Es Pop Ediciones) escrito a la sazón por el hijo de Curtis, Todd Mayfield y el periodista Travis Atria. Pero el libro también recoge sin tapujos ni subterfugios su reverso tenebroso, ese lado oscuro que quién más quién menos tiene en alguna medida.
La carrera de Curtis Mayfield tal vez no sea tan conocida por estos lares como la de otros grandes totems del soul clásico. Seguro que hay más personas que pilotan la obra de Otis Redding, James Brown o de Ray Charles. Incluso en el caso de estos dos últimos gracias a sendas producciones hollywodienses. Pero en términos de influencia en la música popular norteamericana está claro que la importancia de Curtis Mayfield es innegable. Todo eso y mucho mas se cuenta en este fabuloso volumen. Hay que señalar que el encargado de esta labor es alguien que estuvo muy cerca de Curtis, su propio hijo que en general no se corta en glosar tanto los claros como los oscuros. No parece haber habido censura en ese aspecto pero si un poco de contención en asuntos turbios como el maltrato que Curtis infligió a sus mujeres.
Paralela a la evolución musical de Curtis el relato se centra en el contexto social y político. Aquellos fueron años muy convulsos en la sociedad norteamericana y Curtis no fue ajeno a ello, más aportando canciones que se convirtieron en himnos para el Movimiento de Martin Luther King que con una postura proactiva. Siempre tenía el ojo puesto en lo que pasaba y tenía la habilidad para condensar el estado de ánimo de los negros en los escasos minutos que dura una canción. Y lo hacía de una forma sincera y con conocimiento de causa ya que Curtis creció en el guetto, en la más abyecta pobreza. Y de ahí llegó hasta la cima, hasta vivir en la zona noble de la ciudad.
Este es un aspecto que me ha llamado la atención sobremanera y que marcó para siempre la personalidad de Curtis. Durante muchos años su vida dependió de las ayudas sociales en un entorno familiar desestructurado a más no poder. Un padre que les abandonó muy pronto, una madre con poca personalidad incapaz de evitar que su propia madre le robase a una hija, unos hermanos con problemas. Parece un milagro que de ese caldo de cultivo saliese uno de los músicos mas poderosos del siglo. Un tipo que se aferró a la música como tabla de salvación. Y no sólo lo logró sino que se convirtió en un auténtico pionero.
El libro hace hincapié y mucho en esta cuestión, en el influjo de Curtis Mayfield en la música popular norteamericana. De hecho Todd Mayfield no se corta a la hora de vanagloriar la importancia de su padre y su enorme influencia en músicos como Jimi Hendrix (claro heredero en su forma de tocar la guitarra), Prince, el Hip Hop de los 80 y 90 o Bob Marley. Y aunque en un momento dado pienso que Todd va a escribir y al séptimo día descanso no seré yo el que rebata ni ponga en tela de juicio ni una de estas cuestiones.
Es un placer empaparse en libros como este de la poderosa ebullición del soul en aquellos años. Curtis comenzó en The Impressions un combo cuyos comienzos están claramente anclados en el doo wop que poco a poco fue evolucionando hacia tesituras más complejas e igual de atractivas. Y todo salto por los aires con su debut en solitario el seminal Curtis. En esta época se detiene profusamente este volumen, con la inconmensurable labor que llevó a cabo Curtis tanto dando vida a sus mejores obras como colaborando y produciendo a artistas tan interesantes como Donny Hathaway, Baby Huey o The Staples Singers.
Igual de importantes son los comienzos de Curtis. Primero como creador de innumerables composiciones que fueron éxito en la voz de otros y después como creador de sus propias obras sin olvidar su faceta como productor. Un aspecto fundamental en el que Todd Mayfield hace hincapié es en el tema de los derechos de autor. En ese aspecto Curtis lo tuvo claro desde el principio la clave estaba en ser dueño de tus canciones. Y así fue siempre. Tomando como referencia los pioneros en ese aspecto, Sam Cooke y Ray Charles, Curtis se forjó una carrera independiente, siempre tuvo el poder de decisión sobre su música y eso es algo que no tiene precio.
Tal vez porque venía de la más absoluta miseria lo cierto es que Curtis se transformó en un auténtico león que defendía cada dólar con verdadera fiereza. En ese aspecto era implacable. Su relación con el dinero da para mucho en este volumen. De hecho el vil metal es una de las razones por las que acaba mal con mucha gente algo por otro lado muy común en este negocio. También es muy triste leer su devastador final tras el desgraciado accidente en un concierto en NY donde se le cayeron las torres de luz del escenario dejándole tetrapléjico los últimos nueve años de su vida. De nuevo este deleite es posible a Es Pop, se me acaban los adjetivos para calificar la labor de esta Editorial. A sus pies, Oscar Palmer ja ja.
Etiquetas:
Curtis Mayfield,
Es Pop,
Literatura,
Música,
Todd Mayfield
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