viernes, 16 de septiembre de 2011

Barrence Whitfield & The Savages. Kafe Antzoki Bilbao 15-09-11


Anoche estuve en el Antzoki viendo a Barrence Whitfield and The Savages de los que apenas tenía unas referencias de Ruta 66. Así que me presenté sin haber escuchado nada pero fiándome de dos amigos que si me dicen que han matado a una vieja lo único que se me ocurriría pensar es que algo habrá hecho la vieja… Pasé un buen rato con su rock´n roll adrenalítico, descargado a todo trapo, con canciones cortas pero certeras y con muy buenos momentos cortesía de la voz de Barry White (que ese es su nombre verdadero) y con un saxofonista que sopló muy bien su instrumento. Me hubiese gustado que el concierto hubiese sido un viernes a la noche y regarlo con unas cuantas cervezas pero pensándolo fríamente si sereno ya solté unas cuantas perlas sobre Solomon Burke, con un poco de alcohol en el cuerpo hubiese pontificado hasta límites insospechados y tal vez al siguiente concierto tendría que ir solo. Saqué unas cuantas fotos del evento pero no se qué hostias me pasó con la cámara que todas están mal igual que los vídeos así que a ver si el camello hace su trabajo y me proporciona el material correspondiente.

Sex, love and rock´n soul.

jueves, 15 de septiembre de 2011

Chicago Bulls 1990-91: Learning to fly


Los que nos enganchamos al basket a finales de los ochenta y principios de los noventa tenemos un referente claro en Michael Jordan. Es más, a diferencia de lo que sucede en otros deportes donde casi nadie se pone de acuerdo en establecer quién es el mejor de la disciplina en cuestión, en el baloncesto hay unanimidad en considerar a MJ como el mejor jugador de todos los tiempos. Sería un debate largo en el que no quiero entrar. Ha habido grandísimos jugadores a lo largo de la historia. Desde los pioneros Bill Rusell o Pete Maravich pasando por los que contribuyeron a agrandar la liga en los ochenta: Magic Johnson, Larry Bird o Charles Barkley. La lista es interminable.

Lo que me hace escribir estas líneas es el especial que la revista oficial de la NBA ha publicado sobre los Chicago Bulls del periodo 1991-98. Una época en que el equipo de la ciudad del viento rozó la perfección de la mano de un MJ muy bien rodeado por jugadores de nivel (Pippen, Kukoc, Kerr, Paxson, H.Grant o Ron Harper). Y es que conviene no olvidar que por muy grande que sea un jugador nadie puede ganar un título si no dispone de compañeros capaces a su lado. El baloncesto es un juego de equipo. Es una perogrullada, pero cierta a mas no poder. Y basta el ejemplo del propio Jordan en los Chicago previos a la gloria para percatarse de ello.



Esta revista especial está currada y en ella encontramos las firmas de entre otros Antonio Vazquez, Antoni Daimiel, Jorge Sierra o Gonzalo Vazquez que escriben con su habitual pasión y certeza sobre un equipo que deparó grandes momentos a sus seguidores y a todos aquellos a los que les gusta el baloncesto. Y para redondear el asunto la revista viene acompañada de un documental con título rockero: Learning to fly que repasa la temporada 1990-91 de los Chicago Bulls, el comienzo de la leyenda. Además suena el tema de Petty. Faltaría más.


miércoles, 14 de septiembre de 2011

Beyond the sea


Beyond the sea es el tema estrella en mi casa desde hace muchos años pero ahora está en pleno auge porque es una de las canciones favoritas de Unax. La escuchó por primera vez en Buscando a Nemo y ahora me la pide a menudo. Pon la de Somewhere aita, me dice, y claro yo le he puesto la versión que tengo en la BSO de Uno de los nuestros, la que interpreta Bobby Darin que es mi favorita. Maialen también se ha sumado a la fiesta y es el tema elegido para la celebración del cumple de Unax. La canija incluso repite I Know y Unax borda el redoble de batería. Uuuuuujuuuuuuuuuuu!!!!!


Somewhere beyond the sea
somewhere waiting for me
my lover stands on golden sands
and watches the ships that go sailin'

Somewhere beyond the sea
she's there watching for me

If I could fly like birds on high

then straight to her arms

I'd go sailin'

It's far beyond the stars

it's near beyond the moon
I know beyond a doubt
my heart will lead me there soon

We'll meet beyond the shore
we'll kiss just as before
Happy we'll be beyond the sea
and never again I'll go sailin'

I know beyond a doubt
my heart will lead me there soon
We'll meet (I know we'll meet) beyond the shore
We'll kiss just as before

Happy we'll be beyond the sea
and never again I'll go sailin'
no more sailin'

so long sailin'
bye bye sailin'...

move on out captain

Zorionak Unax!!!!


 

martes, 13 de septiembre de 2011

Respect Yourself: The Stax Records Story


El primer disco de soul que entró en mi casa fue The dock of the bay – The definitive collection un recopilatorio de Otis Redding que se editó a finales de los ochenta y se reedito en el 92 fecha en que me lo compraría. Una de esas antologías que escuchas una y otra vez. Me viene a la mente ahora tras visionar ayer de nuevo el documental Respect yourself: The history of Stax Records un apasionante recorrido por ese sello que redefinió la música negra y que contribuyo a los derechos civiles. Una historia que es necesario conocer.

Por supuesto uno de los protagonistas del documental es Otis. Uno de mis momentos favoritos de la película es cuando relatan la llegada de Redding a Stax para una audición. A principios de los sesenta Otis Redding era un componente del grupo Johnny Jenkins, The Pinnetoppers. Tras esperar todo el día a que le hiciesen caso finalmente le escucharon y sus vidas cambiaron para siempre. El primer tema que interpretó fue un r&b que no se salía de los cánones habituales pero la cosa cambió con These ams of mine. Cuenta Booker T que en aquel momento no pensó en ventas millonarias ni repercusión sino simple y llanamente en la fuerza de la música, en lo que una canción puede mover en el corazón de las personas. 



Como escribía, la historia del sello Stax camina muy unida a la lucha por los derechos civiles y la filosofía de la discográfica respaldaba de alguna forma con su música y su iconografía esa pelea tan necesaria. Es interesante comprobar la evolución del sello que tiene un momento marcado a fuego, la desgraciada muerte de Otis Redding. Y es que Otis además de un cantante increíble era el alma del sello, su cabeza visible. Una persona hiperactiva, siempre maquinando canciones e ideas y su desaparición supuso un durísimo golpe y el fin de una forma de hacer las cosas en Stax.

La siguiente figura del sello fue Isaac Hayes un excelente compositor y excéntrico personaje que se convirtió en el artista más vendedor del sello. Su icónica calva vendía muy bien y no cabe duda de que el tipo tenía talento, pero siempre me quedará la duda de que hubiese sido del sello si Otis hubiese seguido viviendo. Lo que tengo claro es que Stax siempre estará ligada además de a la lucha por unos derechos básicos para los negros, a una música vigente a más no poder y por supuesto a la inimitable voz de Otis Redding. 


jueves, 8 de septiembre de 2011

Buddy Miller. Universal United house of prayer

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Me dice Susana que cada vez le recuerdo mas a ese personaje de Trainspotting que estaba todo el día glosando la vida y obra de Sean Connery. Era un obsesión graciosa que quedaba muy cool en pantalla. La mía desde hace más de un mes me tiene atrapado en el bucle Buddy Miller & Solomon Burke. Escuchando su música todos los días, buscando información por todos los lados, grabando a colegas su música. Uno tan solo intenta compartir su entusiasmo, je, je. De momento Susana me lo ha dicho con gracia y no ha llegado la amenaza de que abandone el hogar con mis discos de Buddy Miller y Solomon Burke. Conozco a un tipo al que su chica le dijo que estaba hasta la coronilla de él y Stevie Wonder. En fin esas cosas pasan en las mejores familias.

Así que allá voy otra vez. Me gusta compartir con el que por que se pase por aquí la música que me apasiona. Discos increíbles y eternos como Universal United house of prayer. No hay muchas reseñas en castellano sobre este álbum en Internet pero basta leerlas para que te den ganas de acudir a él. A mí este disco me llegó hace unos cuantos años cuando trabajaba en la sección de discos de unos grandes almacenes y un cliente entonces ahora amigo me lo grabó. Me comentó que me iba a gustar, que quizá le faltaba algo de punch pero que molaba. Y acertó en todo menos en lo del punch. Me consta que ahora a mi amigo tampoco le parece que le falta punch. A esta obra de arte no le falta nada.



En una entrevista que he leído con Buddy Miller comenta que las hermanas McCrary son las responsables de lograr ese sentimiento góspel que inunda todo el disco. Así que no seré yo el que le lleve la contraria. La religión está omnipresente en el disco pero es imposible no sucumbir al envoltorio en el que nos lo presenta Buddy Miller. Porque una vez más Buddy sabe lo que se hace y campa a sus anchas por diferentes estilos (country, folk, soul o góspel) en un conjunto de canciones sublimes. En su día me atrapó la inicial Worry too much que esconde una bonita historia. Es un tema de Mark Heard un desconocido músico amigo de Buddy que según éste jamás tuvo suerte y que era capaz de componer canciones como esta. El mejor homenaje que le podía hacer Miller era grabar una de sus canciones y el resultado es adictivo.



Acabo de pasarle la copia que me hizo mi amigo a otro amigo que espero la disfrute. Yo me he pillado el original y aunque pensaba que venían las letras esta es la clase de disco que tengo que tener original. Me gusta escucharlo a cualquier hora del día a un volumen muy alto. Porque aunque muchas canciones no sean muy rápidas la sensación es de poder absoluto. A diferencia del posterior Written in Chalk (otro monumental disco de Buddy & Julie Miller), Universal United house of prayer me encaja en cualquier momento mientras que la melancolía y tristeza de algunos temas de Written in Chalk los tengo que dosificar mucho mas, aunque insisto es otro excepcional disco. Buddy Miller, el puto amo de la barraca para el que esto escribe. Y sigo en busca de más material.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

The Paybacks. Love not reason


Desde casa al trabajo tengo aproximadamente un trayecto de 30 minutos tiempo en el que me enchufo el mp4 y elijo algo adrenalitico para empezar la mañana con ánimo. Hace poco ha caído en mi mp4 Love not reason de The Paybacks que no se por qué razón había dejado pasar.  Y saliendo un poco del binomio Burke-Miller, pero solo un poco eh!! llevo esta semana arrancado cada día con este energético disco con buenas canciones repletas de melodías, estribillos 100% coreables y la voz de Wendy Case que se lleva todo por delante. Desconozco como se las gastará esta muchacha en directo pero si canta con la misma intensidad que en el disco tiene que acabar reventada. No se guarda nada para sí.  

The Paybacks son de Detroit ciudad por siempre ligada a la Motown, los Stooges o MC5 y bajo esas influencias más o menos se mueven muchos de los temas de este trío. Desde luego el grupo se mueve con mucha soltura entre temas cañeros y algún leve toques soul en las guitarras en temas como Painkiller. Pero predomina los temas directos, punkarras y buenísimos como los tres primeros (Love Letter, Call when you´re ready y Dum Love) o esa brutal Like a man, de esos que entran a la primera y que me parecen tan buenos que por momentos pienso, ¿serán versiones? No lo tengo original y desconozco los créditos pero si son canciones propias me parecen cojonudas. A mi desde luego me están viniendo de perlas en esta vuelta al cole. Brindo por The Paybacks y ojalá se pasen por aquí de nuevo que en su día se me escaparon.


martes, 6 de septiembre de 2011

Solomon Burke. Live in Nashville


¿Dónde me había quedado? Así, si en Nashville ese sublime disco que Solomon Burke grabó en la casa de Buddy Miller en la misma ciudad. Y lo bueno del caso es que es álbum tiene su documento audiovisual, un concierto filmado en el Belcourt Theatre de la ciudad del country. Los que estuvieron aquel 26 de septiembre en ese recinto sabrán lo afortunados que fueron, nosotros podemos gozar con este dvd que no es poco.

En este concierto Nashville, el disco, es recreado en su totalidad, tan solo falta Does my ring burn your finger (a cambio tenemos la impresionante Dirty Water del disco Love Snuck Up )y cuenta con la presencia de casi todos los que estuvieron en la casa de Buddy Miller grabándolo. Una All Star Band reclutada por Buddy que arropa con entusiasmo al rey del rock´n Soul. Basta fijarse en la sonriente cara de los músicos para darse cuenta de que se lo están pasando de traca gozando con la voz de uno de los mejores cantantes de la historia.



Tras una breve presentación titulada Making Nashville en la que los protagonistas nos cuentan cómo se hizo el disco y qué sintieron al grabar con el gran Solomon, el concierto comienza con Seems like you´re gonna take me back un pedazo de tema escrito por Jim Laurderdale. Ahí vemos a Solomon Burke sentado en un megatrono, tamaño imperial. Canta con un brío descomunal contagiando su entusiasmo a la banda. Interpreta la canción, no se limita a cantarla, como se puede observar por sus gestos que son los de un tipo que si pudiese caminar la liaba seguro. Invita al público a sumarse a la fiesta y claro el personal cae rendido. A su lado a Lauderdale no le cabe un alfiler por el culo y las hermanas McCrary aportan el toque de distinción.


Así hasta 18 temas en los que se intercalan las canciones con testimonios de los afortunados protagonistas de este concierto. El show lo tiene todo. Un tipo con carisma capaz de cantar con fiereza y sutileza, dominando su voz y convirtiéndola en un instrumento polivalente capaz de llevarte a donde quiere. Los duetos con Patty Griffin en Up the mountain y Gillian Welch en Valley of tears son un regalo para los oídos y cuando se pone a rockear como en Vicious Circle o You´re kina of trouble el resultado es igualmente contagioso. Esa es la verdad, ver este concierto es un subidón. A Solomon Burke se le ve invencible a pesar de tener que estar postrado en ese megatrono. Con razón se le llamaba the King of Rock´n Soul.