lunes, 9 de julio de 2012

Van Halen. A Different Kind Of Truth


Tengo un colega que cuando estamos en las txoznas de fiesta suele comentar con su estilo sentencioso que lo que en ese espacio acontece parece fruto de una criogenización. La música, los atuendos, la gente, las papas… Todo es igual que hace veinte años. Nula evolución dice el colega. Eso aplicado a la música a veces es desalentador y otras es gratificante y lo que esperas. Si AC/DC editan nuevo trabajo deseas que siga la línea de siempre. Lo contrario descolocaría a todo quisqui. Lo que sucede es que cada vez es más difícil dar en el clavo y traer a este mundo unas cuantas nuevas y refrescantes canciones. Pues bien, esa idea de la criogenización, de que el tiempo se ha detenido es la que siento cuando escucho A different kind of truth el nuevo disco de Van Halen con David Lee Roth tras 28 años. Mejor de lo esperado. Pulverizando las mejores expectativas.

Van Halen tenían que haber seguido siempre con David Lee Roth. Respeto a los que les gusta la banda con Sammy Hagar pero par mi no hay color. De la etapa Hagar disfruto algunas canciones. De la de David Lee Roth devoro esos seis primeros antológicos discos. Y A different kind of truth parece grabado en aquellos gloriosos tiempos. Podría datar del 80 o 81 perfectamente. Este es uno de los regresos más increíbles que recuerdo. Las constantes vitales están aquí. Lo que hizo de Van Halen una de las bandas mas aplastantes del planeta con ese hard rock poderoso que te engullía. 13 canciones. Y más de cincuenta minutos. Tal vez se podían haber ahorrado un par de temas. Pero no me voy a poner tiquismiquis. Esto es mucho más de que la mayoría esperábamos. Pienso en el “regreso” de Kiss de hace unos años Sonic Boom y al lado de esto parece un chiste.



Pero me enrollo demasiado y lo que conviene hacer es prestar atención a las canciones. Lo primero que escuché hace un par de meses fue el single Tattoo y me atrapó desde el principio. Comercial, si. Típica, también. Pero me parece la apertura perfecta. Es como decir, muchachos estamos de vuelta y nos lo vamos a pasar pipa. Como señalaba antes en todo el disco se reconocen las características esenciales de Van Halen, esos grititos del inimitable David Lee Roth, la locura a la guitarra de Eddie y la contundencia de Alex a las baquetas. Si,  echo de menos a Michael Anthony porque ese hombre además de un excelente bajista hacía los coros más cool del planeta pero reconozco que la banda se las ha apañado para cubrir esa faceta de forma meritoria. Y las canciones. Qué gozada. You and your bluesShe´s the woman y Honeybabysweetiedoll me tienen loco. Me flipa Blood and fire con ese inicio tan sugerente. As Is es brutal, un torbellino tremendo. Y que decir de Stay Frosty, uno de esos temas hechos a la medida del aventurero por antonomasia del rock´n roll. Las noticias no pueden ser mejores. Bueno si, la releche sería ver a estos tíos en directo. Complicado.



Al parecer ha habido cierta polémica con un tema menor. Se comenta que unas cuantas canciones (no se cuales y me da igual) son descartes de los setenta y ochenta. Como si eso restase mérito. Lo importante debería ser que son buenas y que están ejecutadas con el vigor y contundencia de antaño. Y eso es muy positivo. Van Halen han vuelto espero que para quedarse, espero que ya de paso se pasen por aquí, y (por pedir que no quede) ya puestos podrían reeditar todo su material clásico, remasterizarlo, currarse un cofre exquisito de esos y dar salida a todo ese material que circula por piratas y que media humanidad quiere tener en condiciones. Pero de momento me conformo y no es para menos con esa exquisitez llamada A different Kind of Truth.

viernes, 6 de julio de 2012

The Delta Saints. Kafe Antzoki 05-07-12


Decía un colega ayer tras finalizar el concierto de The Delta Saints en el Antzoki que estos tíos iban a llegar lejos, que lo tenían todo para triunfar. Y estoy de acuerdo. Lo que ocurre es que hoy en día, a diferencia de las décadas gloriosas del rock´n roll, conseguir éxito es que la próxima vez que nos visiten en lugar de 100 personas haya por lo menos 300, que el Antzoki esté a reventar como con Mark Lanegan por ejemplo. Creo que eso es a lo máximo que pueden aspirar no por valía sino porque no hay para más. Y es que en los últimos quince años no hay muchas bandas que hayan trascendido un nivel medio para llenar pabellones y mucho menos estadios. En fin, da igual. Y en cierta forma egoístamente mola ver conciertos en sitios pequeños. Lo que ayer ofrecieron The Delta Saints fue un vitamínico show de hora y media que me supo a gloria pero se me quedo corto.

The Delta Saints vienen de Nashville, Tennesse y de ellos tan solo tengo un Ep, A bird called Angola.En septiembre editan un disco del que presentaron varios temas que sonaron tan bien como el mencionado ep. Se curraron dos versiones con desparpajo del Hard to handle de Otis Redding y Come Together de los Beatles. Disfrutaron sobre las tablas e hicieron pasárselo bien a los que allí estábamos. Parten del blues y no se quedan en los esquemas de siempre y por momentos siembran el caos. Se dejan llevar y consiguen atraparte.  El cantante demostró andar sobrado de voz y estar muy bien acompañado. Pena que el concierto duró poco. Estos sujetos son insultantemente jóvenes y uno siempre espera que bandas así vayan un poco más allá de la hora y media de rigor. Que conviertan el concierto en una batalla más larga. Que tengamos que pedir que paren. Aunque tal vez como no puedo asistir a todos los conciertos que quisiera cuando voy quiero el infinito y más allá. 


jueves, 5 de julio de 2012

Post abierto a Patxi


No, este no es un post dirigido al lehendakari Patxi Lopez. Ni me iba a hacer caso, ni va aumentar los millones de lectores de este blog ni serviría para nada.  Con Patxi me estoy refiriendo a un colega con el coincidí en M3 Magazine Musical Multimedia. Esto que suena muy rimbombante no era para tanto. Se trataba de un pequeño proyecto en el que nos juntábamos unos cuantos para escribir de música. Básicamente lo que hago aquí. Pero lo recuerdo con cariño por varios motivos. Me sirvió de acicate para darle a la tecla y ser un poco constante y conocí a gente interesante con la que compartir las idas de olla tan habituales entre algunos melómanos.

Patxi era un tipo brillante. Acido, se movía como pez en el agua en el sarcasmo y la ironía y tenía ese toque definitivo del que muchos carecemos al juntar las palabras. No era muy prolífico pero cuando leías algo de él sabías de quién era y siempre movía algo en tu interior. Sus textos me empujaban a escribir y esforzarme más lo que me sucede cuando leo buenos artículos. Los suyos lo eran. El caso es que hará más de un año le vi por el parque de mi pueblo. Los dos estábamos con nuestras respectivas criaturas. Ojo avizor, siempre alerta para no perder de vista a los enanos. Hablé un poco con él y me comentó que a veces leía este blog para seguidamente espetarme que siempre estaba dando jabón al personal, que todo lo que escribía era de cosas que me gustaban. Me dijo que parecía uno de esos periodistas de El País. Y bueno este comentario no me lo tomé mal. Al fin y al cabo cuando leía periódicos (allá por el Pleistoceno) el que solía elegir era El País. De modo que me lo tomé bien.

Seguramente hoy me he acordado de aquellas palabras de Patxi porque me he pasado por el INEM para oficializar mi ingreso y pedir la prestación que me corresponde ya que desgraciadamente me he quedado como tantos otros millones en el puto paro. Y me ha empezado a brotar un pestilente post sobre el INEM y demás. Porque la oficina olía mal. Literal. Cuando he acudido a las 13 horas ya habían pasado muchos usuarios y los cuerpos concentrados en tan minúsculo espacio dejan las esencias al descubierto.  Y el ambiente era peor. Discusiones entre los que allí estaban, miradas asesinas entre los trabajadores. En fin muy txungo. Pero bueno paso de seguir por ahí y le doy la razón a Patxi casi todas las entradas que he escrito son para compartir algo que me gusta y hacerlo de forma entusiasta la mayoría de las veces. Es mi refugio y así seguirá siendo. Así que así sin venir a cuento, o si porque escuchar a Sam Cooke siempre viene al caso, pongo Touch The Hem Of His Garment, el primer tema del recopilatorio Portrait of a legend, una canción que he puesto tantas veces en los últimos meses que los dos enanos ya tararean ese inicio de….Oh, there was a woman…. Iuju!!!!!!







lunes, 2 de julio de 2012

Chuck Prophet. Temple Beautiful


Hace unas semanas fui al Antzoki a ver a Chuck Prophet. No conocía ni una canción de este sujeto. Había leído una buena crítica de su último disco Temple beautiful en Ruta 66 y sabía que fue componente de Green On Red uno de esas bandas de culto de finales de los ochenta que según los entendidos abrieron el camino a otros. Generalmente no me gusta ir a bolos si no he escuchado nada de los músicos en cuestión. Pero aquel viernes fui con Diego y el concierto mereció la pena. Y si llega a ser hoy en día le hubiese sacado mucho más jugo porque suelo empezar la jornada escuchando este álbum, Temple Beautiful.

Temple Beautiful es la clase de disco que entra fácil. Buenos estribillos y melodías, temas que no sobrepasan los cinco minutos, una colección de canciones alegres y coreables espléndidamente construidos e interpretados. Las tres primeras, Play that song again, Castro Halloween y Temple Beautiful son de esas que tarareas a la tercera escucha y que rondan por tu cabeza a todas horas. La primera parada para repostar, Museum of a Broken hearts no desentona con la trilogía anteriormente mencionada.



Willie Mays is Up at Bat es uno de mis temas favoritos de los últimos años. Es el más largo del disco, empieza suave y va llegando de forma admirable al estribillo. Como los grandes del pop y el rock y con un efervescente duelo de guitarras final. Algunos temas de este disco me remiten a los mejores Kinks o al Tom Petty de siempre. Como la siguiente The Left hand & the right hand que parece cantada por el mismísimo Ray Davies. Es otra de mis favoritas. Las dos siguientes, I Felt Like Jesús y Who Shot John reconozco que son las que más me están costando. Pero poco a poco las voy cogiendo el puntillo sobre todo a Who shot John

Las cuatro restantes vuelven a sentar cátedra a la hora de construir bellas a la par que enérgicas canciones de pop rock. Me acuerdo que durante el concierto del Antzoki comenté con mi amigo Diego que me recordaba al Tom Petty clásico de la primera etapa y eso para el que esto escribe es una jodida bendición. Pero no quiero llenar este pequeño texto de referencia a otros, Prophet se lo ha currado de lo lindo y con temas como White night, big city o Empereor Norton in the last year of his life (1880) más los antes mencionado merece su propio y singular lugar. Mi bautizo con la música de este hombre no ha podido ser mejor.






lunes, 25 de junio de 2012

Tom Petty & Heartbreakers. Runnin´ down a dream



It was a beautiful day, the sun beat down
I had the radio on, I was drivin'
Trees flew by, me and Del were singin' little Runaway
I was flyin'

Yeah runnin' down a dream
That never would come to me
Workin' on a mystery, goin' wherever it leads
Runnin' down a dream

I felt so good like anything was possible
I hit cruise control and rubbed my eyes
The last three days the rain was un-stoppable
It was always cold, no sunshine

I rolled on as the sky grew dark
I put the pedal down to make some time
There's something good waitin' down this road
I'm pickin' up whatever's mine

viernes, 22 de junio de 2012

Gregory Porter. Be Good


Todavía soy de los que a veces se fía de algunas críticas de discos que salen en las revistas musicales. Y eso que hay motivos sobrados para renegar de esta práctica.  Pero de vez en cuando conectas con un redactor porque sus textos consiguen el objetivo primordial de ese ejercicio: que al lector le entren unas irremediables ganas de escuchar el disco en cuestión. Me sucede a menudo con Manel Celeiro o Andreu Cunill en Ruta 66 y con Marcos de Lahueria en Popular 1. Gracias a la crítica que este último hizo del álbum Be Good de Gregory Porter me lancé en su búsqueda. Hoy en día fácil. A tiro de click. Mi camello me enseño un día en su móvil de ultimísima generación todo lo que tenía almacenado y para mi alegría estaba Be good. Un par de horas mas tardes ya me había hecho una copia en Cd de este artefacto. Un tipo leal y eficiente mi camello.

Y desde el día que cayó en mis manos no ha habido noche en que no haya sonado. Señal inequívoca de lo enganchado que estoy a él. Como me dijo mi amigo Diego es un disco para escuchar, para prestarle atención. Parece una perogrullada pero es la verdad. No puedes estar haciendo otra cosa mientras escuchas y degustas este artefacto. Las expectativas que me generó la crítica de Marcos de Lahueria se han cumplido con creces. Alucino con este disco. Así de claro.  Entre las influencias que admite Gregory Porter está Donny Hathaway y me regocijo al comprobar que el amigo Porter sigue el legado de Hathaway con mucho estilo. La música de Porter está mucho más orientada al jazz pero la impronta de Donny está en la interpretación. Y lo que es más importante con canciones aplastantes.

El orden en el que lo tenía grabado en el Mp4 no es el original. Es otra de las cosas que suceden hoy en día con la música. Te llega a tu pequeño artefacto (que no es poco) pero a veces se pierde hasta el orden de las canciones. Y eso es un detalle importante. Al menos yo le doy su valor. En fin que me enrollo, en mi copia el álbum empezaba con  un tema a capella God Bless the child original de Billie Holiday  interpretado de forma sublime y emocionante por Gregory Porter. En el original ese es broche final. Ya lo sospechaba yo, es un cierre perfecto.




Be Good son doce canciones, tres de ellas versiones, la mencionada God Bless the child que cierra mágicamente el álbum, Imitation of life un tema con tan solo la voz de Gregory y el piano de Chip Crawford y Work song original de N.Adderley y O.Brown, un torbellino sonoro con una espectacular interpretación vocal de Porter y con el saxo campando a sus anchas y finalmente un hueco para que se luzca el contrabajo. El estilo predominante del disco es jazz pero sin apabullar y con inequívoco toque soul. Las nueve canciones que firma Porter son maravillosas, sin excepción y su trabajo vocal excelente. Una voz muy chula con un toque crooner. Por momentos hay alguna canción como Be good (Lion´s song) o Real Good Hands en la que me recuerda al Jamie Cullum de Twentysomething. Esto puede tirar para atrás a mucha gente pero como a mi aquel disco me encanta pues es lo que hay.



Hasta ahora cada vez que he puesto el disco ha sido para escucharlo de principio a fin y se me hace difícil escoger temas favoritos ya que insisto las nueve canciones originales de Porter me parecen tremendas. Y las tres versiones también. Pero allá voy. On My Way To Harlem, un bonito homenaje al Harlem de Duke Ellington y a Marvin Gaye, Mother´s song una de esas baladas emotivas que aunque se acerca a los siete minutos de duración no quieres que se acabe y Our love justo lo contrario, un conciso tema de tres minutos que da en el clavo como todo lo que contiene Be Good un auténtico regalo de Gregory Porter al resto de los mortales. Peace and love. 


miércoles, 20 de junio de 2012

North Mississippi Allstars. Electric Blue Watermelon


Conocedores de la mejor tradición blues, soulera y rockera vía paterna, crecidos en una tierra con sabor e inspirados a más no poder los hermanos Dickinson pusieron en marcha North Mississippi Allstars allá por el 2000 con unas cuantas cosas claras. La más importante: dejarse llevar por la música que amaban y tocar instrumentos de verdad nada de tecnología punta ni gilipolleces modernas. Una apuesta anclada en la tradición pero servida con desparpajo, con sello propio. Además a diferencia de algunas bandas de los setenta que saqueaban sin rubor a los clásicos y luego firmaban los temas como propios NMA no tienen reparos en surtirse de material ajeno y darle un centrifugado curioso, eso si acreditando a sus creadores para que no haya juicios después.


Su primera incursión el mundillo discográfico fue Shake hands with shorty. Un álbum que ponía el listón muy alto y que afortunadamente lograrían superar en 2005 con el tremendo Electric Blue Watermelon donde alcanzaron la excelencia. En este disco también se nutren de algunos temas ajenos empezando con la energética Mississippi Boll Weevil de Charley Patton y sumándole dos convincentes canciones de Otha Turner, Bounce Ball y Hurry Up Sunrise donde la estelar aparición de Lucinda Williams hace que cuando canta esta chica dejes ipso facto lo que estás haciendo. También la letra de Teasin´ Brown era de la longeva Otha Turner a la que dedican el disco.  En este tema la música es de Luther y Duwayne Burnside. La aportación ajena se completa con la hipnótica Deep Blue Sea de Odetta Gordon y la tradicional Bang Bang Lulu.



No se queda atrás la artillería propia de los hermanos Dickinson y de Chris Chew. Buenas noticias desde el norte del Mississippi. Luther (guitarra y voz), Cody (batería) y Chris (bajo) se zambullen en la tradición y tienen el toque para aportar cosas nuevas. Los temas originales no solo están a la altura de las versiones. Dan un plus. Como en esa tremenda No Mo donde Chris Chew incrusta un rapeo que encaja a la perfección y Luther nos canta eso de America is bloody, the white man was wrong. La jugada de los fragmentos hip  hop se repite con resultados igual de brillantes en Stompin´ my foot.



Moonshine es una de las canciones más sensuales que he escuchado en mi vida, pura pasión, Mean oL Wind Die Down se rebela como una contagiosa canción, vitalista a más no poder con unos coros que te invitan a la fiesta y con la guitarra de Luther llevándote por donde quiere. Horseshoe es otra delicia. Un inicio de blues acústico, espectacular cuando se suman los coros y para rematar la faena la Dirty Dozen Brass Band, unos excelente músicos de New Orleans. Electric Blue Watermelon es un clásico de nuestro tiempo y los North Mississippi Allstars una banda con un recorrido más que brillante. A seguirles la pista siempre.