jueves, 18 de octubre de 2012

Huey Morgan, la Voz


Ayer a la noche estuve viendo La Voz ese programa de Tele 5 que esta batiendo records de audiencia. Por si a alguien le interesa o esta como yo bajo mínimos el funcionamiento es sencillo. Concursantes de todo el país pasan por un escenario para cantar. Frente a ellos en cuatro butacas dadas la vuelta están cuatro de los artistas más grandes de este país (David Bisbal, Rosario, Malu y Melendi). De modo que estos profesionales no pueden ver pero si oír lo que acontece en el escenario. Si les gusta y quieren tenerlo en su equipo deben pulsar un botón. Si el botón lo pulsan más de uno es la persona que ha cantado la que elige en qué equipo quiere estar para recibir los sabios consejos de estos pedazo de artistas. La siguiente fase es que habrá unas eliminatorias entre los equipos de Bisbal, Rosario, Malu y Melendi para ver quién termina siendo la voz.

Mentiría si escribiese que no pase cuarenta minutos (lo pillé empezado, pero la semana que viene, ahí como un clavo a las 22:00) entretenidos. No sé si el formato es original o está importado de algún otro sitio. Pero el programa encaja en estos tiempos que vivimos donde todos los programas tienen los mismos tics. Todo va del mismo rollo. Sea cantar, bailar o hacer punto. No se si me explico. El caso es que Susana y yo nos echamos unas risas con el tinglado y en un momento dado Susana me dijo que si Huey Morgan de Fun Lovin´ Criminals pasase por este programa no pasaría ni la primera criba. Los dos nos desternillábamos. Y es cierto el amigo Huey puede que haya grabado canciones como Little song mientras se corta las uñas, se hace un cola cao o se afeita. O tal vez las tres cosas a la vez. Pero cómo me gusta. La voz es Huey Morgan, sin duda.




miércoles, 17 de octubre de 2012

Despilfarro


Este domingo a la noche como hago desde hace meses puse el programa Salvados dirigido y presentado por Jordi Évole en La Sexta. A los de esta cadena como a los de las demás se les ve el plumero y siempre se meten con los mismos. Claro que éstos (hablando claro el PP) se lo ponen muy fácil. Pero Salvados creo que está más currado que el Intermedio aunque con ambos me echo unas risas. Jordi tiene desparpajo y en sus programas ha planteado cuestiones interesantes. El pasado domingo emitieron de nuevo uno que se titulaba Cuando éramos ricos. De los mejores que he visto.

En este programa se daban cuenta de algunos despilfarros de dinero público que pueden explicar por qué estamos como estamos por estos lares. El dato que más me impacto es que en España hay más de cincuenta aeropuertos (para algo menos de 50 millones de habitantes) mientras que en Alemania tienen dieciocho (para pasajeros) para casi el doble de la población. Eso es lo que se cuenta en el documental. Luego según he comprobado en diferentes webs se menciona que en Alemania hay 39. Me da igual. Lo grave aquí sin compararnos con nadie es que hay aeropuertos que no tienen apenas pasajeros, lo esperpéntico es que haya mas de veinte aeródromos que tienen otro a menos de una hora por carretera. Por ejemplo Vitoria rodeada de cinco aeródromos, sin contar el suyo: Bilbao (a 73 kilómetros), San Sebastián (117), Pamplona (119), Burgos (116) y Logroño (116).

Según la Fundación de Estudios de Economía Aplicada solo ocho de los 47 aeropuertos gestionados por Aena presentan resultados positivos: Palma de Mallorca, Málaga, Gran Canaria, Alicante, Tenerife Sur, Girona, Bilbao y Murcia.  Este organismo salva a otros trece considerados “necesarios” por absorber gran parte del tráfico de pasajeros y mercancías, aunque no sean eficientes. Pero, ¿y el resto? Cómo se puede tirar el dinero público con tanta facilidad. Casos como el de Castellón y Lleida son de escándalo y nada parece cambiar en este país. Así nos va.


martes, 16 de octubre de 2012

Chris Isaak. Forever Blue


Los grandes conciertos son esos que recuerdas en cualquier momento. Una canción, un olor, un paisaje, cualquier cosa te puede traer a la memoria vete a saber por qué una de esas noches mágicas. Hoy nos hemos levantado con el tipico sirimiri del norte y me apetece escribir sobre Chris Isaak del que vimos un show espectacular en el Festival Azkena bajo una lluvia muy similar a la de hoy.

Forever Blue es la clase de álbum que no te cansas de escuchar jamás. Recuerdas cómo lo conseguiste y la emoción inicial al escucharlo que muchos años después sigue ahí. Y cuando eso sucede te sientes eufórico. Afortunadamente tengo unos cuantos cientos de discos que encajan en esto que escribo. Y eso son palabras mayores.



En Forever Blue no hay ni una canción de relleno. Y eso no sucede tantas veces. Acudir a este álbum a menudo es un verdadero placer. Son 39 minutos y 58 segundos sin desperdicio donde la voz de Isaak esta pletórica y las guitarras suenan muy bien. Adoro ese sonido. No controlo nada de temas técnicos de guitarra pero supongo que a la pericia de los músicos se la añadirá que el productor sabía como tenían que sonar los instrumentos.

Como sucede tantas veces Chris Isaak encontró la inspiración cuando estaba pasando un mal momento tras la separación de su novia. Escribió trece temas del tirón que se regodean en su dolor y tristeza pero mentiría si dijese que este disco me pone melancólico, para nada, es todo lo contrario. Puede resultar paradójico que mientras que un tipo canta a su tristeza tu tararees con alegría canciones como Somebody´s crying, Go walking down there, Don´t leave me on my own o I believe





lunes, 15 de octubre de 2012

Pearl Jam. Vitalogy


Es inevitable sentir un latigazo cuando escuchas ciertos discos. Están ligados a una época concreta de tu vida y hacen que te acuerdes de lo que hacías en esa época, de cómo te sentías y de cuáles eran tus sueños. Así que cada vez que los pones en el reproductor te invade ese sentimiento tan humano que es la nostalgia. Pero dependiendo del álbum éste te puede inyectar vitalidad. Son los que superan el paso del tiempo. Los que aportan algo más que el recuerdo de un momento determinado. Y eso definitivamente es un subidón, una gran alegría. Esto último me sucede cuando pincho Vitalogy. Como he escrito te trae recuerdos pero lo bueno es que la música todavía tiene fuerza, así lo percibo yo al menos.

Ese adrenalitico inicio con Last Exit prácticamente unida con Spin the black circle me sigue poniendo las pilas. Si hoy en día voy a ver en concierto a Pearl Jam me gustan que suenen ambas. Y eso mismo me sucede con otras tantas de este disco como: Not for you, Inmortality o Cordury que se ha ganado un hueco entre los clásicos de la banda. Canciones como estas son la mejor señal de que el disco aguanta bien el paso del tiempo por lo menos en mi casa. En su día tanto sobre este disco y sobre todo sobre el No Code se comentó que la influencia de Neil Young había ido demasiado lejos. Como si fuese algo malo. El rastro del canadiense se sigue en temas como Not for you o incluso Tremor Christ y ambos me parecen buenos. Bienvenida la influencia del canadiense. Es alguien muy bueno a quien seguir.










domingo, 14 de octubre de 2012

En tierras castellanas


Hoy he venido de viaje tras una estancia de cuatro días en un pequeño pueblo de Valladolid. Hacía ya cuatro años que no pasaba por allí y las cosas como en todos los sitios parece que han ido a peor. Pero más allá de esa realidad indudable he disfrutado de unas cuantas jornadas alejado del bullicio de la ciudad, respirando tranquilidad por los cuatro costados en un ambiente sano muy diferente del que habito. Le comentaba a mi primo y a un amigo suyo que es un buen sitio para vivir, es lo que yo entiendo por calidad de vida. Puede que mucha gente acostumbrada al compás de lo urbano se ahogase en un lugar así pero si quieres meneo tienes Valladolid a quince minutos escasos en coche.

De todas formas es una sensación que me suele asaltar cada vez que me paso por allí. Y es muy probable que sea un sentimiento idealizado porque casi siempre que he ido ha sido en época de buen tiempo y no en el crudo invierno castellano. (Mi aita siempre me recuerda la frase de Miguel Delibes: Castilla: nueve meses de invierno tres de infierno. Es cierto que el clima castellano es duro. Hay un hecho irrefutable: Castilla y León es una de las regiones europeas más deshabitadas de Europa. Por algo será. Pero bueno que me desvío del tema: calidad de vida. Este es un concepto muy subjetivo y los indicadores pueden variar dependiendo de la persona.

Para mi un lugar a tiro de piedra de una ciudad grande como Valladolid, con un clima duro pero no irrespirable, con escasa contaminación y posibilidades de crecimiento es un buen lugar para habitar. Eso es lo que he pensado estos días cuando paseaba a Maialen en la hora de la siesta e iba disfrutando del sosiego por la meseta castellana. Claro que me estaba dando toda la solana y tal vez he perdido el sentido de la realidad. En cualquier caso he disfrutado de mi estancia por tierras castellanas y además he visto a unas cuantas personas que tenía ganas de ver. Me propongo no tardar en volver tanto como la última vez y espero encontrarme con proyectos tan interesantes como Portillo en transición o con Cooperativas Agrícolas que triunfen y puedan con la especulación que domina este cochino mundo.

viernes, 5 de octubre de 2012

Loretta Lynn. Van Lear Rose


Jack White es uno de los músicos que más opiniones a favor y en contra aglutina de la última década. Con su grupo principal White Stripes ha gozado de un apreciable éxito de ventas y critica y a menudo se le ha señalado como el líder de una supuesta escena de grupos en Detroit. Es uno de esos músicos que despierta tantas filias como fobias. A mi reconozco que la música de su banda jamás me ha vuelto loco, más allá de algunas canciones, pero el tipo, el personaje me parece interesante. Y lo que intensifica esa sensación es que el hombre se ha involucrado como productor en unos cuantos discos atractivos y ha colaborado hasta con el mismísimo Bob Dylan y los Rolling Stones. Esas cosas uno las tiene en cuenta. Aunque no son desde luego definitivas.

Lo cierto es que en este Van Lear Rose acierta de pleno. Sabe elegir el sonido, potencia las cualidades de Loretta y consigue momentos rockeros que se convierten en clásicos instantáneos.  Al parecer en el estudio el amigo White acabo hasta los mismísimos de la diva del country. Tal vez eso sea bueno y moneda común, ya que los conflictos en estudio han estado a menudo ligados a espléndidos resultados.


Aquí la partida viene ganada desde la elección de los temas. Pegajosos y directos como ese tremendo Have Mercy con regusto zeppeliano que justo cuando termina engancha con la vitalista High on a mountain top con un eufórico toque gospel o como el propio dueto que se marca Jack White con Loretta en Pórtland Oregon, donde la mujer le pega un repaso a Jack. Es curioso el contraste que se da en esta canción con la vocecilla de Jack y la contundencia de Loretta. Queda muy chulo.


Hay un bonito equilibrio entre temas con un inequívoco resgusto country como la delicada Trouble on the line o la más follkie pero igual de irresistible Family Tree o las más rockeras Have mercy, Pórtland Oregon o Mrs. Leroy Brown. El asunto se resuelve en cuarenta y pocos minutos rebosantes de talento e inspiración. La señora Loretta logró dar una buena patada en la mesa y presentarse en el mundillo rockero para que ignorantes como yo disfrutasen con su música. A mi me ganó desde la inicial y arrebatadora Van Lear Rose. Me gusta como canta y su voz. Lo que no siempre va unido. Ni se las veces que he puesto Van Lear Rose como inicio para un día soleado como el de hoy.



jueves, 4 de octubre de 2012

Billy Preston. Encouraging words


Siempre había ligado el nombre de Billy Preston a los Rolling Stones con los que colaboró en varios discos: Sticky fingers, Exile on Main Street o en el Black and blue donde en el tema Melody en los créditos se señala Inpiratibon by Billy Preston. Unos cachondos Jagger y Richards. Además participo en varias gloriosas giras de Richards y cia. Desconocía que fue conocido como el quinto beatle y menos aún su carrera como músico de sesión con tipos como Sam Cooke, Ray Charles o Little Richard. Además de todo eso el hombre tiene una larga carrera en solitario y mi primera toma de contacto no ha podido ser más impactante: Encouraging words, un álbum de 1970 en el que colaboran muchos nombres míticos: George Harrison o Keith Richards entre otros. Toda una All Star Band. Pero sinceramente eso carece de importancia o al menos no es lo significativo. Lo tremendo de Encouraging words es el talento de Billy Preston para componer canciones memorables y para pasearse por caminos souleros con el desparpajo de los grandes del género. Y no, no estoy exagerando.

A esas alturas de la película en 1970 Preston ya tenía el culo pelado como músico de sesión y una asentada carrera en solitario.  Encouraging words hacía su octavo disco. Aquí todo esta de su parte. Los músicos, las musas y la interpretación. En el apartado vocal su ejecución es sorprendente. Como tantos otros Preston proviene del gospel y la mezcla de ese estilo con otros géneros esta ensamblada perfectamente. No hay música más poderosa en este mundo. Si no caes rendido ante un temazo como Right now es que algo no funciona bien en tu sangre. Empezar tan bien tiene sus riesgos pero es que la sensación no hace más que intensificarse con la mágica Little girl el segundo tema. Vaya tema. Coros increíbles, el órgano de Billy luciéndose y el acompañamiento de una orquesta que le da un plus a una canción tremenda. No me la puedo quitar de la cabeza.


No exagero si escribo que un disco con dos temas del calibre de los mencionados ya tiene mucho terreno ganado. Pero es que Billy no afloja lo más mínimo y Use What You Got es el primer momento bailable que se salda con un rotundo éxito. Pegajoso tema que va increscendo para terminar de una forma que encajaría perfectamente en el Exile on Main Street de los Rolling Stones. La siguiente es la versión del archiconocido tema de George Harrison My Sweet Lord en mi opinión mejor que la original y eso que siempre me pareció que el tema de Harrison era un poco repetitivo. También se casca una aplastante versión del I´ve got a feelin de los Beatles que me vuelve loco. Este tema también lo hicieron con mucha soltura Tesla en su Real to Reel y aquí Preston se las apaña para igualar a Lennon y cía.  

Otra de las cumbres del álbum es The Same Thing Again un pedazo de balada interpretada con fuerza por Billy con su correspondiente sección de viento añadiendo al tema el toque definitivo. La verdad es que según he escrito eso de las cumbres del álbum me he arrepentido porque el disco no tiene desperdicio. Es una gozada perderse en la música de Billy con su inimitable toque en los teclados siguiendo la tradición góspel,soul y rhythm´n´blues. Un poderío tremendo el de Billy Preston.