miércoles, 20 de agosto de 2025

Ty Segall. Possession

Ty Segall es junto a Jim Lauderdale y Daniel Romano uno de esos músicos extremadamente prolíficos a los que trato de seguir la pista en vano porque es imposible adecuarse a su alto ritmo de publicación. Pero, a menudo, cuando me sumerjo en su nueva obra en cuestión, el resultado es mas que satisfactorio. Una gozada de hecho. Possesion editado el pasado mes de mayo juega en la liga de Freedom´s Globin, mi disco favorito de su extensa discografía. Ambos trabajos tienen puntos en común, pero también jugosas y variadas diferencias.

Possession me ha entrado a la primera escucha. Me ha resultado irresistible desde la primera canción, Shoplifter, que no es que empiece a toda marcha precisamente, de hecho se va construyendo de una forma super elegante, con arreglos de cuerda, violines aportando interesantes matices y con la fundamental y arrebatadora aparición del saxo de Mikal Cronin en el minuto 2.43 que lleva la canción a los altares. Curiosa forma en la que termina con un fragmento a capella y unos coros la mar de curiosos. Sin respiro el tema que da título al álbum es directamente uno de los singles más arrebatadores de la carrera de Ty Segall y mira que el tipo tiene temas resultones a cholón. Cool es la palabra que la define. De esas canciones que tiene un punto vacilón que la hace irresistible. 

En la reseña de la prestigiosa revista Mojo el titular no puede ser mas significativo, algo así como el garajero encuentra a su Beatle interior, una sensación que tuve de forma precisa sobre todo al escuchar el tema que cierra el álbum Another California Song donde la influencia de Lennon es evidente. Me hizo gracia leer esa misma impresión en Mojo. Pero antes de esa final tan chulo quiero señalar unos cuantos temas que no me quito de la cabeza. Como esa poderosa Shining con la puntillosa guitarra de Ty Segall y que según avanza me la imagino en la voz de Kurt Cobain...Una sección de viento perfectamente insertada y arreglada por su inseparable Mikal Cronin da un toque perfecto al tema.

Skirts Of Heaven tiene un comienzo que podría ser un perfecto homenaje a Ozzy Osbourne y evoluciona de una forma curiosa y atractiva con arreglos de cuerda y trombones. Fantastic Tomb arranca con un chulísimo riff de Segall y cuando se le añade la sección de viento piensas que, efectivamente, eso encaja ahí a la perfección. Y lo mejor para el final con efectivo y abrasador solo de guitarra con Ty luciéndose con un sonido. Es imposible no pensar en Bowie en el inicio de The Big Day. Fantástica la aparición vocal en falsete a cargo de Ty para que de inmediato de nuevo una juguetona sección de viento se mezcle a la perfección con los coros. Otro temazo de traca que termina de una forma hipnótica con el piano. Tanto Hotel como Alive no bajan el nivel y el cierre con Another California Song es inmejorable. Ahora a ver si viene a presentarlo por estos lares. 

viernes, 8 de agosto de 2025

Sigourney

En realidad se llamaba Susan Alexandra Weaver pero se lo cambió por Sigourney nombre de un personaje que aparece en el Gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald. Se cuenta que le gustó su sonoridad y que era muy llamativo. Ya había demasiadas Susan en el teatro. Desde luego es un nombre poderoso, sonoro, pizpireto y le va perfecto. Por si fuera poco Sigourney nació en Manhattan y su primer papel en el celuloide fue en Annie Hall de otro ilustre neoyorquino, Woody Allen. Es seguro que uno de sus personajes más icónicos sea el de la Teniente Ripley en la saga de Alien. Mentiría si escribiese que está entre mis películas favoritas. 

Puede que me cautivase por primera vez en Los Cazafantasmas, donde luce espectacular, pero yo ahí todavía era un terrible infante. Algunos años después ya me enamoró por completo en Armas de mujer... Pero no sería hasta mediados de los noventa cuando caí rendido antes sus interpretaciones en El año que vivimos peligrosamente (recuerdo verla en el programa de televisión Que grande es el cine de Jose Luis Garcí), Dave presidente por un día, La muerte y la doncella, Copycat y sobre todo La tormenta de Hielo de Ang Lee donde comparte protagonismo con Kevin Kline. Algunas de de mis escenas favoritas de su filmografía están en ese film. 

He seguido su carrera desde esa época y todavía hoy en día disfruto con su presencia e interpretaciones. Sin ir más lejos el año pasado estuvo espléndida cuando le dieron el Goya Internacional. Conservaba todo su carisma y esplendor y esta semana he visto una película (Una buena casa) en la que de nuevo comparte protagonismo con Kevin Kline. El film no es una obra maestra, ni mucho menos pero tiene su encanto y su papel es una golosina que Sigourney borda como tantas otras veces. 

martes, 5 de agosto de 2025

Mark Ribowsky. La extraordinaria vida de Little Richard

En apenas cuatro días me he ventilado La extraordinaria vida de Little Richard escrito por Mark Ribowsky, autor también de otros libros desgraciadamente no traducidos al castellano como The Supremes: A saga of Motown Dreams, Success and Betrayal o Signed, Sealed, Delivered: The Soulful Journey of Stevie Wonder a los que ya me gustaría hincar el diente. En cualquier caso el de Little Richard se lee de un tirón, de forma frenética, tal y como era su música a mediados de los cincuenta; un torbellino imparable de dimensiones bíblicas, algo catártico y rompedor que perdurará por los siglos de los siglos. El autor con habilidad literaria y pasión por la música de este hombre, nos cuenta todo sobre Richard Wayne Penniman y desde luego el título no exagera lo más mínimo.

Es curioso comprobar como  a pesar del impacto que supuso la música de este hombre y sus compinches (lo puso todo patas arriba y sin duda abrió el camino para otros) su discografía es un what if de manual... Porque más allá de los dos primeros discos, que en realidad eran recopilatorios de los singles más populares de sus comienzos, Little Richard ya sea porque no elegía bien el productor, los músicos, el estudio o simplemente porque era un tarambana de mucho cuidado jamás logro tener un discografía sólida, contundente... Vivió y así se relata de forma estupenda en el libro de su apabullante directo. Y es que sobre las tablas tenía pocos rivales y de sus modus operandi tomaron buena nota James Brown o The Beatles.

Ribowsky se detiene profusamente en casi todas las grabaciones acometidas por Little Richard y también en sus abundantes y delirantes devaneos sexuales, aspecto con el que parecía estar en una lucha constante el bueno de Ricardito. La lucha constante entre la religión y el rock como camino pecaminoso me ha recordado a Fuego eterno. La historia de Jerry Lee Lewis de Nick Tosches aunque el de Tosches es muy superior, con mucha más enjundia. Como también le sucedió a Jerry Lee Lewis, Little Richard encontró en Inglaterra una aliada fantástica para las giras que eran lo que le daban de comer. Hay unas cuantas anécdotas cachondas sobre el poderío de Ricardito sobre las tablas. Y es que el muy cabrón sabía a ciencia cierta que el que saliese después de el a tocar lo tenía más que crudo. ¿Se acordará Yoko Ono de lo que les pasó a ella y a su célebre marido en un festival en Toronto? Seguro que si. Ja, ja. 

Otra conexión suprema es la que existió entre Jimi Hendrix y Little Richard. El célebre guitarrista de Seattle estuvo durante un tiempo en la banda de Ricardito y su resumen es el siguiente: Mal pagado, mala vida y quemado. Ja, ja. En fin que trabajar con Little Richard no parecía fácil en absoluto. Hay muchos ejemplos de su actitud desafiante, cambiante y peligrosa no sólo sobre el escenario sino cuando se bajaba de el. Otras veces le daba por el Señor ja ja. Lo cierto es que me he echado buenas risas con muchos pasajes a cual más rocambolesco y loco. La mayoría tienen que ver con el enorme ego de este sujeto. La lectura ha culminado poniendo toda pastilla Here´s Little Richard y eso amigos sigue siendo un artefacto colosal cuyo impacto perdura en nuestros días.