jueves, 11 de septiembre de 2025

Bordeaux mon amour

A cuatro escasas horas en autobús de Bilbao se encuentra Burdeos, capital de la región de la Nueva Aquitania. Tras Paris, Marsella, Lyon y Lille es la quinta ciudad más importante de Francia. No he estado en las otras cuatro por lo tanto no tengo con qué comparar lo que si puedo escribir es que Burdeos me ha encantado. Es una ciudad en la que perderse continuamente por sus calles llenas de peculiares comercios, tascas de lo más variopintas y un ambiente colorido y cultural por doquier. Me ha llamado poderosamente la atención la cantidad de librerías y de tiendas de comics y de música que puedes encontrar por sus calles. Lo cual me hace pensar, tal vez en un exceso de optimismo, en que hay mercado para todo ello. Que en la ciudad palpita la cultura por todos los rincones. Y eso para Su y el menda es gloria bendita. Así lo he percibido y con esa eufórica sensación he vuelto.

Además de lo señalado la arquitectura de la ciudad tiene un atractivo descomunal. Predomina el etilo neoclásico con importantes retazos de gótico y con una presencia constante de elementos contemporáneos. Mi rincón favorito de la ciudad es la Grosse Cloche cuya historia se remonta al siglo XIII. El aspecto que luce hoy en día data del siglo XVIII y cuando entras a la Rue Saint James lo mejor es contemplar al detalle los comercios que hay a cada lado de la calle hasta llegar a la Plaza de Fernand Lafargue y atisbar al fondo un retrato de James Brown que preside un bar llamado L´Apollo. Mejor imposible. Fotos del mítico programa Soul Train decoran sus paredes. En mi salsa.

Todo el barrio de Saint Paul merece ser pateado de arriba a abajo que fue lo que hicimos sin mapa ni gps. Lo mejor es ir intercalando calles de arriba a abajo, de izquierda a derecha, dejándote llevar por el impulso irresistible que tienen su calles por cierto atestadas de personas, la mayoría mucho más jóvenes que nosotros ja ja. Es lo que hay. Vive la Jeunesse! Muy cerca de ese barrio se encuentra otro imprescindible: Saint-Michel donde merece la pena visitar la Basilica de St Michel y acercarse a la puerta de Porte de Bourgogne. Una tarde que comenzamos paseando por el Barrio de Saint-Michel terminamos en la otra punta; disfrutando también de Saint Pierre habiendo pasado por la espectacular Porte Cailhau construida hace más de 500 años y en la que merece la pena detenerse un rato largo. 

Lo cierto es que el primer día antes de ponernos en marcha y por primera vez en mi vida acudí a uno de esos Free Tour de un par de horas que nos sirvió para tomar contacto con la ciudad y conocer algunos detalles interesantes para emprender el vuelo en solitario. El primer día suele ser habitual llenar la agenda con cosas que quieres hacer, plantearte visitar las cercanas Arcachon o Saint Emilion pero finalmente lo desechamos y pateamos a gusto y sin prisas por Burdeos. Por ejemplo reservamos una mañana para cruzar el Pont De Pierre para dirigirnos a Darwin Eco-Systeme un espacio diferente, alternativo, respetuoso con el medio ambiente que tienen el reciclaje como eje y con interesantes muestra de arte callejero. En interesante contraste a la tarde visitamos el Barrio Chartrons y tal vez encontramos muchos comercios cerrados y no supimos sacarle todo el partido posible. Con lo que hay que volver. Si o si. 



viernes, 5 de septiembre de 2025

Jesse Malin. Almost Grown: A New York memoir

Dos ilustres neoyorquinos (al menos en mi casa) publicaran en los próximos meses sendos libros de memorias. Voy a empezar por riguroso orden de aparición en la escena musical de los noventa en New York City, porque es en esa urbe que tan a fuego tengo metida en mi imaginario cultural donde empezaron sus carreras Jesse Malin y Huey Morgan. Puede que a priori y a posteriori también, la música de ambos sujetos no tenga nada que ver pero yo por supuesto si la veo. Seguro que a ambos les flipa Sam Cooke. Y el soul. Es un buen inicio. El mejor de los comienzos diría yo. 

Tal vez sin haber cumplido todavía los sesenta tacos se antoja muy pronto para escribir unas memorias, o quizás no, seguro que ambos tendrán jugosas historias que contar y como confío plenamente en sus habilidades para ello espero con ansia hacerme con ambos. Almost Grown se publicará en abril del próximo año. Ya está en preventa. La carrera de Jesse Malin comenzó cuando era un adolescente hiperactivo de Queens que encontró en el rock´n roll una pasión a la que dedicarse en cuerpo y alma. Despuntó siendo un imberbe con Heart Attack y se hizo grande en los círculos undeground de NYC con D Generation, seminal combo de punk rock. Desde que comenzó su carrera en solitario hace más de veinte años su discografía es esencial en mi hogar. Adoro su trayectoria en solitario. Y la máxima de la misma la define Jesse Malin de esta forma: Me gustan las buenas canciones, y los grupos que tocan baladas tranquilas y cosas fuertes en el mismo disco. Añado,  y que surcan diferentes estilos musicales sin complejos, en perfecta y extraña armonía como sus adorados The Clash.

Desconozco si hay algún plan para que el libro se edite en castellano. Lo dudo. Si no es así haré ese esfuerzo extra y lo leeré en inglés. Faltan todavía unos cuantos meses para que se edite y es probable que venga acompañado de un disco nuevo, mientras, es un placer recurrir por enésima vez a rodajas tan bellas y especiales como Sad And Beautiful World, Sunsent Kids, New York Before The War, Love It To Life, Glitter in the Gutter o The Fine Art Of Self Destruction... Toda la suerte del mundo a Jesse en en su proceso de recuperación.





miércoles, 20 de agosto de 2025

Ty Segall. Possession

Ty Segall es junto a Jim Lauderdale y Daniel Romano uno de esos músicos extremadamente prolíficos a los que trato de seguir la pista en vano porque es imposible adecuarse a su alto ritmo de publicación. Pero, a menudo, cuando me sumerjo en su nueva obra en cuestión, el resultado es mas que satisfactorio. Una gozada de hecho. Possesion editado el pasado mes de mayo juega en la liga de Freedom´s Globin, mi disco favorito de su extensa discografía. Ambos trabajos tienen puntos en común, pero también jugosas y variadas diferencias.

Possession me ha entrado a la primera escucha. Me ha resultado irresistible desde la primera canción, Shoplifter, que no es que empiece a toda marcha precisamente, de hecho se va construyendo de una forma super elegante, con arreglos de cuerda, violines aportando interesantes matices y con la fundamental y arrebatadora aparición del saxo de Mikal Cronin en el minuto 2.43 que lleva la canción a los altares. Curiosa forma en la que termina con un fragmento a capella y unos coros la mar de curiosos. Sin respiro el tema que da título al álbum es directamente uno de los singles más arrebatadores de la carrera de Ty Segall y mira que el tipo tiene temas resultones a cholón. Cool es la palabra que la define. De esas canciones que tiene un punto vacilón que la hace irresistible. 

En la reseña de la prestigiosa revista Mojo el titular no puede ser mas significativo, algo así como el garajero encuentra a su Beatle interior, una sensación que tuve de forma precisa sobre todo al escuchar el tema que cierra el álbum Another California Song donde la influencia de Lennon es evidente. Me hizo gracia leer esa misma impresión en Mojo. Pero antes de esa final tan chulo quiero señalar unos cuantos temas que no me quito de la cabeza. Como esa poderosa Shining con la puntillosa guitarra de Ty Segall y que según avanza me la imagino en la voz de Kurt Cobain...Una sección de viento perfectamente insertada y arreglada por su inseparable Mikal Cronin da un toque perfecto al tema.

Skirts Of Heaven tiene un comienzo que podría ser un perfecto homenaje a Ozzy Osbourne y evoluciona de una forma curiosa y atractiva con arreglos de cuerda y trombones. Fantastic Tomb arranca con un chulísimo riff de Segall y cuando se le añade la sección de viento piensas que, efectivamente, eso encaja ahí a la perfección. Y lo mejor para el final con efectivo y abrasador solo de guitarra con Ty luciéndose con un sonido. Es imposible no pensar en Bowie en el inicio de The Big Day. Fantástica la aparición vocal en falsete a cargo de Ty para que de inmediato de nuevo una juguetona sección de viento se mezcle a la perfección con los coros. Otro temazo de traca que termina de una forma hipnótica con el piano. Tanto Hotel como Alive no bajan el nivel y el cierre con Another California Song es inmejorable. Ahora a ver si viene a presentarlo por estos lares. 

viernes, 8 de agosto de 2025

Sigourney

En realidad se llamaba Susan Alexandra Weaver pero se lo cambió por Sigourney nombre de un personaje que aparece en el Gran Gatsby de Francis Scott Fitzgerald. Se cuenta que le gustó su sonoridad y que era muy llamativo. Ya había demasiadas Susan en el teatro. Desde luego es un nombre poderoso, sonoro, pizpireto y le va perfecto. Por si fuera poco Sigourney nació en Manhattan y su primer papel en el celuloide fue en Annie Hall de otro ilustre neoyorquino, Woody Allen. Es seguro que uno de sus personajes más icónicos sea el de la Teniente Ripley en la saga de Alien. Mentiría si escribiese que está entre mis películas favoritas. 

Puede que me cautivase por primera vez en Los Cazafantasmas, donde luce espectacular, pero yo ahí todavía era un terrible infante. Algunos años después ya me enamoró por completo en Armas de mujer... Pero no sería hasta mediados de los noventa cuando caí rendido antes sus interpretaciones en El año que vivimos peligrosamente (recuerdo verla en el programa de televisión Que grande es el cine de Jose Luis Garcí), Dave presidente por un día, La muerte y la doncella, Copycat y sobre todo La tormenta de Hielo de Ang Lee donde comparte protagonismo con Kevin Kline. Algunas de de mis escenas favoritas de su filmografía están en ese film. 

He seguido su carrera desde esa época y todavía hoy en día disfruto con su presencia e interpretaciones. Sin ir más lejos el año pasado estuvo espléndida cuando le dieron el Goya Internacional. Conservaba todo su carisma y esplendor y esta semana he visto una película (Una buena casa) en la que de nuevo comparte protagonismo con Kevin Kline. El film no es una obra maestra, ni mucho menos pero tiene su encanto y su papel es una golosina que Sigourney borda como tantas otras veces. 

martes, 5 de agosto de 2025

Mark Ribowsky. La extraordinaria vida de Little Richard

En apenas cuatro días me he ventilado La extraordinaria vida de Little Richard escrito por Mark Ribowsky, autor también de otros libros desgraciadamente no traducidos al castellano como The Supremes: A saga of Motown Dreams, Success and Betrayal o Signed, Sealed, Delivered: The Soulful Journey of Stevie Wonder a los que ya me gustaría hincar el diente. En cualquier caso el de Little Richard se lee de un tirón, de forma frenética, tal y como era su música a mediados de los cincuenta; un torbellino imparable de dimensiones bíblicas, algo catártico y rompedor que perdurará por los siglos de los siglos. El autor con habilidad literaria y pasión por la música de este hombre, nos cuenta todo sobre Richard Wayne Penniman y desde luego el título no exagera lo más mínimo.

Es curioso comprobar como  a pesar del impacto que supuso la música de este hombre y sus compinches (lo puso todo patas arriba y sin duda abrió el camino para otros) su discografía es un what if de manual... Porque más allá de los dos primeros discos, que en realidad eran recopilatorios de los singles más populares de sus comienzos, Little Richard ya sea porque no elegía bien el productor, los músicos, el estudio o simplemente porque era un tarambana de mucho cuidado jamás logro tener un discografía sólida, contundente... Vivió y así se relata de forma estupenda en el libro de su apabullante directo. Y es que sobre las tablas tenía pocos rivales y de sus modus operandi tomaron buena nota James Brown o The Beatles.

Ribowsky se detiene profusamente en casi todas las grabaciones acometidas por Little Richard y también en sus abundantes y delirantes devaneos sexuales, aspecto con el que parecía estar en una lucha constante el bueno de Ricardito. La lucha constante entre la religión y el rock como camino pecaminoso me ha recordado a Fuego eterno. La historia de Jerry Lee Lewis de Nick Tosches aunque el de Tosches es muy superior, con mucha más enjundia. Como también le sucedió a Jerry Lee Lewis, Little Richard encontró en Inglaterra una aliada fantástica para las giras que eran lo que le daban de comer. Hay unas cuantas anécdotas cachondas sobre el poderío de Ricardito sobre las tablas. Y es que el muy cabrón sabía a ciencia cierta que el que saliese después de el a tocar lo tenía más que crudo. ¿Se acordará Yoko Ono de lo que les pasó a ella y a su célebre marido en un festival en Toronto? Seguro que si. Ja, ja. 

Otra conexión suprema es la que existió entre Jimi Hendrix y Little Richard. El célebre guitarrista de Seattle estuvo durante un tiempo en la banda de Ricardito y su resumen es el siguiente: Mal pagado, mala vida y quemado. Ja, ja. En fin que trabajar con Little Richard no parecía fácil en absoluto. Hay muchos ejemplos de su actitud desafiante, cambiante y peligrosa no sólo sobre el escenario sino cuando se bajaba de el. Otras veces le daba por el Señor ja ja. Lo cierto es que me he echado buenas risas con muchos pasajes a cual más rocambolesco y loco. La mayoría tienen que ver con el enorme ego de este sujeto. La lectura ha culminado poniendo toda pastilla Here´s Little Richard y eso amigos sigue siendo un artefacto colosal cuyo impacto perdura en nuestros días.

miércoles, 23 de julio de 2025

Ozzy Osbourne Forever!

Ayer murió a la edad de setenta y seis años Ozzy Osbourne. Se me ocurren pocos cantantes tan carismáticos, excesivos y arrolladores como el frontman de Black Sabbath. Su legado en el combo de Birmingham es aplastante y su carrera en solitario, especialmente a comienzos de los ochenta, es una rica y jugosa muestra de lo bien y diferente que puede volar un cantante por su cuenta. Su deceso ha conmocionado el mundo del rock´n roll ya que su influencia es eterna y se extiende por múltiples solistas y bandas. Durante muchos años su vida fue un exceso constante pero eso no le impidió tener una producción amplia y muy variada. Tuvo el tino de elegir siempre a grandes músicos. Se rodeó a menudo de los mejores.

La primera vez que escuche a este sujeto fue cuando mi colega Rober me dejo una box set titulada Black Sabbath: The Ozzy Osbourne Years Complicado explicar con un par de frases el impacto que tuvo en mi el tema The Wizard, el segundo corte de su debut.... Esa armónica que sopla Ozzy secundada por una de las mejores secciones rítmicas de la historia con Geezer Butler al bajo y Bill Ward a la batería con el poderoso riff de Tony Iommi... Buaaaaahhhhhhhh. Sigue siendo uno de mis temas favoritos de su amplia discografía. Me sorprendió por todo, quizá, sobre todo porque me esperaba otra cosa al haber escuchado siempre o leído que estos tipos eran los precursores del heavy metal y sin duda lo eran pero esos primeros seis discos con Ozzy son mucho más que eso. 

De modo que una vez que mi amigo Rober me dejo esa espectacular caja que piratee (ha prescrito) haciendo hasta una imitación de la original con cartulina y demás, después cuando comencé a manejar algo de panoja me pillé las reediciones de Paranoid y de Master Of Reality que junto al debut son mis favoritos aunque realmente como dijo Henry Rollins; Sólo lo puedes confiar en ti mismo y en los seis primeros álbumes de Sabbath. Conocí tan mítica sentencia como no en Popular 1. Escuchar la música de este peculiar combo sigue siendo tan excitante como cuando les descubrí. Siempre encuentro matices nuevos, recovecos inesperados. Una experiencia sonora enriquecedora. 

Su carrera en solitario comenzó de forma inmejorable con esos dos primeros discos acompañado del añorado Randy Rhoads, Blizzard of Ozz y Diary of a Madman que exploran vías diferentes a su sonido en Sabbath con brillantes resultados. Una forma de volar por su cuenta increíblemente elegante y resultona. Guardo como oro en paño la caja Prince Of Darkness que me regaló hace veinte años mi amigo Rober. Esa box set es una forma fantástica de descubrir el legado en solitario de Ozzy más allá de su icónica presencia metalera. No olvidemos que Ozzy era un furibundo seguidor de los Beatles, banda por la que siempre dice que se animó a dedicarse a la música. Descanse en paz.

martes, 22 de julio de 2025

Rockland Art Fest 20/07/2025: Marcus King + Fantastic Negrito + The Black Keys

Confieso que mientras me llevan a Santo Domingo de la Calzada escuchando una selección musical envidiable y espectacular perpetrada por el menda (Al Green, Tom Petty & Heartbreakers, Fun Lovin´Criminals, Solomon Burke, Allman Brothers Band, etc...) pienso que al llegar el recinto va a salir un presentador tipo Popotxo el de la Orquesta Mondragón y va a anunciar que no han podido traer el cartel que anunciaban pero que en su lugar van a salir al escenario sus homólogos mexicanos no sindicados: Marquitos el rey, Negrito el fantástico y Las Teclas Negras... Pero, ¡qué va! ¡Son los auténticos! Espectacular cartel que llamó mi atención desde el mismo día que se anunció.

Llegamos al recinto de Rockland Art Fest a eso de las 18 horas con un interesante calor pero enseguida aposentamos nuestros culos a la sombra mientras escuchamos a lo lejos primero la música seleccionada y después Girlband que sinceramente suenan bien, pero hemos venido con un objetivo claro y hay que guardar fuerzas para nuestros objetivos.  De modo que tras salir un momento al coche para comernos el bocata volvemos y nos ponemos en las primeras filas o casi para ver al primer objetivo de la noche.

The Marcus King Band

Con algo de retraso respecto al horario previsto a eso de las 19 horas salen al escenario Marcus y su banda. Y desde el principio me cautivan. Buen sonido, ejecución perfecta y la voz de Marcus maravillosa. En principio, puede que el personal vaya a deleitarse con su pericia a la guitarra, de la que da buena muestra todo el concierto, pero lo mejor es escuchar su voz preñada de soul en temas lentos como Goodbye Carolina, Beautiful Stranger o Wildflowers wine. La apertura con The Well se me antoja perfecta y las interacciones guitarreras con Drew Smithers marcan los momentos álgidos del concierto que culmina de forma inmejorable rindiendo pleitesía a The Allman Brothers Band con la eterna Ramblin´Man. La sensación de haber visto a una artista en plena forma y al que le queda mucho recorrido dada su insultante juventud. La hora que está sobre el escenario se nos hace corta pero ya sabíamos que iba a ser así. De esos que si vuelve a una sala vamos como un cohete. 

Fantastic Negrito

Una vez que termina Marcus King salimos disparados a situarnos en las primeras filas con Fantastic Negrito. Y llegamos justo a tiempo. Como cuando le vi en el Festival de Blues de Bilbao hace unos años la aparición de Fantastic Negrito es explosiva y me pone a cien desde el primer minuto. Que carisma se gasta el muchacho. Se mueve por el escenario con desparpajo y derrocha entusiasmo en

cada nota. Su música es una sugerente mezcla de soul, funky y rock que atrapa por vista y oídos. Sus letras son un aviso para navegantes y tengo la fortuna de escuchar en directo Living with the strangers y I Hope Somebody´s Loving You de su último disco, Son Of a Broken Man, mi favorito de su interesante discografía. La pega es que como los conciertos arrastraban un retraso el concierto apenas dura cincuenta minutos que nos saben a poco. Ganas de pillarle en una sala. 

The Black Keys

Confieso que antes de acudir al Festival hago algo que nunca suelo hacer, chequear el setlist. Compruebo que los amigos Auerbach y Carney pasan por completo de su último álbum, Ohio Players por el que el menda se pirra. Que se va a hacer. En cualquier caso tienen temas para hacer un show más que atractivo. De hecho siempre he pensado que son una máquina de componer canciones bailongas y super efectivas que me ponen de buen humor. Y con los años les he ido prestando más atención, apreciando mucho su música.  La gozo desde el inicio con los dos fundadores de la banda atacando Thickfreakness, The Breaks y I´ll Be Your Man pero el asunto mejora cuando se incorporan los músicos que los acompañan que ofrecen una cobertura más que jugosa en cuanto a coros e instrumentación. De hecho tanto los hermanos Gabbard como Chris St.Hilaire son fundamentales.

El personal estuvo entregado durante la hora y media que dura el show. Me hizo mucha gracia en los bis cuando a escasos metros la chavalería empezó a entonar el celebérrimo tema de White Stripes para solicitar que volviese la banda. Pero acaso no saben que Jack White y Dan Auerbach se llevan a matar. En fin, juventud divino tesoro te vas para no volver... Era la primera vez que veía a la banda en directo y me gustaron mucho. Mis momentos favoritos llegaron con las canciones más bailongas que estos tíos bordan: Fever, Everlasting Light, Tighten Up o la traca final con Little Black Submarine y la mega exitosa Lonely Boy. Auerbach se mostro juguetón en el escenario y se le veía disfrutar mientras que Carney puede competir perfectamente con Rich Robinson en simpatía. Vaya elemento, se piró disparado.  Y mi sensación con el baterista es que es el menos dotado con su instrumento de los músicos que hay sobre el escenario, aún así muy buen concierto.