sábado, 23 de junio de 2018

A todas horas y en cualquier lugar, música

Ayer fue el Día de la Música. En mi casa todos los días. No concibo un día sin ella. Me acompaña a todas horas y en cualquier lugar. Si voy a por el pan tengo calculado el trayecto lo hago en lo que tardo en escuchar I feel alright y Hard Core Troubadour. Desde casa al trabajo encaja perfecto el Live At The Harlem Square Club de Sam Cooke. Cuando tengo que hacer un recado a Portu ida y vuelta me meto el Van Halen II tan ricamente. Imposible que salga sin mi mp4, siempre cargadito con mis obsesiones recurrentes y con dos o tres novedades de las que voy empapándome. 

No me quiero poner tremendo pero la música es una pasión que me viene de muy lejos. En mi casa mi aita siempre la tenía puesta y aunque lo que predominaba eran cantantes como Plácido Domingo, Carreras, Pavarotti o música clásica, de alguna forma todo eso me cautivó. Luego cada uno toma su camino pero la verdad es que escucho muchos estilos diferentes y la gozó con cada cosa a tope. Puedo volar alto con Torna a Surriento de Pavarotti y luego calzarme Nothing´s alright y Hammersmith Palais de Demolition 23 y venirme arriba que no veas. Cuando llega la noche nada mejor que una buena ristra de soul con Mr Al Green guiando el camino.




Se sigue publicando mucha música que me atrae. Seguiremos escuchando y leyendo hasta el fin de los tiempos aquello de que el rock está muerto, que si ya no salen grupos como los de antes, que si ya no hay obras maestras como antaño, bla bla bla bla bla bla.... Lo de siempre. En los últimos años varios discos se han colado en mi reproductor y se han hecho fuertes ahí, A Sailor´s Guide to Earth, Hallelujah Anyhow, This is Where I Live, Liquid Spirit, Barefoot in the head, Walking Papers, Burn Something Beatiful, Soulfire..... Este mismo año ando loco con Ty Segall y Father John Misty y ese increíble God´s Favorite Costumer... Si a todo esto le añades descubrimientos de discos clásicos.... Una gozada. 

Me interesan las conexiones musicales. Las que se establecen entre diferentes artistas y las que tienen lugar en nuestro cerebro. Por eso tengo para el verano una lectura que quiero abordar con total tranquilidad (mientras escucho música, por supuesto), Tu cerebro y la música de Daniel J Levitin. Tiene buena pinta y esta parte de la sinopsis ha decantado mi decisión: Recurriendo a las últimas investigaciones y con ejemplos de piezas musicales que van desde Mozart hasta Van Halen pasando por Duke Ellington, Levitin desvela multitud de misterios... A gozar.