viernes, 18 de octubre de 2019

Jerry Cantrell. Boggy Depot

Hace más de veinte años que Jerry Cantrell publicó Boggy Depot, su debut en solitario. Corría el año 1998 y se cumplían desde dos desde que Alice In Chains habían editado su último disco de estudio con Layne Staley como cantante. Y sería el último si exceptuamos su gloriosa aparición en el MTV Unplugged. El tema con Layne pintaba mal como desgraciadamente se confirmó años después pero Jerry no podía dejar de crear música. Una constante en su vida y algo por lo que le estaré eternamente agradecido. Boggy Depot podría ser perfectamente un disco de Alice In Chains y sería uno cojonudo, maravilloso, con momentos sublimes.

Recuerdo que una de las tantas veces que estaba viendo con Su el MTV Unplugged de Alice In Chains me dijo que le encantaba la voz de Jerry Cantrell. No es sólo que le pareciese que encajaba perfectamente con la de Stanley sino que cuando era la principal le gustaba tanto como la del bueno de Layne. Y apoyo la moción. Es una faceta tal vez no muy resaltada cuando se escribe sobre Cantrell pero a su prodigiosa capacidad para componer música imperecedera y a su habilidad con la guitarra se le une una más que ponderable pericia a las voces. Un diez para él también en ese apartado. 

En Boggy Depot Cantrell se rodeó de sus compinches habituales (Sean Kinney a la batería en todos los cortes del álbum y Mike Inez al bajo en tres temas) más otros ilustres invitados como Les Claypool (Primus)Rex Brown (Pantera) y Norwood Fisher (Fishbone) al bajo más Angelo Moore (Fishbone) que aporta los vientos en dos piezas exquisitas: Cut You In y Cold Piece. El disco se gestó entre 1996 y 1997 y nació más por la situación en barbecho de la banda que por un interés claro de Jerry en debutar en solitario. Pero si quería hacer música no podía contar con su amigo Layne, eso era tarea imposible.

De modo que Boggy Depot es un álbum en solitario de Cantrell pero podría haber sido perfectamente la continuación del disco homónimo de Alice In Chains y aunque alguno se lleve las manos a la cabeza yo escribo que mejor, más variado con canciones sublimes, muchas de ellas auténticos clásicos que lucirían de lo lindo en la discografía de Alice In Chains y eso lo aplicó desde la primera canción, una portentosa Dickeye donde el sonido de Alicia es más que reconocible. Una canción poderosa marca de la casa con un excelso trabajo de Cantrell a la guitarra, un claro single con potencial infinito en un mundo cuerdo.

En el segundo tema (Cut You In) también con cadencia Alicia ya tenemos un elemento diferenciador: las eclécticos trompetas cortesía de Angelo Moore que le dan al tema un aire diferente sin salirse de los parámetros reconocibles de Cantrell. Con My Song simplemente tengo que escribir que es una de mis canciones favoritas que jamás haya compuesto el bueno de Cantrell. Es inevitable fantasear con escucharla en las voces de Jerry y su amigo Layne. Pero así como esta es maravillosa. Me vuelve loco el estribillo con Cantrell cantando de forma sublime eso de: Every time you let it show, I didn´t want to know by the time I had lost my soul...


Un sugerente piano nos introduce a Settling Down la canción más larga hasta ahora. Otra puta delicia con un espectacular trabajo al bajo de Norwood Fisher y una sentida interpretación vocal a cargo de Jerry Cantrell. Insisto en esta faceta de Jerry. Se puede tener más o menos voz o rango vocal pero lo que hay que tener siempre es gusto y estilo para entonar las notas y Cantrell va sobrado. Para completar la perfección al piano de fondo siempre presente le acompaña una guitarra excelsa, exquisitos punteos ejecutados con el sobrio estilo de Jerry Cantrell. Otro de esos temas por los que pierdo la puta cabeza. Una canción soberbia que en mi maltrecha mente me recuerda a los mejores Pink Floyd y seguro que no tiene nada que ver. Pero siempre la he asociado a Gilmour y cía.

A veces es tentador dejarse llevar por la oscuridad que propone Cantrell en canciones como Breaks My Back en la que la voz de Cantrell parece filtrada por algún efecto y donde no puedes dejar de escuchar la impresionante guitarra que se bifurca por mil recovecos. Son más de siete minutos sin que en ningún momento se haga larga. Y ese mismo sentimiento te agarra fuerte con Jesus Hands un tema más metálico, una canción más trotona pero que no pierde nada de su encanto. Devil By His Side es otro tema con enorme potencial para single. Una canción con un feeling especial, de esas en las que todo se va preparando para un arrebatador estribillo. Y así es. De las que primero se te incrustan y no te abandonan.

El tremendo arranque de Keep The light on te hace ineludiblemente pensar en Dirt por ejemplo hasta que llega un momento de pausa y Jerry te recuerda en una parte lenta, acústica que es un auténtico maestro haciendo esos rompedores cambios de tempo. Imposible no sucumbir ante semejante talento. Satisfy es una balada descomunal coronada con otro solo que me vuelve a emparentar a Jerry con David Gilmour y eso en mi casa equivale a que eres el puto amo de la barraca.

Cualquier cosa que pueda escribir sobre Hurt A Long Time no le va a hacer justicia. Simplemente una de mis canciones favoritas de la historia. Estremecedora. Comentó Jerry en su día que era una canción muy personal sobre el suicidio de un ser querido y que no podía escucharla sin llorar. Hasta a mí que dejo a la altura del barro al más duro Clint Eastwood se me escapa una lagrimilla. Qué forma más elegante de construir una canción y de cantarla con todo el alma del mundo.


Ya sólo queda Between que cuenta con un comedido Les Claypool al bajo. Es una canción que podría calificar de country. Sin tener los elementos del género, más por la atmósfera y la letra. En cualquier caso otra delicia. El cierre llega con Cold Piece la canción más larga del disco y donde vuelve a hacer su aparición el loco de Angelo Moore. De alguna forma esta pieza reúne todas las características del disco: riffs potentes, exquisitas melodías vocales, el empleo de un piano la mar de efectivo, la experimentación con los vientos a cargo de Moore. Un colofón perfecto.

La temática del disco es variada y jugosa. Hay de todo: evocadoras canciones de amor (My Song o Settling Down), desdichados lamentos por el abuso de sustancias entre colegas (Cut You In) una arrebatadora tonada (Hurt A Long Time) sobre el suicidio, llamadas a la resistencia y a salir adelante en tiempos oscuros (Satisfy). Lo cierto es que este es un disco por el que tengo devoción, de largo recorrido, de esos que en el momento que se edita no sabes apreciar demasiado pero que con el paso del tiempo se convierte en vital, ineludible.