viernes, 22 de octubre de 2010

The Black Crowes. The Southern Harmony and Musical Companion

Morir de éxito. Es una frase que he leído y escuchado a menudo. Ahí arriba en las alturas, rodeado de buitres, malas compañías con amigos que no conocías. Cuando vienen bien dadas pululan las palmaditas en la espalda, los abrazos y los besos. Salen entusiastas de debajo de las piedras. Del mismísimo infierno.

A un primer disco de un descomunal éxito de crítica y público le sigue una extensa espera. Algunos músicos sucumben a la presión. Se quedan paralizados o intentan calcar lo expuesto anteriormente con resultados catastróficos. Se dejan llevar. Otros están hechos de otra pasta. Dejan que la música fluya. Ésta ocupa un lugar fundamental en sus vidas y pronto lo va a hacer en la tuya.

Los hermanos Robinson pertenecen a esa clase de músicos. Shake your Money Maker fue una presentación mas que lustrosa en este mundo. Estaba claro que les gustaban los Stones y los Faces, entre otras muchas bandas. Las huellas estaban bien marcadas. Aquel disco tenía inmensas canciones que enganchan rápido. The Southern Harmony And Musical Companion es otra cosa.

Hay un premio que se otorga en la NBA al jugador que mas ha progresado de una temporada a otra. Pues eso. En este álbum The Black Crowes amplían su paleta sonora y la adornan con canciones imponentes. Todo lo apuntado en su primer disco es mejorado y pulverizado. Tanto que Shake parece un juego de niños a su lado.

Sting me y Remedy fueron y siguen siendo dos singles perfectos. Dos canciones por las que no pasan los años. Con Thorn in my pride cualquier definición se queda corta. Un inicio pausado, sutil, sugerente hasta que llega Chris y suelta eso de Wake me when the day breaks, show me how the sun shines, tell me about your heartaches, who could be so unkind? Una de mis canciones favoritas de todos los tiempos. Imposible describir la emoción que sentí a escucharle en directo en el festival Azkena de hace un par de años.

Bad luck blue eyes goodbye es más clásica, más deudora de otras bandas pero igualmente buena. En Sometimes Salvation Chris se desgañita cantando eso de I´ve kept secret your superstitons, and all its twisted wisdon that i fell into. Una interpretación vocal de las que se te quedan grabadas. Una armónica guía Hotel Illness hacia la gloria. Tiene cierto poso meláncolico que la hace irresistible.

Una de las contribuciones fundamentales del disco son los coros de Barbara and Taj según rezan los créditos. Todas las canciones se benefician de sus poderosas voces y bordan las secuencias pregunta respuesta con Chris Robinson. Son fundamentales en Black moon creeping y No Speak no slave donde las llevan al límite y música celestial en My morning son, monumental canción que nos da la clave. Concretamente en el minuto 03:07 el torrente sonoro se detiene con clase y elegancia. Estas en sus manos joder!!!! En el 03:33 Chris te lo deja bien claro: If music got to free your mind, just let it go cause you never know, you never know…mientras los coros femeninos le acompañan dándole la razón. Ni se las veces que he escuchado esto a tope en el equipo de musica con las luces apagadas.

Podría ser un final inmejorable pero no, la clase magistral termina con una inesperada versión de Marley, Time will tell. Un final repleto de sabiduría. Una perfecta armonía en la que perderse. Dilo bien alto otra vez: THE SOUTHERN HARMONY AND MUSICAL COMPANION.