jueves, 28 de abril de 2011

Nick Hornby. Juliet, desnuda


Estoy leyendo con una sonrisa permanente y ocasionales estallidos de carcajada Juliet, desnuda la última novela de Nick Hornby. Me familiaricé con este autor a raíz de ver Alta Fidelidad la película basada en su novela de mismo título. Todavía hoy en día es una película que revisito al menos una vez al año. El universo que propone Hornby me resulta muy familiar y me identifico con muchas de las situaciones que nos cuenta con un estilo desenfadado, ágil y alegre no exento de su buena dosis de ironía. Además el tipo sabe reírse de si mismo cualidad que aprecio y que oxigena en este planeta donde mucha gente se toma demasiado en serio a sí misma.

En Juliet, desnuda Hornby trata las relaciones de hombres y mujeres, la pasión por la música, la tan temida crisis de los cuarenta y lo hace de una manera creíble, real, documentando la vida actual, haciendo especial hincapié en el ciberespacio y en múltiples referencias culturales. Es especialmente jocoso el asunto de Internet porque uno de los protagonistas de la novela, Duncan es un obsesivo estudioso de la obra de un cantante que dejó la música tras un disco que no se comió mucho comercialmente pero que creó un aura sobre su autor en el ciberespacio donde circulan múltiples leyendas e interpretaciones de su vida y obra. Y leyendo esta parte me he descojonado de mi mismo y de las idas de pinza que tenemos muchos de los que nos gusta la música y tecleamos unas cuantas cosas en esto llamado Internet. De esas pajas mentales plasmadas en el blog o foro de turno.

Hornby, melómano confeso, seguidor de Marah con los que ha colaborado y atinado observador de lo que se mueve el rock´n roll está especialmente inspirado en esta novela. Escribe sobre lo que se le da bien, sobre lo que conoce. Como decía el personaje de Ed Chigliak en Doctor en Alaska hay que moverse por terreno conocido como solía hacer casi siempre Woody Allen y como habitualmente lo hace Hornby. Una vez transitado ese microcosmos hace falta talento y capacidad de seducción. Y a este chico le sobran ambas. Juliet desnuda es a Alta Fidelidad lo que Hannah y sus hermanas a Manhattan. Lo que cuento a algunos se nos va la pinza. En fin que recomiendo al que pueda leer esto que se agencie Juliet, Desnuda y no pierda el tiempo aquí.

miércoles, 20 de abril de 2011

Quo Vadis

 

Reconozcámoslo, los de nuestra generación (dejémoslo en treinta y tantos) hemos crecido con la tradición invariable e inmutable de ver pelis de romanos en esta época del año. Cuando solo había dos cadenas, después cuando se sumaron las privadas y para no variar incluso hoy en día esas cadenas e incluso algunas de pago se entregan a la causa Peplum, ese término que como tantos otros acuño la crítica francésa en los sesenta. La denominación al parecer viene de la prenda llamada péplum que era una especie de túnica sin mangas abrochada al hombro.

Una de las características fundamentales de este género es que los films siempre contaban con un reparto tremendo en el que coincidían unos cuantos actores de primera línea y otra pléyade de secundarios también de altos vuelos. Solían estar dirigidos por un tipo solvente, a menudo uno de esos llamados artesanos, así de forma un poco despectiva, gente que conocía el oficio de arriba abajo, tipos como Mervyn LeRoy que cuando dirigió Quo Vadis en 1961 tenía el culo más que pelado de batirse el cobre en el Hollywood clásico. Una reverencia para él.


Elijo Quo Vadis porque posiblemente es la película de este género que más veces he visto. Incluso si hoy en día la pillo en un zapping es probable que sucumba a su visionado. Este film no goza de una crítica muy favorable pero a mí me encanta. Las principales pegas que se le achacan viene de las licencias que se toma la película respecto a la novela de Henryk Sienkiewicz y de un aire demasiado teatral según los sesudos críticos. A mí me sigue encantando ver la chulería que se gastaba Robert Taylor, la ironía y el sarcasmo del personaje de Petronio fantásticamente interpretado por Leo Genn, la delicadeza y fragilidad de Deborah Kerr y sobre todo ese Nerón pasado de vueltas que compone Pete Ustinov. Juntos, magníficamente dirigidos por Mervyn LeRoy hacen de esta película un perfecto artefacto con aventuras, amor, acción y diversión.

lunes, 18 de abril de 2011

Curtis Mayfiel. Move on up


Comentaba con mi amigos Il Cavaliere y Grushecky en el concierto de Big Sandy que me flipa el soul y sus aledaños. Que en cuanto escucho una buena sección de metales estoy vencido. Probablemente el primer instrumento que me llamó la atención fue la guitarra pero con el tiempo las trompetas, saxos, trombones y demás arsenal de viento me conquistaron. De hecho me he hecho unas cuantas compilaciones en CD cuyo hilo conductor es que tengan una buena sección de metal. Y siempre, siempre esos recopilatorios empiezan con una canción imbatible que además viene perfecta para gozar de este buen tiempo que tenemos. Move on up!!! Mr. Curtis Mayfield


Hush now child,
And don't you cry
Your folks might understand you
By and by
Just move on up
Towards your destination
You may find
From time to time
Complications

Bight your lip
And take a trip
Though there may be
Wet road ahead
You cannot slip
So move on up
And peace you will find
Into the steeple
Of beautiful people
Where there's only one kind
So hush now child
And don't you cry
Your folks might understand you
By and by
Just move on up
And keep on wishing
Remember your dreams
Are your only schemes
So keep on pushing

Take nothing less
Not even second best
And do not obey
You must have your say
You can past the test
Just move on up

jueves, 7 de abril de 2011

Steve Earle I feel alright

Todavía no he perdido la esperanza de que Steve Earle vuelva a grabar algo que me vuele la cabeza. Tras pasar unas vacaciones a la sombra este hombre encadenó una serie de discos imbatibles, los que van del Train a comin a Jerusalem para mi gusto su ultima gran obra. Ahora retorna con un disco y novela basado en Hank Williamas y como siempre me acercaré con ese cosquilleo que me provocan mis favoritos. Y Steve es sin duda uno de ellos. Mientras mi camello hace su trabajo un pequeño recordatorio de lo bueno que es este tipo. I feel alright!!!!!

lunes, 4 de abril de 2011

Big Sandy His Fly-Rite Boys Kafe Antzokia 01-04-11


En muchas ocasiones la etiqueta retro se utiliza con un retintín despectivo. Resta mucho más que suma. Y los artistas señalados tienen que defenderse de los dardos puristas. Es ley de vida. Casi nadie escapa a la comparación con el pasado y a algunos se les ningunea porque beben de esas fuentes sin ningún tipo de disimulo y esa suele ser la base de su acierto porque se entregan con convicción a recrear un sonido añejo. Y lo sustentan con canciones propias. Siempre las canciones. Eso es lo fundamental. Big Sandy encaja en esta definición. Presenciar un concierto de este tipo es disfrutar de una velada de rock´n  rolll y trasladarse a otra época. Supone sumergirte en una película de los años cincuenta y a mí me encanta hacerlo. Cuando un músico o banda es capaz de asumir su fijación por el pasado y recrear un estilo con gracia y buenos argumentos suelo caer rendido.  Y Big Sandy cumple con creces mis expectativas.

Al tío no se le resiste nada: blues, country, rockabilly…. Una coctelera atractiva de la que bebimos el viernes en un Antzoki con una entrada normalita pero con el personal dispuesto a pasárselo bien. Y Big Sandy His Fly-Rite Boys nos dieron lo que queríamos. Apenas controlo un disco de este hombre: It´s time del cual que me acuerde sonaron Chalk It Up to the blues, Catalina y How did you love someone like me que Il Cavaliere me informa que está dedicada a Johnny Cash. Pero a pesar de no estar familiarizado con el repertorio me gano la excelente voz de Big Sandy y unos músicos que no necesitan pirotécnica barata ni una imagen espectacular para demostrar que son unos hachas con sus respectivos instrumentos. Una velada que terminó con una sonrisa en compañía de Il Cavaliere y Grushecky, dos sujetos de cuidado.