domingo, 30 de marzo de 2008

Rory Gallagher

Durante treinta años vivió más que de la música para la música, su pasión desde bien pequeñito. Había escuchado por la radio a los viejos bluesman, luego se interesó por Lonnie Donegan y éste le llevó a Leadbelly y Big Bill Broonzy. Como a todos esos bluesman que adoraba la fortuna esquivó a Rory Gallagher y murió cuando todavía tenía mucho que transmitir. Afortunadamente millones de seguidores le recuerdan y ahí tenemos su impresionante legado discográfico.

En 1971 hastiado de los tejemanejes del mánager (Eddie Kennedy) de su primera banda (Taste) y enemistado con los otros dos componentes por culpa de las artimañas de Kennedy, Rory Gallagher inició su carrera en solitario publicando su primer disco en solitario titulado simplemente Rory Gallagher. Y su andadura no pudo tener mejor comienzo. Rory Gallagher el disco, es una maravilla grabado por un músico con veintitres añitos que tocaba la guitarra de una forma asombrosa.

Acompañado de su inseparable Gerry McAvoy al bajo, de Wilgar Campbell a la batería y con la excelente aportación en dos temas de Vincent Crane al piano el disco es una continuación de lo que Rory había grabado con Taste pero en mi opinión mejorado. Aqui hay meláncolicas canciones de amor como I fall apart, guiños al folk inglés de grupos como Pentangle en Just the smile, sabor country en It´s you o la fabulosa Sinner boy en la que Rory se luce con la slide y con la técnica del scatting.

Mención especial merecen los dos temas en los que interviene Vincent Crane de Atomic Rooster. En Wave myself goodbye, un blues acústico el piano de Crane y la guitarra de Rory se combinan a las mil maravillas y en I´m not surprised el estilo boogie-woogie del piano de Crane acompaña a un juguetón riff de Rory. El álbum se cierra con Can´t believe it´s true una pieza muestra de la admiración del guitarrista irlandés por el trabajo de Coltrane. Un ritmo jazz con un bonito subrayado de saxo tenor ejecutado por el mismo Rory.

Descubrí este disco gracias a un compañero de trabajo en el 2003. Hasta ese momento había oído y leído sobre Rory pero no tenía nada de él. Aquel año no tenía internet y Joseba me fue dejando unos cuantos discos de Gallagher. Los grabé pero poco después me los compré todos. Afortunadamente el legado de Rory sigue vivo y su hermano Donal se preocupó de reeditar toda la obra de este genio con jugosos bonus track. En este disco hay dos regalitos extra, una versión del Gipsy woman de Muddy Waters y It takes time de Otis Rush. Un broche de oro para un disco al que le siguieron diez más de estudio y otros cuatro en directo.