viernes, 12 de febrero de 2010

Solomon Burke. Proud Mary: The Bell Sessions

Y sigo con Solomon Burke. Hasta que mi hermana me regalo en 2002 Don´t give up on me ni puta idea de quien era este señor. Al parecer no era el único. En la película The Blues Brothers utilizaban la canción Everybody needs somebody to love compuesta por Burke y en los créditos ni siquiera lo mencionan porque el productor pensaba que Solomon había fallecido. Menudo gañan. Lo que hacen algunos por no pagar derechos.

El caso es que cuando un disco te impacta de tal forma a como lo hizo Don´t give up on me te lanzas a buscar mas material del musico en cuestion. En aquella epoca no tenia Internet. La discográfica de este hombre no estaba a un simple clic de raton. Pero un colega me grabo un directo y otro Proud Mary: The Bell Sessions. Aquí me detengo. Esa copia que me grabo un colega con la caratula fotocopiada en color se la regale a otro amigo porque me pille el original por 7 euros por ebay.

Este disco supuso el mayor éxito de Burke gracias a la versión de Proud Mary de la Creedence tema con el que también triunfaría años después Tina Turner. Pero lo mejor es leer lo que el propio John Fogerty opina: The first time I heard Solomon Burke sing Proud Mary I was plain amazed. 2000 miles away this man had crawled right up inside my heart to learn what Proud Mary was all about. Sure it´s great when someone sings your song- but when he understans it, you listen like it was the first time.

El álbum es mucho más que una apabullante apropiación del un clásico ajeno. Consta de diez temas y siete bonus tracks. Tres están firmados por Burke: How big a fool (can a fool be), I´m gonna stay right there y The generation of revelations. Los tres apoteósicos. Para moverte como un poseso. Igual que las covers de In the Guetto y The Mighty Quinn de Dylan. También están los clásicos These arms of mine (Otis Redding) y Change is gonna come (Sam Cooke). Sorprenden menos pero también muy buenas.

Grabado en los míticos estudios Muscle Shoals en Alabama entre 1969 y 1970 este es otro de esos discos imprescindibles de un hombre al que hay que reivindicar porque su legado le sitúa entre los más grandes del soul sin nada que envidiar a los más conocidos y también buenísimos James Brown, Al Green, Marvin Gaye, Otis Redding o Sam Cooke. Solomon Burke the legendary king of Rock & Soul.