martes, 8 de enero de 2013

Creedence Clearwater Revival Box Set


Determinadas bandas dan lo mejor de si mismas en los primeros años de formación y luego jamás logran recuperar ese nivel tan alto. Es el caso de John Fogerty. El alma de la Creedence. Su principal compositor y su reconocible voz. En apenas cuatro años Fogerty junto a sus compañeros grabó decenas de memorables canciones en seis inmaculados discos, creo que Mardi Grass está bastante por de abajo. Por ejemplo en 1969 Creedence Clearwater Revival publicaron Bayou Country, Green River y Willy and the Poor Boys. Así, prácticamente del tirón, tres apoteósicos discos apenas separados por unos meses. Fogerty exprimió su cerebro a base de bien aquellos primeros años y aunque luego tiene una carrera en solitario interesante el nivel de los inicios es estratosférico. Se me ocurren pocas bandas que en tan poco tiempo obsequiaran a este mundo con tantas buenas canciones.

Hace un par de años en Reyes me regalaron esta imponente Box Set con sus siete discos de estudio, muchas tomas en directo y algún extra. En ese sentido poco hay, porque John solía destruir todo lo que no le gustaba. Y es mejor así. La caja es una gozada por el contenido musical y porque trae un libreto muy cuidado en el que se cuentan aspectos muy interesantes de cada grabación. Un producto muy atractivo y la caja definitiva para los locos de la Creedence.

Creedence Clearwater Revival eran originarios de El Burrito, un suburbio obrero de Berkeley al lado de Oakland y John Fogerty se pasó buena parte de su adolescencia escuchando la emisora KWBR que programaba a todas horas, blues, souy y R&B. Esa fue su educación. Y John se volvió loco con todo aquel material  La Creedence tenía facilidad para dar en el clavo en temas de corta duración. Y cuando sus canciones alcanzaban un minutaje considerable no se perdían en onanismos baratos. Tenían habilidad para alargar los temas con clase y sin aburrir al personal aunque rara vez se iban por las ramas.  Tenían un sonido reconocible, personal y aunque pertenecían a la escena de San Francisco tenían poco que ver con el resto de bandas de esa área. Fogerty era un apasionado del blues. Recuerdo leerle en una entrevista a Popular 1 a finales de los noventa contar que había realizado varios viajes al Delta del Mississippi para ahondar en todo ese legado.

Su debut en 1968 con el disco que da nombre a la banda es una carta de presentación interesante. Con tres versiones, las tres de músicos negros: I put spell on you, Susie Q y Ninety-nine and a half y cinco temas escritos por John Fogerty. En el libreto (por cierto muy chulo) de esta monumental box set se indica que Potterville es realmente la primera canción que compuso John. No esta nada mal para empezar. Con el tiempo, muy poco en realidad, la Creedence supo crear su propio sonido y potenciar sus composiciones. Y en mi opinión dar ese paso tan complicado que les sitúa al nivel de los músicos que les influyeron. 


Lo que vino después es la locura absoluta. En el mismo año, 1969, la Creedence editó Bayou Country, Green River y Willy and the Poor Boys. Tres discos para perder la chaveta directamente. Lo apuntado en su debut es aquí pulverizado en tiempo récord. El secreto de John y cía era que grababan muy rápido en el estudio. Cuando tenían que registrar su material lo tenían todo más que mascado y abundan las primeras tomas. No hace falta eternizarse en el estudio para crear buenos discos. Muchas veces es cuestión de tener las ideas claras y estos tíos las tenían.

En Bayou Country está Proud Mary el tema más popular de la Creedence y otras seis piezas antológicas. Bueno, nunca me gustó demasiado Bootleg pero las otras cinco son tremendas. Según se indica en el libreto cuando se grabó este disco John estaba pasando por una época de insomnio y por lo que se escucha aprovecho bien el tiempo cuando estuvo despierto. En todas las entrevistas que le he leído a John Fogerty nombra a Steve Cropper como uno de sus guitarristas favoritos. Aquí su influencia es confesada por el propio John en los punteos de Proud Mary. Bayou Country fue el puñetazo en la mesa para colocar a la Creedence en la liga de los grandes. Y ahí estarían mucho tiempo. El disco fue publicado en enero de 1969.


Con el tiempo me he fijado en lo buen guitarrista que es John Fogerty. Su sonido es claro y preciso, deudor de los mejores hachas de los cincuenta. Sus notas se pueden palpar, es un ingrediente básico en el sonido de esta banda así como su voz. No es que tenga una voz muy buena técnicamente ni siquiera brillante pero tiene pegada y cierto toque soul en su entonación. A veces, no perdón casi siempre, parece que canta cabreado y ¡eso me gusta!

Tras Bayou Country hicieron otro regalo a sus seguidores: Green River. Publicado en agosto de 1969. Su disco más directo. Veintinueve minutos y treinta y seis segundos. Para qué más. Todos los temas van al grano y son certeros y de los que se quedan a la primera. Otro puñado de clásicos para añadir a su repertorio. El tema más largo es Wrote a song for everyone que siempre me ha parecido similar a The Weight de The Band. Tal vez la más conocida del disco sea Lodi pero mi favorita siempre ha sido Tombstone Shadow.


Tres meses después de Green River llegó Willy and the Poor Boys. Tremendo documento impregnado de la mejor esencia sureña. Aquí esta Effigy que conocí primero en la estupenda versión que se marcan Gov´t Mule en The Deep End. La portada y las fotos interiores muestran a una banda tocando en las calles para los niños, todos negros por cierto. La guerra del Vietnam está más presente que nunca y Fortunate son es el himno por excelencia para aquellos confusos días. Otro que no tiene desperdicio. En un año estos tres discos. Estoy pensado en algún iluminado que tarda tres lustros en grabar un puto disco. Me parto. La armónica de Poorboy Shuffle da paso a Feelin´Blue un tema quizá no tan conocido pero que es una delicia. Con la guitarra de John marcando con clase todos los pasos. Escucho It came out of the sky y me digo, sí, eso es, un tema de puro rock´n roll cincuenta que remite a los grandes de esa época y que se emparenta directamente con ellos. John Fogerty tiene esa habilidad y todavía le sacó más jugo.



En 1970 llegó otra maravillosa ración de música. Cosmo´s Factory es tan bueno como los antes mencionados. Fue su disco más vendido e incluye cuatro versiones que indican a las claras que es lo que más le gusta a John y que hace de maravilla. Tres píldoras de rock´n roll directo  Before you accuse me, Ooby Dooby, y My baby left me y el clásico de la factoría Motown I heard it thorough the gravepine que se va hasta los once minutos pero sin aburrir al personal. Habilidad muy notable la de esta banda que sabía moverse en desarrollos instrumentales atractivos. Además de esas versiones nuevos clásicos se añadian a un cancionero ya imbatible: Ramble Tamble, Travelin´Band, Lookin´out my back door, Up around the bend


Y llegamos a Pendulum en 1971 otra delicia a la que le he sacado mucho partido. Es el disco junto a Mardi Grass que menos conocía de la Creedence y es una muestra imbatible de que estos tipos estaban en vena creativa. En este álbum incorporan teclados y sección de viento y lo hacen de tal forma que el resultado aún siendo diferente a todo lo que habían grabado hasta ese momento no desmerece en absoluto. Me vuelve loco la contundencia con que se emplean en la inicial Pagan Baby con ese registro de Fogerty cabreado, en Chamaleon y Born to move a la voz de John le replican un armonioso conjunto de teclados, saxos y trompletas y (Wish I Could) Hideaway es apoteósica. Un tema lento con John cantando con un sentimiento tremendo y con un órgano chulisimo.


Ayer hace seis años empecé con este blog y recuerdo que aquel día sonaba Down on the corner en un dvd de la Creedence que tenía puesto a todo volumen y cuando terminó el tema Su me comentó que Unax venía de camino. Así que para celebrar ese momento ahí va este post, ahí dándolo todo.