miércoles, 15 de mayo de 2019

Uncle Sal, Travellin´Brothers y Julian Maeso. Centro Artis Portillo 04/05/2019

Hace un par de fines de semana acudí a la tercera edición de Small Town Rock Fest en Portillo. Ubicado en el mismo lugar que el año pasado contaba en su cartel con varias bandas atractivas del panorama rockero hispano. Ninguna es una de esas primeras espadas que llenan pabellones. Se trata de otra cosa, de consolidar una propuesta alternativa a todo eso con bandas de calidad y con un denominador común: rock´n roll bajo diferentes propuestas. 

El sábado a la mañana comenzó el festín con un concierto en el patio de armas del castillo de Portillo. Ubicación idónea. Y en plena solana castellana y tras haber realizado un bolo la noche anterior rindiendo tributo a Neil Young, Uncle Sal salieron a presentar su último disco. Ya me gustaron el año pasado y este confirmaron mis buenas impresiones. De hecho me hice con su anterior álbum. No debe ser fácil engrasar el rock´n roll que llevan dentro a las 12:30 del mediodía a pleno sol pero estos tipos de Ibiza tienen tablas, llevan tocando juntos un par de lustros y no están para chorradas ni postureos. El bolo fue in crescendo, se ventilaron un par de versiones de Neil Young dedicaron Spirit in the Night a Alex G y atacaron una de mis favoritas de su anterior disco Three days in New Orleans.

A la tarde llegué al recinto con el bolo de ya Northagirres comenzado. Me había dicho mi primo que llevaban un rollo Burning y así lo aprecié. Combinaron castellano e inglés y no puedo aportar mucho más porque apenas escuché tres o cuatro temas. Todavía con una temperatura de traca salieron Travellin´Brothers. Comenzaron suaves, elegantes sin darse mucha importancia y desplegaron toda su calidad instrumental. Se movieron por diferentes estilos incluso atacaron algún temas con toques psicodélicos, diferente a los dos bolos anteriores que les había visto. Desgranaron buena parte de su último disco 13th Avenue South y cuentan con la baza de Mikel Azpiroz a las teclas, un mago el tío. Próximamente en gira con Earl Thomas, un sujeto de cuidado que en su día colaboró con el mismísimo Solomon Burke. De rodillas, plebe.

Y le tocó el turno a Julian Maeso. Hacía una rasca de cuidado. En Castilla el frío es polar. A Maeso se le voló el sombrero, estaba helado el tío, después se le caía el micro, a continuación se quejaba de que no se escuchaba a las coristas... Todo esto en los dos o tres primeros temas. Pensé que aquello se iba al garete. A pesar de que el bolo no terminó de arrancar tuvo sus momentos. Me quedé con las ganas de haber escuchado a pleno rendimiento los temas de su fantástico Somewhere Somehow pero otra vez será. Llegó a mis oídos que Los Chicos la liaron parda a altas horas de la madrugada pero eso a leerlo en otro sitio que yo no estuve. Salud!