sábado, 23 de noviembre de 2019

Top Ten Anthrax

No podía faltar en este cochambroso blog un top ten de una de mis benditas obsesiones desde hace más de cuatro lustros. Me refiero a Anthrax. El top ten por supuesto se circunscribe única y exclusivamente a la etapa en la que el voceras del combo neoyorquino fue el gran John BushY se me hace muy complicado elegir sólo diez temas. Habrá segunda parte. Lo juro. ¿Es que acaso tengo que volver a escribir que el paso del californiano por la banda de Scott Ian y Charlie Benante se saldó con cuatro incontestables y pletóricas rodajas de metal que no tienen nada que envidiar a los mejores discos de Metallica? Pues eso. Y no será la última vez que lo repita. Anthrax Rules!!!!!!!!!!!!!!!!!!


















viernes, 22 de noviembre de 2019

viernes, 15 de noviembre de 2019

Los Santos Inocentes

El otro día en uno de esos raros zappings televisivos que suelo hacer pillé Los Santos Inocentes y como me pasa siempre me enganché de nuevo. Debo haber visto la película más de diez veces. Y no me canso. Es una obra perfecta. No es sólo que esté entre las mejores películas de la historia del cine español, esa categoría se le queda corta, es una puta maravilla del séptimo arte a nivel mundial. El material en el que se basa es muy potente. Una excelente novela de Miguel Delibes, mi autor favorito en lengua castellana. 

Hace un par de domingos emitieron en La 2 en el programa Imprescindibles un documental sobre Miguel Delibes. Muy recomendable. Y fue en ese espacio donde me enteré de que Delibes había tenido el manuscrito de Los Santos Inocentes en un cajón durante mucho tiempo. No se sentía cómodo exponiendo todo ese material ya que estaba basado en una experiencia real. Al parecer la familia Delibes solía pasar algún verano en una finca de unos familiares en Extremadura y el bueno de Miguel se basó en esa peripecia vital para configurar el aterrador relato que presentó en esa obra. Pero le costó dar el paso de publicarla. Sentía cierto pudor y amargura, pensaba que iba a molestar a esos parientes como al parecer así fue. El mundo ganó una poderosa obra literaria y luego una excelsa película.
Imposible interpretar mejor a un ser tan despreciable
 
La novela fue adaptada al cine por Mario Camus que cuenta en su haber con otra prodigiosa adaptación de la estupenda La Colmena. No es sencillo dar con la tecla adecuada para llevar a buen puerto una novela al cine. Aquí Camus consigue realizar una película espectacular, fiel al texto literario y que cuenta con una baza fundamental: un reparto excelente. Uno de los secretos de esta película es la extraordinaria labor de los actores y actrices que participan. Paco Rabal y Alfredo Landa ganaron ex aequo el premio al mejor actor en el cicatero festival de Cannes pero ese galardón lo podría haber ganado también perfectamente Juan Diego que borda el papel de un señorito facha y asqueroso, un ser despreciable incapaz de tener empatía con nadie, arruinando la vida al personaje interpretado por Alfredo Landa (Paco El Bajo).

Cogí el pase televisivo en la escena en la que los señoritos y señoritas de la finca están de sobremesa con un embajador al que le muestran los progresos de la chusma. Ese momento en el que un ufano y altanero Juan Diego le espeta con chulería al embajador que cuente por ahí lo que se hace por esos lares. Es entonces cuando aparecen los personajes interpretados por Alfredo Landa y una espléndida Terele Pavez para escribir su nombre en una libreta y demostrar al embajador en cuestión que los señoritos dan educación a la plebe. Que un diez por ciento de lo que se ve en la película sea verdad es inquietante que el noventa por ciento pueda ser verdad es aterrador.


sábado, 9 de noviembre de 2019

Los baterías en Pearl Jam

El otro día un cliente en la tienda me pidió en vinilo el último disco en directo de Soundgarden. Editado hace unas semanas recoge la gira del cuarteto de Seatle presentado el disco de su retorno, aquel prescindible King Animal. El chico me preguntaba a ver qué tal estaba y la verdad a mi no me entusiasma. Se nota que Cornell tenía la voz muy castigada y la banda no sonaba como en su época gloriosa. Esa es al menos mi percepción. Y no sé como empezamos a charlar sobre Matt Cameron, uno de mis baterías favoritos de la historia. Al cliente en cuestión le gustaba también mucho pero decía que su estilo no encajaba en absoluto con Pearl Jam. Discrepo. A mi el bueno de Matt me encaja de maravilla. 

Matt Cameron

A partir de ahí comenzamos a charlar sobre los diferentes baterías que han pululado por Pearl Jam. El puesto más inestable de la banda. El que más tiempo lleva es el propio Matt Cameron. Desde el 98. Además con el grabaron las primeras maquetas de la banda. Si bien es cierto que tal vez con Cameron no han grabado ningún disco clásico, ninguna rodaja incontestable, su contribución ha sido muy buena tanto en directo como en los temas de Binaural, Riot Act, Pearl Jam y Backspacer. Dejo fuera Lightning Bolt porque ya lo siento pero de ese no rescato nada. 

Cameron además de tocar la batería con mucho dinamismo y aportando jugosas variantes en cada tema se ha distinguido por componer algunos de los temas más rarunos y eclécticos del combo de Seatle como Cropduster, You Are o Unemployable. Y los tres me molan. 





Dave Krusen

Con él grabaron el que para la mayoría del personal (entre los que no me encuentro) es el mejor disco de Pearl Jam: Ten. Y no se me ocurre que más escribir sobre el bueno de Dave. Su contribución en ese primer disco esta ahí, es innegable pero mentiría si escribiese que percibo algo especial en su forma de darle a las baquetas. 

Dave Abbruzzese

Este ya es otra cosa. Otro tipo peculiar que aporto toneladas de groove al sonido de la banda. Al parecer no encajó a la hora de relacionarse con el resto, sobre todo chocó con Vedder ( y si discrepas con el jefe llevas las de perder ja ja) pero lo cierto es que musicalmente su estilo es muy atractivo. Y su labor en Vs y Vitalogy descomunal. Le colgaron el sambenito de que quería ser una estrella del rock, que le gustaban los autos y las mujeres y los demás iban de auténticos. Ja. El tío era muy bueno para que nos vamos a engañar. 



Jack Irons

Por este tengo predilección. Antes de Pearl Jam fue batería de Red Hot Chilli Peppers en un estupendo disco titulado The Uplif Mofo Party Plan y su debut con Pearl Jam se produjo en el álbum No Code el disco con el que muchos se bajaron del carro. A mi me encanta esa rodaja. A día de hoy es junto al Vs mi favorito de la banda y el trabajo de Irons cojonudo. Me acuerdo cuando me compré este disco perfectamente. El ritual habitual de llegar a casa, quitarle el plástico, flipar con el artwork y dejarme llevar por una música de muchos kilates. La canción en la que más me sorprendió Irons fue In My Tree. Después vino Yield y ahí a pesar de unas cuantas canciones clásicas también hay temas de relleno.



domingo, 3 de noviembre de 2019

Reivindicando a.... George Michael!

Un amigo me confesó en bajito no hace mucho que había visto un documental sobre George Michael y le había flipado. Un momento, un momento, avezado lector, ¿acaso crees que estoy haciendo como el típico oyente de los programas nocturnos de sexo de la radio en la que realizaban una pregunta sobre un tema escabroso que casualidad le había pasado a un amigo anónimo, pero todos sabíamos que había sido a él? Juro que ese amigo existe. Pero para que no quede duda de todo esto lo confieso: George Michael cantaba de puta madre. Y el documental no lo he visto pero tengo ganas de cazarlo. Así que continuemos.

Como aguerrido lector de Popular 1 (y lo sigo siendo, que ya me vale) crecí leyendo en sus simpáticas páginas que tipos como George Michael eran la peste. Seamos claros había un claro componente homofobo en la cuestión. Se le reían las gracias a otros pero reconocer que el moñas y maricón de Wham era bueno... Antes ardería el puto polo Norte. En fin el caso es que en mi casa a mi hermana le gustaba George Michael. Juro que tengo una hermana y juro que le gustaba el amigo George ja ja. Y por el hogar pululaban un vinilo de Wham y otro de George Michael. Al de Wham no me acerco ni por asomo pero el Listen Without Prejudice tenía su punto. Y el título mola. Por cierto me lo quedé yo, el vinilo digo.

Ahí se acaba mi interacción con George Michael por el momento aunque quizá cuando vea el documental escarbe en su discografía. Es algo que no descarto. Para finalizar un par de vídeos del amigo George en plena forma cantando repertorio ajeno. Cuando actúo en el homenaje a Freddie Mercury se marcó un espectacular Somebody To Love ( por supuesto en mi querida publicación no se reconoció nunca y yo mismo eché pestes en su momento ja ja) y en un concierto en el Royal Albert Hall se atreve con el The Long & Winding Road de los Beatles y el tipo lo borda. Forza Giorgio!!!!