jueves, 14 de febrero de 2013

Cuestion de Educacion, Ana Rosa, de Educacion....


Hace un par de semanas el programa Salvados dirigido y presentado por Jordi Évole trato el tema de la Educación en España. Como casi siempre el espacio fue ameno, divertido y formativo a partes iguales. Jordi es un excelente entrevistador, sabe buscarle las cosquillas a cualquiera y aborda los temas con seriedad aunque lo presente bajo un manto de humor, cosa que no me molesta sino que me parece necesaria. Tal vez en ocasiones se pueda profundizar un poco más en cada cuestión pero entiendo que el tiempo es limitado y hay que ir al grano.

En el mencionado programa Évole optó, como suele ser habitual, por comparar el funcionamiento de la educación pública en España con la del país que mejor reputación tiene en dicha materia: Finlandia. Partiendo de la base de que cultural y socialmente España y Finlandia no tienen nada que ver y de que es posible que fuese inviable copiar el modelo íntegramente, joder,  qué envidia da comprobar que en otros lugares se dejan llevar por el sentido común. Desgraciadamente aquí el menos común de los sentidos.

Uno de los puntos que más llama la atención en España con la Educación es la cantidad de reformas educativas que se han puesto en marcha desde que tenemos el régimen actual. De risa. Más o menos lo que sucede con la televisión pública. Cada partido quiere hacer de ambas cuestiones su chiringuito. Y así nos va. Siempre he creído que la Educación es el pilar básico de la Sociedad y que hay que invertir mucho en ella y no escatimar porque el futuro depende en buena medida de ella. Lástima que los que mandan piensen de otra forma.

De la Educación en Finlandia me llamaron la atención varias cuestiones. La primera y más importante es que allí los profesores están bien considerados socialmente. De hecho es una profesión a la que es difícil acceder porque se procura que lleguen a ella los más preparados. Hay importantes filtros justo lo contrario que aquí donde en muchas ocasiones estudian Magisterio personas a las que no les ha llegado la nota para otra carrera. Por lo general los profesores están tienen muy mala prensa y cuando se habla de ellos es para mencionar cuántas vacaciones tienen….

Otra de las cuestiones que me gustó mucho del sistema finlandés es que los alumnos tienen 45 minutos de clase a los que siguen 15 minutos en el patio. Una medida de sentido común y es que como explicaban los educadores finlandeses los niños no pueden mantener la atención cinco horas seguidas...Algo totalmente lógico. Otra cuestión que me gustó es que los niños finlandeses que quieren enterarse de lo que dicen en la tele tienen que aprender a leer ya que está casi todo subtitulado. Ambas medidas me parecen fantásticas y extrapolables a cualquier país del mundo, independientemente de criterios económicos.

Pero en España como en casi todo estamos a años luz de las cosas buenas que abundan en muchos sitios de Europa. Pero tranquilos que como escribió Ana Rosa Quintana en su twiter: “Estupenda la educación en Finlandia, y el frío, los suicidios y no poder sentarte en una terraza a tomar unas cañas y una tapas?” A cañas y a tapas no hay quién nos gane, Ana Rosa, tranqui. Si señora. En eso, estamos los primeros en el ránking europeo. Hello, hello from Venus…..