jueves, 16 de diciembre de 2010

The Black Crowes. Cabin Fever

Todavía no se han ido y ya les estamos echando de menos. Los Cuervos han anunciado que se toman otro hiatus. No especifican cuanto tiempo estarán fuera de circulación pero aclaran que volverán. De momento siguen de gira por Estados Unidos haciendo de las suyas, es decir, llenado de magia cada ciudad por la que pasan repasando su tremendo legado sin atenerse a ninguna regla ni a ningún patrón establecido. Les guía su amor por la música y nosotros sólo podemos estarles agradecidos.


Cuenta un lector en el Popu de este mes que les ha visto en Nueva York dos veces. En la primera interpretaron 23 temas y en la segunda fecha 20. Sólo repitieron 5 canciones en ambos días. Gloriosas versiones, set acústico y eléctrico, la banda en perfecta armonía….Alguien da más. Pocas bandas son capaces de ofrecer a sus seguidores tanto. Estos chicos viven la música de verdad y encima parece que jamás se les agota la inspiración.


Ojala editen un atómico dvd de esta gira porque merece la pena recoger su actual estado de forma. Están viviendo unos años tan excitantes o más que la época de The Southern Harmony and Musical Companion y Amorica y cuentan con su mejor formación. Alucino con Luther Dickinson. Ha encajado a la perfección en esta banda y es tan buen guitarrista o incluso mejor que Marc Ford.


De momento me conformo con este Cabin Fever que regaló mi primo Oscar y que he visionado ya unas cuantas veces. Un dvd con mucho encanto que recoge parte de las sesiones de grabación de su último disco en estudio Before the Frost grabado en los estudios de Levon Helm. Definitivamente los hermanos Robinson saben elegir la atmósfera adecuada para desplegar su arsenal de canciones.


La puesta en escena es sugerente. El sonido en off procede de unos cuervos volando por los aledaños de la cabaña donde se ha grabado el disco. Unas instantáneas de los pajarracos a la que le siguen los componentes del grupo dirigiéndose al estudio. Pasamos a un pequeño habitáculo de madera y ladrillo. Chris hace las presentaciones de rigor, bromea con el publico y atacan Aimless Peacock con Rich Robinson al sitar y Larry Campbell al violín. Un inicio muy acorde con el entorno en el que nos encontramos. En las montañas de Woodstock. Alejados del mundanal ruido. El publico muestra su entusiasmo en cuanto terminan la canción. ¡Como para no!


A continuación llega una de mis escenas favoritas. Chris Robinson y Levon Helm sentados frete a una chimenea con un perro merodeando por ahí. Charlan amigablemente y se ve a Chris feliz. Una bonita postal, je, je. Ambos congenian a la perfección. Les separan unos cuantos años pero les une la música y su forma de entenderla. Tanto Black Crowes como The Band se acercan al acervo musical americano con la misma sabiduría y el mismo respeto para construir su propio discurso, variado y rico en matices.


De la charla pasamos a Good Morning Captain el fabuloso comienzo de Before the frost…Todo un acierto colocarla la primera en la lista. En casi todas las canciones vemos a la banda actuar en esa pequeña cabaña para unos cuantos privilegiados. Huelga decir que me gustaría ser uno de los afortunados que están en ese lugar en ese preciso momento. Entre mis momentos favoritos están esa sentida versión del Oh Sweet Nothing de la Velvet cantada por Rich Rostro Serio Robinson y con la impagable compenetración guitarrera entre éste y Luther.


Tras Appaloosa, uno de los primeros temas de su último disco que se me quedó a la primera, nos muestran unas imágenes de la cola para entrar a los estudios de Levon Helm. El personal va bien abrigadito pero cualquiera de nosotros daríamos lo que fuese por ponernos en su lugar. Si hay que salir a cazar se sale. Todos los temas son recogidos con sencillez, con planos medidos, sin estridencias. La cámara se mueve acorde al lugar y el conjunto fluye con armonía una vez más. Da gusto escucharles pasar de la medio folkie What is home a la serpenteante Been A Long Time (Waiting on Love) con otro momento apoteósico a cargo de Luther y la locura con la armónica soplada por Chris acompañado todo ello por una envolvente percusión. La puta gloria.


En fin que esta me parece una bonita forma de despedir el blog por este año ya que cojo vacaciones y no espero volver hasta el año que viene. Con Shine Along sonando de fondo me despido deseando a los que se pasan de vez en cuando por aquí que sigan disfrutando de todas esas cosas que merecen la pena en la vida.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Breaking Bad

En este blog he escrito alguna vez sobre la bonanza creativa que vive la ficción televisiva norteamericana. Series de todos los colores y géneros que se han aupado a lo mas alto de la pirámide creativa. No es extraño leer a muchos críticos afirmar que el mejor cine actual se puede ver en series como Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Shield , Mad Men o The Wire. La clave del éxito artístico y comercial de estas series radica en la parte fundamental del proceso creativo: los guiones. Por supuesto, a ese aspecto hay que añadirle el acierto en los castings, una dirección artística impecable y algunos ingredientes más. Pero lo que más reconforta es comprobar que sigue habiendo muchas personas que se estrujan la materia gris enfrentándose al folio en blanco para inundar este mundo con historias originales, atrayentes y sumamente entretenidas.

Ahora estoy prendado con Breaking Bad. Esta serie me tiene noqueado. El planteamiento es el siguiente. A un profesor de química que tiene dos trabajos para mantener a su familia (mujer embarazada e hijo con paralisis cerebral) le diagnostican un cáncer de pulmon terminal. Ahí tenemos a un personaje al puto borde del abismo. Una persona que no fuma y tiene la maldita suerte de tener un cáncer. Un loser. Para él no existe el futuro. Es el aquí y ahora. Para dejar el futuro económico de su familia medianamente asegurado al buen hombre se le ocurre fabricar y vender metanfetamina asociándose con un ex alumno, un auténtico cabeza de chorlito siendo generosos.

Partiendo de esa brutal premisa la serie te zarandea igual que la vida hace con su personaje principal. Te entretiene, jamás me canso de reivindicar el aspecto lúdico de las series, a la vez que te hace pensar y logra que te retuerzas observando lo frágiles que somos y las injusticias que nos rodean. Consigue que empatices con ese loser que todos llevamos dentro y que te regocijes cuando alguno de esos winners tan jodidamente pagado de si mismo obtiene su merecido castigo. De momento he terminado la primera temporada y ya solo con eso la sitúo entre lo más grande que he visto en la televisión. Espero la segunda con verdaderas ansias.

Lo curioso del caso es hace meses que vi parte del episodio piloto pero, en esta maraña de sueño continuo que me envuelve en cuanto mi culo toca el sofá, no lo vi terminar. Y lo olvide. Recientemente lo he recuperado, ya en mejor forma sin que mis parpados tuviesen que luchar y puedo asegurar que el episodio piloto de Breaking Bad es junto al de Dexter uno de los más impactantes que he visto. Y es que este primer episodio echa el resto. Un inicio rompedor, poniendo el listón tan alto que incluso puedes pensar que solo te queda bajar. Pero afortunadamente los guionistas dan con la clave y nos regalan uno de los personajes más atractivos que han pasado por la pequeña pantalla. Bryan Cranston, el actor que encarna a Walter White ha recibido el regalo de un personaje complejo y muy atractivo y le sabe sacar partido ofreciéndonos una interpretación que pasará a la historia de la televisión porque hace creíble la desesperación, el amor, la vulnerabilidad, las paradojas, la ira, el rencor todo, lo hace creíble todo.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Royal Crown Revue. Don´t be a Grinch this year!


En breve las calles de nuestras ciudades se llenarán con las típicas luces navideñas. Y ante semejante despliegue conviene tener clara la banda sonora. Yo ya la he elegido. Y es que como recomienda la Royal Crown Revue este año no voy a ser el Grinch. En realidad hace tiempo que no lo soy. El rollo ese de que la navidad me agobia y demás se quedó atrás, muy atrás. Ahora disfruto mucho de esta época por varios motivos. Uno de los fundamentales es que a Unax le alucina todo el colorido y la fiesta que se monta. Y otro es que en los últimos años siempre tengo vacaciones por estas fechas. Y eso es sin duda es lo mejor del trabajo, lo único bueno. Vacaciones para disfrutar con la family.


Royal Crown Revue nos lo dejan claro. Don´t be a Grinch this year! Bonito título para la encantadora vuelta de esta banda tras demasiado tiempo sin noticias discográficas. Y es que si descontamos aquello de El Toro que fue un fiasco llevaban desde el 99 sin material nuevo. Y este disco les trae de vuelta alegres, desenfadados y con un apreciable número de canciones propias de mucho nivel. Además de con la bendita presencia de Jennifer Keith cuya voz me cautivó el otro día en el Antzoki a pesar de que no estuvo muchos tiempo sobre las tablas. Aquí la chica brilla en tres standars como Cool Yule, la ineludible White Christmas y sobre todo Baby it´s cold outside. Los arreglos que aplican a los standars de casi siempre son brillantes y están firmados por Mando Dorame, Mark Cally y Eddie Nichols.


Las buenas noticias son que los seis temas que firma la Royal Crown Revue nos los muestran en muy buena forma. No han perdido su punch. Así lo he sentido desde su saludo inicial con Christmas Greetings. Una intro con encanto y muy bien currada que nos prepara para la canción que da título al disco. Don´t be a Grinch this year! Perfecta. Un clásico instantáneo para mi, un tema al que estoy enganchado y que suena mientras escribo esto. En Christmas Lights la voz de Jennifer Keith suena muy dulce bajo una tenue instrumentación y unos curiosos coros de Nichols. Otra joyita. En Take it Back ( i don´t want it) la que acapara protagonismo es la guitarra de Mark Cally. Y lo celebro. Para finalizar Merry Christmas to all cumple una función similar a la inicial Christmas Greetings y nos deja en brazos de la bailable Hey Santa! Un sabroso final. Si hubiesen editado un Ep con estos temas propios diríamos que es excelente. Ojala las 13 canciones del disco fuesen suyas y de este nivel pero a mí no me perturban esos standars grabados con tanta clase. Así que ya sabéis Don´t be a Grinch this year!