lunes, 3 de junio de 2013

Django desencadenado

Este fin de semana he visto Django desencadenado de Quentin Tarantino. Últimamente me he centrado mucho en la series y excepto unos cuantos clásicos que tengo por casa y que visiono a menudo apenas he visto películas recientes. Con Tarantino siempre hago una excepción y más tras Malditos Bastardos que me gusto mucho. Más que esta, aunque Django desencadenado también merece la pena y tiene muy buenos momentos.

Lo primero que supe de esta película fue la polémica que se montó con Spike Lee tan buen cineasta como entrañable bocazas siempre dispuesto a liarla. Concretamente Lee dijo “La esclavitud americana no es un spaghetti western de Sergio Leone. Fue un holocausto. Mis ancestros fueron esclavos. Robados de África. Y estoy orgulloso de ello". Como sucede a menudo esta polémica le vino bien al film y algunos actores como el protagonista Jamie Fox no perdieron la ocasión de contestar a Spike Lee acusándole de irresponsable por hablar de la película sin haberla visto.

Django desencadenado no se aparta de las constantes vitales que definen al cine de Tarantino. Todos sus elementos están ahí. Para bien, en la mayoría de las ocasiones, y para mal, las menos. Lo que menos me convence de la película es el excesivo uso de la música como elemento subrayador y por momentos agobiante. Pero eso es algo propio del género. La violencia es exacerbada, cierto, siempre ha sido así con Tarantino y si soy sincero esas escenas son las que más previsibles y aburridas me parecen. Prefiero lo que viene antes del estallido violento.

La película es un spaghetti western y se nota que Tarantino ha visto cientos, ¡qué escribo! miles…De modo que no se aparta de las convenciones del género pero como siempre tirando a lo excesivo que para eso es Tarantino. No se esfuerza demasiado en despegarse de personajes arquetípicos pero eso lejos de molestarme me parece un acierto. Me encanta el personaje del Dr Schultz con toda su verborrea y muy bien interpretado por Christoph Waltz, el que interpreta Leonardo Di Caprio saliéndose de sus casillas con acierto y por supuesto ese Samuel L Jackson descomunal que cuenta con los mejores momentos del film.


Aunque algo larga, la película cuenta con unas cuantas escenas made in Tarantino. Algunas de un humor ramplón pero efectivo como el momento en el que los encapuchados del Klan  se quejan de lo mal hechos que están los agujeros de las sábanas, otras escalofriantes, como cuando dos perros están machacando a dos negros y observamos las reacciones de todos los personajes que están contemplando la escena, o la escena de la Biblioteca en la que Samuel L Jackson le abre los ojos al personaje que interpreta Leonardo Di Caprio.


De momento Tarantino sigue fiel a si mismo. A su pasión por el cine y por sus recovecos y no renuncia a su personalidad, excéntrica si se quiere, exagerada  y provocadora. No se puede negar esa parte pero para mi pesa más que cuando este tipo se pone detrás de una cámara logra captar mi atención y entretenerme. Y cada vez escoge caminos más interesantes para volcar sus inquietudes cinematográficas. Su siguiente proyecto es Kill Crow la historia de unos soldados negros que se cargan  a unos cuantos oficiales blancos tras haber recibido un trato nefasto parte del ejército estadounidense. Promete.