viernes, 29 de enero de 2010

The Avett Brothers. I And love and you

Dos de los discos que mas me han gustado del pasado año han sido Written In Chalk de Buddy & Julie Miller y I And love and you de The Avett Brothers. Ambos tranquilos, sosegados, plagados de armonías vocales y dulces vocecillas. Ya me dice Susana que tiendo a los medios tiempos cuando no a las baladas. Menudo moñas. Supongo que a ambos discos les habrán colocado la etiqueta de americana, new folk o alguna gaita de esa. Para mi dos de los discos más bonitos que he escuchado.

Esté álbum supone el paso de Avett Brothers a la multinacional Columbia lo que habrá levantado las suspicacias y la furia de sus seguidores de toda la vida. Estas cosas pasan. Siempre hay quien se baja del carro. Somos un poco puñeteros en eso. Bueno pues en una multinacional Avett Brothers han grabado un pedazo de disco repleto de armonías vocales difícilmente igualables y con un sonido sello Rick Rubin. Si, otro disco entre mis favoritos de todos los tiempos producido por este hombre. Han dejado atrás el esquema banjo-guitarra acústica y contrabajo y sin perder su esencia el piano cobra mas protagonismo junto a las voces de estos dos chicos compenetrándose a lo grande.

Desconozco si en esta ocasión Rubin se habrá echado una siesta en el sofa del estudio mientras acaricia el cogote de sus canes. Más de uno puede pensar que incluso se ha dormido precisamente al escuchar el disco. Pero parece ser que es una sana costumbre que lleva a cabo incluso con Metallica sonando atronadores. En cualquier caso si ha caído en los brazos de Morfeo mientras Seath y Scott grababan temas como I And love and you, January Wedding, Head Full of doubt, And it spread o Ill With Want estoy seguro que habrá tenido dulces sueños.

martes, 26 de enero de 2010

Bryan Adams. Reckless

Algunos discos forman parte de lo que pomposamente llamamos bandas sonora de nuestra vida. Otros los escuchas mucho durante un determinado momento pero luego no resisten el paso del tiempo. Reckless de Bryan Adams pertenece al primer grupo. 25 años después de que lo descubriese sigue sonando a gloria. Pocos discos se hacen así en la actualidad. Me refiero a 10 canciones igual a 10 singles. Hablo de guitarras 100% efectivas con riffs sencillos y directos. De una voz acojonante. De 38 minutos pletóricos.

Pese a lo que pueda pensar mucha gente cuando se editó Recklees y al menos durante unos cuantos años mas (83-91) Bryan Adams fue un rockero de los pies a la cabeza. Muy buenos discos (Cut´s like a Knife, Reckless, Into the fire y en menor medida Waking up the neighbours) y un directo acojonante. Con un look acorde a las circunstancias: camisa de leñador, botas y pelo alborotado. Nada de camisas de licra y duetos con una Spice Girl. No tengo ni puta idea de lo que le pasó. Simplemente perdió el norte.

Pero para mi es siempre un placer escuchar temas como Run To You, She´s only happy when she´s dancing, Long Gone o ese pedazo de dueto que se marca con Tina Turner en It´s only love. Ahora mismo suena Kids Wanna Rock, aquello de “Around the World or around the block, everywhere I go the Kids Wanna Rock”. Esta va por un gran amigo que hoy cumple años. Zorionak.

viernes, 15 de enero de 2010

American Gangster

La primera escena de American Gangster es de esas que te atrapa, hace que te agarres bien a la butaca y te prepares para pasar un sugerente viaje por el Harlem de finales de los sesenta. En uno de sus callejones se ve a un hombre de origen hispano sentado en una silla soltando improperios mientras otro sujeto le rocía con gasolina su maltrecho cuerpo. En frente del hispano aparecen dos negros, ambos impecablemente trajeados. Bumpy es el dueño de las calles y Frank Lucas su fiel escudero. Es este el que sin pestañear arroja un mechero al hispano que arde como un condenado. Para asegurarse de que esta bien muerto le pega unos cuantos tiros. Fundido a negro. Y aparecen los títulos: American Gangster y luego based on a true story.

Muchas películas basadas en hechos reales terminan naufragando, sumergiéndose en las chuscas aguas del telefilm. Este no es el caso de American Gangster. En los mandos tenemos a todo un Ridley Scott, director entre otras cosas de dos clásicos de la ciencia ficción como Alien y Blade Runner y experto realizador que se mueve por todo tipo de géneros con envidiable soltura. Desde luego American Gangster pasa a ocupar un lugar muy destacado en su filmografía.

Ridley Scott es un director muy valorado entre otras cosas por su dominio del montaje. La piedra angular del lenguaje cinematográfico. Scott teje un relato ágil y se sirve de su habilidad en el montaje para realizar secuencias perfectas que me han recordado a la maestría de Coppola en las primeras dos partes del Padrino. Solo hace falta ver las primeras escenas cuando nos presentan a los principales protagonistas para darse cuenta de que el tío a sus 70 años no ha perdido el pulso para nada. A una película de estas características que cuenta con actores conocidos (Denzel Washington, Rusell Crowe y Cuba Godin jr) se le presupone una factura impecable y esta la tiene pero es que además el material es de primera.

La película se centra en las andanzas de Frank Lucas (D. Washington) un joven negro que a finales de los sesenta era la mano derecha del ganster Bumpy dominador del Harlem gracias a sus manejos con las drogas. Cuando éste fallece Lucas hereda su imperio y aplica la lógica capitalista al negocio de la droga. Elimina los proveedores e introduce heroína directamente desde Vietnam sirviéndose para ello nada más y nada menos que del ejército de los Estados Unidos gracias un contacto familiar. Algo sorprendente pero real, no olvidemos que la película esta basada en hechos reales.

El caldo de cultivo social en el que se desarrolla la película es muy atrayente. Con la omnipresente guerra del Vietnam, la corrupción policial por todos los lados, y la droga presente en cada esquina. Una vez mas otra película situada en Nueva York en la que el director sabe meterse en sus calles rodando de tal forma y articulando las secuencias con tal pericia que hace las dos horas y media que dura el film se te hagan cortas. También es justo destacar tanto a Denzel Washington como a Rusell Crowe. Ambos componen dos personajes muy atractivos, nada planos con mil matices y con la lección bien aprendida. Una de esas películas para ver varias veces.

lunes, 11 de enero de 2010

Sonando en el mp4... Kris Kristofferson. This Old Road

Como el año pasado me porté muy bien y soy un tipo con suerte en navidades he recibido dos preciados regalos: un flamante mp4 y una box set de la Creedence Clearwater Revival. Un lujo. Lo de la Creedence voy paladeándolo poco a poco y del mp4 ya sale fuego. Mi primera operación ha sido volcar en el mencionado aparato unos cuantos discos que se me habían acumulado en el ordenador y a los que por unas razones u otras no les había prestado demasiada atención.

Asi que voy a inaugurar una nueva sección de cochambroso titulo en el que iré poniendo impresiones sobre esos discos que estoy descubriendo aunque sea en mp4 en mi caso con la intención de luego adquirirlo pero es que a todo no se puede llegar. Y la inauguro con uno de los que mas me ha impactado: This Old Road de Kris Kristofferson.

Vaya por delante que no conozco casi nada de la carrera musical de este hombre. Conozco mucho antes su faceta como actor. Y lo borda en una de mis películas favoritas de todos los tiempos: Lone Star de John Sayles y en Alicia ya no vive aquí de Martin Scorsese. Además el tipo siempre me ha caído bien. Y más tras leer una excelente entrevista que le hicieron en Popular 1 hace un par de años (nº 411).

Cuando escucho This Old Road es inevitable establecer comparaciones con los discos producidos por Rick Rubin a Johnny Cash. Y es que aquí el planteamiento es muy similar. Don Was elige con muy buen criterio que la voz de Kris sea la que retumbe por todos los lados y Kristofferson pone 11 excelentes temas encima de la mesa y los interpreta con esa profunda y elegante voz que tiene. Los músicos que le acompañan son de categoría, Stephen Bruton a la guitarra y Jim Keltner a los parches y el resultado es tan bueno como cualquiera de los discos de Cash con Rubin.

Kris Kristofferson siempre ha sido una persona coherente y valiente y canta sobre lo que le apetece (la guerra de Irak, la soledad, la muerte, el amor) con una convicción y profundidad que emociona. This Old Road fue el primer disco de Kristofferson con temas nuevos en una década y se torna en un álbum reflexivo, crepuscular muy acorde con la imagen que tengo de este tipo.

En apenas 38 minutos 11 canciones a cual mejor. De momento mis favoritas son This Old Road, Pilgrims progress, In the news, Chase the feeling y esa final Final attraction en la que Kris nombra a algunos de sus idolos: Cash, June Carter, Hank Williams o Waylon Jennings. Y lo mejor es que a pesar de que en aquella entrevista en Popular 1 comentaba que dudaba que hiciese otro disco se acaba de editar Close to the bone. Ya estoy tardando en hacerme con el.

jueves, 7 de enero de 2010

Paul McCartney

Casi siempre se le ha colgado el sambenito de moñas, de ñoño. Su propio compañero, el cabroncete de John Lennon decía que a veces componía canciones para abuelitas. Ya sabemos lo mordaz y perrete que podía llegar a ser Lennon. Sin ir más lejos, cuando Brian Epstein manager de los Beatles le preguntó que título podía poner a su biografía, Lennon le espetó: "que tal, Judío Maricon".

En fin dejo a un lado a John y me centro en el entrañable McCartney. Estaba el otro día haciendo zapping a la noche y me detengo en la 2 porque estaban dando un concierto de Paul McCartney. En el momento en que lo pille sonaba The Long And Winding Road. Una de esas canciones marca de la casa que enfrentó a Paul con Phil Spector ya que al beatle le desagradaban los pomposos arreglos de cuerda del loco productor.

Pero basta con detenerse un poco a escuchar las canciones compuestas en los Beatles y en solitario de Paul para percatarse de que si Mccartney en ocasiones podía bordear lo meloso pero también componía exquisiteces pop y rock que no solo aguantan bien el paso del tiempo sino que uno no se cansa de escuchar jamás. Una de mis favoritas es Maybe I´m amazed que con tanto gusto versionearon The Faces.

Además de un compositor impresionante Paul es un excelente músico. Domina el bajo y batería con maestría y se defiende holgadamente con la guitarra y el piano. Incluso en el álbum blanco de los Beatles osó regrabar partes de bateria de Ringo porque no estaba conforme con el resultado. Eso de ningunear a Ringo estuvo muy feo, Paul. Y por último y muy importante es uno de mis cantantes favoritos. Muy melódico y llegando a todas las notas sobrado, con elegancia. Y cuando hay que ponerse brutote como en Helter Skelter sin problema. Un genio, Paul. ¡Vaya si lo es!