miércoles, 30 de abril de 2008

¿Los eternos sustitutos?

En los últimos días he leído en los blogs Tribeca Sessions, San Free Bird 72 y Manurhill una cuantas reflexiones sobre el nuevo disco de Blind Melon. Tras la muerte de Shannon el grupo se disolvió y ahora doce años después editan disco. Al parecer, el nuevo frontman es un clon de Shannon y digo al parecer porque todavía no me he atrevido a escucharlo. E inevitablemente surgen opiniones de todo tipo. Hay quién considera que Shannon es insustituible y que es mejor dejar las cosas como están. Otros observan que la obligación del grupo es seguir adelante, mirar al futuro con aires nuevos. Complicada tesitura la de estos chicos.

A lo largo de la historia se han producido hechos similares con variopintos resultados. Ahí tenemos a AC/DC. Se muere Bon Scott, a priori alguien difícil sino imposible de sustituir pero llega Brian Johnson y el tipo no lo hace mal. Es más con él graban posiblemente su mejor disco: Back in black. Al principio me imagino que le considerarían un clon, el ETERNO SUSTITUTO pero hete aquí que el hombre se hace dueño del puesto y la mayoría le agasaja como se merece. Tal vez sea el caso en el que una banda ha salido con más decoro tras la gran tragedia.

Otros casos son más discutibles. Pero sólo en cuánto a resultados porque nadie niega el derecho a que los músicos decidan qué hacer. Cuando murió Ronnie Van Zant, Lynyrd Skynyrd lo tenían tan difícil o más que AC/DC. ¿Alguien se podía calzar las botas de todo un Ronnie Van Zant? Pues su hermano Johnny. Con él al frente, la banda jamás grabó ningún disco a la altura de los que hicieron con Ronnie pero continuaron el legado de la banda con dignidad. No hay momentos brillantes pero tampoco nada despreciable.

El año pasado fui a ver a Alice in Chains con William DuVall. Fue una noche extraña. El nuevo fichaje no lo hacía mal pero esas canciones no me las puedo imaginar cantadas por otro que no sea Layne Staley. Ahora parece que incluso van a editar disco un disco. Mejor para DuVall que defienda un nuevo repertorio porque Down in a hole, Rooster o Brother sólo las podría cantar Layne.

Y tras todo esto llega la hora de mojarse. No concibo unos Queen sin Freddie Mercury, unos Black Crowes sin Chris Robinson o unos Pearl Jam sin Eddie Vedder. Pero los músicos tienen derecho a hacer con sus grupos lo que quieran. Aunque haya talibanes que se opongan rotundamente o aunque nos de mucha pena que una banda pueda superar la pérdida de un componente como mejor lo consideren. Tal vez la clave reside en hacerlo de forma inmediata. Cuanto más se espera más se acrecienta la leyenda. Y muchos parecen insustituibles. Eso si, si vienen Blind Melon con el nuevo cantante voy como un cohete

sábado, 26 de abril de 2008

Jason Isbell en el Kafe Antzoki

Dude hasta casi última hora en si acudir al concierto que Jason Isbell ofreció ayer en el Kafe Antzoki de Bilbao. Como casi siempre un mensaje o llamada de Ander a última hora me decidió. El último concierto al que fui fue el de Marah el 29 de febrero y ya era demasiado tiempo sin rock´n roll en directo.
Nos reuniríamos unas doscientas personas ayer en el Antzoki. Los de casi siempre. Y es que hay mucha gente que conozco exclusivamente de verles en los conciertos. Hay un tipo que siempre va. Mikel. Cuando le ves te quedas más tranquilo, todo esta en orden. Bien, ayer había dos teloneros. Sinceramente no me apetecía ninguno y por lo tanto no escribiré nada sobre ellos. Nos aposentamos en la barra del bar a esperar a que saliese Jason con su banda.

Por lo que veo el paisaje americano esta repleto de músicos jovenes y talentosos. La media de edad de la banda de ayer no creo que superase los 25 años. Y todos rayaban a gran nivel. Empezando por Jason y siguiendo con el guitarrista que le acompañaba que extrajó grandes sonidos de su Gibson Les Paul. Hubo un gran momento blues que me puso los pelos como escarpias.

Jason Isbell presentó en el Kafe Antzoki su disco Sirens of the Ditch y lo sazonó con las grandes piezas que compusó para Drive By Truckers: Never Gonna Change, Decoration day o la increíble Outfit. Esto me ha llevado a escuchar de nuevo Decoration day y The dirty south, dos de los mejores disco de los últimos años. Además, Jasón se ganó el cielo cuando hizo I don´t wanna fight del Echo de Mr Tom Petty. Gran concierto y van....

domingo, 20 de abril de 2008

Elia Kazan, el Oscar y la Caza de Brujas

Cuando en 1999 Elia Kazan recibió de manos de Martin Scorsese y Robert De Niro un Oscar honorífico a toda su carrera en la platea hubo muchos colegas de profesión que no aplaudieron y ni siquiera se levantaron de sus butacas. Kazan llevó toda su vida bien marcado el estigma del traidor durante la llamada Caza de Brujas en el Hollywood de principios de los cincuenta.
Tras la Segunda Guerra Mundial se desató la fiebre anticomunista en Norteamerica. La guerra fría propició esperpentos tan lamentables como la denominada Caza de brujas en Hollywood. Numerosos trabajadores de la industria cinematográfica fueron llamados a declarar ante el Cómite de Actividades Norteamericanas. Algunos lo hicieron gustosos, caso de Gary Cooper o Robert Taylor, otros jamás se plegaron y así les fue.

El caso de Elia Kazan fue el que más eco mediático tuvo. En una primera comparecencia ante el mencionado Cómite el director se negó a dar nombres. Pero pidió comparecer en una segunda y en esta no solo delató a 15 compañeros de haber pertenecido al Partido Comunista sino que además renegó del que fue su partido aduciendo que le habían utilizado para sus fines. A un amigo le dijó que tenía que pensar en sus hijos. Y durante toda su vida fue para muchos el apestado oficial de Hollywood. Sin embargo continúo haciendo películas. ¡ Y vaya películas!

La carrera cinematográfica de Kazan anterior a su delación ante el Cómite ya era más que prometedora. Al menos hay tres películas destacables que aguantan perfectamente el paso del tiempo: Mar de hierba, La barrera invisible y Un tranvía llamado deseo. Otras como Lazos humanos o Pánico en las calles también poseen grandes cualidades. Sin embargo, después de su deplorable comportamiento durante la Caza de Brujas, Kazan rodó sus mejores películas. Incontestables obras maestras llenas de mil y un matices: Viva Zapata, La ley del silencio, Al este del Eden, Río salvaje, Esplendor en la hierba... Casi nada.

Pero volvamos a el día en que le entregaron el Oscar honorífico a su carrera. Kazan había ganado dos estatuillas al mejor director con La barrera invisible y La ley del silencio y su talento cinematográfico había sido por lo tanto reconocido. Mucha gente de la industria veía innecesario rendir un homenaje a un tipo que había tenido un comportamiento censurable hacía casi cincuenta años. Muchos adujeron que si Kazan no hubiese delatado a esos compañeros no habría podido rodar todas esas grandes películas. Otros decían que los que no pudieron hacer ninguna fue precisamente las personas a las que Kazan delató. ¿Qué hubierais hecho vosotros?

jueves, 10 de abril de 2008

Tom Waits contra gigantes y molinos de viento

Ni los Rolling Stones, ni Bob Dylan, ni siquiera John Mellencamp. Nadie ha sido capaz de no sucumbir a los cantos de sirena de la publicidad. Casi nadie en el mundo de la música se ha resistido a que una canción suya aparezca en un anuncio. Muy pocos se han negado a la sponsorización de los conciertos. Todo el mundo ve un pastel inmenso y quiere su trozo. ¿Todos? Definitivamente no.

En un pueblo perdido de Estados Unidos vive un hombre que a veces parece un vagabundo, que aúlla como un lobo a la luna y que grita como un loco. Si te dicen que se ha escapado de una institución mental te lo crees. Pero resulta que ese tipo goza del respaldo unánime de la crítica, de la admiración de sus compañeros de profesión y de un número cada vez mayor de seguidores. Jamás ha vendido su alma y dudo mucho que lo haga. Me estoy refiriendo por supuesto a Tom Waits, único, inimitable (pese a quien pese) y auténtico. El último forajido.

En el año 92 y tras cuatro de litigio una sentencia obligó a la firma Frito Lay a pagarle 2,6 millones de dólares. La marca había tentado a Waits para usar la canción Step Right Up en un anuncio y la respuesta de Tom fue clara y concisa: No. Como declaró el publicista que intentó convencerle: “Nunca has escuchado a nadie en tu vida decir que no tan rápido”. Pero los publicistas no se dieron por vencidos y contrataron a un tipo, Stephen Carter, capaz de ofrecer una imitación muy buena de Waits.

Carter era de hecho un admirador de Waits y le hicieron dos pruebas para el anuncio. En la primera, la que le hicieron creer que emplearían, Carter hacía un homenaje a la música de Waits, algo con claras influencias pero sin ser una pura imitación. Cosa que si que era lo siguiente que grabó y que los de Frito Lay utilizarían para su anuncio. Harían creer al mundo que Tom Waits cantaba para vender una mierda de salsa para sus patatas fritas. Ni en el mejor de sus sueños.

El litigio comenzó en 1988 y finalizó en 1992 y afortunadamente la sentencia fue favorable a Waits. No se puede utilizar la música de nadie sin su permiso. Ni siquiera mediante subterfugios enrevesados. Nadie tiene derecho a profanar la música. Pero los publicistas no espabilaron. Y después de Frito Lay, vinieron Audi y luego Opel. ¿Habrá alguno más que se atreva a retar al último forajido?. Lo dudo. Probablemente estará descojonándose en el porche de su casa mientras por su mente bulle un nuevo sonido, una nueva melodía que sabe que le pertenece a él y sólo a él. Chapeu.

domingo, 6 de abril de 2008

El último capítulo de Los Soprano

Advertencia: Si no has visto el final de Los Soprano y no quieres conocer los detalles deja este post para más adelante.

Hace unos meses estaba escuchando la cadena Ser, creo que era el programa A vivir que son dos días en el que de vez en cuando charlaban sobre series televisivas. Se disponían a analizar el polémico final de Los Soprano. En cuanto escuché lo que iban a hacer apague la radio porque no quería que me reventasen el desenlace. Afortunadamente en estos meses nadie me había desvelado el final de la serie y la pasada semana finiquité la mejor serie de televisión de la historia.

La última secuencia es una estampa de la familia que disfruta de un momento de paz y buen rollo tras pasar por todo tipo de situaciones. En un restaurante pequeño están Tony, Carmela y el ya no tan pequeño Anthony. Se intercalan planos de las personas que están en el local. Piensas que cualquiera de ellos se va a levantar de su sitio y le va a volar la tapa de los sesos a Tony. Incluso estuve casi seguro de que así sería cuando la cámara muestra un plano de un tipo que entra al baño. Me vino a la mente la escena de El Padrino en la que Michael Corleone mata al policía corrupto y a Sollozo. Pero no, no hay homenaje a la peli de Coppola. Es un final abierto que no cambia mi opinión sobre la serie. Posiblemente la mejor serie de la historia.

El final de Los Soprano causó estupor en muchos hogares estadounidenses. Fue seguido por millones de personas de las cuales muchas pensaron que se había ido la señal por unos segundos ya que termina con un plano medio en el que se ve a Tony Soprano disfrutando de una comida. Tony mira hacia la puerta por donde suponemos que va a entrar su hija a la que en montaje paralelo hemos visto maniobrar hasta aparcar correctamente el coche. Corte brusco a negro. Difícil dejar contentos a tantos seguidores.