sábado, 5 de enero de 2008

Detour, un pequeño clásico de la serie B

Un hombre con la mirada perdida camina de forma cansina en la oscuridad de la noche. Entra en un bar y se pone furioso con un parroquiano que ha seleccionado en el juke box una canción que le trae muy malos recuerdos. A partir de ahí, la voz en off de este personaje (Al Roberts) nos narra mediante un flashback su particular descenso al infierno del alma humana.

En algo más de una hora y con algunos de los ingredientes básicos del cine negro, a saber, un tipo con muy mala suerte, una mujer fatal, unas diálogos hirientes, la voz en off y el imprescindible flashback, el director de esta pequeña joya Edgar G. Ulmer nos transporta a un universo turbio e imprevisibe. Detour es un pequeño clásico de la serie B que demuestra que con cuatro duros y mucha pericia tras las cámaras se puede hacer muy buen cine.

Como tantas otras películas descubrí este film en el programa Qué grande es el cine! de Jose Luis Garci. Creo recordar que lo echaban los lunes y mi padre solía grabar muchas de esas películas. Generalmente días después las veía sin anuncios pero esta era tan corta que la vi con la publicidad y todo. No me canso de verla, es una de las mejores películas que he visto sobre la fatalidad, un clásico del cine negro poco conocido y que merece la pena redescubrir.

En uno de los magnifícos diálogos de la película el personaje principal dice:

El dinero, ¿sabes lo que es? Eso de lo que nunca tienes suficiente. Pequeños papeles verdes con la cara de George Washington. Esclaviza a los hombres, los hace cometer crímenes, y mueren por ellos. Causa más problemas en el mundo que cualquier otra cosa.