viernes, 23 de septiembre de 2016

The Afghan Whigs. Black Love

Siempre me parecieron una banda diferente, inclasificable, una rara avis de esas que no encajan en ninguna escena por mucho que al principio les metiesen en el saco grunge. Lo tenían todo para lograr más éxito del que obtuvieron. En Popular 1 les señalaban junto a Fun Lovin´Criminals y Urge Overkill como el trío con más clase del momento. A mediados de los noventa se incrustaron en mi casa y se quedaron para siempre. Recuerdo leer en el Popu imbatibles entrevistas con Greg Dulli, un tipo la mar de interesante, con un punto de fuga indudable pero con una habilidad innata para componer canciones aplastantes. 


El 8 de marzo de 1996 publicaron Black Love uno de mis discos favoritos de todos los tiempos. Y no es una exageración. El comienzo es perfecto, de esos que das al play de nuevo sin remisión ni escapatoria. Tonight, tonight I say to everyone who loves me, stick it to my enemies tonight then I dissapear... canta de forma dramática Greg Dulli en Crime Scene Part One... Ese tono desesperado va a estar presente en todo el álbum y hace que no puedas dejar de prestar atención a cada canción y te preocupes de lo que te cuenta este sujeto. Así me sucedió desde el comienzo. Las letras son una parte fundamental en esta obra. Lo maravilloso es que están acompañadas de una música que transmite lo mismo pero elevado al cubo. La instrumentación me sigue fascinando veinte años después. Y sigo sin saber cómo describirlo. Simplemente hay que escucharlo y perderse en él una vez más. Repito, tenían canciones a borbotones y estilo para exportar, sin que me recordasen a nadie. Un caso similar a Screaming Trees sin que su música conexión entre sí. Curiosamente muchos años después Greg Dulli y Mark Lanegan juntaron sus caminos en The Gutter Twins. Esa es otra historia.


Escuchar Black Love sigue siendo una experiencia intensa. Por encima de la temática conceptual que tiene su miga está una música evocadora, pasional, llena de recovecos que descubres en sucesivas escuchas. Me alucina como suena el bajo en este disco con momentos esplendorosos en Blame Etc o Going To Town, es imposible no derretirse ante algo tan majestuoso como Step into the light, las guitarras pueden sonar poderosas y con toque funky por igual, siempre perfectas. Un puto diez para Rick McCollum. La aparición del violoncello de Barbara Hunter en Night By Candelight, Going To Town o Faded suma hasta el infinito. Los arrebatos vocales de Dulli son de verdad. Además sin atender a ni un puto canon establecido. Mi favorito acontece en Summer Kiss, con ese pequeño increscendo inicial hasta que Dulli salta todo por los aires con ese Did you feel the breeze? My love, Summer´s kiss is over baby, over.... Me vuelve loco. Es imposible terminar un álbum mejor que con Faded. Pura elegancia.