lunes, 26 de diciembre de 2011

Sam Cooke y Otis Redding: Sweet Soul Music


He pasado el fin de semana sumergido en la Sweet Soul Music. El soul es lo más grande. No es un calentón. Lo vivo así desde hace mucho y estoy en una de esas fases en las que estoy obsesionado con algo. Capitanea esta etapa mi obsesión/devoción por Solomon Burke pero tienen cabida todos: Aretha Franklin, Anne Peebles, Al Green, Marvin Gaye y por supuesto Sam Cooke y Otis Redding. Y mucho más que me falta. No tengo suficiente. Busco más y más. A veces cuando me sumergo tanto en un estilo, escuchando muy poco del resto de música ( un poco de Sinatra por aquí, unos toques matutinos de Fun Lovin por alla, los Dirty Guv Nahs…) temo que va a suceder cuando vuelva a poner a AC/DC o Anthrax. He probado y me siguen gustando, ja,ja.

Desde siempre uno de los debates más arraigados en la música soul es la comparación entre Sam Cooke y Otis Redding. La cuestión se puede solventar rápidamente. Al menos así lo hago en mi caso. Y recurro a la manida frase: ¿a quién quieres más a papa o a mama? Pues eso. Al final se torna absurdo tener que escoger pudiendo elegir a los dos y darle a cada uno su momento. Hace poco leí en el blog Necesito un rock and roll un divertido texto sobre esta cuestión y como últimamente el 80% de lo que escucho es a los grandes astros de esta música escribo estas líneas al respecto.

Afortunadamente tengo un amigo que me proporciona buen material y consejos al respecto. Y suelo coincidir mucho con él. La pasada semana me grabó el  tremendo recopilatorio Portrait of a Legend de Sam Cooke. Ni se las veces que lo he escuchado desde el pasado miércoles. Lo he compaginado con otro recopilatorio de Otis Redding. El de Cooke consta de 31 canciones por 30 del de Redding. Y he saboreado ambos con placer. Me es imposible elegir. Sobre Cooke siempre he leído que fue un pionero tanto en la composición, como a la hora de crear su propio sello y pelear por los derechos de sus canciones. Abrió el camino a todos los demás. Fue un pionero. Todo cierto como también que el hombre cantaba como los ángeles. Técnicamente perfecto a la par que transmitiendo. Redding siguió su estela. También compuso. También peleo por lo suyo. Cantaba tan bien como Cooke. Dos colosos.

Ahora tengo ganas de escuchar el directo de Cooke, Live at the Harlem Square Club que estuvo en la nevera mucho tiempo ya que rompía la imagen de baladista y tierno que al parecer tenía Cooke. Vaya por delante que no tengo nada en contra de los arreglos y la música que envolvía las canciones de este hombre. Pero reconozco que, a si a primeras, me ha costado más asimilar ese estilo que el más crudo y directo de Redding en Stax. Hoy en día, insisto, adoro a ambos por igual. Son como el aire que respiramos. De hecho ahora mismo suena Cupid de Cooke y no tengo ningún problema con canciones como esa o What a wonderful world o You send me. Son una gozada. Estoy rendido ante otras que no conocía como Bring it to home to me, joder ¡qué canción! O Meet me at Mary´s Place otra que es nueva para mi. Y qué decir de Havin a party y Twistin´ the night away. Imposible transmitir mejores vibraciones. No hay desperdicio. 31 temazos.
 
Paso a Redding. Ya escribí en su día sobre el mencionado recopilatorio. Redding al igual que Cooke era un notable compositor. Se fijo mucho en Cooke e incluso grabó muchos de los temas de este. Por ejemplo el célebre A change is gonna come. En esta canción sí que reconozco que me gusta más la versión de Redding que la de Cooke con más arreglos. Pero si prescindes de el envoltorio sonoro en ambos casos sus voces suenan increíbles prolongándose hasta el infinito. Como en el caso de Cooke los 30 temas de Redding son imprescindibles. Por mucho que los hayas escuchado. Suenen cuando suenen. Cualquier momento me parece bueno. Y eso no me sucede con toda la música. Shake es un empate técnico. Valoración que se extiende a la música de estos dos hombres. Sweet Soul Music: Sam Cooke y Otis Redding. Redding y Cooke. De aqui a la eternidad.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Magic Johnson. Always Showtime

El 25 de diciembre se inicia la temporada 2011-12 de la NBA. La segunda en la historia lastrada por el ya célebre lockout. Mientras aguardo a que comience la mejor liga del mundo de baloncesto me entretengo con otra joya que editó el pasado noviembre la revista oficial de dicha competición. Magic Johnson Always showtime es el documental de apropiado título que acompañaba a la revista con los artículos de los habituales y siempre recomendables Jorge Sierra o Antoni Daimiel


Aunque reconozco que a mediados de los ochenta cuando me empezó a conquistar este deporte yo era sin atisbo de duda de los Boston Celtics cualquiera al que le guste el basket disfruta viendo en acción a Los Angeles Lakers de la época dorada y más concretamente a su líder en la cancha: Magic Johnson. Es una gozada volver a deleitarse con las exhibiciones que este tipo daba sobre el parket. Un tío que rompió por completa los cánones en el puesto de base. Y qué fue más allá siendo uno de los jugadores más completos de la historia. Alguien que sin duda hizo mejor a sus compañeros cualidad que comparte con otros dos grandes: Michael Jordan y Larry Bird.




El documental está narrado por Danny Glover con el habitual y grandilocuente tono tan característico de los americanos cosa que lejos de importarme le da un toque más entrañable. Nunca había visto imágenes del joven Magic en su época universitaria que es lo que más me ha impresionado del documental porque en esa época Johnson era un jugador más explosivo físicamente lo cual me ha impactado. Posteriormente Johnson dominó todas las facetas del juego y evidentemente en la que más destacaba era en el pase sobre todo en contraataque donde era además de infalible, espectacular e imaginativo a más no poder. Pero no conviene olvidar que era un muy reboteador capaz de sacar partido a sus 2,06 da altura.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Solomon Burke. It makes no difference



Well, it makes no difference how far I go
Like the scar that hurts, it will always show
It makes no difference who I meet
They are just faces in the crowd on a dead-end street

It makes no difference where I turn
I can't get over you and the flame still burns
It makes no difference, night or day
The shadow never seems to fade away

And the sun don't shine anymore, yeah
You know the rain falls down on my door

Now there's no love as true as love
That dies untold
But the clouds never hung so low
So low before

Well, well, well, makes no difference how far I go
Like a scar the hurts it will always show
It makes no difference who in the world I meet
They're just a faces in the crowd on a dead-end street

And the sun don't shine, just don't shine anymore
No more
You know the rain falls down around my door
Yes, it does

These old love letters, well, I just can't keep
'Cause like the gambler says
You just gotta read 'em and weep
And the dawn some how won't rescue me, no more

Without your love I'm nothing at all
Like an empty hall, it's a lonely fall
Since you've been gone it's a losing battle
That stampeding cattle, they just rattle the walls

And the sun don't shine anymore
Oh, let me tell y'all
And the rain falls down, falls down around my door

Well, I love you so much
It's all I can do
Just to keep myself from telling you
That I never felt so alone before

I know that the sun don't shine anymore
Somebody help me say it
And the rain falls down all around my door
Got to say it again

Sun don't shine anymore
Rain falls down around my door

lunes, 12 de diciembre de 2011

Sinatra - Basie. An Historical music first


Casi todos los críticos y aficionados a la música de Frank Sinatra señalan los años Capitol como el punto culminante de su discografía. Entre 1954 y 1962 permaneció en el sello angelino hasta que decidió volar libre y hacer las cosas a su manera creando el sello Reprise Records. La discografía de Sinatra en Reprise es más irregular que su época Capitol pero está igualmente plagada de momentos inolvidables. En esta nueva etapa Sinatra arriesgó, hizo lo que quiso y cumplió algunos de sus deseos. Uno de ellos era grabar con Count Basie. Y la unión funcionó. A las mil maravillas además. Como reza el subtitulo del disco Sinatra-Basie, an historical músic first. Y tanto que histórico. En la portada se les ve sonrientes, Sinatra agarra de forma afable a Count que sabe que también para él esa era una oportunidad única. Parece una foto espontánea y esa misma sensación transmiten las diez canciones que escuchamos a estos colosos.

Como siempre desde que terminó su relación con Ava Gardner, Frank Sinatra alternó discos de baladas calmadas y tristes con otros con mucho swing. Siempre me decantó por estos últimos sin hacer ascos a los otros. Aquí es una gozada dejarte llevar por la orquesta de Basie y la voz de Sinatra. Por separado increíbles, juntos invencibles. Tus pies no pueden dejar de moverse al ritmo de esta imponente colección de canciones. Sinatra siempre cuidó mucho los arreglos orquestales y el jazz está presente en toda su obra. Aquí con Basie lo está en el máximo esplendor sin poco o nada que envidiar a sus grandes discos de la época Capitol. Este disco rezuma buenas vibraciones en cada uno de sus diez temas. Son 33 minutos para recordar en la historia de la música. Todo un acierto tanto de Sinatra como de Basie. La selección de temas es intachable y como sucedió a menudo en la época Reprise Sinatra regrabó algunos temas de sus años Capitol con el riesgo que ello conlleva porque esa es una etapa gloriosa en su carrera. 



Así que no le hago ascos a Pennies from Heaven que me gusta tanto o más que su anterior versión o a la impresionante y eterna I only have eyes for you. A destacar que el protagonismo se reparte de forma equitativa entre la voz de Sinatra y la orquesta de Basie. Tres de las canciones más significativas en ese sentido son son Looking at the world thru Rose colored glasses con un solo de saxo muy chulo tanto como el clásico e inimitable fraseo de Sinatra, Learning the blues con espectaculares momentos para todos: la voz de Sinatra, los saxos soplados con estilo por Marshall Royal, Frank Foster, Eric Dixon, Fran Wess y Charlie Fowlkes , el piano y una batería antológica a cargo de Sonny Payne y I´m gonna sit right down and write myself a letter un punzante tema que te noquea. Otra canción perfecta es My Kind of girl, un tema tal vez no tan conocido en el repertorio de este hombre pero que a mí me parece que no debería faltar en cualquier antología que se precie de este hombre. Un tema excelente. Please be kind y Nice work if you can get it son otros dos momentos sublimes repletos de clase, como todo el disco.


lunes, 5 de diciembre de 2011

Frank Sinatra & Aretha Franklin. What now my love


Desde hace muchos años asocio la Navidad con Frank Sinatra. Evidentemente el amigo Frank no iba por este mundo deseando paz y felicidad, lo suyo era más bien la juerga continua y torturarse por su tormentosa relación con Ava Gadner. pero eso no viene el caso, o si, porque de nuevo ando perdido en la biografía que en su día escribió J. Randy Taraborrelli  y que me pille por 3 miserables euros en una feria del libro en Laredo en pleno veranito. Una edición muy guapa. Pero bueno al grano. Mi asociación viene porque hace muchos años, me imagino que sería cuando editó el Duets I (1993) en la segunda cadena dieron un especial sobre Sinatra en el que se hacía eco de esta grabación. Recuerdo estar viéndolo con mis primas y estar todos flipando con como sonaba aquello. Mi hermana tomó buena nota y me regaló aquel disco pero del documental ni rastro. Me gustaría conseguirlo. Supongo que escarbando por internet tal vez se puede localizar.

Sobre Duets ya escribí algo en su día, y en estas fechas sigue siendo uno de los discos que más pongo. Mi casa se llena de crooners, pelis de gansters y soul, en realidad presentes todo el año pero en estas fechas llega a niveles enfermizos. Así que una vez más aquí esta Sinatra acompañado de Aretha para regalarnos una increíble What now my love.


Once I could see,
once I could feel
Now I am numb,
I’ve become unreal
I walk the night, without a goal
Stripped off my heart, my soul

What now my love?
now that you left me
How can I live,
live through another day?
Watching my dreams
turned to ashes
And my hopes
turning to bits of clay

What now my love?

now that it’s over
I feel the world
it’s closing in on me
Here come the stars,
tumbling around me
There's the sky,
where that sea should be

What now my love?

now that you're gone
I’d be a fool to go on and on
No one would care,
no one would cry
If I should live
if I should live or die

What now my love?

now there is nothing
Only my last, my last good-bye
Bye-bye
What now my love, now there is nothing
Only my last, my last good-bye 

viernes, 2 de diciembre de 2011

Frank Sinatra & Liza Minnelli. I've got the world on a string




I've got the world on a string
I'm sitting on a rainbow
Got the string around my finger
What a world, what a life - I'm in love

I've got a song that I sing
I can make the rain go
Any time I move my finger
Lucky me, can't you see - I'm in love

Life's a beautiful thing
As long as I hold the string
I'd be a silly so-and-so
If I should ever let it go

miércoles, 23 de noviembre de 2011

Tom Waits. Rain Dogs


La primera vez que escuché a Tom Waits fue en el cine. Fue un gran inicio. Corría el año 1995 y un noviembre como esté entré en el cine a ver Smoke. En el film sonaban Downtown train y cerrando de forma conmovedora la película Innocent when you dream. Recuerdo que cuando sonó esta última pensé que el que cantaba era Louis Armstrong. Hasta aquel momento había leído mucho sobre Tom Waits (en Popular 1 se le citaba a menudo) pero no conocía a casi nadie que tuviera música de este tipo en su casa. entre mi círculo cercano el único que tenía material de este sujeto era mi primo Oscar. Apuesto lo que sea a que todavía conserva su cassete de Swordfishtrombones. Tal vez me lo pusiese pero no lo recuerdo con exactitud así que Smoke queda como el momento en que tuve la primera toma de contacto con Waits.

Apenas una semana después compré en el Carrefour Rain Dogs por mil miserables pelas. No sé por qué me decidí por ese y no por otro pero acerté. Fue una entrada por la puerta grande en el universo Waits. Pero me costó, me costó bastante. El veneno tardó en expandirse y mentiría si escribiese que en una primera escucha aquel disco me voló la cabeza. Fue algo a fuego lento. De hecho cuando sonó la inicial Singapore, le siguió Clap Hands y luego vino Cemetery Polka pensé.. Puff, ¿qué es esto? Tal vez me he equivocado. Y esto no es para mi.

El primer tema de Rain Dogs que me cautivó fue Jockey Full of Bourbon, una curiosa canción, bailable diría yo. Al menos mi hermana se inventó unos pasos muy molones con ella. Y es que tengo claro que muchas canciones de Waits tienen un tremendo potencial comercial sin perder nada en el camino, absolutamente nada. En este disco encajan en esto que escribo temas como Hang Down your head (de la que hace poco cuando sonaba en casa me dijo Susana que era una de sus canciones favoritas de la historia), la arrebatadora Time o la eterna Downtown Train que no importa las veces que la haya escuchado. Es imbatible.



En la edición que me compré lo malo es que no venían los créditos. Abrías el cd y encontrabas dos caras en blanco. Años después indagué en quién había intervenido en el disco y ahí esta como estrella de relumbron el canalla de Richards, excelente y apropiado compañero de viaje para Waits, el omnipresente y certero Marc Ribot liandola con la guitarra y a la trompeta Hollywood Paul Litteral que ni puta idea de quién es pero que nombre más cool. El arsenal que contiene Rain Dogs es tremendo, no hay ni una canción de relleno y eso no pasa tantas veces en los discos de este hombre y aúna con igual inspiración su faceta cacharrera como las tres canciones iniciales o Gun Street girl con cosas más clásicas y deliciosas como Union Square, Blind love o Diamond & Gold. Junto a Bone Machine es mi disco favorito de la segunda etapa en la carrera de este hombre.


martes, 22 de noviembre de 2011

Días de cine con Gasset

Hace muchos años no me perdía ni una edición del programa Días de cine. si no lo podía ver en directo me lo grababa mi aita. Hasta tal punto llegaba mi frikismo por el cine  y concretamente por un programa en el que se curraban unos reportajes muy buenos y en los que reinaba un presentador diferente, un filosofo de la noche que nos regaló alguno de los momentos más tronchantes que he visto en la llamada Caja Tonta. Ingenioso, divertido, provocador y sobre todo hedonista.

 



jueves, 17 de noviembre de 2011

George Pelecanos. Sin retorno


En la portada de Sin retorno leemos: por el guionista y productor de la aclamada serie dramática The Wire. Son muy buenas noticias que una serie de televisión de calidad como esta como sirva como reclamo y mejor es todavía que se publiquen por estos lares novelas tan buenas como Sin retorno. Antes de ejercer de productor y guionista en The Wire, Pelecanos había publicado 15 novelas encuadradas en el género negro de las cuales por aquí se han publicado Música de callejón, Revolución en las calles, Drama city y El jardinero nocturno. Tan solo me he leído Sin retorno y me ha puesto en el mapa a un novelista excelente. Armado de un lenguaje sencillo construye una historia sobre la redención, la esperanza, la maldad y te atrapa. Los protagonistas de esta novela están marcados por un hecho del pasado.

La literatura de George Pelecanos se ocupa de la gente corriente y su azarosa vida. En Sin retorno encontramos a unos protagonistas que luchan por elegir el camino adecuado, asunto no siempre fácil y a otros que han encontrado la senda a seguir y parte de paz pero están heridos de por vida. Al igual que en The Wire se percibe algo tan sencillo como la importancia que tiene nacer en un sitio o en otro y rodearse de la gente adecuada. Si en la serie, por lo menos en lo que he visto hasta ahora (primera temporada), hay poco lugar para la esperanza me alegra encontrarme en este libro con personas capaces de perseguir sus sueños y cumplirlos. Es difícil pero millones de personas lo intentan a diario. Y si, en este mundo hay mucha miseria, corrupción y también personas que viven, dejan vivir y que incluso ayudan a los demás. Resumiendo que me ha flipado la novela.