sábado, 11 de enero de 2020

Mikal Cronin. Seeker

Seeker es el cuarto álbum en solitario de Mikal Cronin. He llegado a este músico vía Ty Segall ya que Cronin es uno de sus lugartenientes de confianza. Hasta ahora había escuchado su labor en esas lides en Freedom´s Globin, ese descomunal álbum de Segall repleto de matices. Un cajón desastre en el que cabe de todo en bendita armonía. En Seeker el bueno de Mikal no va tan lejos en cuanto a variedad estilística aunque tampoco es desdeñable el buen manejo de diferentes géneros que acomete con soltura y brío. Conviven sin problemas ciertos toques pop, evidentes influencias de Neil Young (Show Me) y ramalazos noventeros deudores del grunge.

Si con Ty Segall, Mikal Cronin suele encargarse del bajo y el saxo, en este trabajo extiende su pericia a la guitarra acústica y eléctrica, sintetizador, la armónica... Puede con todo y lo mejor es que lo hace al servicio de unos cuantos temas muy buenos ya sea en tempo lento o rápido. El sonido es envolvente y poderoso. Un ciclón. La primera cara del álbum es una buena presentación. Un compendio de lo que es capaz este chico deudor de sonidos clásicos pero con arranque, con su propio toque. Y esa característica es mucho más palpable en la segunda cara del álbum. Ahí se sale de la tabla.

Pero vayamos al principio. Shelter es una canción curiosa con una percusión la mar de atractiva, diferente que llamó poderosamente mi atención. Un tema en el que se integran a la perfección instrumentos como el violín y el cello sin que el conjunto pierda ni un ápice de su fuerza. La anteriormente mencionada Show me se abre con una cadencia Neil Young total. Un corte muy clásico en el que según avanza se vuelvan a integrar violín, cello y piano conformando otro corte rockero de altos vuelos. La calma y la introspección llegan con Feel It All una excelsa balada provista de un par de arrebatos sonoros en el estribillo. Es ahí donde aparecen con fuerza la trompeta, el trombón y el saxo éste último soplado por Cronin.


Fire es otro puzzle sonoro espectacular que se abre con protagonismo para el saxo y que en el camino encuentra unos espectaculares punteos a la guitarra cortesía de Emmett Kelly. La canción va ganando fuerza y aunque no es de las que entra a la primera con las sucesivas escuchas va ganando enteros. Sold es el momento más relajado del álbum con protagonismo absoluto para el piano tocado por el propio Mikal Cronin. Al final del tema se produce un in crescendo perfecto 

Donde todo salta por los aires es en el primer tema de la segunda cara. I´ve got a reason es sencillamente una de mis canciones favoritas de los últimos años. Reúne todo el poderío de Cronin. Curiosamente aquí del bajo se encarga Ty Segall en un sano y divertido cambio de papeles. Y suena portentoso. Las guitarras del propio Mikal Cronin y Emmett Kelly (otro músico de Segall) se entrecruzan a la perfección y la interpretación vocal de Cronin por momentos me recuerda a los mejores arrebatos de Cobain. Si a eso le añadimos una certera utilización del sintetizador. A veces no se necesita más que voz, guitarra, bajo y batería para liarla parda. Y en otras como en Caravan al sustento básico le colocas un saxo arrebatador y ya tienes otro temazo de armas tomar. Esta última se abre con un riff irresistible de esos que no te quitas de la cabeza en todo el día.


Sin respiro Guardian Well continúa la increíble racha de temas clásicos. En esta ocasión la armónica toma protagonismo y nuevamente me viene a la mente el mejor Neil Young. Otra canción que va creciendo poco a poco y que tiene un final explosivo lo mismo que le sucede a Lost a year donde las guitarras de Cronin y Emmett Kelly se marcan un festín sonoro acompañadas por saxos, trompetas y trombones. Tras la tormenta la calma absoluta con On the Shelf. Se despide de forma espartana la voz y guitarra de Cronin. Hubiese preferido un final más en todo lo alto y encajar este tema en otro lugar. Un detalle que no resta nada de valor a un disco que me trae loco. Cuarenta minutos para de puro deleite.