En enero del 76 la vida de Paul Schrader estaba en un callejón sin salida. Su matrimonio hacía aguas y su único objetivo era aferrarse a la botella y pasar el día lo mejor que podía. Su modus operandi era el siguiente: quedarse en la cama hasta las cinco de la tarde y luego echar un trago al que le seguía otro y otro hasta que cerraban los bares y se refugiaba en algún cine porno. Durante unas semanas Paul Shrader llevó ese estilo de vida hasta que acabó en el hospital con un úlcera de dimensiones biblicas.
En el magnifico libro Conversaciones con Martin Scorsese cuenta Schrader que se le ocurrió Taxi driver como símbolo de la soledad urbana tras haberla sufrido durante su mes caótico. Una vez más del calvario de un ser humano nacia una obra de arte que afortunadamente contó con las personas adecuadas, dos fanáticos del celuloide que iban a poner toda la carne en el asador: Robert De Niro y Martin Scorsese.
Tambíen nos cuenta en este libro Paul que en un principio la película la iba a protagonizar Jeff Bridges bajo la direccion de Robert Mulligan. El quería ver el film realizado pero tras ver Malas calles lo tuvo claro: era un proyecto hecho a la medida de Scorsese y De Niro. El actor apenas cobró treinta y cinco mil dólares cuando ya le estaban ofreciendo medio millón por alguna otra. Los tres dieron rienda suelta a su amor por el cine en una obra que sigue tan vigente como el día de su estreno.
8 comentarios:
Vaya, me alegro de leer este comentario. Hace poco pensaba yo en la película "Cowboy a media noche". Durante mucho tiempo confundí a John Schlesinger con Schrader por la dificultad de pronunciación de sus nombres y por haber reflejado ambos la sordidez del Nueva York setentero con el mismo enfoque sucio y delirante. Y pensaba que realmente "Taxi Driver" no era de Scorsese. Scorsese sujetaba el jamón y Schrader empuñaba el filo jamonero. No hay duda. Es la menos Scorsese de todas sus películas. Sí, es la calle, pero una calle vista desde un personaje demasiado introvertido para lo que suelen ser los de Scorsese. Un ser totalmente asocial.
Recuerdo que Garci puso está película en su famoso programa. En la tertulia dijeron que efectivamente Scorsese calcó, plano por plano, el guión de Schrader.
Scorsese es sincero.
Un saludo.
paul schrader es, sin duda, un tipo extraño... no puedo dejar de recomendar la lectura de "Moteros Tranquilos y Toros Salvajes", aluvión de datos y crónica veraz del llamado "nuevo hollywood"
saludos
Ramon: Bienvenido y muy interesante ese equivoco entre Schlesinger y Schrader, como bien señalas ambos reflejaron con parecido enfoque la locura de las calles neoyorkinas, de las grandes urbes.
Kar: Tengo ganas de tener ese libro, me leí hace poco Sexo, mentiras y Hollywood del mismo autor que Moteros tranquilos y Toros salvajes y tu comentario me anima más a hacerme con él, tiene que haber carroña a mansalva.
Saludos.
Grandes todos ellos, Scorsese, Schrader y De Niro, sin olvidar al maestro Hermann y a Cybill Sheperd, sin ellos "Taxi Driver" no sería lo que es hoy endía. Hubiera sido curioso ver a Jeff Bridges haciendo del viejo Travis, aunque dudo mucho que hubiera superado la actuación de Bobby De Niro, aunque es un gran actor.
CESARPELOPO
No sabía la anécdota de que el proyecto iba destinado inicialmente a Jeff Bridges. ¿qué hubiese sido de todos ellos en tal caso? En fin, la curiosidad vale la pena, pues es uno de mis films favoritos y tanto DeNiro como Bridges están también en mi panteón.
Recuerdo ahora el caso de Eastwood. Steve McQueen, John Wayne y Paul Newman estaban mucho antes en la lista para Harry el sucio, mucho antes que Eastwood.
Y mucho antes que Eastwood, Leone quería a Charles Bronson o a James Coburn para sus westerns en Almería.
Nunca lo sabremos, pero sospecho que Eastwood era insustituible en ambos casos.
Aunque ahora es imposible imaginar a otro tipo que no sea Eastwood en el papel no me cabe duda de que cualquiera de los que nombras habrían interpretado a un muy interesante Harry, no crees?
Saludos.
Una película para ver por lo menos una vez al año, llena de matices y de detalles por descubrir. Un recuerdo para Joe Spinell, un tipo definitivamente carismático.
Saludos
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