miércoles, 20 de marzo de 2019

Ray Lamontagne and the Pariah Dogs. God Willin´& The Creek Don´t Rise

El pasado año fue el de Ray Lamontagne, por lo menos en mi casa. El barbudo de New Hampshire publicó Part of Light que incluí en mi lista de favoritos y además de sacarle jugo a ese escuché y lo sigo haciendo compulsivamente tanto Till The Sun Turns Black, Gossip in The Grain como ahora que me lo han regalado el día del Padre, Trouble. Todos a un excelente nivel pero mi favorito es este apoteósico Good Willin´& The Creek Don´t Rise publicado en 2010 y que aquel año ni olí, ni sabía quién era Ray siquiera. Puede que poco después un colega me regalase Gossip in The Grain al que no hice demasiado caso más allá del encantador single You Are The Best Thing. Pero un día comencé a escuchar de verdad ese Gossip in The Grain y el veneno de la música de este tipo se expandió de forma irremediable. Hasta el punto de que me he hecho con todos los mencionados. Una de esas benditas obsesiones que me asolan. Un no parar, un puto descubrimiento. Ahora mismo uno de mis músicos favoritos, uno de esos por los que haría encaje de bolillos para poder ver en directo. 

La música de Lamontagne se mueve en territorios tranquilos con puntuales e irresistibles arrebatos de furia. Y ambas facetas me flipan. Le comparan con The Band o con Van Morrison, también le meten en el saco de cantautores folk como Nick Drake o Dylan Leblanc. Puede ser. A mi a veces me recuerda al mejor Ben Harper, al más reposado que me gusta tanto como el fiero. Lo cierto es que el amigo Ray se lo curra y suele sorprender. Escuchando sus discos rara vez repite los mismos patrones, siempre da un pequeño giro, un desvió a veces mínimo pero suficiente para no encasillarse. Por ejemplo sus dos últimos discos tienen más que ver con Pink Floyd que con el folk así lo percibo tanto en Ouroboros como en Part of Light. Su música puede que remita a muchos clásicos pero el tío se lo hace de una forma tan personal que el resultado es que él mismo es el género. 

¿Y qué hace de este Good Willin´& The Creek Don´t Rise algo tan especial? Pues además de una ristra de canciones perfectas, diez temas a cada cual mejor sin relleno que lo grabó con unos músicos excepcionales. Pura crema. Me refiero a uno de mis baterías favoritos de todos los tiempos: Jay Bellerose a dos guitarristas con curriculum espectacular Greg Leisz (imposible mencionar la ristra de clásicos en los que ha participado este sujeto) y Eric Heywood (Alejandro Escovedo, Joe Henry o The Jayhawks). Ambos se compenetran a las mil maravillas intercambiándose la pedal steel y la eléctrica. Y sin olvidar a Jennifer Condos al bajo, otra que ha grabado con todo quisqui (Ryan Adams, Joe Henry o Jackson Browne). Imposible imaginar que el amigo Ray haya estado mejor acompañado en su vida. Escuchar a esta troupe en directo tiene que ser la hostia.

En Good Willin´& The Creek Don´t Rise da rienda suelta a su particular mezcla de blues, folk y country-soul todo ello servido con una elegancia sublime. Y lo percibes desde esa inicial Repo Man, un tema con un contagioso toque negroide que me atrapa sin remisión. Le sigue una de las baladas más emocionantes que he escuchado en mi vida. Joder, a ver quién no se derrite ante New York City´s Killing Me. La puta de Oros, qué emoción. La que da título al álbum no le va a la zaga, es igual de sobrecogedora, tanto Heywood como Leisz arropan con su pedal steel a la acústica de Lamontagne y el tema va creciendo hasta el infinito y más allá.
Me puedo imaginar sonando a toda mecha en la sala BBK o en el Antzoki Big Steal Or Borrow con ese sugerente inicio de nuevo cortesía de Heywood y Leisz. Y es que a veces no necesitas que un tema sea cañero para percibir una fuerza descomunal que es lo que me ocurre con la música de este sujeto a menudo. En mi cabeza Big Steal Or Borrow es tan cañera como cualquier puto tema de Anthrax o Monster Magnet. Yo sé lo que me escribo ja ja. Por supuesto en todas las mencionadas y las que quedan la interpretación vocal de Lamontagne es contagiosa a más no poder, con esa voz rasgada y esos ocasionales falsetes como en This Love is Over, otra pieza antológica. Su voz transmite en cada palabra que canta. 

Like Rock & Roll Radio es la única canción de todo el disco que Ray no cuenta con la estratosferica banda mencionada anteriormente. No importa el tipo se las apaña con la acústica y mete la armónica en el momento justo para que el tema no decaiga. Antes Old Before Your Time nos ha llevado por la senda más folk con el banjo de Greg Leisz comiéndose la canción y For The Summer es otro de esos temas que me imagino interpretado a cholón, a fuego, a toda máquina en una sala pequeña dejándome llevar por completo.  El cierre con Devil´s In the Jukebox es perfecto. Una coda blues, apegada a la tierra con ese puto sonidazo grueso. Madre del amor hermoso pero como lo flipo con el colgado este.




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